‘Bajo la luz de la luna'
Capitulo 18: ‘Noche de amor y venganza'
Un aroma particular me invito a levantarme, camine a la cocina para encontrarme con la diosa del mar preparando desayuno.
‘Justo iba por ti dormilona, ve a ducharte o llegaras tarde' Sonrió como un sol Michiru, dándome un beso en la mejilla.
‘Tienes razón Michi, ya regreso' Le regrese el gesto entrando a la ducha.
Una vez bañadita y vestidita, camine a desayunar con la joven, la mesa estaba servida, se veía deliciosa.
‘¿Cómo te encuentras hoy Michiru? ¿Aun estas adolorida?' Pregunte sentándome en un extremo de la mesa.
‘No, me encuentro mucho mejor, los medicamentos me han sentado bien, y tu cuidado y compañía han hecho el resto' Sonrió nuevamente.
El comentario me tomo sorpresa, tosí un poco agobiada al estar tomando el té y ahogarme de la sorpresa. Michiru rió por lo bajo al ver mi cara entre sonrojada y sorprendida.
‘Bien mi sirena, te espero a la salida. Ten mucho cuidado por favor, te dejo una copia de las llaves en la mesita, también están las del deportivo, si te apetece salir' Me despedí con beso en la mejilla, se estaba haciendo tarde.
‘¿Tu sirena? Que tierno apodo' Se despidió la joven.
Decidí marcharme ante mi metida de pata, había demostrado mis sentimientos a la joven sin darme cuenta.
Las clases estuvieron normales, las practicas igual, solo que mi querída compañera de equipo estaba empezando a resfriarse, estaba un poco cansada y con fiebre así que la entrenadora me ordeno llevarla con Karen.
‘Por un demonio, venirte a resfriar ahora' Le reproche enfada, mañana debíamos correr la segunda ronda clasificatoria, con Lisa enferma, tendríamos problemas.
‘Perdóname Haruka, no se que paso... Pero me siento muy mal' Estornudo seguidamente la joven.
Entramos a la enfermería, espere detrás del paraban mientras Karen la revisaba y la atendía. La oí quejarse después de ser inyectada por la Dra. Un medicamento que la ayudaría a descansar y sanar más deprisa.
‘Teno'u llévala a casa por favor... Necesita dormir, recuerda tomar los medicamentos al pie de la letra Lisa, debes reposar o mañana no correrás' Hablo Karen ayudando a la joven.
Me limite a asentir, la llevaría a su casa, después iría por mi sirena a casa. Cambio de planes.
‘Lisa hoy traje la motocicleta ¿Estas bien para llevarte en ella?' Pregunte preocupada, el medicamento la había dormido un poco.
‘Si, sino me veraz unirme al pavimento' Bromeo la joven.
‘Esta bien te llevo ven' Le extendí la mano, sentándola en la moto, pero delante de mi, solo así podía asegurarme no se dormiría y se soltara en el camino. Di gracias porque su tamaño comparado al mío fuera menor, podía conducir y a la vez protegerla con mi cuerpo.
El camino a su casa fue corto, vivía cerca al instituto, en los conocidos apartamentos estudiantiles. Era de esperarse al fin y al cabo era una estudiante de intercambio.
La lleve a su habitación, entramos la recosté en su cama y me dispuse a marcharme, era casi al hora de salida, Michiru debía estar por llegar al instituto.
‘Gracias Teno'u, para ser tan arrogante y odiosa, eres bastante caballerosa' Me tomo la mano la joven, sonriendo calidamente.
‘Sino quieres que te mate, cuídate por favor. Te llamo esta noche, si necesitas algo, te dejo mi numero de móvil, llámame sin pensarlo' Me despedí de ella, en el pasillo marque a Michiru. No contesto en casa, supuse había salido ya.
Llegue de nuevo al instituto, camine a la pista, busque en las gradas, sonreí al ver a Michiru platicando con Miguel Y Tania.
