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Encuentro nocturno
La noche se cernía sobre la cuidad, solo se podían oír los aullidos lejanos de algún can solitario. Las luces de la mayoría de las habitaciones del lujoso hotel estaban apagadas; la mayoría, pero no todas....
Que demonios voy a hacer...
El joven de castaña cabellera se paseaba ansioso por la habitación, las últimas horas de la tarde lo habían dejado en un estado de ansiedad demasiado grande como para poder conciliar el sueño...
Que hago...maldición, no debí dejarlo irse, debí obligarlo a dar una respuesta...un golpe habría sido mejor que esto, cada segundo que pasa es una tortura...como irá a reaccionar? Dejara de hablarme? Me odiara por el resto de su vida? Que estará haciendo ahora? Pensará en mí? Aaaaa.....demonios....no puedo pensar claramente, nunca me había sucedido esto...
Flash back: Unas horas antes....
-Raito, préstame la cuchara por favor- el joven parecía concentradísimo en el pastel tamaño familiar que se encontraba delante de sus ojos.
-ahí tienes- dijo el castaño, observando con curiosidad a su compañero. Llevaban ya 1 semana atados a las esposas porque según el pelinegro el era Kira, que tontería!. Observó detenidamente los precisos y delicados movimientos de su compañero mientras comía el pastel de fresa; se llevaba con cuidada meticulosidad cada bocado, cerraba los ojos por un instante, como concentrándose para degustar más profundamente el manjar. Tan sólo hacia unos días lo había notado, o realmente no había querido hacerlo antes, pero el chico era realmente atractivo. El revoltoso cabello le daba un aspecto infantil a su rostro, los profundos ojos eran penetrantes y de un hermoso color azabache, haciendo un hermoso contraste con su diáfana y nacarada piel, su cuerpo bien torneado que aunque a primera vista pareciera débil poseía una gran fuerza. En fin, todo en él era perfección; cómo no notarlo antes, era lo que se preguntaba.
-Raito, perdón que sea tan maleducado. Veo que me observas mientras como, debes de tener hambre, quieres un poco?- dijo el pelinegro con un tono que al castaño le pareció lo mas dulce que había oído, sacándolo de sus pensamientos.
-No gracias L, sólo te observaba...-
-A mi? Que tan interesante puedo ser? No me ves todos los días?-
-Solo te observaba, es que tienes un poco de crema en la mejilla-
-oh...salio?-dijo luego de hacer un ademán para limpiarse
-no, deja que yo te lo quite- y sin pensarlo el castaño se acerco al pelinegro, lamió la comisura de los delicados labios de éste y prosiguió a besarlos. El acto fue tan repentino que L no reacciono, mientras que Raito, habiendo probado ya los labios del chico, decidió ahondar un poco más, en busca del tibio contacto con la lengua. En respuesta a la repentina acción, L se echo a un lado, sorprendido y ruborizado. En ese instante llego una agraciada joven...
-Raitooooooooo!!! Mi amor, como estás hoy? Me extrañaste????? Dime dime dime!!!- dijo la chica, abrazando a su "novio".
-Misa, ya te he dicho que no somos novios- dijo el castaño, recuperando la compostura.
-No seas malito raito-kun, yo se que me amas...muy en lo profundo, pero me amas- dijo la chica, soñadora.
-el día que eso sea verdad lloverán gatos en Tokio...umh...podrías soltarme? Me asfixias...- dijo Raito, haciendo lo posible por escapar del apretado abrazo
-oh raito! Eres tan malo con la pobre de misa-misa, ella lo único que quiere es darte mucho, mucho amor!- dijo la chica sonriendo y estrujando aún mas el cuello del chico.
-ejem, con su permiso me retiro- dijo L, haciendo que recién en ese instante misa se percatara de su presencia -Voy a sacarme las esposas por un rato para poder descansar, creo que tanto pastel me ha caído mal y me he enfermado, además, no quiero incomodar- diciendo esto, se retiro de la habitación rápidamente, sin tomar en cuenta el intento de Raito por detenerlo, mientras Misa hacia lo imposible por callarlo con un beso.
