Cuando Naruto entró a la casa y vio que su marido no murió, primero, se sintió aliviado, porque la muerte de una persona siempre dejaba un mal sabor de boca, en el pasado, presenció a mucha gente morir y a otros tantos ser asesinados desde que era pequeño, y aunque no los conociera, llegó a la conclusión eventual de que la muerte nunca era algo agradable, agregado a eso, si bien había encontrado un buen lugar donde enterrar a su marido cuando este muriera, no tenía una pala apropiada para cavar en la sólida tierra de invierno, el hecho de que su marido sobreviviera solo le evitó problemas, pero trajo otros tantos.
— ¿tienes hambre? Yo sí, a mí me gusta mucho la carne, sobre todo la de cerdo cuando está acompañada de un platillo llamado fideos de oriente, pero de esos no hay, solo hay gachas de verduras con avena así que comeremos eso — dijo aquello con una sola intención, que ese duque entendiera que aquí no se podía comer lo que quisiera, si no lo que había, después de decir eso, caminó a la cocina esperando que Sasuke lo siguiera y efectivamente Sasuke lo siguió.
Por su puesto, Naruto jamás podría saber que Sasuke no entendió en lo más mínimo las intenciones detrás de sus palabras, lo único que hizo el enfermo y debilitado Sasuke, fue, naturalmente, catalogar a Naruto como un doncel extraño. De hecho, Naruto era una persona extraña, había pasado la mitad de su vida huyendo y viviendo en la miseria, y la otra mitad encarcelado y torturado por la familia del vizconde, los únicos amigos que tuvo fueron un par de malvivientes, como el medico drogadicto que le enseñó las habilidades con las cuales curó a Sasuke, fuera de eso, Naruto no hablaba mucho y pocas veces pudo llegar a tener una conversación propiamente dicha, por ello, hablaba más que todo consigo mismo, cuando era niño, Iruka lo encerraba para protegerlo del entorno de pobreza y le enseñó a callar, a no proferir sonido incluso si Iruka o el mismo eran maltratados, esas mismas enseñanzas le ayudaron a sobrevivir en la casa del vizconde, pues Menma, cuando lo golpeaba, eventualmente se aburria al no tener reacción de Naruto, por su lado, el vizconde lo ignoraba si él no hablaba y la vizcondesa prefería ni si quiera conocer su existencia.
Pero ahora, decidió no quedarse callado, para darse su lugar frente al duque, eso hizo que inevitablemente sus inexistentes habilidades sociales salieran a flote, otra persona preguntaría por el enfermo, si estaba bien, si quería agua, saludaría, se presentaría, en cambio, Naruto reaccionó de esa forma tan extraña.
—¿puedo ayudar en algo? — preguntó Sasuke cuando lo vio encendiendo la estufa de leña, Naruto lo miró de reojo y sin saber cómo dirigirse a un duque para pedirle que se sentara simplemente se acercó a Sasuke y lo empujó a una silla donde este último, entendiendo las intenciones del doncel, se dejó sentar, Naruto asintió satisfecho y volvió a su tarea de prender la estufa de leña en silencio.
Sasuke lo observaba mientras Naruto encendía el fuego, cuando lo encendió, calentó sus manos cerca de las llamas mientras estas agarraban fuerzas.
—puedo suponer que tú no eres Menma ¿verdad? — inquirió Sasuke, Naruto detuvo el movimiento de sus manos un instante al responder.
—no lo soy.
—¿Qué eres del vizconde?
—…su hijo
Sasuke pudo percibir algo de disgusto en la última respuesta, Naruto para entonces ya estaba poniendo el caldero en el fuego para calentar las gachas de verduras.
—tengo entendido que el vizconde solo tenía un hijo.
—no soy hijo de la vizcondesa.
Sin que Naruto lo dijera directamente, Sasuke confirmó sus sospechas, en efecto, Minato para no devolver el dinero había sacrificado a un hijo ilegitimo suyo.
—¿sabes quién soy? — preguntó Sasuke, Naruto lo miró unos instantes.
—mi marido — esa respuesta le dijo a Sasuke dos cosas, la primera, efectivamente estaban casados y no se trataba de un invasor de la casa que simplemente estaba ahí por casualidad, la segunda, el doncel sabía quién era él.
—pero yo no sé cómo te llamas.
—soy Naruto.