‘Perdona la espera, ha salido algo imprevisto' Comente acercándome a la joven.
‘Me han explicado tus amigos lo sucedido, has sido muy gentil de llevarla a casa' Me saludo la joven, levantándose para marcharnos.
Una vía rápida a la pista, no sin antes comprar algo para almorzar.
Una vez en el circuito, me cambie, y camine a la pista, el ambiente era tenso, pesado.
‘Fue lo mejor que pudimos hacer Teno'u... Esperamos sea suficiente' Hablo el anciano del equipo.
Subí al prototipo ante la mirada nerviosa de todos, arranque el motor, ciertamente la presión era menos, soportable, pero aun así molestaba.
Una vuelta, dos... Solo faltaban tres y habría logrado la meta. Pero empezaba a dolerme la cabeza, y tenia cierta dificultad al respirar.
‘Por un demonio, lograre un record con esto, pero mínimo una jaqueca por un mes' Sonreí para mi, cruzando la línea de llegada.
Salí del prototipo con una sonrisa en el rostro, ocultando el malestar del dolor, era aun soportable.
‘Genial Teno'u lo has logrado' Salto eufórico Takashi dándome un abrazo.
‘Suave amigo, no soy un oso' Bromee ante la fuerza de su abrazo.
‘Terminaremos unos ajustes, y estarás lista para competir' Una palmada en el hombro de parte del anciano, quien sonrió antes de marcharse.
Camine con Michiru a la moto, estaba en silencio, pero el dolor de cabeza no me dejaba pensar bien.
‘Haruka... ¿Te encuentras bien?' Pregunto preocupada la joven, mientras tomábamos los cascos.
Me limite a asentir, subiendo a la pequeña de carreras, para encenderla seguidamente.
‘¿Tenemos que ir a la inauguración del centro comercial esta noche cierto?' Pregunte en un semáforo a la joven.
‘Desgraciadamente si... Tengo un contrato que cumplir' Respondió amargamente.
‘No te preocupes, yo estaré contigo' La anime, reanudando la marcha.
Al llegar al apartamento, no dije mas y entre a ducharme, Michiru me miro extrañada, sabia no estaba bien, pero no sabia que hacer para escucharlo de mis labios.
Me sentó bien la ducha, me dolía menos la cabeza, pero quería dormir un rato, quizás eso complementaria.
Me tire en el sofá, y cerré los ojos, olvidándome por unos minutos de la joven violinista.
‘Teno'u, estoy esperando que me digas que te sucede' Parecía enfada.
‘¿Perdón?'Pregunte dudosa mirándola a los ojos.
‘Que algo te sucede Haruka Teno'u y yo no estoy pintada en la pared' alzo la voz visiblemente.
‘Por favor Michiru, no grites así' Me queje llevándome las manos a la cabeza adolorida.
‘¿Te dolió de nuevo cierto?' Pregunto arrodillándose ante mí para mirarme a los ojos.
‘Menos que la ultima vez, pero si me duele un poco. No te preocupes, solo descanso unos minutos y listo' Sonreí como mejor pude.
‘Entonces vamos a tu habitación, dormirás en mis brazos' dicho esto me tomo la mano sin darme tiempo a reaccionar.
Me acurruco maternalmente en sus brazos una vez estuvimos en la cama, solo sonreí y cerré los ojos. Despertando par de horas después aun en brazos de la joven.
Me incorpore tratando de no despertarla, estaba mejor, el dolor había pasado.
‘Despierta Michi, debemos ir a la inauguración' Le susurre tiernamente al oído.
‘Lo se, y no quiero hacerlo. No quiero toparme con esas dos' Fue su respuesta abriendo los ojos.
‘Estoy de acuerdo, pero tenemos compromisos, yo te cuidare, no te sucederá nada' Bese su mejilla y me levante.
