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Tsuki wa watashi no kokoro da por Ddai

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Notas del capitulo:

No hubo más remedio que volverlo a cargar. recuerden por favor que los viejos episodios son los que quedarán a lo último y pese a lo que dice en las especificaciones éste fanfic no está finalizado.

También les recuerdo que solo está siendo editado por las cuestiones del formato en el que se escribió originalmente, la trama no sufrirá ninguna modificación.

Gracias por leer

Falsas Deducciones

 

—   ¿Yagami Light? — el nuevo estudiante se paró frente a él .

—    Sí, es correcto… ¿Y tú eres? —

—   Ryuga Hideki — Yamamoto reprimió de nuevo una carcajada, ese ojeroso, desaliñado y excéntrico muchacho no era pera nada ni la sombra del famoso Ryuga Hideki.

—   ¿ R..Ryuga Hideki? *Tiene que estar bromeando* —

—   Sí, ya que nos conocemos, voy a ser sincero, vine a esta escuela con el único propósito de encontrarme  contigo— -dijo en un tono monocorde y pausado — El mejor estudiante del país y probablemente del continente, Yagami Light — eso dejó atónitos a los otros dos por un momento.

—    Espera, apenas y nos presentamos  ¿Y ya dices una cosa así? —

—   Yo sólo te estoy diciendo la verdad — Yamamoto se mantenía al margen de la situación, solo observando.

—   ¿Entonces es tu manera de declarar la guerra? — eso le pareció sorpresivo, era la primera vez que alguien se le acercaba diciendo algo así.

—   Creo que no me he expresado correctamente — eso confundió un poco a sus interlocutores — Quise decir que quería que fuésemos amigos — seguían mirándose, y Light fue suavizando la severa mirada que había puesto, sin embargo el tono que usó Ryuga en “amigos” le pareció extraña, salía de su tono para hablar.

—   Ah, lo siento, pero por la forma en que te dirigiste me pareció lo contrario —se sintió extraño, la verdad era que la mirada de ese chico nunca fue agresiva, aunque en sus ojos reflejaban el vacío, un vacío profundo y sin emociones — Pero si quieres que seamos amigos está bien —Light sonrió ligeramente, sentía el alivio de respirar sin tención, Ryuga esbozó una tenue sonrisa de secreta “victoria” que ninguno de los otros pudo notar.

—   En ese caso te veré en clases Yagami Light — se retiró dejando a los otros.

—   Te dije que era extraño — Yamamoto  también respiró aliviado — Aunque sinceramente me hubiera gustado más que se consideraran rivales —

—    Es mejor que eso no haya pasado ¿No crees? — sonrió parar entonar mejor sus palabras — *Pero no… Esa fue una declaración extraña, quizás él dijo que no quiere que seamos enemigos, pero definitivamente no quiere que seamos amigo. ¡Una competencia! No quiere que seamos rivales, eso quedó claro, pero me buscó para medirse con migo y comprobar cuál de los dos es el mejor. Sin embargo hay algo que no encaja del todo en esto. Sus ojos, sus ojos no decían nada en particular, nada que yo pudiese identificar claramente. Deberé tener cuidado con él, todavía no sé qué tan capaz pueda ser…* 

En la oscuridad de la noche, En una habitación iluminada por una lámpara tipo candelabro él se encontraba sentado, en un sillón, como era su costumbre, con las rodillas contra su pecho, mientras comía una gran rebanada de pastel con fresas, y frente a él un hombre mayor, de semblante gentil, con una rebanada de pastel un poco más pequeña…

 

—   No has dicho nada de tu primer día de clases — su nombre era Watari y siempre estaba al pendiente del joven de cabellos negros.

—   … — tomó otro bocado de pastel — Lo encontré, es un poco diferente a como lo había imaginado, pero eso carece de toda importancia —

—   ¿Piensas que sería prudente seguir con tu plan, Elle? — lo miró un poco preocupado, el chico que tenía en frente era caprichoso e infantil, sin importar lo inteligente que pudiera llegar a ser, esa parte de “niño” grande era imposible de corregir — Supongo que ya has considerado las probabilidades de que tengas éxito, ¿Verdad? —

—   No te preocupes Tío, ya he examinado su perfil, al conocerlo en persona me doy cuenta de que la posibilidad de que me equivoque es de menos de un treinta, no, de un dieciséis por ciento — sonrió de nuevo y comió otro bocado de su pastel.

—   Está bien, como tú digas, pero Elle, toma en cuenta que en estas cuestiones el cerebro a veces puede fallar y las deducciones no siempre coinciden con la verdad, lo sabes perfectamente — lo que más temía era que su querido niño cayera en depresión por haberse equivocado, no sería la primera vez, pero sí podía llegar a ser la última y con eso cumpliera la amenaza de aquella última vez,  él no quería revivir aquel infierno.

