Bucky era fotógrafo y estaba ganado reputación, al punto que empezaban a invitarlo para exponer en galerías. Esa tarde había ido a medirse un traje para una exposición a la que debía ir la siguiente semana, aunque era algo que no le entusiasmaba en lo más mínimo. Estaban tomándole las medidas cuando su celular sonó. Al ver el nombre en la pantalla se disculpó con la diseñadora y se alejó hacia el balcón
- Hola – dijo y escucho por unos segundos – ¿Qué quieres decir?
- Que ya no puedo seguir haciéndolo – dijo Sam caminando nervioso en la azotea del edificio donde trabajaba – No es justo para Carol
- Pero no la estas engañando. No es real – dijo Bucky, aunque ni siquiera él sonara convencido – Es más como si fuera porno o algo así. Vamos viejo, sabes que no está bien
- Tengo que pensar en Carol
- De acuerdo, te entiendo y lo sabes – dijo Bucky – pero… no tenemos que cortarlo de raíz – suplico – ¿Y si lo seguimos haciendo el primer domingo de cada mes?
- No – dijo Sam de manera tajante
- Entonces de vez en cuando
- Bucky – dijo Sam con esa voz que al neoyorkino le transmitía autoridad – tenemos que parar completamente
- Sam por favor – suplico Bucky – esto es lo que los dos queremos, y lo sabes
- Me tengo que ir – dijo Sam – lo siento
- ¡Sam! – suplico Bucky
- Adiós
- Sam – dijo Bucky, pero el moreno ya había cortado
Sam no le podía estar haciendo esto. Se apoyo en la baranda y dejó que una lagrima traicionera se le escapara
***Siete Meses después***
Carol se acariciaba su abultado vientre mirando a Sam jugar con Joaquín al futbol americano. Sonrió. Se veía feliz, pero sabía que no era real. Vivian como pareja, pero ya no lo sentía a Sam. Era como si ya no fuese su Sam. Aquel hombre que la hacía reír todo el tiempo. Dudaba que viera a alguien más, pero ya no era suyo. ¡Y como dolía!
Carol preparaba la cena cuando Sam entró en la cocina
- ¿Macarú volvió a encontrar el zapato? – preguntó la rubia
- Y lo puso en un árbol – dijo Sam abrazándola por detrás y besándole el cuello
- Feliz cumpleaños – le dijo tomando un chocolate y girándose para entregárselo – lo siento, no es mucho pero no puedo salir
- Esto es justo lo que quería – dijo Sam y le dio un beso suave – gracias – ¿Que bien huele? – dijo Sam
- Es carne roja – dijo ella levantando una tapa – el tipo de comida cavernícola que te gusta
- Ya – dijo Sam levantando una ceja – Estas haciendo un montón
- Si
- ¿volviste a tener antojos? – preguntó Sam acariciándole el vientre
- Esta noche seremos tres – dijo la rubia
- Lo sé – dijo Sam sonriendo – es lo que dije – y le besa el cuello
- Quiero decir tres adultos. Invite a Bucky – dijo Carol y miro la cara que puso Sam – ¡sorpresa!
- ¿Bucky? – dijo Sam tratando de disimular su nerviosismo
- Si – dijo Carol –. Es que el año pasado casi no lo viste y tampoco hablaste mucho con él en la barbacoa. Así que lo invite la semana pasada
- ¿y que te dijo? – preguntó Sam más nervioso todavía
- Que vendría con mucho gusto – dijo Carol extrañada mientras sonaba el timbre – hablando del rey de Roma – y fue a abrir
Era una completa locura. Su esposa y su… ¿amante?... ¿ex amante?... Sentados en la sala de su casa, conversando de sus años de juventud. ¿Por qué le pasaba esto a él? Ambos hombres se saludaron y aunque lo intentaban la tensión era obvia, sonreían. Sam le ayudo a su esposa intentando evadir a Bucky, pero cuando este se dio cuenta, se ofreció también a ayudar
Sam puso la mesa, intentado ignorar las insinuaciones de Bucky. Después de la cena, Carol se levantó por el postre. Sam esperó hasta que Carol estuviese en la cocina para respirar hondo y quitarse los lentes
- ¿Qué demonios haces? – siseo el moreno mirando al invitado de su esposa
- Comer – dijo Bucky tranquilamente en voz baja mientras llevaba su pie descalzo hasta la pierna izquierda de Sam
- No me refiero a eso – dijo Sam tratando de alejarse – ¿Por qué mi… – y cerró los ojos tratando de calmarse – por qué viniste?
