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Vampirillo por SigmaIII

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Notas del fanfic:

Con motivo de Halloween traigo esta historia. La comencé a escribir en 2023, pero sólo hasta este año es que pude editar y al fin tener listo el primer capítulo. 

Es un Fic cortito pero bonito. 

Los personajes y universo de Helluvaboss pertenecen a VivziePop/ Vivienne Medrano . 

Notas del capitulo:

ACOTACIONES:

"Pensamientos"

Vampirillo 

 

Ozzie´s, Lust City, Lujuria. 

 

Fizzarolli comenzó a sospechar de Wally, claro que escondía algo. Era un diablillo común, de esos que pasan fácilmente desapercibidos. Si no lo conociera, no le prestaría mucha atención. Disfraz perfecto. Pero fue el incidente con la licorera lo que lo hizo sospechar de que… de que ¡Wally es un vampiro! 

Fue una noche ajetreada en Ozzie´s, y ya casi se acercaba la hora del cierre, entonces Fizzarolli miró a la barra y pilló a Wally dar un sorbo a una licorera que llevaba escondida bajo el saco. Enseguida se acercó para molestarlo y reclamarle, como empleado el barman tenía prohibido tomar mientras trabaja aunado a que Wally, aunque travieso, se tomaba muy enserio su papel en Ozzie´s. Tan ágil como es y gracias a sus prótesis robóticas es que Fizzarolli llegó hasta donde él y le gritó al oído. 

–¡Estás en problemas! ¡No puedes tomar en el trabajo!– Tranquilamente el demonio guardó la licorera en su bolsillo. Fizz siguió fastidiando– ¿Qué es? ¿Qué licor barato escondes como para que no quieras consumir algo de aquí?

–Jamás compraría de aquí, los precios están más que inflados. 

–¡Ahora tienes que compartir! Si tienes el descaro de tomar en el trabajo entonces no te importará compartir.

–I say I say no, no es para ti.

–¡Dame!, ¡O te acusaré de que tomas en el trabajo!  

–¡Hazlo!

–¡Dame!– Fizzarolli tomó a Wally por los hombros y lo agitó exageradamente. 

–No. 

–¿Qué es? – Fizarolli le metió la mano en el saco para sacarle la licorera, pero Wally no se dejó. 

–¡No! ¡Suelta!, ¡Es enserio! 

–No seas así.

– ¡Fizz! ¡No!- Wally fue tajante–  No es algo para ti. ¡Para ya! Si quieres que te preparé un trago solo dime. 

–Quiero lo que estás tomando–

El payaso logró sacarle la ánfora, fácil lo empujó y abrió el recipiente para tomar. Y lo habría hecho, dar un largo trago de no ser porque un presentimiento lo hizo detenerse, fue tan fuerte y súbito que Fizzarolli se desconcertó. Al mismo tiempo Wally le arrebató la licorera. 

– ¡No es para ti, puedes enfermarte!– 

El bufón se sintió muy apenado, la gente alrededor los miraba y eso lo obligó a irse. También le sorprendió el enfado de Wally ya que normalmente no es así. El diablillo era muy consentidor con él, y lo dejaba salirse con la suya. Además eran amigos, seguido iba a su casa para pasar el rato y para jugar videojuegos.  

La vergüenza de lo acontecido más el extraño presentimiento mantuvieron inquieto a Fizzarolli. La sensación de que algo grave ocurría no se fue. Decidió olvidarlo rápido.

–No. Seguro es licor del bueno y por eso no lo comparte– Habló para sí mismo. Siendo Wackford tan conocedor en lo que respecta a bebidas. Debió encontrar algo muy bueno y se guardaba su descubrimiento para sí mismo.

El bufón regresó sus pasos para pelear por la licorera, pero Wally ya estaba tomándose lo que quedaba. 

–¡¡Oye!! –

Wally se burló. 

–Eres predecible Macarroni–

En su apuro por tomarse rápido todo lo que restaba, una gota de líquido resbaló por la comisura de su boca., instintivamente Wally la limpió fácil con su propia lengua.

Fizz lo miró divertido, pero rápidamente se desconcertó.  El color de esa gota… era un poco inquietante. Un color al que lamentablemente estaba acostumbrado y por lo tanto muy fácil reconoció sin darse cuenta. Aquel presentimiento volvió asomar en el interior de Fizz. Se sintió como un temor nacido de su pecho que se extendió por todo su cuerpo. Un horrible estremecimiento. Wackford siguió hablando. 

–Te prepararé un trago ¿Qué quieres? ¿Margarita?, te gusta el café ¿No? ¿Qué tal un Black Russian? Tiene espresso ¿Fizz?

–Eh… Si. Café está bien–

Ya más tranquilo, sentado a la barra y tras probar el delicioso cóctel a base de café.

Las cosas siguieron como si nada. 

