Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EN LA OSCURIDAD...

Capítulo 1

 


 


_____________________


 


 


           


            Jadeos, choques de piel húmeda y alguno que otro gemido era lo que se escuchaba en aquella cabaña solitaria perdida en el bosque; Draco abrazaba a Harry por el cuello mientras el auror ondeaba su cadera con energía entre las piernas abiertas del rubio, quien a veces se dolía del ímpetu y tamaño de su amante, pero que también disfrutaba a partes iguales.


            Así había sido durante un año… un año desde el primer encuentro fortuito que tuvieron después de una fiesta anual del ministerio en donde Draco se desempeñaba como secretario del jefe del departamento de Registro Administrativo, un departamento altamente aburrido que se encargaba del registro de la población mágica, pero el único donde había sido aceptado después de postular a muchos puestos; vacantes donde su pasado había sido determinante al tan solo leer su nombre en sus solicitudes.


            Harry era auror y a sus veintitrés años ya tenía su vida soñada… el trabajo que siempre quiso, una boda de ensueño con su amor colegial Ginny Weasley; lo único que detestaba a muerte era la fama que conllevaba haber salvado al mundo mágico y a la cual tenía que enfrentar casi todos los días; todo se calmaba con el transcurrir de los meses, pero solía reavivarse cuando el aniversario de “Los caídos” se celebraba con una gran fiesta en el ministerio y donde era obligada su presencia para dar un discurso que solía prepararle Hermione, la asistente del ministro Kingsley Shacklebolt, pues él no podía ni escribir una coma.


            Después del juicio de los Malfoy, en donde se salvaron gracias al testimonio de Harry, a la cooperación de Lucius y a su ejército de abogados, Draco y Harry no habían vuelto a dirigirse la palabra aunque a veces solían encontrarse en el ascensor o en la cafetería; simplemente se saludaban con un movimiento de cabeza y listo; pero fue en una de estas fiestas en donde ambos, muy, muy ebrios, se habían encontrado en uno de los jardines; uno, harto por el bullicio de la gente de quería estrechar su mano valiente y salvadora y el otro, harto de que le miraran como si fuera basura… de hecho solo había asistido por orden de su jefe.


            No había nadie en el jardín cuando se encontraron y Draco, en medio de su embriaguez aprovechó para darle las gracias por su testimonio y Harry, aprovechando la suya, para besarlo… todo terminó en un hotel de mala muerte en el mundo muggle donde dieron rienda suelta a la pasión.


             A partir de ahí, fueron citas furtivas y rápidas en moteles, hasta que decidieron alquilar una cabaña en medio de un bosque, lejos de miradas indiscretas, solo había sexo sin compromiso, nada de salidas a cenar, si acaso después del sexo porque terminaban agotados y hambrientos y era comida a domicilio que llegaba vía lechuza… no tardó mucho para que después de esos encuentros comenzaran a platicar, riendo en la cama con una charola de pollo frito y puré de patatas.


            -Se lo propuse de nuevo –dijo Harry antes de darle una mordida a una pierna de pollo.


            - ¿Y qué dijo, volvió a decir que no? –preguntó Draco con una cuchara de puré en la mano.


            -Ajá… Ginny dice que está en pleno apogeo de su carrera como cazadora con las Arpías de Holyhead.


            -Y tiene razón, digo… hay tiempo para hijos ¿no? -exclamó chupándose el pulgar para luego meterse la cuchara con puré a la boca mientras cenaban en la cama, ambos desnudos y con la comida en sus piernas y en medio de ellos.


            -Sí, pero, después de que termine ahí, dice que quiere ser entrenadora y muchas cosas más, por mi está bien, pero no veo que haya espacio para niños… incluso me ofrecí para cuidarlos mientras ella trabaja y dijo que no.


            - ¿De verdad quieres hijos ya? -Harry bajó su pierna de pollo y la miró mientras terminaba su bocado, pero no habló aun cuando terminó de comer- Vaya, parece muy importante para ti.


            -Sí y no había dado cuenta de cuánto hasta ayer que me dijo que ¿Por qué tanta insistencia si había matrimonios muy felices sin hijos?


            -Auch.


            -Quiero hijos, quiero una familia… una familia que sea mía, es decir… creo que sería un buen papá, no perfecto claro, pero sabría qué no hacer; también sé que no es tan sencillo, pero incluso yo dejaría de trabajar, tengo la herencia de Sirius, puedo darme ese lujo mientras ella se desarrolla en lo que quiera y sin embargo…


            -Y sin embargo ella no quiere –completo dándole una mordida a una alita de pollo.


            -No, no quiere –contestó exhalando un profundo suspiro.