- Me invito – dijo Bucky – ¿Qué querías que dijera?
- ¡Una excusa! – reprocho Sam
- ¿Cómo cuál?
- ¡Cualquiera! – por poco grito el moreno
- ¿Qué soy? – dijo Bucky tranquilamente – ¿tu ex mujer o algo así?
- Es demasiado… raro ¿de acuerdo? – dijo Sam – ¡malditamente raro!
- ¿Te digo que es raro? – dijo Bucky mientras le temblaba el labio inferior y miraba nervioso su cucharilla – ¡no hay nada igual! – y Sam miro hacia la cocina – Intente reemplazarlo. Lo intento – susurró tocando la mano de Sam con la suya por lo que este cerró los ojos – estuve con personajes controlados por computadoras. Es un asco
- ¡cállate! – le exigió Sam volcando a mirarlo furioso
- Como con una muñeca de plástico – dijo Bucky, pero Sam volvió a mirar hacia la cocina – No están programados para eso. Solo se quedan allí. En el suelo. También lo intente con jugadores reales. Otros que controlan a Lance – Sam lo miro – había un tipo… de Holanda. No estaba mal mientras no pensara en su acento – y rio sin gracia – pero no era igual. No se sentía correcto. No como cuando estábamos los dos
- ¡Para! – suplico Sam mirándolo
- Intente todo Sam – dijo Bucky – lo intente con hombres, mujeres, varios jugadores a la vez, todo. Hasta con Groot, el tronco. Sam, estuve con un maldito tronco literalmente y aun así no pude dejar de pensar en ti
- No puedo ayudarte – dijo Sam sin mirarlo
- Quieres volver a estar con Roxy – dijo Bucky
- No
- Si qué quieres
- Solo… – dijo Sam
- Fue la mejor relación de mi vida – dijo Bucky y bajo su cabeza hasta besar su brazo – y para ti también. Era extraordinario y lo sabes – Sam lo miro intentando regularizar su respiración – solo piensa. Piensa en ella. En Roxy. Abrazarla. Su piel contra la tuya
- Por favor – dijo Sam cerrando los ojos
- Sus partes húmedas – dijo Bucky de manera seductora
- ¡demonios Bucky! – siseo Sam entre dientes
- Ella estará en el juego a medianoche – dijo Bucky acercándose a su oído – ven solo una vez más. Sabes que quieres. Una última vez – y le mordió el lóbulo de la oreja por lo que Sam lo empujo justo cuando Carol entraba con el postre
- ¿Qué hacen? – preguntó sonriendo al verlos nerviosos
- Estupideces – dijo Sam
- Estupideces, si – dijo Bucky mirándolo – se ve bien
Cerca de las once de la noche Bucky se despidió de la pareja con un abrazó, el cual Carol insistió para que ambos hombres se den, oportunidad que Bucky aprovecho para susurrar “A medianoche” en el oído del moreno, mientras deslizaba suavemente su mano por los bíceps del otro aprovechando que Carol no miraba. Sam se apoyó en la pared y cerró los ojos haciendo el descubrimiento más importante de su vida. Roxy no le provocaba absolutamente nada por mucho que Bucky dijera que si
Acostado en su cama Sam escuchaba la respiración acompasada de Carol durmiendo a su lado, cosa que él no lograba hacer. Tomo su celular y miro la hora. Faltaba un minuto para la media noche. Bloqueo el aparato y lo dejo en la mesa de noche. Miro hacia atrás para comprobar que Carol aun dormía y volvió a tomar el celular justo cuando el reloj marco la medianoche. Lo volvió a bloquear para dejarlo en su sitio e intentar dormir, pero medio segundo después abrió los ojos y lo decidió
Bajo las escaleras, se sentó en su sofá y colocando el disco en su sien mando al diablo todo. En cuanto llego al barrio chino en el juego, hizo que Lance se vaya contra Roxette sin piedad, cosa que a ella le encanto. Le fascinaba ese lado salvaje y oscuro del personaje que parecía que solo obedecía su lado más primitivo y animal, para al siguiente instante que todo fuera besos suaves y caricias tiernas. Era una combinación electrizante que no habían logrado con nadie mas
- Me encanta esto – gimió Roxette con los ojos cerrados mientras Lance devoraba su cuello suavemente – Te amo – susurro preso del momento placentero y al instante lo supo. Había ido más allá de donde se le tenía permitido
Lentamente Lance se alejó, mientras ella abría los ojos con autentico terror
- No – dijo Lance – no – y comenzó a acomodarse la ropa – no. ¡No! – Roxette se llevó las manos a la cabeza
- No sé porque dije eso – dijo ella intentando verse tranquila
- ¿adónde demonios van esto? – dijo Lance y empezó a patear cosas
- ¿Tú también lo sientes? – dijo ella tratando de acercarse – dilo. Dilo – y le intento acariciar el rostro, pero Lance la aleja suavemente
- ¿Qué demonios quieres? – preguntó él dando un paso hacia atrás – ¿Dónde acaba todo esto?
