No estés solo... porque yo estoy junto a ti...
Entornó la mirada... otra vez lo mismo, ya estaba comenzando a molestarle la insistente idea de su hermano en mantenerlo rodeado de personas a las que desconocía, ¿el motivo?, esa estúpida fecha... su cumpleaños, una fiesta en su honor a la que muchas de las más prestigiosas familias se habían hecho presentes con costosos obsequios, vestidas con los más excéntricos ropajes... a su gusto, francamente patético. Al llegar muchos habían ido a felicitarle con palabras vanas y carentes de verdad... odiaba sinceramente la ironía con la que le regalaban halagos, exaltando sus cualidades y proyectándolo hacia un futuro exitoso y lleno de felicidad... una mentira.
- Sasuke-kun, ¿te sientes bien?
Alejó sus pensamientos encarando con mirada indiferente la figura de una chica pelirrosa que permanecía de pié frente a él, al parecer había estado hablándole hacía ya un buen rato, se fijó en ella sin revelar ninguna emoción en sus ojos notando de inmediato su nerviosismo... al parecer era otra de sus molestas pretendientes.
- No, con permiso- soltó fríamente para acto seguido darle la espalda y marcharse de allí dejando a la muchacha totalmente confundida.
Se escabulló con elegancia evitando sin mayores problemas a los guardias que su hermano había puesto para evitar otra de sus "huidas" deteniéndose finalmente al inicio del bosque, volvió su mirada hacia la mansión que en ese momento resplandecía llena de vida y haciendo una mueca de fastidio se adentró entre las espesuras bajo la luz de la luna en una noche estrellada.
Caminó durante incontables minutos completamente abstraído en sus pensamientos siendo rodeado por el aroma silvestre de los árboles y el silencio que tanto necesitaba, así era como realmente se sentía cómodo... solo... sin nadie que estuviese molestándolo con palabras sin sentido o con los recuerdos de sus padres ya muertos ¿de que servía recordar si con eso no conseguiría traerlos de vuelta?... de que servía aferrarse al pasado a los sentimientos ya olvidados si jamás volvería a encontrar a alguien digno en quien manifestarlos, no servía de nada y eso era lo que su hermano se negaba a aceptar, el simple hecho de que ahora se tenían el uno al otro y que el resto del mundo no se detendría por ello... estaban solos y para la sociedad eso ya no era importante.
Una densa maleza frente a sus ojos le impedía continuar, así es que se detuvo deleitándose con el agradable silencio que le rodeaba, siendo participe del suave movimiento que realizaban las hojas al ser mecidas por la brisa nocturna. De improviso el inconfundible sonido del agua en movimiento lo distrajo de sus cavilaciones, volvió su vista nuevamente hacia los arbustos y con movimientos seguros apartó unas cuantas ramas que le impedían la visión descubriendo asombrado la presencia de un pequeño lago natural que descansaba ahora ante sus ojos.
Estaba a punto de dar un paso cuando la presencia de algo más lo distrajo, ante él y a un par de metros de distancia una silueta se acercaba hasta detenerse al borde del lago, permitiendo que el reflejo del agua le iluminara.
Ante sus ojos se descubrió una rubia cabellera larga recogida en una fina trenza que descansaba sobre uno de los bronceados hombros, el cuerpo de cubierto por unos pantaloncillos mal trechos y una polera desgastada por los años, las piernas recubiertas solo por unas cuantas vendas que descendían desde sus rodillas hasta envolver sus pies brindándole así algo de protección. Un rápido vistazo a los alrededores por parte de aquel chico le permitió detallar aquel rostro parcialmente oculto por las sombras... y realmente la visión lo dejó sin aliento, el resplandor de la luna le reveló unas facciones dulces y tranquilas tan solo enmarcadas por las rubias y brillantes hebras.
Pero si era tan solo un crío... a sus ojos no debía tener más de 14 años...
Le vio continuar a lo suyo sin percatarse de la presencia del Uchiha quien observaba atento cada uno de los elegantes movimientos que realizaba a medida que se acercaba al lago, ahora estaba de pie junto a las aguas quieto dirigiendo rápida y nerviosas miradas a su alrededor en busca de alguien más, al parecer no encontró nada ya que enseguida vio como se arrodillaba y comenzaba a beber agua con ambas manos de forma ansiosa como si hubiese sido privado del liquido vital por mucho tiempo y ahora fuese la primera vez que podía tenerlo a mano para satisfacer su necesidad. Sin embargo a pensar de su evidente desesperación notó un tanto sorprendido que por ningún motivo bajaba la guardia pendiente a la llegada de un posible intruso.
