Triste amanecer
Por naibhia cloths
Era día viernes por la tarde, un pelirosa y un chico de cabello amarillo estaban sentados en el balcón de su casa,
Shuichi – dijo el chico de cabello color amarillo, mirándolo a los ojos de una manera muy tierna, pero no recibió respuesta, a cambio el chico pelirosa solo se volteo, lo miro a los ojos como si no hubiera nada mas bello que lo que presenciaba en ese momento, poso su cabeza en su pecho y mirándolo nuevamente le dijo.
- te quiero, no mejor dicho te amo – la ultima palabra la dijo con un brillo en sus ojos que ni dos soles en medio del bosque alumbrarían mas, ante esto yuki no respondió, solía ser así, a veces cruel, otras tierno, y en mas que en alguna ocasión podía ser hasta frió e indiferente, sin embargo con alguna acción demostraba lo que sentía, ya que no era bueno para expresar su cariño en palabras.
yuki?, me quieres? – pregunto shuichi intentando que de sus labios saliera una respuesta, el solo hecho de tenerlo cerca lo hacia sentir feliz, pero un SI pronunciado por sus labios lo haría sentir como si estuviese en el paraíso.
yuki? – dijo shuichi mientras levantaba su cabeza para mirarlo – yuki? , no me quieres?. Durante un momento no recibió respuesta pero luego un murmullo le hizo sentir que no estaba solo, que tenia la mejor compañía que alguien podía desear.
Si - le respondió mientras lo volvía a rodear con sus brazos
Por que no me respondías?
Por que quería escuchar mi nombre, salido de tus labios suena muy bello
yuki, yo …- se sentía muy bien escuchar lo que acababa de decir yuki, era cursi pero que importa, eso era como decirle te quiero.
Yuki?...
Si?
Eso es sacado de tus libros o de la te…
Sacado de mi corazón, único para ti
Yuki,... te quiero
Yo te amo, shu tú eres lo más importante para mi, nunca me dejes – le dijo mirándolo a los ojos al tiempo que lo atraía a él y lo besaba.
Yu…- no alcanzo a terminar de pronunciar el nombre del chico que le había dicho por primera vez te amo, que lo había besado y que lo había hecho sentir feliz cada día desde que lo conoció, sus pensamientos se detuvieron a causa de la sombra de una lagrima que hacia su aparición por segunda vez en las mejillas del escritor.
Yuki, por que lloras – pregunto al tiempo que sus dedos rozaban las mejillas del chico expulsando las gotas que habían aparecido sin invitación alguna invadiendo ese bello momento.
Yuki?
Perdón shu, no se que me pasa es que hoy cumplimos un año de vivir juntos, lo recuerdas, un año desde que todo comenzó.
Yuki?, eres tu mi yuki?, eres Eiri yuki?, el escritor – pregunto shu arrodillándose para poder mirarlo mejor.
Si, soy yo con quien compartes día a día, momento a momento
Y pensaba que era yo el sentimental
Te molesta?
No, para nada sigue así y quizás sea el mejor día de mi vida.
Shu – dijo abrazándolo muy fuerte, con una ternura que no era propia en él, pero que lo hacia sentir mejor que nada, se recostaron mirando el cielo, desde su balcón apreciar ese paisaje era un sueño en el que él y yuki viven y son felices.
Cada estrella que vez representa cada día de felicidad que hemos vivido, cada momento que quedara grabado en el cielo y que nadie ni siquiera la muerte podrá borrar – cada palabra provenía del corazón y era pronunciada con la mayor sinceridad, cada momento yuki lo hacia sentirse mas cerca de él, como si fueran uno, uno que nunca jamás se separaría.
Yuki, siempre voy a estar contigo, nunca te dejare, no importa si tenemos que vivir debajo de un puente, en un bosque o si formaras parte del aire, no importa yo siempre estaré contigo, te lo prometo. – dijo mientras lo abrazaba cada vez mas fuerte con la intención de cumplir lo que había dicho.
Shu, no digas cosas de las que tú no estés seguro
Pero te lo prometo, siempre, siempre estaré yo ahí, donde estés siempre me veras.
Shu, tu no eres dueño de decidir eso, es el destino, como dicen el funesto.
Yo decido mi destino y mi decisión es estar siempre contigo.
pero quizás te enamores de otra persona y no me…
NO!!!!! – grito shuichi separándose bruscamente de yuki y haciendo que este lo mirara extrañado por su reacción.
Pero shu quizás…
NO, NO, NO, NO yuki es mió y yo soy de yuki, yuki es solo mió.