            -Eres joven Harry, tranquilo, ya verás que dirá que sí.


            -Sí ¿verdad?


            -Ajá ¿quieres otra pierna?


            -Sí pero tuya y en mi hombro -respondió riendo mientras le besaba un hombro.


            -Hablo del pollo, patán.


            -Oh cierto… no, ya estoy lleno, aunque no satisfecho -dijo quitando la charola del pollo y demás para ponerlo a un lado de la cama.


            -Vamos Harry, tengo las manos llenas de grasa de pollo, no voy a tener sexo después de cenar, estoy lleno.


            - ¿En serio no quieres? -dijo dándole una servilleta mientras se le encimaba y comenzaba a basarle el cuello.


            -No, no quiero… Mmm… no, dije que no… -masculló sosteniendo la servilleta en alto como quien sostiene una bandera de rendición- ¡oh!... Mmm…


            No pasó ni un minuto antes de que él mismo separa sus piernas para dejar a Harry acomodarse entre ellas mientras le rodeaba el cuello con los brazos al tiempo que ladeaba la cabeza para dejarlo besar su cuello.


            -Solo una vez… -dijo chupando el lóbulo de Harry, sonriendo al ver al auror estremecerse.


            -Si, si, solo una vez y ya… recuerda que debo llegar a casa, hay reunión con Ginny y los Weasley.


            Y volvieron a hacer el amor, no una sino tres veces; terminando con Harry vistiéndose de prisa y corriendo como loco a la chimenea dejándolo dormido.


 


 


_________________


 


 


 


            Draco salió de trabajar y caminó a casa, a su propia casa pues hacía tiempo se había mudado de Malfoy Manor al discutir con sus padres al negarse a casarse, pues ellos querían imponerle una esposa sangre pura de alta alcurnia para seguir la tradición Malfoy, pero él tenía suficiente de la dichosa “tradición Malfoy”, ahora solo quería vivir su vida, aunque para eso, tuviera que sostenerse con su propio sueldo pues Lucius había cortado toda ayuda financiera hasta que “recobrara la razón”.


            Había alquilado un departamento de un barrio del Londres mágico, no en un barrio adinerado, pero si muy espacioso y con vecinos a los que nunca se les veía la cara, perfecto.


            En un aparador vio una chaqueta de piel de color negro, perfecta para los gustos de Harry y pensó en comprársela como regalo de aniversario.


            -Espera ¿qué?... –pensó deteniéndose en la entrada, sorprendido de sí mismo.


            ¿Aniversario?... ¿aniversario de qué, de buenas cogidas y ya?... ¿desde cuándo pensaba en esas cursilerías?... espantado de sí mismo, giró sobre su eje y se fue de ahí.


 


 


_______________


 


 


            - ¿Vamos a esa nueva cafetería en el soho? dicen que su café es delicioso –dijo Pansy mientras Draco miraba las prendas que su único elfo le mostraba.


            -Ese –dijo señalando una túnica de color gris que usaría al día siguiente, el elfo hizo una reverencia y desapareció- no, no tengo ganas.


            - ¿Qué sucede? Te he estado hablando y solo me sigues la corriente.


            -Nada.


            -Qué ¿problemas en el paraíso?


            - ¿De qué hablas? –preguntó mientras se tumbaba en el sofá.


            Pansy se sentó en el otro sofá y cruzo las piernas mientras encendía un cigarrillo.


            - ¿Peleaste con Potter?


            -Claro que no, no hay porqué pelear, ni que fuéramos pareja.


            -Te conozco, sé que algo traes y no pararé hasta que me lo cuentes.


            -No tengo nada y eres muy entrometida ¿lo sabías?


            -Ajá –respondió sin más y dándole una calada a su cigarro- ¿y bien?... anda Draco, dos tontos piensan mejor que un listo, dime que pasa y a lo mejor puedo ayudarte.


            -No pasa nada, es solo que… -se quedó callado decidiendo en hablar o no, pero a lo mejor externándolo, esas ideas molestas desaparecerían- bueno si, algo, algo sin importancia en realidad, pero…


            -Ya escúpelo.


            Draco apretó los labios, hizo una mueca… todos esos gestos que Pansy conocía al dedillo de su amigo y que denotaban siempre un conflicto interior.


            -Dentro de una semana Harry y yo cumplimos un año de estar juntos.


            - ¿Y?


            -Pensé en comprarle un regalo.


            - ¿Y?


            - ¿Qué por qué demonios habría de comprarle un regalo si solo cogemos como conejos cuando estamos juntos? No es como si tuviéramos una relación, un regalo solo se le compra a una persona con la que la tienes y nosotros dos pues… no tenemos nada en común más que una cama -Pansy lo observó unos segundos poniéndolo incómodo- ¿qué?