No sabía cuanto tiempo llevaba admirando aquella escena y es que estaba completamente pendiente de él... de aquel chico que no hacía más que beber agua en un acto de silenciosa belleza. Tan concentrado estaba, que no supo cuando uno de sus pies ya había tomado la iniciativa de ir hacia el lago y admirar más de cerca el perfil de aquel niño rubio, tan solo el crujir de una rama y de inmediato la grácil figura se irguió alerta adoptando una posición defensiva mientras entornaba su mirada hacia los arbustos donde él se encontraba.
"Ya me descubrió" pensó con cierto fastidio, ahora lo más probable sería una huída rápida y sin retorno, mas algo en su interior lo impulsó a salir de su escondite y enfrentarlo aún sabiendo el riesgo. Abandonó la seguridad de su escondite dando pasos lentos y precavidos, intentando no espantarle ahora que también podía ser observado.
"Un ángel"un joven de piel extremadamente pálida con una expresión de profunda frialdad gravada en su fino semblante, de ojos rasgados completamente negros... vacíos... cabello azabache, sedoso... suave... Eso era lo que el rubio podía ver ante él, a pocos metros, retrocedió unos pasos con nerviosismo, estaba inquieto, su instinto le decía que debía huir, pero...
- No te vayas- soltó enseguida intentando retenerlo "... por favor..."
Entornó la mirada hacia el extraño, aquella voz grave... varonil, lo había dejado completamente paralizado, ahora que lo veía con más detenimiento no parecía tener intenciones de hacerle daño.
Avanzó cautelosamente avisando sus movimientos para así no asustar al rubio que lo observaba con suma atención... ya a solo unos pasos de distancia pudo permitirse apreciar el rostro del muchacho con más claridad, la tez bronceada suave descansaba bajo unos rasgos tranquilos, un rostro delicado con unas marcas como de bigotes en las mejillas destilando un cierto aire zorruno, sin duda era bastante infantil, no obstante aquello que realmente consiguió dejarlo sin palabras, fueron sus ojos esos que con un solo toque a su rostro le daban ese aire de infinita ternura, unos zafiros tan intensos, tan brillantes, que opacaban hasta al cielo en primavera... esos ojos eran verdaderamente un tesoro... un sueño...
Pronto aquella mirada inquieta y nerviosa se transformó en la más pura y ansiosa curiosidad, y antes de lo que el pelinegro imaginaba ya tenía al rubio kitsune frente a sí, de pie a escasos centímetros de distancia, aún siendo un tanto más bajo que él, sin embargo eso no parecía molestarle ya que ahora se afanaba en olisquear sus ropas, había descubierto que olían muy bien y le gustaba... le gustaba mucho.
Las manos del rubio exploraban la tela del traje del Uchiha sorprendiéndose visiblemente con su suavidad para luego detener repentinamente su exploración al percatarse de un nuevo aroma que ahora inundaba su olfato atrayéndolo, guiado por su nariz comenzó a ascender desde el pecho del pelinegro hasta detenerse en la fuente de aquella embriagante fragancia permitiéndose aspirar una y otra vez el agradable perfume.
Tenía aquel pequeño cuerpo casi completamente en contacto con el suyo y era delicioso tan solo poder respirar su aroma un tanto silvestre, mezcla de flores y esencias. Con la mirada zafiro oculta bajo los parpados, rozaba la piel de su cuello produciéndole agradables escalofríos mientras sentía su cálida respiración regalándole roces deliciosos. No sabía que hacer, ese niño comenzaba a despertar sentimientos ya casi olvidados en su interior y no estaba seguro de como reaccionar ante lo que comenzaba a embargarle, estaba confundido y no estaba muy seguro como reaccionar, lo que menos deseaba era asustarlo y que huyera de su lado... lentamente la cercanía de su cuerpo y los involuntarios roces sobre su cuello comenzaban a enloquecerlo y gemido ahogado escapó de sus labios mientras en respuesta el cuerpo del pequeño se tensaba... sorprendido...
Despertó bruscamente cuando sintió aquel jadeo escapar de sus labios y al instante su corazón respondió acelerado, totalmente desesperado... y completamente feliz de todo aquel mar de sensaciones que la sola la cercanía del pelinegro comenzaba a despertar en su interior. Intentó alejarse de inmediato, mas unas ágiles manos le apresaron por lo hombros al notar sus intenciones... podía oír claramente junto a su oído la agitada respiración del moreno y por primera vez se sintió confuso, inquieto, quería guardar distancia, mas la idea desapareció casi enseguida de su mente al sentir un suspiro... único... salir de aquellos finos labios y supo que en ese momento su cercanía era lo correcto.