—   No te preocupes por “esa” tontería, no repetiré los mismos errores, te prometo que si no lo he logrado para el inicio del otro ciclo, me rendiré y lo dejaré por la paz, aprendí la lección la última vez — dijo con serenidad, ya no le producía ese amargor que le invadía al recordar.

—   Está bien, tú ganas — sonrió gentil, como siempre, podía estar tranquilo, por ahora — ¿Quieres más pastel? — el moreno solo estiró su brazo para entregarle el plato. 

Mientras tanto, Light estaba en su cuarto, repasando los acontecimientos del día, sabía que ese “presentimiento” era por “algo”, algo que aún no podía definir con claridad, no parecía tan malo, pero era justamente ese “no parecía” lo que le daba más dudas. Y para peor, sabía que se relacionaba con el chico nuevo, el cual no le dejaba de parecer extraño, por alguna razón desconocida para él se le presentaba de frente diciendo semejantes “tonterías”, bueno él era extraño, ya lo había dicho, en especial esas ojeras y su piel pálida ni que decir, en eso estaba pensando cuando su madre toco la puerta de su cuarto.

 

—   Light, llegó esto para ti — le entregó un paquete no muy grande, de envoltura azul eléctrico — Veo que eres muy popular, solo te pido que no vayas a lastimar a ninguna de las chicas que te mandas cosas hijo, los sentimientos de una mujer son muy frágiles, sobre todo a esa edad — decía con una contradictoria sonrisa cariñosa.

—   No te preocupes mamá, sabes que no jugaría con los sentimientos de ninguna mujer — le devolvió la sonrisa.

 

Ella se marchó, dejando a su hijo solo en su cuarto, él abrió el paquete, la verdad le daba curiosidad, Ryuk había llegado en uno idéntico, no podía adivinar cuál podía ser el contenido ¿Tal vez otro muñeco? Esperaba que no.

—   ¿Qué es esto? sacó una cuja de funda negra — ¿Death Note? — era un juego nuevo para PS 3 y se preguntaba cómo le habían podido mandar eso, a él todavía no le compraban el suyo, no es que no lo mereciera solo que su padre le dijo: “Puedes juntarlo de tus mesadas y te lo compras, no se para que quieres algo que solo te distraerá de tus estudios” Y después se olvidó del asunto — Genial… Espera, recuerdo algo sobre el título — lo giró para ver la contra portada — ¿Cuándo se supone que sale a la venta? — en ese momento se fijó que había una nota pegada al reverso.

“Tsuki wa watashi no kokoro date, Soshite Yoru no Kami wa watashi no hikari desu…”

(Sería:”La luna es mi corazón, y el dios de la noche es mi luz” más o menos…)

Le pareció algo extraño, esa chica sabía escribir poemas que sonaran bien, pero realmente desconcertantes.

—   Un momento — releyó la nota y se percató de una peculiaridad en la escritura — Light Yagami  — le sorprendió que pudiera leer su propio nombre escondido en la frase.

 Se desconcertó un segundo, Tsuki se escribe igual que Light, Yoru + Kami se lee Yagami, no era una simple poesía, era la confirmación de su muy acertada sospecha, quien le mandó los regalos, porque estaba seguro de que fue la misma persona, era alguien a quien él le gustaba, solo le quedaba la duda de quién sería, ya que no recordaba conocer a ninguna chica con esos gustos y ese muñequito “Ryuk” era ya muy bizarro y ahora le mandaba el juego de Death Note, tal vez su hermanita no había fallado y si era una darketa o una punk, pero el hecho de que parecía ser inteligente era lo que llamaba su atención.

—   Tengo que conseguirme un PS 3 — se decía a si mismo mientras leía, en Internet, la reseña del juego, vio algunos videos promociónales, etcétera, el juego se le hizo interesante, se podían tomar dos roles, el del asesino o el del detective y aun así no sería un juego repetitivo, se presumía de que tenía trece finales — En verdad interesante, quien lo haya enviado adivinó muy bien que me gustan estas cosas, debe tratarse de una chica fascinante — abrió la cuja para ver si tenía algo más,  tuvo la grata sorpresa de encontrar un mini librito de escasas veinte hojas con imágenes y demás explicaciones del juego, en ese momento cayó otra nota.

“Por favor, no le digas ni le muestres el juego a nadie, por si lo dudas es original y no sale a la venta hasta dentro de unas semanas, si alguien se entera de que lo saqué antes de tiempo estaré en serios problemas, espero que te diviertas mucho jugando”

Era todo, no estaba firmado y el paquete no tenía remitente.