Shu – su nombre, ese nombre que lo hacia sentir vivo, el que lo había acompañado siempre desde que lo había oído por primera vez, el nombre del chico que lo aceptaba y quería sin importar su pasado, su forma de ser, el que ahora actuaba como un niño defendiendo lo suyo, el era shu el chico del que en ese minuto no quería separarse jamás.
Yuki, es que ya no me quieres? – pregunto shuichi – si no me quieres dímelo, me quieres? Me quieres? Di que si, di que si por favor. Por que yo…
Claro que te quiero tonto, que acaso no te lo he demostrado?, a pesar de que eres un niño pequeño, llorón, juguetón, a pesar de que siempre haces escándalos mi amor por ti no a cambiado en nada – yuki abrazo a shuichi, lo tomo de su cara de una forma muy tierna y lo beso en la frente – mi niño pequeño – dijo acariciándole las mejillas, lo abrazo y lo beso – te quiero.
Yuki, que pasa?, yo igual te quiero, pero tu no eres así, y no soy un niño pequeño, tengo 19.
Shu te amo – dijo yuki y por sus ojos volvieron a caer lágrimas que se unían al rastro que habían dejado las que circularon por sus mejillas anteriormente.
Yuki? Que pasa – pregunto shuichi esta vez asustado, ese no era su yuki, no le gustaba verlo triste, su yuki era fuerte.
Shu, aunque sea en alma siempre voy a estar contigo – dijo abrazándolo y mirándolo a los ojos.
Yuki me asustas ¿que pasa? – pregunto sintiendo una extraña aprensión en su corazón, como si su yuki le ocultara algo, comenzó a secarle las lagrimas con su dedo como lo había hecho antes. – por que hablas de muerte.
Porque algún día tendrá que pasar no?
No nunca.
Vamos shu, se realista ¿que pasa si yo.. yo…
Yuki quieres decirme algo?.
Shu yo…
Es por tu enfermedad?
Como lo sabes?
Últimamente has estado actuando extraño, llamadas del doctor y todo eso, que pasa, es grave?, yuki confía en mi.
Shu, es que… es grave – esas palabras habrían la puerta a una oscura realidad, algo que quizás se hubiera podido evitar, pero era tarde y shuichi era su niño, no podía mentirle, por mas que lo hiciera sufrir.
Que pasa yuki?, tu no te…vas….a..m…
Si, voy a ..m…- duras palabras -…o… – costaba pronunciar-…r…-no quería aceptarlo-…i…-todo terminaba, una letra mas y su vida tomaría el sentido que shuichi le diera-…r… -eso dolió tanto en el corazón de shuichi como en el de yuki, el chico pelirosa empezó a dar paso libre a sus lagrimas como en una cascada que fluye con todo el alma de la naturaleza, sus lagrimas caían recorriendo sus mejillas, no paraban, sabia que no era mentira yuki no mentiría de esa forma, nunca, pero costaba afrontarlo.
Shu..
Yuki, NO!!!!!!!!!! – grito shuichi mientras se lanzaba a los brazos de su chico, del que lo había cuidado, su compañero de vida, que irónicamente era ella misma, la vida, quien se lo quitaba.
Shu, perdón.
Yuki te amo y sin ti no vale la pena vivir, llorar, sin ti no vale la pena sentir, yuki, no…podemos buscar doctores, yuki, podemos buscar a los mejores.
No shu, no hay nada que hacer, como tu dices ¿vale la pena llenarse de emociones y de sueños? Ya nada queda por hacer me voy a m…mo…
NO
Shu acéptalo.
Cuanto te queda – pregunto el chico que no paraba de llorar.
Meses, un año o dos, no más.
Bueno pues en ese caso me muero contigo.
Shu, la vida sigue co…
Yuki para mi la vida eres tu – le dijo acariciándole sus bellas mejillas que estaban empapadas de sus lagrimas como un pastizal en el amanecer mojado por el roció, que quizás en ese momento era causa de la triste noticia con la que el escritor había marcado la bella aparición del sol que quedaba opacada por el triste destino.
Shu ¿que decides estar conmigo hasta que yo…
Decido vivir cada día como si fuera el ultimo, con alegrías o tristezas hasta que nuestras almas se mezclen con el aire y quede el registro de nuestra historia, quede grabada en la memoria del mundo, en cada árbol, en cada noche y cada amanecer, en cada gota del roció que marco este momento, no el fin si no el gran comienzo, el gran comienzo de nuestra vida, de nuestra historia, de nuestro gran amor…
“No me detendré por nada,
no guardare ninguna emoción
seguiré mi vida a tu lado
hasta que no haya memoria,
hasta que no hayan recuerdos
hasta que no estés tu para vivir a mi lado”
Fin