Podía sentir la agitada respiración del menor contra su piel y oír los suspiros que de vez en cuando dejaba escapar aquel leve temblor en su piel... ¿¿acaso estaba asustándolo??. Finalmente le liberó de su cercanía permitiendo que ahora las azules orbes del pequeño se clavaran en sus propios ojos con una mezcla de ingenua confusión. Su rostro era tan hermoso que sin permitirse soltarlo en ningún momento se acercó hasta prácticamente rozar aquellos labios contra los suyos, podía sentir la agitada respiración chocar contra su piel de forma deliciosa.
- Me gustas... mucho...
Y tras aquella simple confesión selló los labios de ese niño con los suyos perdiéndose en su dulce sabor, entre suaves caricias bajó sus manos hasta aprisionar la estrecha cintura cerrando la distancia entre ellos impidiendo de esta manera una posible huída.
Me está besando... sentir un sabor tan único tomar contacto con su boca, la experiencia marcada en cada caricia entregada por aquellos labios tersos moviéndose sin prisa sobre los suyos con lentitud regalándole roces tiernos que le impedían salir de la sorpresa del primer contacto, casi enseguida perdió la noción del tiempo mientras entrelazaba sus frágiles manos entorno al cuello del mayor, entregándose.
Aferró el labio inferior del rubio con sus dientes en cuanto sintió que este finalmente se rendía, mordiéndolo con delicadeza para luego lamerlo con suavidad enrojeciendo la tierna carne bajo sus ardientes caricias, sentía como el menor respondía pegando aún más su cuerpo al suyo si podía y el beso comenzó a intensificarse aumentando la presión de sus dietes sobre los labios cada vez más rojizos mientras su lengua se movía inquieta entre succiones y mordida apasionadas. Abrió finalmente la boca permitiendo el paso al interior de su cavidad mientras en respuesta una lengua se adentraba explorando cada recodo sin dejar de repartir dulces sobre los labios de un joven rubio que al fin había conseguido reaccionar ante la ardiente exploración que realizaba la cálida lengua del Uchiha enredándola, en respuesta, con la suya en ahora bajo una danza sensual que amenazaba con hacerles perder rápidamente la cordura. Unas manos traviesas se dirigieron hacia la nuca del pelinegro hundiéndose entre el sedoso cabello y presionando para aumentar la cercanía y la intensidad mientras el espacio libre en su cintura se cerraba dejándolo totalmente pegado al cuerpo del moreno. Las respiraciones agitadas y los continuos jadeos eran la prueba de que no durarían mucho más así, por lo que instantes después el beso que momentos atrás parecía un contacto desesperado ahora no era más que un sensual movimiento interrumpido de vez en cuando por una que otra mordida por parte del Uchiha seguida de un par de suaves succiones sobre los enrojecidos labios de un rubio que respondía con suspiros y jadeos ahogados en la boca del mayor, el beso finalmente terminó mientras en una ultima caricia el pelinegro lamía los labios del menor con exquisita lentitud.
Sin deshacer el agarre alrededor de su cintura permitió hacer algo de distancia entre sus cuerpos mientras sentía como manos pequeñas y suaves exploraban su rostro acariciándolo descubriendo los encantos de su piel, por primera vez se permitía a si mismo ser acariciado de esa forma por otra persona... y sentir el roce de las manos de aquel niño era tan diferente a todo lo que había imaginado, su piel era cálida y parecía que a cada toque le entregaba algo de su calor. Podía apreciar perfectamente la dedicación con la que el rubio delineaba su rostro, su frente, hasta finalmente detener sus zafiros sobre los labios del pelinegro para luego repasarlos con la yema de sus dedos apenas rozándolos completamente embelezado ante su perfección.
- Son tan suaves...
Una dulce voz, su voz, al fin se había dejado oír para él, aquellas escasas palabras habían sido entonadas con tanta ternura que por unos instantes permaneció quieto sin saber como responder, tan solo un comentario sincero, una simple confesión al acariciar las hebras azabaches bajo suaves movimientos que arrancaban de vez en cuando finos destellos azulados.
- ¿Puedes hablar?
La voz del Uchiha consiguió devolverlo a la realidad, mientras ahora la mirada azul se perdía atraída de una forma que nuca antes había experimentado, por primera vez se sentía tranquilo, seguro, tenía la extraña certeza de que ahora entre sus brazos nada malo sucedería... nunca...
- Sí- susurró de forma dulce desviando la mirada hacia su pecho.
- Y... cual es tu nombre-repuso enseguida el pelinegro deseando poder seguir escuchando aquel melodioso murmullo eternamente.
- Naruto...- la cabeza del rubio se recostó en ese momento sobre su hombro permitiéndole de esa forma embriagarse nuevamente con el dulce aroma que parecía desprender todo su cuerpo.