—mucho gusto Naruto, soy Sasuke, tu marido.
Aunque se presentó amablemente, no vio mayor reacción en Naruto, solo observó como el doncel, mientras se calentaban las gachas, se desprendía de los abrigos y las botas que cargaba, quedándose solo con un vestido grueso de lana, sin importar cuanto esperara, no vio en Naruto la intención de continuar la conversación por lo que presintió que no le agradaba, así que decidió no insistir, entendía por qué no le agradaba a Naruto, después de todo era un doncel, hijo ilegitimo, abandonado a una vida de viudez y luto al ser obligado a casarse con un traidor muerto.
Lo que Sasuke no sabía es que Naruto realmente pensaba “es buena persona, quizá se pueda convivir bien con él”, pero, como se indicó anteriormente, Naruto no posee mayores habilidades sociales y casi que carece del sentido común.
Poco después, un generoso plato de humeantes gachas, de sabor simple pero agradable, fueron servidas a Sasuke, junto con un vaso de leche tibia y otro de agua, Sasuke agradeció la comida empezando a comer y beber, tenía el hambre de un náufrago pero los modales de un caballero, una mezcla extraña al parecer de Naruto, Naruto por su parte realmente no tenía hambre, pero uno de sus mayores dones siempre fue ser un pozo sin fondo, así que comió como si no hubiese desayunado abundantemente hace dos horas, el sí engulló su comida, sin cuchara, bebiendo del cuenco como si fuera una taza, al terminar, vio que Sasuke seguía comiendo su enorme porción a cucharadas, con movimientos elegantes, pero poseído por la comida, así que se levantó y fue a alistar otras cosas.
Por si Sasuke moría había empezado a preparar una tumba, pero por si vivía, también había empezado a preparar cosas, acondicionó la habitación más pequeña y cercana a la escalera del desván para que fuera la habitación de Sasuke, limpiando el colchón y las almohadas, la razón por la que escogió la habitación más pequeña es porque, mientras más pequeña la habitación, menos leña necesitaría para calentarla, ahora que Sasuke se había levantado, con algo de ayuda, podría subir las escaleras, así que encendió la chimenea de esta habitación en el segundo piso, puso las sábanas limpias que tenía guardadas y dobló la poca ropa que había conseguido para el en una cajonera, la armadura, que había limpiado como podía, yacía abollada y rota en una esquina, la capa fue insalvable, así que la quemó eventualmente, una vez terminados los preparativos, fue a ayudar al enfermo a subir las escaleras hacia la nueva morada, grato fue su descubrimiento cuando al llegar a la cocina se encontró con que Sasuke ya había lavado los platos.
“que agradable sujeto” pensó “se podrá convivir con el”
Pero por su puesto, Sasuke no entendió lo que pensaba el doncel en su estoica expresión, solo lo vio acercarse así de bajito como era, y jalarlo de la camisa para hacer que se agachara, Sasuke se agachó y Naruto tocó su frente.
—aún tienes fiebre — dijo y agarró a Sasuke por la manga, lo llevó a subir las escaleras y entrando a la habitación que había preparado lo acostó en la cama y lo arropó — volveré en un rato a ver si necesitas algo — le dijo, colocando un paño húmedo limpio en su frente antes de darse la vuelta y disponerse a salir.
—yo no cometí traición — dijo Sasuke cuando Naruto abrió la puerta, Naruto se detuvo y lo volteo a mirar.
—no necesito ser convencido — respondió Naruto antes de irse, y Sasuke quedó solo cuando la puerta se cerró.
Lo que quería decir Naruto era que, sin importar si había cometido traición o no, los hechos estaban dados y debían someterse a las circunstancias, además, a Naruto no le importaban los motivos detrás de la presunta traición incluso si Sasuke verdaderamente fuera un traidor, por tanto, de nada servía convencerlo de su inocencia.
Pero lo que Sasuke entendió fue que Naruto creía firmemente que él era un traidor.
