En la china antigua, allá por la dinastía Libra, la era dorada y de mayor prosperidad.
Un futuro joven emperador se está preparando para muy pronto gobernar la dinastía heredada, aquella que le corresponde por legado y fuerza.
Es un hombre engreído, prepotente, que todo siempre le ha salido bien en la vida, realmente se le puede ver que es alguien que gobernara de una forma estricta a su conveniencia, claro que no va a dejar que el imperio decaiga, ya que eso sería realmente terrible para su ego.
Algo frívolo en ocasiones, pero atiende muy bien sus deberes al pie de la letra, no desea ser tachado de ninguna forma que no sea como alguien perfecto. Aunque eso le dejaba de importar cuando bebía en sus aposentos, e invitaba a algunos donceles a ir a su habitación para satisfacerlo.
Es algo que no está para nada fuera de lo normal entre emperadores, además, que los placeres de la carne no lo hacen abandonar sus deberes imperiales. Así que el actual imperador está conforme con su sucesor.
Aquel joven de cabellos castaños, cortos y un poco alborotados, sus ojos verdes esmeraldas brillantes y confiados, su piel un tanto bronceada, compleción tosca y levemente corpulento, con músculos marcados y cuerpo tonificado, posee algunas cicatrices en su estómago y brazos por algunos enfrentamientos que había tenido e algunas batallas para defender su imperio, como en algunas escapadas que se daba.
Se siente bastante incomodo cuando es obligado a usar las túnicas imperiales en eventos formales, pero no tenia de otra en eventos politos extremadamente importantes, sin embargo y cuando tiene la oportunidad, siempre preferirá llevar ropas ligeras, menos estorbosas y que le permitirán hacer estupideces con sus camaradas, aventurándose en cabalgatas y caserías por mera diversión, viviendo una vida despreocupada en sus tiempos libres.
Alguien que sin duda se puede considerar un refrescante gobierno, pues su padre siempre ha sido un hombre fiero, desalmado, que ha gobernado con mano de hierro hasta ahora, pero gracias a eso todo se ha mantenido esplendido con muy buen desarrollo tanto de manera política, estructural, militar y en agricultura.
Podría ser que el gobierno del joven heredero Dohko, traiga mayores riquezas por su manera tan sociable de ser e intelectual, pero existen quienes piensan que podría ser un terrible error que alguien tan inmaduro suba ponto al trono imperial, sin embargo eso se verá más adelante, ya que por ahora aquel tema está en duda aun.
Pasando a un rango más bajo, justo debajo de la familia imperial, se encuentran la aristocracia militar, quienes en tiempos no tan lejanos, brindaron de una enorme estrategia y triunfos al imperio, aquellos generales que demostraron su gran apoyo y fuerza, y gracias a su manera poderosa de combatir, como de liderar a sus hombres, todo lo que pudiera traer tesoros y mayor territorio al emperador, en recompensa a su entrega, se les otorgo una buena posición social y riquezas.
Familias de altos militares se encuentran solo por debajo de la familia imperial, demostrando que entre alguno de ellos, podría nacer la persona adecuada para acompañar al nuevo emperador a gobernar estas tierras.
Pero claramente, debían cumplirse ciertas condiciones y aunque algunos pudieran pensar que cumplen los requisitos, existen impedimentos que solo dependerán del futuro emperador, le deben parecer adecuados, que les agrade a la vista, ya que es bastante caprichoso en sus elecciones y actualmente solo busca con quien pasar el rato, sin pensar en un futuro compañero.
Realmente muchos se pelean por tener solo una oportunidad de demostrar que serían los prospectos perfectos, aunque algunos, otros prefieren mil veces pasar el buen rato con el futuro emperador, sin compromiso alguno, solo divertirse.
En este imperio, existen varias reglas y limitaciones.
Desde luego los hombres son aquellos que manejan todo lo que se considera importante, el gobierno, la educación, la milicia, todo aquello solo manejado por los de mayor estatus en el imperio pero siendo varones. Las mujeres nacidas en familias ricas y poderosas, podrían bien ser educadas, para traer prestigio a sus padres y que se casen con hombres de una muy buena posición social, para unificar familias más fuertes y poderosas.
Es igual que en muchos reinos de aquella época, esto solo aplica a las familias poderosas del imperio, las de más alto poder social, pues para los plebeyos, campesinos, comerciantes, hombres y mujeres trabajan para sobrevivir.