Ternura, un agradable cosquilleo recorrer su cuerpo con insistencia mientras se permitía cerrar nuevamente el espacio entre sus cuerpos obteniendo como recompensa un suave suspiro contra su piel, apartó una de sus manos de la estrecha cintura del rubio para dirigirla hacia su rostro y guiarlo hasta tenerlo de frente las orbes zafiro brillantes, el rostro y las suaves facciones llenas de una ternura de la que nunca antes había sido parte. Perdió la mirada en aquellos labios rojos y carnosos sintiendo la repentina necesidad de probarlos nuevamente... rozándolos mordiéndolos con cariño, mientras ahora acariciaba su dulce rostro notando como en respuesta el pequeño se relajaba ahogando cálidos suspiros contra su boca.
No recordaban cómo pero antes de que se dieran cuenta ya ambos se encontraban recostados junto al lago abrigados por la seguridad del bosque. El cuerpo de Naruto descansaba bajo el suyo siendo rodeado de caricias cada vez más inquietas, ambos recorrían el cuerpo del otro descubriendo sus formas aún sobre la ropa buscando acceso hacia el interior para ir más allá... caricias besos, roces... todo eso despertando nuevas sensaciones en sus cuerpos mientras a su alrededor el mundo parecía detenerse.
Al fin encontró lo que buscaba, uno de los extremos de la desgatada polera del rubio que permitía darle más acceso hacia su pecho, sin abandonar en ningún momento sus labios comenzó a descubrir con sus manos aquel cuerpo bronceado que se le ofrecía dócilmente, respondiendo atento a cada una d sus caricias... le despojó rápidamente de la parte superior de sus ropas dejando ante sí el torso bronceado del rubio y permitiéndose por primera vez abandonar sus labios para apreciarle con mayor libertad... y sorprendido fue participe del espectáculo más hermoso que había visto jamás, el cuerpo de Naruto era perfecto... no, mucho más que eso, no había palabras en la boca del Uchiha que fuesen capaces de expresar aquella magnifica belleza de la que ahora era participe, la piel bronceada, el torso delgado, el vientre plano, la cintura estrecha y las piernas largas y bien formadas... todo en el rubio era hermoso. Sentía como su cuerpo ardía en deseo de hacer contacto con aquel ser perfecto, de fundirse con su piel y experimentar juntos el placer de llegar al cielo.
- No me mires así...
La tierna voz del kitsune lo distrajo, en su rostro exhibía un notable sonrojo mientras su mirada se desviaba avergonzada e incómoda ante el deseo en los ojos del Uchiha intentando inútilmente esconder su cuerpo del mayor cerrando las piernas con pudor y encogiéndose lo más posible sin saber que más hacer.
Por unos instantes le pereció divertido ver el avergonzado rostro del rubio bajo él, sin embargo ahora era más que evidente que parecía visiblemente incómodo, sabía que había hecho mal en mirarlo de aquella manera, pero es que jamás en su vida había visto un cuerpo tan hermoso y tan puro... se había dejado llevar y le había atemorizado con ello.
- Naruto
Sin darle importancia arrancó lo único que le impedía disfrutar de una completa visión del cuerpo del pequeño, y abriendo las piernas del kitsune reveló la semierección que en ese momento comenzaba a formarse, el simple hecho de ver la reacción que había conseguido en el cuerpo del rubio le hizo sonreír involuntariamente.
- No... déjame, por favor.
Intentó cerrar sus piernas pero la reacción del moreno había sido más rápida, ahora con su cuerpo entre las piernas del kitsune le impedía esconder su vergüenza, desvió la mirada con impotencia mientras sus ojos se humedecían completamente cristalizados.
- No tienes de que avergonzarte... eres tan hermoso, yo, lamento haberte asustado- la voz roca por la excitación había conseguido arrancar un furioso sonrojo de sus mejillas.
Bajó la mirada ocultando sus ojos entre las hebras doradas, nunca antes le habían dicho palabras como aquellas... notó como el cuerpo del pelinegro se inclinaba hasta que su boca se detuvo a la altura de una de sus orejas, se revolvió inquieto al sentir la respiración del moreno tan cálida consiguiendo que el sonrojo en sus mejillas se acentuara aún más.
- Sasuke Uchiha-susurró sensualmente arrancando un jadeo de la boca del kitsune.
Volvió a sumergirse bajo las ardientes caricias y los roces insinuantes que el Uchiha depositaba sobre su pecho y todo su cuerpo mientras los labios del moreno comenzaba un beso más ardiente contra sus labios arrancando en ocasiones gemidos desesperados de la boca del kitsune a medida las manos del moreno bajaban por su pecho masajeado sus tetillas con tortuosa lentitud...