Al igual que la noche anterior su vestido me dejo sin aliento, una vestido negro de noche, sutilmente marcaba sus curvas sin ser vulgar, ceñido al cuerpo, mostraba su cuello, un dije aguamarina lo adornaba, ligeramente abierto del lado izquierdo, su pelo sutilmente regocigo, dejando caer unos mechones traviesos en su rostro. Si amar y desear a una mujer era prohibido, estaría maldita de por vida.
‘Haruka acaba de vestirte se nos hace tarde' hablo divertida al verme estupefacta mirándola.
Sonreí, esta vez solo me coloque una pantalón de vestir, una camisa blanca de vestir, manga larga, que marcaba mi figura, las mangas me llegaban a los nudillos, una pequeña corbata negra, haciendo juego con el pantalón, y mi cabello rubio un tanto alborotado.
‘Te ves muy sexy, y ligera esta noche. No se como haces para verte tan caballerosa con cualquier cosa encima' bromeo la joven, estirándome el brazo para que por fin nos mancháramos.
De nuevo el centro de atención, y las miradas asesinas de Alex y Nathasha.
Las mire de reojo entrando con Michiru a la galería, una mesa reservada a nuestro nombre, los invitados llegaban.
Había quedado con la violinista de partir después de la ceremonia de apertura, no teníamos porque quedarnos a tanta burocracia.
La fiesta pintaba tranquila, todos conversando amenamente, bromeando, el ambiente no era de simples millonarios e inversionistas, era gente agradable.
La ceremonia de apertura se dio, se corto la cinta, se bautizo el lugar, el brindis se abrió, invitando al banquete en el salón.
Solo me limite a probar unos bocadillos, hacia mucho no tomaba alcohol, y menos después de lo de Michiru.
‘¿Podemos hablar?' Me hablo Alex en la mesa donde me servia algo de comer.
‘Porque debería hacerlo' Conteste mordiendo una aceituna elegantemente, un gesto sabia mataba a Alexandra.
‘Y ¿Por qué no hacerlo, a que le temes?' Fue su respuesta imitando el gesto, pero de forma sensual.
Busque con la vista a Michiru, platicaba con un famosísimo empresario, dueño de una red de galerías de suma importancia, sonreí con malicia, empezaba mi venganza.
‘Esta bien, te escucho' Cedí finalmente.
‘Vamos a un lugar mas tranquilo' Propuso indicándome el camino a la oficina gerencial, una amplia estancia, adornada exquisitamente.
Recorrí el lugar con la mirada, me agradaba, los muebles la decoración, los cuadros, todo era simplemente perfecto.
‘¿Te gusta verdad?' Comento sirviéndose un trago.
‘¿Te apetece?'Me ofreció un martini.
‘No gracias, no deseo pasar la noche en tus brazos drogada' Conteste fríamente.
‘Al parecer pago los platos rotos otra persona' Me miro divertida.
Levante una ceja visiblemente enfadada, camine hacia ella, pegándola al escritorio.
‘Si, pero yo la cuide, y no pasa mas de allí. Desgraciada' Le susurre muy cerca de sus labios.
Coloco sus manos en mi cintura atrayéndome más a ella.
‘Puede pasar a mas, sino regresas conmigo' Acto seguido intento besarme.
Sonreí con malicia, respondiendo el beso, la senté en el escritorio, y comencé a recorrerla con calma, sensual, sabia como tocarla, como excitarla. Profundice el beso, guiando mi mano a través del vestido corto que la joven tenia, recorrí sus muslos con lujuria, mientras la inclinaba un poco para apoderarme de su cuello, besándolo sin prisa, bajando en busca de sus pechos, que se mostraban ya erectos a través de su vestido.
‘Te deseo Teno'u' susurro entre un gemido, cuando retiraba los botones que sostenían ese vestido desde su hombro.
El vestido se deslizo sensualmente por su cuerpo, lo retire con gentileza, mirando el cuerpo desnudo de quien una vez fue el amor de mi vida, separe sus piernas, mientras tiraba al suelo lo que me estorbaba en el escritorio, para proceder a acostarla.
