Foreman se situó junto a Cameron frente a la pared de cristal. Chase también estaba ya allí, por supuesto. Foreman y él se habían puesto de acuerdo para llegar con exactamente siete minutos de diferencia al trabajo. Menos habría resultado sospechoso. Más, y House sospecharía que Foreman se había acostado con alguien.
Chase lo miró con una expresión de perro apaleado, probablemente preocupado por lo que pudiera pasar, pero Foreman se aseguró de no devolverle la mirada.
Sabía que su actitud era bastante paranoica, pero con House no podías ser lo bastante cuidadoso. El aspecto del departamento lo atestiguaba...
*
Chase se encogió inconscientemente ante el nuevo insulto de House, personificado esta vez en la decoración del departamento.
Una parte de él, la misma que le había hecho ir a ver a su padre a la salida de su hotel antes de que se fuera de Nueva Jersey, se sintió halagada por la atención. Chase amordazó mentalmente a esa fracción de sí mismo y la envió a su subconsciente de una patada.
Foreman llegó y se detuvo a mirar la habitación a través de las paredes de cristal. Chase no pudo evitar notar que se situó junto a Cameron, no junto a él.
Chase no logró enfadarse con el ex-convicto. Él soportaba los insultos de House bastante bien, pero Foreman no los toleraba con la misma facilidad. Aterrorizado, Chase pensó que quizá al ver aquello cambiaría de opinión sobre su relación.
Y él volvería a estar solo...
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Cameron se sintió culpable. Sabía que ni ella ni Cuddy le debían explicaciones a House. Pese a todo, emocionalmente se sentía como una niña que es pillada haciendo lo que no debe por su padre. Excepto porque eso suena como si Cameron tuviera complejo de Edipo o de Elektra o lo que sea, y Cameron estaba segura de que no tenía nada de eso.
Quizá esto no era por ella, pensó, sino por Cuddy. House había dejado dolorosamente claro que no estaba interesado en ella, pero también se había asegurado de que todos supieran que encontraba atractiva a su jefa. En realidad aquello tenía sentido. Después de todo ella era muy similar en algunos aspectos a Stacy. Fuerte, independiente y una de las pocas capaces de controlar un poco House.
Cameron intentó interpretar que decía de ella que se hubiera enamorado de una mujer tan parecida al gran amor de House. ¿Acaso era su relación con la directora algún tipo de transferencia de lo que había sentido por su jefe?
No. Definitivamente no. Lo que sentía por Cuddy era sincero, House no tenía nada que ver.
Exceptuando la parte de que parecía haberlas descubierto, por supuesto...
*
Wilson no se lo podía creer. House había bromeado sobre la fiesta otros años, por supuesto, pero así era como House era. Ridiculizaba todo y a todos sólo porque podía, y Wilson mentiría si dijera que no amaba esa faceta de House tanto como al resto de él. Lo extraño es que no había habido nada, ninguna pista, ningún súbito cambio en el comportamiento o en los hábitos de su amante que le hiciera sospechar que este año planeaba algo. Normalmente se habría dado cuenta. Supuso que se había confiado.
¿Cuándo aprendería?
El oncólogo suspiró. No importaba. Todos darían por hecho que la decoración del departamento de diagnósticos era sólo otro movimiento en la cruzada personal de House por volver loco al resto del universo.
No había ninguna razón para que se dieran cuenta de que había algo más. No había razón para que se dieran cuenta de que ambos habían descubierto hacía poco su auténtica orientación sexual y de que estaban juntos.
O al menos eso esperaba...
*
Cuddy se preguntó una vez más si de verdad había sido una buena idea contratar a House.
Al principio ni siquiera se le pasó por la cabeza que aquello fuera una insinuación sobre ella y Cameron. Y cuando la idea le vino a la cabeza no se sorprendió. Ni siquiera se preguntó como las habría descubierto. No era importante, y mientras que a Cameron no le preocupara, a ella tampoco.
Lo importante era que House había hecho del su departamento un monumento hortera al día del Orgullo Gay. Y Cuddy quería gritarle y condenarlo a una eternidad en la clínica, pero por más que lo intentara, no era capaz de recordar la política del hospital en lo referente a colgar en los departamentos banderas y armatostes de cartón piedra coloreados como si fueran un arco iris.
Pero la recordaría. Y cuando lo hiciera...
*
Y House, que había llegado tarde al hospital, fue, para sorpresa de todos, el último en enterarse. En realidad, y como le pasaba la mayoría del tiempo, House no tenía ni idea de que día era.
Así, cuando salió y vio a todo su equipo, su amante y a su jefa mirando el interior de su departamento, sólo experimentó cierta apática confusión. Luego vio lo que estaban mirando.
- ¿¡Qué le habéis hecho a mi departamento!? - Fue lo único que acertó a musitar.
El grupo se giró para mirarlo.
Foreman estaba furioso. Chase tenía una expresión de pura desdicha. Cameron parecía sentirse culpable. Wilson tenía una mueca que hacía que pareciese que iba a empezar a golpearse la cabeza contra una pared de un momento a otro. Cuddy, por su parte, le miró como si deseara con toda su alma golpear la cabeza de House contra la pared.
Todos dijeron al mismo tiempo, aunque con distintos tonos de voz:
- ¿Uh?
- Muy bonito. Muy... coordinado - Concedió House, irónico- Ahora, ¿podéis explicarme que le habéis hecho a mi departamento?
- ¿Quieres decir que no lo has hecho tú? - Cuddy fue la primera en reaccionar.
- Sí, Lisa, querida, lo he hecho yo. Ya sabes cuanto me gustan los arco iris - Se burló House, parpadeando exageradamente y con voz de falseto.
- ¿Entonces quién ha sido? - Preguntó Foreman.
- ¿Cómo quieres que lo sepa? Quitarlo ahora mismo - Ordenó a su equipo.
- House, sabes que esto no entra dentro de sus competencias... - Increpó Cuddy.
- Bueno, pues que no lo quiten. Deja que todo el mundo lo vea.
-... por otro lado, no es como si tuvierais ningún caso nuevo. Quitarlo todo - Dijo la mujer antes de marcharse.
Foreman, Chase y Cameron entraron en el departamento y comenzaron a quitar los adornos refunfuñando.
- Vamos a tomarnos un café mientras estos trabajan. Tú invitas -Dijo House a Wilson.
- Pero... ¿de verdad no fuiste tú? - Insistió Wilson.
- ¿Por qué iba a llenar mi departamento con... eso?
- ¿No sabes que día es hoy?
- ¿Miércoles?¿Jueves? No lo sé. Café, Wilson.
Dicho esto, House se dirigió a la cafetería. Wilson negó con la cabeza con una sonrisa y siguió a House.
FIN
EPÍLOGO
- ¿¡Cómo que habéis perdido los decorados!? - Rugió el director a su asistente.
- De hecho, no los hemos perdido nosotros, sino la empresa de transporte. Al parecer los han enviado a un hospital en Nueva Jersey, el - El asistente miró el papel donde lo había apuntado - Hospital Universitario Princeton-Plainsboro.
- ¡Me da igual de quién haya sido la culpa o dónde estén!¡Recuperarlos! - Ordenó, y su asistente salió corriendo a solucionarlo.
El director se frotó las sienes. ¡Como si no tuvieran bastantes problemas ya! Se les estaba acabando el dinero y el plazo de tiempo que les había dado la productora, y ahora perdían los nuevos decorados. ¿Por qué habría aceptado dirigir Mi pequeño pony: La película?