Abandonó aquellos labios adictivos descendiendo hasta su cuello y comenzando a succionarlo y recorrerlo intentado memorizar cada parte que degustaba y marcándolo finalmente como suyo... Naruto de ahora en adelante era de su propiedad y nadie más que él podría tocarlo... el rubio en tanto intentaba quitar las ropas que aún cubrían el cuerpo del Uchiha consiguiendo en poco tiempo y gracias a la ayuda del moreno dejar su torso completamente al descubierto... y la visión lo dejó tan anonadado como en su momento había sucedido con el Uchiha, una piel blanca completamente limpia, tersa, suave, unos músculos marcados, la espalda ancha y fuerte... aún completamente embelezado ante la visión dirigió sus manos algo temblorosas hasta rodear el cuello del moreno alzándose tan solo unos centímetros para encontrar sus labios y de esta forma iniciar él por primera vez un beso cargado de ternura. Se perdieron en ese mar de sensaciones friccionando sus cuerpos hasta llegar al límite en un contacto que les era completamente placentero.
Descendió en un camino de besos y suspiros hasta detenerse frente al delgado torso aprisionando uno de los pezones que tenía ante él, mordiéndolo con deseo escuchando satisfecho la agitada respiración del cuerpo bajo el suyo, no se detuvo hasta haberlos dejado rojos y sensibles, y continuó con su camino deteniéndose ahora para jugar con su ombligo demorando lo más posible la llegada a aquel bulto que comenzaba a endurecerse bajo los jadeos y gemidos que inundaban el ambiente, ya aburrido abandonó el lugar acariciando las torneadas piernas y deteniéndose finalmente frente a su objetivo, el miembro de Naruto estaba completamente endurecido y reclamaba atención, alzó la vista yendo nuevamente hacia el rostro del kitsune apoderándose de sus labios ya enrojecidos por los tratos a los que eran sometidos y lo besó con pasión, con rudeza y hasta con un poco de lujuria, sentía la irrefrenable necesidad de mantener el mayor contacto posible con aquel cuerpo, quería oírlo gritar del placer que le provocaba, ver ese ingenuo rostro embriagado de deseo... escuchar aquella dulce voz susurrar su nombre con amor...
Volvió a bajar hacia su objetivo esta vez si deseos de hacerle esperar, notó como el rubio se revolvía inquieto sin saber lo que sucedería, se acercó hasta el erecto miembro soplando la punta mientras oía como la respiración del kitsune se alteraba... nuevamente se detuvo frente a la punta y de un momento a otro la introdujo en su boca presionándola ligeramente.
- Ahh!!... Sasuke...- la voz de Naruto llegó hasta sus oídos, cargada de pasión consiguiendo que la erección del moreno entre sus pantalones comenzara a reclamar atención ya completamente endurecida... ¿tanto era lo que ese niño podía lograr en su cuerpo?
Oír su nombre de los labios de Naruto pronunciado de forma tan dulce le instó a meter el resto del miembro del rubio a su boca para succionarlo y lamerlo a un ritmo enloquecedoramente rápido, mordiendo en ocasiones la punta arrancando incontables gemidos y jadeos de la boca del kitsune... iba cada vez más rápido subiendo y bajando por todo el miembro del pequeño oyendo como recompensa la entrecortada respiración del menor anunciando el final que pronto llegaría.
- Ahh... Sasuke...mmmm...a-aaahh ¡¡AH!!
Se derramó en la boca del moreno completamente aliviado, nunca antes había sentido tanto placer en una sola acción... con el cuerpo agotado y tembloroso, se dejó caer sobre la hierva respirando entrecortadamente intentando recuperar la calma mientras ahora nuevamente se aferraba al rostro del moreno sintiendo como sus mejillas ardían rojas al ver como este lamía seductoramente el contorno de sus labios con las orbes azabaches veladas por el deseo.
- Yo... lamento no...-intentó disculparse avergonzado de su propia inexperiencia.
Unos dedos callaron sus labios casi enseguida mientras el cuerpo del moreno descansaba sobre el suyo y los labios del Uchiha se posaban suavemente junto a su oído.
- Eres aún más delicioso de lo que imaginaba- dijo con la voz ronca por la excitación mordisqueando el lóbulo jalándolo incitante.
Aquello hizo sonrojar hasta las orejas al menor que desvió la mirada para no ver el rostro del Uchiha frente a él.
- Naruto- no hubo respuesta alguna, solo un sonrojo aún más intenso en las mejillas del rubio-... Naruto mírame...
Lo encaró con reticencia para luego tomar completa atención al comprender lo que Sasuke pretendía, el Uchiha que se encontraba de rodillas entre sus piernas dirigió ambas manos hacia el cinturón de su pantalón sacándolo lentamente para luego olvidarlo y continuar con la cremallera notando como las inquietas manos de Naruto intentaban ayudarle a hacer la tarea más rápida, muy pronto tanto los bóxer como los pantalones yacían en el olvido mientras ahora la mirada zafiro se deleitaba ante aquel cuerpo y una semi erección comenzaba a formarse nuevamente entre sus piernas.