- ¿Quién dice que debe acabar? – preguntó Roxette sonriendo cosa que exasperó más los ánimos de Lance que golpeo un letrero de luces led. avanzó unos pasos y luego giró para mirarla – ¿recuerdas el pub The Year?
- Sam…
- Ese antiguo pub. The Year – dijo este
- Claro que si – dijo Roxette con voz nerviosa cruzando los brazos – ¿Por qué?
- Nos vemos en el estacionamiento en media hora – dijo Sam – salir del juego – y desapareció mientras Roxette empezaba a llorar
Las gotas caían con fuerza, golpeando el pavimento y los techos de los edificios con un sonido constante y ensordecedor. El agua corría por el callejón en pequeños arroyos, formando charcos y reflejando las luces parpadeantes de los faroles y neones cercanos.
Las paredes de ladrillo, desgastadas por el tiempo y la intemperie, parecían aún más sombrías bajo la lluvia. Los grafitis que decoraban los muros se desdibujaban, sus colores corriéndose y mezclándose con el agua que caía en cascada. Los contenedores de basura, alineados a lo largo del callejón, estaban cubiertos de una fina capa de agua que reflejaba el brillo de los relámpagos que iluminaban el cielo nocturno de vez en cuando.
El aire estaba cargado de humedad, y el olor a tierra mojada y asfalto llenaba el ambiente, mezclándose con el aroma a comida de los restaurantes cercanos y el leve olor a basura. Había una especie de paz tensa que solo se encuentra en la soledad de una noche lluviosa. Era un lugar de contrastes, donde la dureza de la ciudad y la suavidad del agua se encontraron, creando un momento fugaz de introspección y misterio en el corazón de Nueva York.
Sam vio el automóvil que entro en el callejo. Respiro hondo y cerró los ojos intentando regularizar su respiración. Dejó las luces encendidas y bajó con determinación. Avanzó hasta pararse delante de su auto sin importarle la lluvia. Bucky también bajó de su auto dejando las luces prendidas y avanzó, aunque con paso inseguro, hasta quedar frente a frente al moreno. Lentamente empezó a subirse la manga derecha de su polo
- No vamos a pelar. Vamos a besarnos – dijo Sam sorpresivamente
- ¿Be… be… sar… nos? – dijo Bucky nervioso mientras dejaba caer los brazos al lado de su cuerpo
- Si, besarnos – dijo Sam – Es la única solución para saberlo
- ¿Para saberlo? – preguntó Bucky. Venia preparada para todo, menos para eso. Definitivamente su cerebro estaba en corto circuito
- Si sentimos algo – dijo Sam nervioso –, entonces… es que hay algo entre nosotros. Por lo menos lo sabremos – añadió al ver el terror en los ojos de Bucky –. Así que vamos a besarnos
- De acuerdo – dijo Bucky respirando hondo y dando un paso hacia adelante –. Dije de acuerdo – repitió nervioso al ver que el moreno se quedaba inmóvil
- Lo estoy intentando ¿esta bien? – protesto Sam
- ¿quieres que empiece yo? – preguntó Bucky dando otro paso hacia adelante
- ¡No se! – dijo Sam y miro hacia un lado – si – dijo humedeciéndose los labios con los labios a pesar de la lluvia
- De acuerdo – dijo Bucky acercándose más y sonrió dándole golpes suaves en el pecho y los brazos intentando bajar la tensión ya que el miedo estaba reflejado en el rostro del moreno – ¿listo?
- Solo hazlo – exigió Sam cerrado los ojos – dame el maldito beso y ya, viejo – y abrió los ojos para ver a Bucky dar otro paso mas