            - ¿Te enamoraste Draco?


            - ¡Claro que no! ¿De dónde sacas tremenda estupidez?


            - ¿Y por qué te sonrojas?


            -No estoy sonrojándome –respondió enojado levantándose- ¿ves por qué no quería contarte nada? porque saldrías con tus tonterías.


            Ella ya no respondió, solo suspiró suavemente mientras veía a su amigo desaparecer en su habitación.


 


 


_________________


 


 


 


            Una semana después, Harry le envió un avioncito a Draco a su oficina donde pedía verse en la cabaña, aceptó sonriendo viendo en el calendario que era justo el día de su “aniversario de no relación”.


           


 


_________________


 


 


 


            Cuando llegó, Harry ya estaba ahí, acostado y leyendo una revista, desnudo bajo las sábanas.


            -Hola… ¿y eso? –preguntó al verlo con una botella de vino en las manos.


            Draco se sintió estúpido con la fría botella en sus manos y solo sonrió mientras la ponía en la mesa.


            -Nada, solo se me antojó una copa.


            -Hoy fue un día muy pesado –dijo Harry estirándose- discutí con Ginny de nuevo, dice que solo la quiero como incubadora, pero no es cierto, realmente respeto sus planes.


            -Claro –respondió serio mientras destapaba la botella y se la tomaba directamente.


            -Oye, déjame algo –dijo riendo Harry al verlo dar grandes tragos.


            Draco se la dio mientras desabotonaba su túnica, palpando en el proceso, la cajita miniaturizada de la chaqueta de piel que había comprado.


            - ¿Qué tal tu día? –pregunto Harry después de beber un trago.


            -Bien.


            - ¿Tú jefe siendo un imbécil contigo?


            -Sí.


            -Un día de estos le plantaré droga y le armaré un escándalo, ya verás.


            Draco sonrió mientras terminaba de desnudarse.


            - ¿Lo harías?


            -Por supuesto, puedo ser el karma de alguien.


            -Mejor no, yo no sería ascendido y podrían poner a alguien peor en el puesto, al menos a Smith ya le tengo la medida.


            Harry sonrió, dejó la botella en el buró y dejó que Draco se les montara a horcajadas completamente desnudo.


            - ¡Estás frío! –protestó cuando Harry le puso las manos en la cintura.


            -Perdón, es por la botella… pero yo estoy muy caliente –respondió comenzando a besarle el cuello mientras sus manos bajaban a las tersas y firmes nalgas.


            Draco ladeaba el cuello para que esa boca besara y mordisqueara su piel mientras sus brazos rodeaban los fuertes hombros de Harry y le revolvían la negra cabellera, le encantaba hacer eso mientras aspiraba profundo el aroma de su loción, además se sentía muy bien el saber que solo él y su esposa, claro; que nadie más podía hacer eso con su cabello, sabía cuan era Harry de especial y quisquilloso con que alguien osara siquiera intentar tocarle un pelo y sin embargo, él podía meter sus dedos en esa espesa y suave cabellera salvaje y negra como la tinta.


            - ¡Ah! –jadeo cuando Harry le mordió con más fuerza… siempre era así y le encantaba, le fascinaba cuando Harry era rudo y dejaba huellas en su piel blanca, cuando sus manos apretaban tan fuertes sus caderas a la hora de montarlo que al día siguiente podían notarse las huellas de sus dedos.


            Harry lo recostó de espaldas en la cama y recorrió todo su cuerpo con sus labios, besando cada parte de su piel mientras sus manos recorrían la esbelta figura, no había lugar que el auror no hubiese probado; Draco también llenaba sus manos con el cuerpo tonificado de Harry acostumbrado al entrenamiento físico diario, su figura era envidiable, pues ya no era para nada el chico bajo y debilucho del colegio; había embarnecido y crecido algunos centímetros más y siempre olía delicioso.


            No tardó mucho para que separara sus rodillas para dejarlo entrar en él… lo miró ponerse lubricante y colocarle un poco entre las nalgas, sonreírle y mirarlo con sus chispeantes ojos verdes que le hicieron sentir mariposas en el estómago.


            -Mmm… -gimió cuando Harry comenzó a entrar.


            Le rodeó el cuello con los brazos y lo besó mientras la cadera de Harry comenzaba a moverse, pronto el ruido húmedo de pieles chocando se oía en la habitación y fue cuando el auror comenzó a besarle el cuello que Draco sintió los ojos llenarse de lágrimas… para su maldita mala suerte acababa de caer en cuenta… si, se había enamorado del idiota de Harry Potter.


 


 


______________


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).