Fin Flash back: En la habitación de raito, nuevamente...
Demonios!!!!! No volveré a ser tan impulsivo...pero...no pude resistirlo, sus labios se veían tan atrayentes que solo quería besarlos...que daría por tenerlos de nuevo, por saborear su boca, por saborearlo entero...Aaa, que estoy diciendo, si luego de lo que sucedió lo más probable es que no quiera verme nunca m...- sus pensamientos fueron bruscamente apartados por un tierno beso...L había entrado sigilosamente a la habitación...
El instante que duró el beso pareció para ambos una eternidad. Cuando se separaron, el pelinegro, sonrojado a más no poder dijo:
-Raito...yo...no se que pensar...después de lo de hoy me he sentido muy contrariado, yo creía que tus sentimientos eran hacia Misa...yo nunca creí...bueno...yo sólo quería decirte que yo...que tu...que tu me gustas mucho!- dijo rápidamente el chico, como desahogándose y haciendo que su rubor alcanzara tonos violáceos.
-L...yo...-
-Llámame Elle...mi nombre es Elle-
-Elle...es un hermoso nombre...Elle, yo solo quería decirte estos últimos días junto a ti han generado sentimientos en mi...hacia ti...amo tu forma de ser, tu forma de pensar, tu voz, tu cuerpo, te amo...-Raito dijo todo esto sin pensar, las palabras habían fluido a sus labios desde el corazón, había dado a conocer su mas profundo sentimiento. A pesar de esto, no se hechó hacia tras y se abalanzó a Elle, uniendo sus labios, juntando sus cuerpos en un profundo abrazo que transmitía todo lo que ambos sentían. Exploró la tibia cavidad, buscando. Sus lenguas se encontraron y se debatieron. La situación los incitaba a seguir, a buscar algo más...
Raito besó apasionadamente los labios de Elle, siguió con su cuello, mordisqueando, lamiendo...Despojo rápidamente al pelinegro de la holgada polera que vestía, dejando al descubierto su formado torso, incitándolo a besar y lamer con mas pasión aún, mientras susurraba lo delicioso que era, lo mucho que lo deseaba y el amor que le profesaba.
El deseo se apoderaba de sus cuerpos, Raito se despojo rápidamente de su ropa y prosiguió con la de Elle, desabotonando su pantalón y sintiendo su latente excitación. Cuando hubo sacado las molestas prendas que lo separaban de su amante, Raito observo embelesado el cuerpo de su pareja que jadeaba con la boca semiabierta, los ojos cerrados y un precioso rubor en sus mejillas que lo hacían ver aún más bello de lo que era.
El cuarto comenzó a llenarse de jadeos, Raito masajeaba firmemente el miembro de Elle que gemía de placer mientras lamía los dedos se su compañero.
Primero introdujo un dedo. La intromisión hizo moverse un tanto incomodo a Elle, pero Raito masajeo con mas fuerza. Cuando hubo metido dos dedos más, penetro finalmente a su amante. La estrechez y tibieza de Elle lo excitaron enormemente, haciendo cada vez más rápidas las embestidas. Elle era delicioso.
Las mentes de ambos amantes estaban totalmente nubladas por el placer. Los gemidos eran acompañados de sus nombres, gritados con un nuevo sentido, con el significado que solo tomaban al ser pronunciados por la persona amada, en el momento en que sus almas y sus cuerpos se conectaban.
El momento del clímax se acercaba para ambos. El ultimo instante fue acompañado de la promesa de amor eterno. Cuando la excitación rebasó los limites, se derramó, al interior de uno y entre ambos. Exhaustos, ambos durmieron entrelazando sus brazos, sus almas.
Lo que habían vivido esa noche los uniría más profundamente que nada. Lucharían contra todo y contra todos, juntos...o al menos eso querían creer...
FIN...
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