Bese la base de su cuello, mientras mi mano acariciaba los pliegues de su ya excitada zona íntima. Me apodere de sus pechos sin previo aviso, arrancando algo más que un gemido, penetre sin medida su intimidad, aumentando con sus gemidos la arremetida. Poco tiempo paso, antes de que se desplomara agotada sonrojada. Llegando a la cima de un placer maldito.
Me separe mirándola con desprecio, antes de beber el trago de martini.
Me miro extrañada, estaba de pie mirándola con rabia.
‘¿Esto que ha sido?' Pregunto incorporándose en el escritorio, mirándome un tanto asustada.
‘La diferencia entre amarte, y odiarte.' Solté en un susurro, sentí como se erizo, como tembló.
‘¿Solo tu cama? No sentiste mas por mi' Pregunto con los ojos llenos de lagrimas.
‘Deje de sentir el día en que te encontré revolcándote con mi hermana, entiéndelo de una vez, no eres mas que pasado, un error que cometí' Le tire el vestido en las manos.
‘Vístete te esperan tus invitados, tan genial como siempre' Reí ampliamente sabia muy bien a que me refería, antes de girarme para marcharme.
‘Acabo de entregarme a ti, eres tan desgraciada como yo... Creí que...' Cayó una lágrima.
‘¡Creí que realmente me tomabas como años atrás, te sentí entregada!' Grito mientras lagrimas caían por sus mejillas.
‘¡Ves lo que quieres ver! Solo me das asco Alexandra, te detesto, te entregue mi vida ¿Y que recibí a cambio?' Alce visiblemente la voz.
‘Tienes dos copas de licor encima, y se te olvida el resto. Solo eres un animal en celo, no sabes amar, no te importa mas nadie que a ti misma, y tus deseos carnales' Clave una puñalada herida.
La joven me miro en shock, cuanto odio despedían mis palabras, pero de cierta manera era la verdad.
‘Vístete y sigue mostrándote al mundo como la empresaria exitosa, la joven ejemplar. Cuando debajo de esa fachada solo hay una joven sola, sin honor, sin principios, quien la abre las piernas a quien sea con tal de perderse en la lujuria y el sexo' Me gire saliendo de allí, mire de reojo como largaba a llorar la joven, y me sentí por un momento culpable, pero se lo merecía.
De regreso en el salón, pedí par de martines, los bebí sin medir, y pedí un tequila.
‘¿Dónde estabas llevo media hora buscándote?' Me gire mirando a una Michiru preocupada.
‘Perdóname, estaba saldando una deuda' El mozo trajo mi trago, sal, tequila, mordí el limón.
‘¿Por qué tomas de esa manera, llevas dos martini y ahora tequila?' Pregunto la joven, diciéndole al mozo que se marchara.
‘Ganas de disfrutar del licor ¿Algún problema con eso?' Intente contenerme de responderle una patada a la joven.
‘Vamos a casa...' Respondió caminando visiblemente irritada a la salida.
‘¿Dónde esta Alex'? Me tomo del brazo Nathasha cuando caminaba al auto donde esperaba Michiru.
‘Desnuda, llorando en la oficina presidencial. Ve por ella o puede matarse' Reí y seguí mi camino.
‘¿Qué Quería Nathasha?' Pregunto Michiru una vez abrí las puertas del coche.
‘Nada de importancia...' Fue mi corta respuesta, iniciando la marcha al hotel donde se hospedaba la joven.
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Nathasha entro a la oficina de presidencia, su novia, desnuda, acurrucada entre sus piernas lloraba desconsolada.
‘¿Alexandra que paso aquí?' Pregunto furiosa, dolida, nerviosa.
La joven la miro, sus ojos mostraban dolor, decepción, una profunda tristeza.
‘Me... Me entregue, quise demostrarle y ella...' Decía entre sollozos la joven, abrazada a su prometida.