—   En ese caso nadie más lo sabrá- sonrió feliz, eso de ser cómplice de algo, el hecho de “hacer” algo “malo” a escondidas de los demás le gustaba — Definitivamente me compraré mi PS 3 —

 En la escuela todo transcurrió como de costumbre, agregando, desde luego, el que varios maestros reñían a Ryuga Hideki por la forma en la que se sentaba en la silla, por no poner atención y demás cosas muy suyas, pero como era de esperarse, eso al chico “nuevo” no le importó. Ya era medio día, Light estaba en su asiento leyendo, tenían dos horas libres y siempre que eso pasaba él se dedicaba a estudiar o hacer su tarea.

—   Yagami — dijo poniéndose frente al asiento del mencionado — ¿Te parece si tenemos un partido amistoso de tenis? — Light alzó la vista hacia él — Sería una buena manera de empezar como amigos — algunos estudiantes que escuchaban la conversación se interesaron por saber el resultado de esa situación.

—   Esta hora es de estudio libre — todos estaban a la expectativa —Pero está bien, acepto-dijo sonriendo — Juguemos —

—   Bien, vamos – sonrió en señal de triunfo, el juego ya hacía tiempo que había empezado, pero quería saber cuánta ventaja, en teoría, tenía, basándose en su análisis sobre Light. Los dos salieron en dirección de la cancha de tenis y algunos curiosos los siguieron “disimuladamente”.

—   Pienso que debo decirte que fui campeón de tenis en la secundaria — comentó el castaño, para que no se diara una situación incómoda después.

—   No te preocupes, yo también lo fui… En Inglaterra —

—   ¿Eres inglés? — bendita curiosidad.

—   Viví ahí durante varios años — se colocaron cada uno en su lado de la cancha — Hajimemasho (empecemos) — realizó un saque con fuerza.

—    Veo que te lo estás tomando muy enserio — se sentía molesto, pero no supo definir porque.

—   Si no, no sería divertido — los dos sonrieron, iba a ser un partido difícil.

 Estuvieron tan entretenidos jugando que las dos horas de “estudio libre” se les acabaron, en el último momento Light ganó por un punto, antes de presentarse a la siguiente hora los dos fueron a bañarse.

—   Me ha sorprendido que vinieras aquí antes que entrar a la siguiente clase —preguntó Ryuga, los dos estaban en las regaderas, las cuales se separaban en cubículos individuales por paneles de vidrio semitransparentes, que para colmo apenas y les llegaban a los hombros.

—   ¿Qué se supone que estás dando a entender? — preguntó antes de hacerse lío y caer en otro malentendido como cuando se presentaron.

—   No pareces la clase de chico que se salte las clases, pero por otro lado no creo que seas de la clase de personas que descuiden su presencia — decía sin mirarlo, tenía los ojos serrados, le había sido casi imposible evitar verlo antas de se metieran a las regaderas, en especial porque su mente le gritaba “Tienes que verlo, seguro que tiene el cuerpo de un dios”.

—   Me parece curioso — se rió como si se acordase de algo de pronto — Yo estaba pensando exactamente lo opuesto de ti — él mantenía los ojos serrados, pero para evitar que el shampoo se le cayese a ellos y los irritase.

—    Yagami- aun sin verlo — No me importa lo que los demás piensen o digan de mí, eso incluye a los maestros — era algo que Light ya sabía — Y no es como que sufra por perder una hora que de seguro no es tan interesante, luego puedo recuperarla — lo que no soporto es estar “Pegajoso” — al decir eso le cruzó una idea nada santa por la cabeza.

—   No te confundas, tampoco me importa lo que los demás opinan de mí, a mí me gusta ser como soy y puedes llamarme vanidoso si quieres, me gusta siempre estar presentable —no quería que sonara como un reproche, pero al final no pudo evitarlo.

—   No te pongas así, solo fue un comentario, no me estaba quejando de tu forma de ser, a decir verdad creo que tienes muchas cualidades, demasiado “perfecto” para ser cierto diría yo — no se había movido ni un milímetro, dejaba que las gotas de agua cayeran sobre él, doblegando su cabello para que le cubriera los ojos — Eso es lo que todos piensan de ti ¿No es cierto? — Light por un momento no supo que contestar ¿Lo estaba alabando?  ¿O lo estaba retando?.

—   Sí, supongo que sí, ya dijiste que no te importa que es lo que los demás digan o piensen de ti, pero, ¿Te gusta cómo eres?, ¿Te gusta lo que tú eres? — se había inclinado a pensar que eso fue un reto, una de esas agresiones pasivas que no pudo ignorar.