Volvieron a unirse en un beso desesperado entrelazando sus lenguas mutuamente memorizando cada rincón de su cuerpo con caricias, descubriendo lugares prohibidos tomando al fin contacto completo entre sus cuerpos desnudos sumergiéndose en una danza ardiente velada por el deseo, frotando sus cuerpo en un contacto completamente placentero.
- Naruto...
De inmediato conectó la mirada con la del Uchiha comprendiendo enseguida lo que pensaba, sin dejar de mirarlo cogió una de las pálidas manos introduciendo un par de largos dedos en su boca, lamiéndolos con deseo mientras el rostro sonrojado y perlado de sudor le daba una apariencia aún más inocente. Después de haber sido lubricado lo suficiente la otra mano del pelinegro se dirigió hacia una de las piernas del menor colocándola sobre su hombro para de esta forma dejar más accesible su virgen entrada, acercó uno de sus dedos rozando su entrada esperando a que estuviera lo suficientemente relajada como para permitirle entrar...
Comenzó a besar los labios del rubio para distraerlo relajándolo y de un momento a otro presionó introduciendo el primer dedo.
- ¡Ah!- un quejido adolorido por parte de Naruto seguido de un par de movimientos de su pelvis para intentar acostumbrarse al extraño.
Una vez listo comenzó a mover los dedos en círculos dilatando la entrada para cederle paso a un segundo dedo mientras el rubio aferraba ambas manos a los hombros del Uchiha, el que intentada distraerlo con caricias y besos, ahora eran tres los dedos que se movían en su interior, la entrada ahora estaba mucho más dilatada y lista. Sacó los dedos del interior del rubio recibiendo algo así como una protesta acallándola de inmediato con un apasionado beso mientras una de las manos del Uchiha tomaba su miembro dirigiéndolo hacia la entrada del kitsune presionando hasta conseguir introducir la punta.
- ¡¡AH!!
- ¿Estas bien?-la voz preocupada del Uchiha se dejó oír claramente al sentir la voz adolorida del pequeño.
- Si... continúa...por favor- susurró el rubio con los ojos aún fuertemente cerrados.
El miembro del Uchiha no podía compararse con aquellos tres dedos que habían dilatado su entrada, el dolor de la penetración de algo tan grande en su interior era casi insoportable, pero querría continuar, quería sentirse suyo, entregarle su virginidad y su alma par no arrepentirse más tarde... para poder sentir por primera vez como era ser querido aunque más tarde solo fuese una mentira.
- ¡Ah!
Ahora toda la longitud del miembro del Uchiha se encontraba en su interior, era una sensación extraña, pero a pesar de todo sentía como el tenerlo dentro de su cuerpo le entregara una satisfacción aún mayor.
Continuó besándolo con desesperación, sentía la urgencia de moverse, embestirlo y disfrutar del asfixiante placer de estar en su interior... un movimiento contra su pelvis le indicó que el rubio ya estaba listo para continuar por lo que comenzó a moverse entrando y saliendo lentamente marcando un ritmo que comenzaba a desesperar al kitsune y a él mismo, necesitaba ir más rápido. Retrocedió hasta sacar casi por completo su miembro del interior para luego embestir hasta el fondo consiguiendo que la entrada del kitsune se contrajera asfixiando su miembro deliciosamente.
- ¡¡¡AHH!!!
- Mmmm
Un grito de placer escapó de los labios de Naruto sin que este pudiese hacer nada por evitarlo, arqueó su espalda, satisfecho consiguiendo que su cuerpo hiciese contacto completo con el del Uchiha. El ritmo y la intensidad de las embestidas aumentó hasta trasformarse en una danza cada vez más asfixiante, sentía su miembro prisionero entre las carnes de Naruto y eso estaba consiguiendo volverlo loco, aumentó la rapidez buscando llegar hasta lo más profundo de su ser.
- Sasuke... ¡¡AH!!... motto... así!!... suplicaba el kitsune sintiendo como el moreno con cada embestida rozaba un punto en su interior que le hacía tocar el cielo.
Oír su nombre de los labios del rubio en ese momento solo estaba consiguiendo calentarlo más, aferró las caderas del kitsune con fuerza mientras sentía como las piernas del menor se entrelazaban alrededor de su cintura permitiendo que la fuerza y la profundidad en las embestidas alcanzaran limites que amenazaban con hacerles perder la cordura.
- Ah... Naruto mmmm...
- Sasuke!! motto... motto...