‘Solo fui... un objeto, cuanto dolor en su mirada, sus palabras... Cuando daño le cause, pero ella...' Continúo entre lágrimas la joven.
‘Alex ¿Te acotaste con Teno'u? Pero que hiciste...' La obligo a verla a los ojos.
‘Yo solo quería demostrarle, que la amo, que la extraño, que me arrepiento... Pero ella solo me tomo, me grito una verdad pasada en la cara' Rompió a llorar de nuevo la joven.
Nathasha se imagino el resto, empuño las manos indignada, ahora la joven Teno'u tendría cuentas que pagarle.
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Llegamos al hotel, baje con Michiru, el ascensor, su habitación, me detuve en la entrada.
‘¿Quieres pasar a hacerme compañía un rato?' Sonrió afablemente la joven, tomándome la mano.
‘Michiru, quiero irme a casa, no me siento bien' Dije en un susurro bajando la cara, intentando ocultar las lagrimas que intentaban aflorar de mis ojos.
La joven me obligo a mirarla, mis ojos mostraban el dolor de mi alma, un pasado que nunca sano, que solo oculte y enterré. Pero ahora, después de haberla tomado, recordé como tantas veces mis oídos se deleitaban con sus sonidos, cuantas veces la bese, le hice el amor, la ame. Con un sentimiento tan puro y sincero, tanto amor, tirado a la basura por unas copas de licor.
‘Haruka ¿Qué pasa?' La voz de la violinista era preocupada.
‘Solo quiero irme Michiru lo siento' Solté su mano, y me gire para marcharme, huir a mi soledad, a mis barreras, entre lagrimas me hundiría.
‘No te vas de aquí en ese estado...' Me tomo del brazo con fuerza, llevándome de un tirón a la habitación.
Me senté en el sillón, colocando mí cara entre mis brazos, no podía más con esto, deje que mis lágrimas fluyeran
Sentí unos brazos rodearme maternalmente, con amor, protegiéndome.
‘Es hora que te desahogues mi vida, necesitas dejar el pasado atrás' Susurro la joven a mi oído, acariciando mi cabello.
‘No me merecía eso Michiru, yo la amaba, la idolatraba, tantas veces me enfrente al mundo por ella, tantas veces la defendí. Me enamore sin darme cuenta, cruce la línea de la amistad...' Dije entre lágrimas.
‘¿Y que recibí a cambio? Me entregue a ella, enfrente mis miedos, compartí mi vida, mi corazón y mi alma... ¿Y ella que me dio? Mentirme de esa manera, en mi tristeza creyendo estaba en españa, la encuentro en brazos de mi hermana...' La voz se me quebró, no pude más, y me abrace a Michiru llorando con fuerza.
‘Quizás no se dio cuenta de su error, como me has contado, esta acostumbrada a compartir la cama con quien mejor le viene en gana. No sabia lo que era amar y herir, hasta ese día' Fue la respuesta de la joven, afianzándome a sus brazos.
‘No podía perdonarle eso, habíamos quedado ella cambiaria, seria solo mía y de nadie mas. Pero no, sus malditos instintos carnales, su soberbia...' Agregue visiblemente herida.
‘Harukita, deja eso atrás, no supo valorarte, amarte... No te hagas mas daño, sane esas heridas y vuelve a vivir, a amar de nuevo' Me miro la joven.
La mire fijamente a los ojos, tenia razón, no mas lágrimas ni dolor por ella, era hora de arrancar esa página del diario, y reescribirla con Michiru en mis brazos.
Sonreí seguidamente acariciándole el rostro, me sentía liberada, calmada.
Limpio con besos mis lágrimas, me miro y sonrió, abrazándome de nuevo.
‘Te amo Haruka Teno'u, se quien eres, lo que vales... No vine a esta ciudad solo por la exposición, llevo años mirándote, anhelándote, amándote. Desde que te vi por vez primera en una exhibición Tunnig, esa soberbia, esa seguridad, pero al mismo tiempo esa ternura, calma, paz que trasmiten tus ojos' Confeso la joven tomando mi rostro entre sus manos.