Al cierre todos los empleados volvieron a casa. 

.

.

.


Miraba una película con Ozzie. Pero Fizzarolli no pudo tolerarla.

–¡No quítala!

—Lo siento Ranita pensé que era romántica y no de miedo.  El nombre era muy sugerente. ¿Te dan miedo los vampiros?

—No me dan miedo solo no me gustan.

—¡Ahhh! ¡Son buen negocio! –Exclamó complacido el pecado capital– Muchos adolescentes se inician en la pasión con ellos.

—Pues están locos. ¿A quién en sus cinco sentidos le atrae un monstruo chupasangre?

–La respuesta te sorprendería.

—Que horror, ya hay demasiadas cosas feas en el Infierno como para que también se hagan películas. 

—¿Qué es lo que no te gusta?

—¿Además de las muertes? ¡Odio la sangre!– Enseguida Fizz recordó el estremecimiento que sintió durante el incidente con la licorera y el color de aquella gota. —Hoy Wally estaba bebiendo en el trabajo. Era algo oscuro de ese mismo color– Señaló la pantalla en pausa del televisor. –No lo vayas a despedir. Sabrá que yo lo delaté. ¡Pero eso no es todo! ¡Ni siquiera me convidó!

—¿Estaba tomando sangre? —preguntó Ozzie levantando una ceja– No te preocupes. Jamás lo haría, quiero a ese tipo trabajando para mí– Acto seguido Asmodeus se incorporó del lugar que tomaba en el asiento y fue en búsqueda de algo refrescante para Fizz. Mientras tanto el bufón pulsó el control remoto y comenzó a buscar si había algo para ver en la TV abierta. 

Lamentablemente, con su mente influenciada por la película, Fizzarolli comenzó a sospechar…

¿Wally Wackford un vampiro chupa sangre?

Claro que no. 

¿O sí? 

¡Por supuesto que no! Es decir, los vampiros no pueden salir de día y Wally tenía una rutina matutina como todos los demás. Además los vampiros solo beben sangre y ya habían compartido todo tipo de botanas. 

…Aún así estaba intrigado. 

Recordó de nuevo la bebida de la licorera y que no olía a alcohol. Olía raro..  tenía un aroma metálico como… como… ¡Sangre! …pero… la licorera estaba hecha de acero.. ¡Claro, ese olor metálico es el olor de la licorera! ¡Qué tonto! 

Sintiendo vergüenza de sí mismo. Fizzarolli se olvidó pronto del asunto. Al menos hasta el día siguiente cuando volvió a Ozzie´s para su rutina como anfitrión. 

 

.

.

.

Se encontraba en un cubículo del baño, pudo oír la voz de Wally en el pasillo, se escuchaba desde los lavabos.  

–Macarroni ¿Estás allí? – 

–¿Cómo sabes que soy yo? – ¿Cómo podría saberlo? La única manera de que lo supiera, es que Wally tiene poderes extrasensoriales y eso solo sería posible si realmente es….

–Tus piernas hacen mucho ruido cuando te mueves, cualquiera te reconocería. ¿Qué tanto haces allí? ¿Armas una coreografía? 

–No aguantaba las ganas ¿Sí? Zapatee un poco fetichista asqueroso. ¿En qué tanto te fijas como para llevarme el ritmo? 

–Sólo quería cerciorarme que eras tú. Entonces ¿Vendrás mañana? –

 

Fizz se llevó la palma a la frente. Había olvidado que habían quedado para jugar videojuegos. Lo hacían de vez en cuando. 

 

–Sí, qué bueno que me recuerdas. Casi lo olvido– Fizz terminó, tiró la cadena y salió del cubículo. Miró a Wally apoyado contra el lavabo.  El bufón se percató de su mal color y aspecto cansado–¿Estás bien? –Parecía enfermo. 

–Tengo un poco de sueño. Además muero de hambre. Ya quiero que termine el turno– 

Aquella noche tenía un aspecto particularmente pálido. Fizz lo miró sospechando de nuevo, lamentablemente las películas de terror lo influenciaron demasiado, por eso las evitaba como a la peste, pero luego miró el reflejo de ambos en el gran espejo del lavamanos.  

Recordando que los vampiros no tienen reflejo, aliviado confirmó su asistencia. 

–Si, iré– 

La sonrisa conforme del barman inquieto a Fizzarolli, por un breve instante se sintió diferente a la alegría típica que acostumbraba emitir el diablillo. Era como si tramára algo… ¿Beber su sangre en un momento de distracción? ¿Hasta quitarle la vida? Furioso consigo mismo  y recriminándose por su paranoia absurda. Fizzarolli se despidió y marchó de nuevo al escenario.  

“¡Ya Fizzarolli! ¡Basta de tonterías! Solo fue una tonta película, ¡Supéralo!”  