Algo totalmente alejado de la realidad, pues Naruto, muy por el contrario, se encontraba agradecido con Sasuke, ya que de no ser por esta situación, el vizconde nunca lo hubiera dejado ir, ellos realmente no querían a Naruto, y Menma ya tenía un buen estado de salud, pero temían el día que Menma pudiera recaer y al ser el único hijo legitimo no debía morir antes de concebir a un heredero varón, en ese orden de ideas, conservaban a Naruto encerrado, vivo, viviendo de lo poco, no lo maltrataban demasiado por miedo a que muriera, pero la comida era solo la necesaria, en una habitación húmeda, con frio, durmiendo en un duro catre, siendo ignorado hasta por los sirvientes, comparado a eso o la vulnerabilidad que había vivido cuando era niño, su vida actual era un paraíso, aunque nuevamente, Sasuke no tenía forma de saberlo a menos que Naruto lo dijera.
Naruto se encerró en su desván, sentado en el sofá con una manta cubriendo su regazo se dispuso a hacer ropa, tendría mucho trabajo, pues ahora no solo debía hacer ropa para vender, si no también ropa para Sasuke que contaba solo con un par de prendas, afortunadamente acumuló mucho material, y más allá de hacer ropa, no tenía mucho por hacer en el invierno, aún sobraban las suficientes gachas para el almuerzo y para la cena, sin embargo, para variar, podrían pan de centeno con queso para acompañar las gachas.
Y mientras Naruto pensaba en cosas más simples, Sasuke estaba acostado, mirando al techo y pensando en temas más complejos, pero era una persona pragmática, sabía que en invierno y con su estado actual poco o nada podría hacer, debía recuperarse inicialmente, en la guerra, cuando fue traicionado y buscaron matarlo, logró escapar mientras sus enemigos lo dieron por muerto, jamás esperarían que Sasuke hubiera esquivado el corte mortal de forma lo suficientemente sutil para ser cortado en el cuello y herirse con el ataque del enemigo sin morir, creyéndolo muerto, lo arrojaron al rio donde logró sobrevivir, sin embargo, bajo el entendimiento de que todos lo creían traidor, se decidió a esconderse para recuperarse, estaba lejos de sus propiedades, demasiado, pues el campo de batalla estaba en la zona más recóndita del imperio, sin un caballo tardó meses a pie, herido, en llegar al único sitio seguro que la corona no reclamaría, la antigua casa señorial de su madre, tampoco pudo acercarse a la gente, pues la noticia, falsa cabe aclarar, de su traición, estaba absolutamente extendida y su rostro era ampliamente conocido por los periódicos, así que sobrevivió caminando en medio de la espesura del bosque, comiendo frutas pues estaba demasiado debilitado para cazar, y teniendo que dormir sin encender una sola fogata que pudiera atraer bestias peligrosas o monstros, debido a que estaba demasiado herido para defenderse, caminaba cojeando, y solo un par de veces se quitó la armadura para lavarse en los ríos, la armadura lo protegía, pues un par de veces se encontró en la espesura del bosque con personas que lo confundían con una aparición debido a la armadura, pero no lograron relacionarlo con el duque traidor del imperio.
Esperaba llegar a la casa señorial abandonada de su madre, fría y llena de polvo, para recuperarse en soledad, con lo que hubiera y como pudiera, en cambio, sintió un gran alivio al ver un hogar limpio y cálido después de pasar tanto frio, así mismo, sintió una paz tan enorme de por fin sentir el toque de otro ser humano, tanto así, que quizá bajó la guardia al sentirse seguro y permitió que su fiebre subiera.
Estaba agradecido por los cuidados, y esperaba recompensar a Naruto por sus servicios, dándole la libertad si así lo quería, permitiéndole vivir tan libremente como ningún doncel pudiera soñar, con propiedades y rentas vitalicias, algo que pudiera compensar la terrible experiencia de ser obligado a casarse con un muerto traidor.
En aras de eso, por su puesto, tampoco tocaría a Naruto para proteger su virtud, permitiéndole decidir aún con quien casarse, pues si bien esos asuntos para el no eran importantes ya que conocía el placer que podría traer una persona experimentada en la cama, para otros varones, un doncel que ya conociera varón era algo despreciable, considerando eso, ahora tendría que proteger a alguien más que a sí mismo, pues ahora tenía un doncel que proteger, dar una buena vida y casar con un buen varón en el futuro.
Respecto a esto, Sasuke estaba seguro que demostraría su inocencia, de una forma u otra, así tuviera que arrasar el mismo con la ciudad bárbara para hacer al Khan de la ciudad arrodillarse ante el emperador y desmentir la falacia de que era un traidor, también se aseguraría, de colgar en estacas las cabezas de los que pensaron tan si quiera en traicionarlo.