Sin embargo, aquí existe un tercer género, que solo se presenta en hombres.
Los llamados “Donceles”, hombres de apariencia más delicada, frágil, de cuerpos esbeltos, caderas y cinturas marcas, pero también débiles, posee rasgos finos y elegancia en su andar, ya que en su vientre la vida se puede dar.
No son considerados como una maldición, han existido desde siempre, y si en una familia noble nace un doncel, es considerado un tema de mucho orgullo, ya que ellos pueden competir contra hermosas mujeres por las atenciones de los hijos de funcionaros de alto rango, para casarse con ellos y lograr subir su posición social, como riqueza.
Todos quieren una vida así, prospera de grandes fortunas e imperios establecidos.
Pero pocos son los que desean seguir con la tradición familiar del trabajo militar, aunque lamentablemente algo así es un evento casi imposible de lograr.
Los donceles, bien podrían ser eruditos o funcionarios, podrían solo lograrlo si sus padres lo habían sido y los entrenaban con rigidez en estas materias, sin embargo si deseaban conservar este estatus, debían abandonar su naturaleza de concebir vida y en cambió casarse con alguna mujer pero de menor rango, casi una campesina para poder tener decencia y mínimo que su vida pudiera ser catalogada como “Normal”.
Pero aquellos que nacieron en una familia militar, ninguna mujer o doncel podrían seguir los pasos de su padre. Lo único que logarían hacer era lucir hermosos, sofisticados, educados en artes para impresionar a los demás, y tener algunos temas de conversación para cautivas a otros herederos de otras familias del mismos estatus y concebir hijos dignos de su herencia, esa es toda su función en este imperio.
Y aun así y encontrar de todo, un joven doncel de caballera verde larga, esponjosa, de hermosos ojos fiusha, cuerpo esbelto, delgado, fuerte, pero sin lograr que su musculatura se marque tanto, de estrecha cintura y caderas prominentes. Sin duda un joven sumamente precioso, intimidante, con una presencia con la que nadie puede resistirse a voltear.
Sin embargo oculta un grande secreto, pues ha estado entrenando para algún día portar la armadura de su padre.
Él no quería ser el adorno de una casa rica, desea seguir siendo el orgullo de su padre, traerle honor no solo en matrimonio. Es el único hijo de una familia bastante poderosa, quien por generaciones ha estado dirigiendo el ejército del emperador, pero por su condición de doncel, su familia perdería ese honor, y si bien podría seguir siendo parte del segundo mando del imperio si llega a casarse, no desea dejar que todo acabe así para su familia.
Quiere demostrar que puede ser el siguiente líder militar a pesar de ser un doncel. Es fuerte, resistente, su manera de combatir siempre ha sido maravilloso, poderoso y pulido, pues ha estado entrenando con un amigo que le guardo el secreto, pero pertenece a un ejército de una familia noble de un imperio algo lejano, por lo cual no lo ve tan seguido, por esa razón cada que lo veía, notaba los enorme avances del peliverde.
Demostrando que cualquier meta que se proponga ese joven doncel, la logara cumplir aunque… Sea casi imposible.
Hasta que… Un día fue descubierto por su padre, quien lejos de verse decepcionado y enojado por el atrevimiento de su hijo, logro entender el motivo de su hijo, pero le volvió a explicar a Shion, que ese no es su lugar, que no podría dejar que lo haga, sino… Su cabeza rodaría, y sin importar perder el honor, su vida es lo más preciado que tienen él y su papá.
Sin embargo, Shion no se dará por vencido y a pesar de la negativa de su padre, sigue entrenando en silencio, hasta que algún día, aunque fuera a escondidas, bajo otro nombre si es necesario, será considerado un fuerte soldado.…
Pero sabe que eso será casi imposible, sus ojos lo delatan demasiado, al igual que su cuerpo, entiende bien, se encuentra atrapado en un círculo que al momento no logra evitar. Si no se atreve a dar un paso más de su zona de confort ahora, puede que no cumpla ese enorme deseo.
Dos jóvenes completamente distintos, uno gustoso de aceptar su destino sin esforzarse tanto para obtener lo que quiere, pues ya lo tiene por derecho de sangre.
Mientras otro, solo desea cambiar las cosas, que su destino sea otro, dándolo todo, maximizando su esfuerzo hasta caer agotado, debe hacerlo hasta que lo logre, pero… Lamentablemente tiene todo en contra, hasta su propia naturaleza.