Desesperado buscó su boca en la oscuridad sellándola con sus labios... En ese momento sentía la urgencia de besarlo, introdujo su lengua en el interior de su cavidad explorándola desesperado sintiendo los jadeos y suspiros de Naruto extinguirse en su boca mientras respondía lo mejor que podía concentrado en las sensaciones que el miembro del Uchiha producía en su interior.
Continuaron así unos minutos desesperados por sentir el calor de sus cuerpos, formar una sola esencia bajo aquella unión que ahora los transformaba en un solo cuerpo... más rápido, más fuerte, más profundo... si seguían así llegarían al orgasmo dentro de poco. Quería permanecer así por siempre sentir aquel cuerpo bajo el suyo vibrar de placer, oír a aquel pequeño rubio gritar de la misma forma en la que lo estaba haciendo ahora, completamente cegado de placer, se sentía tan bien en aquella estrecha entrada, su miembro palpitaba con fuerza contra las nalgas del menor, estaba ahogándose en las sensaciones que le producían las carnes del rubio presionar su miembro en contracciones deliciosas y rítmicas.
Sasuke no dejaba de acariciar su cuerpo aún bajo el acelerado ritmo de sus embestidas, se habían acoplado a un ritmo perfecto y podía sentir toda la hombría del Uchiha introducirse de golpe en su interior y retroceder nuevamente bajo un ritmo totalmente desenfrenado, no podía evitar gritar de placer, era demasiada satisfacción para un solo cuerpo, Sasuke estaba haciéndolo tocar el cielo con cada embestida y si seguía sí no duraría mucho más.
El final estaba cerca, podía sentirlo aferró el miembro del rubio comenzando a masturbarlo al mismo ritmo de las penetraciones notando como Naruto ahogaba un nuevo grito de placer contra su boca permitiéndole la entrada a su lengua que comenzó a explorar su cavidad uniéndose a aquella danza frenética.
- Ahh... Sasuke... ¡AH!...¡¡AH!! ¡¡SASUKE!!
- ¡¡NARUTO!! ¡¡AH!!
Alcanzaron el orgasmo al mismo tiempo viniéndose Naruto entre sus vientres mientras el Uchiha lo hacía en el interior del rubio sintiendo como la entrada del kitsune se contraía repetidamente es espasmos orgásmicos. Se quedaron quietos unos segundos intentando normalizar sus respiraciones, el Uchiha se había dejado caer sobre Naruto totalmente agotado recostando su cabeza sobre su pecho a la altura del corazón oyendo los desbocados latidos ir cada vez más lentos hasta alcanzar nuevamente su ritmo normal. Permanecieron unos instante más así, sin saber que decir, como reaccionar ahora que ya habían consumado todo... Naruto sabía que había una gran posibilidad de que todo aquello para el moreno no fuera más que un juego y eso... eso lo destrozaría.... Sintió como sus ojos se humedecían permitiéndose llorar ahora que ya todo había terminado.
- Naruto...
Tal vez su pequeño niño se había arrepentido de todo lo que había sucedido... el simple hecho de pensar en eso le alteraba... él no se arrepentía, nunca antes había sentido algo tan fuerte por otra persona... sus lágrimas lo desconcertaban, tal vez todo había sido para él solo una terrible consecuencia de una simple calentura...
- Ai shiteru...
Se quedó de piedra al escuchar esas palabras y sintió como apartaban las manos de sus ojos secando con suaves besos las lágrimas que aún podían verse... buscó sus labios para besarlos con ternura, con amor, entregando todo lo que sentía en aquel contacto siendo correspondido de la misma forma en un beso tierno, dulce... lleno de aquel sentimiento que comenzaban a compartir.
- Eres mío y no te dejaré escapar nunca.
- Ai shiteru, Sasuke... no me iré jamás de tu lado...
Continuaron besándose unos instantes más hasta que un repentino escalofrío recorrió el cuerpo del menor.
- Hay que irnos-repuso el Uchiha enseguida mientras suavemente comenzaba a salir del interior del rubio.
- ¡Ah!... irnos, pero ¿dónde?- la confusión reflejada en las orbes zafiro era adorable.
- De ahora en adelante vivirás en la mansión conmigo, para siempre- la convicción con la que se expresaba el Uchiha era abrumadora, parecía haberlo planeado todo en unos segundos. Una expresión algo triste inundó la mirada azul mientras el rubio se detenía en su tarea de vestirse.
- Pero... yo... eso no corresponde Sasuke... ni siquiera me conoces...
- Naruto, te amo y eso es lo único que me importa, no voy a permitir que te alejes de mi y no me interesa lo que el resto opine... solo quiero hacerte feliz-sus palabras habían sido tajantes, la diferencia de edades no importaba, la opinión de la sociedad en sí ya no le interesaba.