El día en cuestión se presentó en el departamento de Wally con varios snacks. Le gustaba pasar el rato con él, en parte porque era la única convivencia normal que como famoso bufón tenía. Todo lo demás o era por motivo de trabajo o por parte de fanáticos obsesionados. No gracias. 

Mientras Wally conectaba el equipo al televisor, Fizz buscó en la cocina un bowl para las frituras. Allí se encontró con el refrigerador; siguiendo su línea de pensamientos de días antes, buscó evidencias de que no, Wally no es un vampiro. El diablillo siempre tenía sobras de comida rápida, y los vampiros solo beben sangre. 

Para probarlo abrió el refrigerador. 

–¡HICK! – 

Fizz permaneció tieso de la impresión. Dejó caer el bowl que rodó por el piso produciendo un ruido escandaloso. 

El refrigerador estaba lleno de bolsas y bolsas llenas de sangre.

–¿Qué pasa?¿Fizz? ¿Estás bien? – Wally entró a la cocina, vestía  ropa cómoda y no su atuendo de Ozzie’s 

 –¡AHHH! ¡NO! ¡No te acerques!- Wally confundido hizo caso, retrocedió, cuando sintió el espacio que se hizo entre ambos Fizzarolli asomó el rostro escondido con sus manos –¡Aléjate! –

Wally dio un par de pasos más, miró a su espalda para no chocar con la pared. 

–¿Fizz estás bien? –Insistió. 

–¡¿Por qué tienes esto en tu refrigerador?! 

–Si lo dejo afuera se echará a perder ¿Fizz sucede algo? ¿Eres alérgico?¿Por eso estás asustado? – La respuesta de Wally desconcertó a Fizzarolli. 

–¡Pero claro que estoy asustado monstruo chupa sangre! ¡Márchate! 

–¿Qué? ¡¿Pero de qué estás hablando?! 

–¡No me trates cómo a un idiota!– Señaló el contenido del refrigerador– ¡Has estado bebiendo sangre aquí y en Ozzie´s! 

Wally soltó una carcajada. 

Insultado por su respuesta Fizzarolli se defendió. 

–¡Deja de reírte y vete vampiro de mierda! ¡Vete ya o se lo diré a todos! –Pero Wally se rió aún más fuerte. En su ataque de risa cayó al suelo hecho bolita. Cuando las carcajadas se lo permitieron con voz casi audible exclamó. 

–¡Claro que no soy un vampiro, soy un diablillo!– Se volvió a carcajear. 

–¿Entonces por qué estás tomando sangre? –Fizzarolli ya se había armado con una sartén para derribarlo. 

–I say, I say  JAJAJA solo es jugo de betabel– 

–¿Betabel? –

Con dolor de estómago por tanto reír, Wally al fin pudo incorporarse y entre risotadas se acercó, enseguida Fizzarolli se apartó. El barman se agachó y abrió el cajón inferior del refrigerador, le mostró los betabeles enteros que guardaba con otras verduras. 

El pálido rostro de Fizzarolli se pintó de rojo presa de la vergüenza. 

Pero, siendo como es, Wally divertido con el malentendido siguió hablando:

–¿Lo has probado en jugo? Tiene un sabor muy fuerte. Me gusta probar y experimentar con bebidas, pero hice demasiado y lo guardé en esas bolsas. Así ocupa menos espacio– Sacó una de las bolsas plásticas y la vertió en una jarra. De la cual le sirvió un vaso– ¿Quieres probarlo? Luce así porque está oxidado, recién hecho es color púrpura–

Fizz lo miró con recelo, el color era horrible. Tomó el vaso y lo olió, definitivamente no olía a sangre. Lo probó, arqueo. Sabía horrible. –Te digo, digo que sabe fuerte– Fizz intentó probarlo de nuevo, lo bebió pero sin gustarle. 

–Asco, sabe a tierra– 

Wally se soltó a reír. También se sirvió un vaso. Pero no paró de burlarse con la mirada. 

–¡Déjame! –Reclamó el payaso– ¡Sólo fue un error! 

–¿Pero por qué creíste que era sangre? ¿Quién tendría algo así en su refrigerador? 

–¡Los vampiros, obvio! 

–Pero no existen. 

–¡No lo sabemos!– Se defendió Fizz tratando de mantener la dignidad que le quedaba tras su metida de pata. 

–En el Orgullo hay pecadores caníbales, ¿Pero Vampiros? ¡Ay macarroni! ¿Y por qué pensaste eso?

–Actúas sospechoso, no te he visto comer o tomar algo en Ozzie´s, sólo esa licorera y te escondiste cuando te diste cuenta de que te vi. 

–Porque no debo tomar en el trabajo. Pero era mi jugo, pero se podía malinterpretar. 

–Y eso pasó. ¿Lo ves? ¡Es tu culpa! Además estabas muy pálido, con ojeras. 