‘Desde ese día mi corazón no latió por mas nadie que no fueses tu, desde ese día encontré el complemento de mi alma' Concluyo la joven, besándome profundamente, un beso lleno de amor, ternura, entrega, sentía el corazón salirse del pecho.
Me recostó en el sillón colocándose sobre mis piernas, me rodeo con sus brazos, profundizando el beso iniciado. Una corriente me recorrió, acepte su invitación, colocando mis manos en su cintura.
La ternura se trasformo en deseo, sin poderlo evitar, mis manos recorrían con calma, cada centímetro de piel, cada curva, la deseaba, la amaba.
‘Michiru por favor basta, esto se me saldrá de las manos si continuas...' La separe con gentileza, no aguantaba el deseo, un poco mas y la tiraba a la cama.
‘Lo tenga que pasar que pase, te deseo, te amo, quiero ser tuya, me entrego a ti dando fe a mis palabras' susurro a mi oreja, besándola seguidamente, un mordisquito travieso, me dieron la señal que esperaba.
La tome de la cintura, llevándola entre besos tiernos a la cama, la recosté lentamente, colocándome encima de ella, para profundizar el beso. Abandone sus labios para besar su cuello, un leve gemido ahogado, mis manos recorrían cada pliegue del vestido, deseando tocar la piel que debajo se hallaba.
Subí lentamente el vestido, acariciando con gentileza cada uno de sus muslos, otro gemido, bese la base de su cuello, que se mostraba un tanto desnudo, desabroche el vestido, lo baje entre besos, roces, dejando al descubierto la belleza de la dama.
La mire sorprendida, hechizada, sin palabras, cada parte de su piel, cada curva, no controlaría mis ganas.
Estiro su mano para desabrochar cada botón de mi camisa, la retiro besándome el cuello, para luego iniciar un nuevo beso.
Bese lentamente su pecho, cada centímetro de piel, acaricie sus pechos con calma, retirando su brasier. Pose mis labios y mi boca en ellos, un fuerte gemido, los bese, succione, saboree. Mi mano libre recorría un camino torturante desde su vientre lentamente en busca de algo mas, mis dedos rozando su parte íntima, se deslizaron por el borde de esa ropa interior que la cubría.
Roce esa piel ardiente, húmeda, no necesitaba más señal, la retire delicadamente, mientras mis labios bajaban lentamente en busca de esa intimidad.
Bese su abdomen, lamí su vientre, un poco mas, y mis labios besaron su intimidad. Un arqueamiento de espaldas, un suspiro.
Mi boca se aventuro, la beso, recorrió, separe con mi lengua sus labios íntimos, en busca de ese punto especial, que la haría delirar.
Lo roce con mi lengua, estimule con paciencia, un poco mas, me hice con el succionando. Más constantes los gemidos, su mano en mi cabeza, afianzándose a mi rubio cabello con fuerza.
Era hora de actuar, mi lengua tanteo con delicadeza la entrada al edén, el monte del placer, se introdujo lentamente, arrancando un pequeño grito.
Separe un poco sus piernas, dando paso a la penetración con mi lengua, un poco lento y calmado al principio, leves círculos, y fuerza al aumentar los gemidos.
Sus caderas se movieron por inercia, mis manos se posaron en su pecho, estimulando a la par del movimiento.
Pude sentir como sus músculos se tensaban, pude sentir en su voz, el placer que mis roces profesaban.
Un temblor recorrió su cuerpo, un grito en la habitación hizo eco, se desplomo agotada en la cama, cansada, sonrojada.
Se acurruco en mi, la abrace gentil, dándole un beso de despedida, la noche nos cubrió, dos cuerpos abrazados, después de profesarse amor.
By Haruka R. Teno'u