Enseguida el sonrojo se hizo presente en las mejillas de su niño mientras ahora el rubio besaba repetidamente los labios del Uchiha.
- Perdón... perdón Sasuke... es que todo lo que me ofreces parece un sueño...nunca nadie me había tratado así-susurraba el rubio escondiendo el rostro contra el pecho del mayor, el temor de que el Uchiha desapareciera de un momento a otro y volviese a encontrarse solo en el lago asediado por constantes peligros atormentaba su corazón con insistencia... temía volver a sentirse como una sobra entre el resto, como la flor marchita que había sido por años.
- Te amo... y no volverás a estar solo, lo juro-aquellas palabras acabaron por borrar las dudas de su corazón de niño.
Terminaron de vestirse en silencio y reemprendieron el camino rumbo a la mansión, mientras el moreno apreciaba de reojo la creciente belleza y el resplandor en las orbes zafiro, las manos entrelazadas durante todo el trayecto aún bajo el intenso rojizo en el rostro de Naruto. No se separaron en ningún momento, ni siquiera cuando entraron al salón donde se celebraba aquella fiesta en su honor, ni aún al ver como muchos los miraban en silencio mostrando la sorpresa en sus rostros mientras los murmullos comenzaban a brotar y aún menos al ver algunos señalaban al rubio sin disimulo.
- Ototo-chan hasta que al fin regresas.
De entre las parejas de baile que en ese momento se encontraban de pie detenidas admirando la extraña escena apareció la figura del mayor de los Uchiha, Itachi, quien avanzaba con despreocupación hacia el moreno percatándose a pocos pasos de la presencia de un niño a su lado.
- Nii-san
- ¿Quién es él?-soltó el mayor de inmediato señalando al rubio kitsune quien sorprendido y temeroso vio como la expresión de Sasuke se endurecía.
- Su nombre es Naruto... y es mi koi.
El silencio se hizo presente en el salón, hasta los murmullos desaparecieron ante la declaración que en ese momento había realizado el menor de los Uchiha.
- ¿Tu koi?... y desde cuando- la expresión en el rostro de Itachi no había variado en lo absoluto, permanecía allí de pie, impasible.
- Desde que la opinión de gente tan mediocre como esta dejó de importarme-respondió el menor con una seguridad que dejó a muchos ciertamente perturbados.
El silencio era cada vez más tenso y Naruto no podía evitar sentirse nervioso ante todas las miradas clavadas sobre ellos, no estaba acostumbrado a estar rodeado de personas... menos aún cuando había estado vagando por tanto tiempo en un bosque lleno de peligro, perdido hasta que al fin había colegido encontrar a su propio ángel, ese que ahora lo defendía frente a todos.
- Bien, me parece excelente- aquellas palabras desconcertaron al moreno, su hermano ahora exhibía una expresión de inmensa satisfacción en el rostro- ¡¡ fuera de aquí alimañas de sociedad la fiesta terminó!!!
Aquellas palabras estaban dirigidas evidentemente hacia los invitados que un tanto ofendidos abandonaron airadamente la mansión manteniendo toda la dignidad que les era posible hasta dejar a los otros tres completamente solos.
- Me permites-la voz de Itachi parecía ahora más autentica, sin ese deje de frialdad que solía usar con todas las personas.
- Sí -repuso Sasuke comprendiendo enseguida a lo que se refería su hermano, soltó la mano de Naruto dejándolo a este un tanto confundido.
Sintió de improviso como era envuelto por un cálido abraso y al levantar la vista pudo ver el rostro de Itachi a unos centímetros del suyo esbozar una leve sonrisa mientras depositaba un beso sobre su mejilla.
-Te doy la bienvenida al clan Uchiha, Naruto.
-Gra-gracias Itachi-san-susurró el menor con un tierno sonrojo apartando la mirada zafiro hacia Sasuke que observaba la escena satisfecho. Ya estaba hecho, ahora era un integrante más de esa familia... para siempre.
- Ahora los dejo, quiero descansar... me retiro.
Y sin decir más abandonaron la estancia, dejando a la pareja algo confundida... sin embargo Sasuke se repuso pronto y rodeando la cintura de su pequeño niño en un ágil movimiento fundió sus bocas en un beso cargado de sentimientos.
-Te amo Sasuke-susurró el rubio contra su oído de forma melodiosa uniendo sus labios en un beso tierno mientras repetía interminables palabras de amor y felicidad que solo conseguían arrancar cálidas sonrisas de su ángel, aquel que desde ahora lo defendería siempre... aquel a que le brindaría toda su felicidad, toda su alegría, toda su alma.
- Nunca más volverás a estar solo...
Owari...