–Todos los que trabajamos de noche tenemos pésimo color y ojeras, perdoname por no gastar mi dinero en maquillaje como tú. 

–Y hambriento. 

–Sí, empecé a hacer ejercicio y por eso estoy tomando esto. Para tener más energía, me da mucha hambre –Wally dio una gran bocanada de aire, relajado– Tranquilízate Fizz, si fuera un vampiro y quisiera beber sangre no sería la tuya, sabrá Satán que tanto te habrás contagiado del jefe. 

–¡Cállate! 

–Iría por alguien más virginal– Sonrió pícaro–I say I say  Alguien no tan usado– Y frotó la punta de su bigote para soltarse a reír. 

–¡Cierra la boca! ¡No puedo creer que haya pensado que eres un vampiro! ¡Es tu culpa por ser tan raro! 

–¿Yo? ¿Quién diablos cree en los vampiros? ¿A tu edad? 

–Un error lo comete cualquiera– Fizzarolli posó el vaso casi lleno con el jugo en la encimera, enseguida Wally le ofreció otra bebida. 

–Tengo vino tinto si quieres, a menos que también pienses que en sangre. ¡Buuuh! 

–¡Déjame! 

–Me dijiste que no te tratará como a un idiota, pero después de hoy será difícil. 

–¡Cállate y sírveme vino! – 

Wally buscó en un mueble y sacó una botella. Le sirvió a Fizzarolli una copa. 

Pasaron una buena velada excepto al final cuando antes de irse Wally advirtió. 

–Y cuidado con las momias Fizz. 

–¡YAAAAAA! –

___________________________


Como acostumbra, Fizzarolli le contó todo a Ozzie

–¡Fizz! –El malentendido con el betabel era muy gracioso, pero en vez de reírse, Asmodeus prefirió confortar a Fizzarolli– Ranita ¿Por qué no me hablaste de tus sospechas?, te habría tranquilizado, no tienes que cargar con todo su solo. ¡Oh ven aquí! –Lo abrazó y dio un montón de besos en la cara. Fizzarolli se dejó porque le encantaba. 

Al término de los mimos Asmodeus también regaño;

–Como tu pareja quiero confortarte, pero como encarnación de la Lujuria tengo que decirte que mal aprovechaste una oportunidad para acostarte con él. ¡Sabes lo que habría significado para tu currículum sexual! ¡Fizzarolli perdiste la oportunidad de acostarte con un vampiro infernal! 

–¿Qué, qué? Pero Ozzie, No. ¿Estás bromeando cierto? Wally no es. ¡Me estás tomando el pelo! – pero la mirada trágica de Asmodeus, por aquella oportunidad perdida lo hizo dudar. Además Ozzie nunca le mentiría–  ¡Pero Wally dijo que los vampiros no existen!

–Claro que dirá eso, porque es uno. Lo negará. Se les permite existir mientras vivan en el anonimato. Es la regla número uno que les impuso Lucifer. Y dan sexo en intercambio por sangre, esa es la regla número dos, ¡Esa la impusé yo!– Asmodeus sonrió orgulloso. 

–Pero…pero él no... Es un diablillo como yo. Es…

–Es un vampiro infernal. Cómo pecado capital los reconozco enseguida, claro que quería trabajando a uno en Ozzie´s, es bueno para el negocio. Además es obvio. Sólo mira como viste, mirada seductora, piel inmaculada, sin rasguños, ni quemaduras, ni marcas. Además, emana esa energía sexual típica. Y dice la muletilla. Es parte de su maldición. Es un vampiro infernal. Por eso te invita a su casa, para cortejarte, darte una noche de pasión y si se lo permites beber tu sangre. 

–Pero…

–¡Ay Fizz! ¡Tu currículum sexual! ¡No te preocupes! Volveremos a intentar, parece muy determinado a obtener tu sangre, sólo no hagas más indagaciones o se asustará y nos arriesgamos a que renuncié y se vaya. Además quién no querría hincarte el diente a una cosita tan bella como tu– Le pellizcó el cachete–Sí, todo estará bien. ¡Ya sé! ¿Por qué no lo invitas tú a pasear? Una velada romántica en el ocaso, ellos aman el ocaso. 

–Pero…– 

Asmodeus lo cargó y lo llevó en brazos a la alcoba, una vez en el vestidor buscó y rebuscó en el guardarropa. 

–Y haremos algo con tu atuendo ¿Que tal esto? –Le mostró un camisón con escote.  

–Deja a la vista todo, carótidas, subclavias, ya lo tentaste mucho usando esos cuellos estorbosos, ahora muéstrale lo que puede tener si se lo gana. Estoy seguro de que te brincara y morderá en cuanto te miré llevando esto.

–Pero era jugo de betabel–

 Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer. 


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