—   Eres tan sagaz como lo suponía, pero también eres muy agresivo — sonrió — No trates de hacerme dudar sobre mi autoestima con respecto a mi apariencia, para mí la personalidad es lo más importante, la apariencia es secundaria y si lo quieres saber, sí, me gusta como soy. Me gusta lo que soy e incluso lo que no soy, no quería molestarte, solo te dije lo que pienso de ti, los amigos deben de ser sinceros, ¿Acaso te pareció incorrecto? —

—   No, pero lo dijiste como si te molestara — sabía que no era cierto, ya que Ryuga nunca puso matices en su voz — Es más, creo que diste a entender que soy tan “perfecto” que es seguro que estoy fingiendo — se le antojó una situación interesante, quizá ahora si se reconocieran como “rivales”.

—   Oh vaya, me entendiste bien, justo como era de esperarse de ti — al fin se giró para verlo de frente — Pero no por que piense que estas fingiendo, lo dije con el propósito de saber que entenderías  al decírtelo, realmente no tenía la intención de ofenderte, me disculpo contigo por ello — sus ojos denotaban sinceridad, de no ser por eso Light lo hubiera golpeado ahí mismo.

—   A sí que me estas probando ¿Y con qué propósito? ¿Quieres saber quién es el más inteligente, el más intuitivo, el mejor? — parecía en verdad estar molesto.

—   No, saber quién de los dos es el mejor tomaría mucho tiempo, por ahora me has ganado al tenis y honestamente quiero la revancha, la razón de haberlo hecho fue para comprobar una teoría —

—   ¿Cuál? — lo golpearía si la respuesta no lo satisfacía, no le gustaba eso de ser conejillo de indias.

—   Tú eres interesante — se giró para recibir el agua de la regadera en la frente de nuevo — Por eso te pedí que fuésemos amigos, hablar contigo es genial, no tengo que estarte dando explicaciones de todo lo que digo no tampoco a cada rato, incluso te pudiste adelantar a mis movimientos en la cancha, intercambiar ideas contigo es magnífico, pero como te estas dejando llevar por la idea de que quiero que compitamos, no pensaste en que estoy siendo honesto con esto de ser amigos —

—   Tienes razón — suspiró pesadamente — Y no es que no lo haya considerado, pero yo sí creo que estas fingiendo, eres extraño, hablas de forma pausada y monocorde,  tu manera de caminar y de “arreglarte” son incongruentes con tu forma de hablar — en realidad dijo menos de la mitad de lo que pensaba, pero tampoco se trataba de caer en una nueva discusión.

—   Eso es porque  soy  un rebelde excéntrico y también soy infantil — sonrió divertido, era la forma más auténtica y acertada que encontró para  describirse a sí mismo.

—   No esperaba una respuesta como esa — sonrió con sinceridad, comenzaba a pensar que la dichosa rivalidad solo estaba en su imaginación — Ya deberíamos salir — cerró la regadera — No quiero perder más clases de las necesarias — se retiró con la toalla en la cintura.

—   Adelántate, yo quiero quedarme un poco más — Light se retiró sin decir nada, solo asintió —*Tal vez no sea tan fácil como pensé, pero no es imposible sonrió — Por ahora tú y yo seremos amigo, y después de eso nosotros seremos — se sentía un poco afiebrado, de solo recordar la linda sonrisa que Light le regaló instantes atrás sentía subir su temperatura —Kireina —

 Ya por la noche, en un hotel de más de veinte pisos de altura el moreno se encontraba con su tío, debía dar los siguientes pasos de su plan. 

—   Tío, necesito que me hagas un favor — decía mientras salía de bañarse, con una tolla en la cintura y otra más pequeña en la cabeza, con la cual se secaba el cabello, sin importar como hubiera sido su día él prefería bañarse por las noches para eludir el sueño lo más que pudiese.

—   Creí que ya te podías vestir tu solo — dijo sonriendo gentilmente, ese tipo de bromas siempre lograba arrancarle una sonrisa infantil a ese “niño”.

—   No es gracioso — pero estaba sonriendo — Lo necesito para dentro de unos días, sé que estas muy ocupado y lo haría si yo mismo pudiese hacerlo — ya se estaba terminando de vestir.

—    ¿Y que será eso que el “gran” Elle Lawliet no puede realizar por sí mismo? —

—    Lo que necesito es esto— le entregó unos papeles con algunas anotaciones y correcciones.

—   Estará listo, pero esto es algo que podrías realizar tú mismo — sonrió —

—   Sí, lo sé, pero para eso te tengo a ti, tío, lo haré cuando tú ya no estés, pero sinceramente espero que eso sea dentro de muchos años — dijo con una mirada melancólica dirigida hacía la ventana.

—   Yo también espero lo mismo Elle —

Notas finales:

Bueno, nos veremos la próxima vez.


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