Dos sobresaltos en una semana, apuesto que crees que eres el chico más lindo.
Volando en tu motocicleta, mirando todo el suelo que debajo de ti se pierde.
-Ganaste la batalla contra tu padre- asentiste con satisfacción fingida- has superado incluso sus expectativas Kyoya… pero aun así pienso que estas inconforme- y la mascara callo y tus angustiados labios se apretaron y te amaba porque solo conmigo mostrabas aquella sonrisa verdadera, porque mojabas mi hombro cuando nadie te miraba. Encontré tu vista perdida por la ventana de mi cuarto, parecías anhelante y no sabias que yo también lo estaba de ti. -Yo… yo se que lo eh hecho, pero aun así…- Pasaste tus delgados dedos por tu rostro angustiado. Tu no sabes que tengo un secreto Kyoya, un secreto que ni podrías imaginar. Por ejemplo que en este mismo instante yo te abrazaría y me perdería en tus ojos, en tus labios, en tu piel. No sabes cuan hermoso y frágil puedes llegar a ser y lo mucho que pienso en las noches en ti, pero sobre todo en lo denigrante que es consolarme con mis manos después de pensar demasiado en ti, lo frió que se sienten los azulejos de los baños después de que llegue al orgasmo y tu no estés aquí, apostaría mi vida que eres el chico mas lindo que eh conocido… y tu no lo sabes.
No me dejes plantado, no me dejes seco.
No me dejes plantado, no me dejes seco.
Me muero Kyoya, porque mi corazón tiene la garganta seca de gritar.
Odio que pienses que Haruhi y yo realmente tenemos algo porque es mentira, no te das cuenta de que solo posamos, odio que pienses en mi como tu amigo, te odio.
-Se que apenas comienza Tamaki, que el jamás me va a dejar ir, aquella pintura… se desvanece. Perdóname soy tan egoísta tienes tus propios problemas y yo…- Me levanto del sillon que estaba contrario al tuyo y te abrazo.
Se que los chicos del Host Club piensan que eres una persona fuerte mas bien se que todo mundo lo piensa, que eres un líder, que los chicos no lloran.
En este mundo de ricos todo es un juego, tú y yo lo sabemos mejor que nadie, encuentran tan solo algún flanco desprotegido y se echan como buitres… ellos no saben que tú eres tan quebradizo como el cristal. Tus delgados brazos se aferran a mí y no puedo evitar que me duela lo mucho que has adelgazado estos últimos días. Tu piensas que yo no se de la amenaza de tus hermanos, tu no sabes que estaba ahí cuando ellos te dieron la noticia sobre tu hermana… que ella muere, piensas que yo no se, que soy ignorante, pero yo se si Kyoya y me duele tanto porque te caes.
Ausente en una conversación, serás el único que no pueda hablar.
Todo tu interior se cae a pedazos. Solo te sientas ahí deseando poder aún hacer el amor.
-Ella…-tus brazos rodean mis hombros, tu escondes tu rostro en mi pecho, se que odias que te vea llorar, te acomodas entre mis piernas y yo rodeo tu cintura. Ninguno repara en lo extraña de la posición, tu solo quieres apoyo y yo solo te quiero a ti.
Con anhelo meto mis manos dentro tu camisa y recorro tu espalda, te estremeces.
-Que que haces Tamaki- tu aliento me da en la cara, alzaste el rostro hasta la altura de mis ojos, te miro, estas tomado, me decepciono, por eso me has dejado abrazarte, por eso no protestas. No lo había notado hasta que tu respiración a wisky me dio contra el rostro, tus ojos oscuros se van más claros y sinceros cuando lloras, tus labios hinchados te dan cierta fragilidad irresistible.
-Tocarte eso es lo que hago Kyoya- me miras desconcertado y tratas de levantarte, yo te dejo, pues que diablos esperaba… caes al piso con torpeza, no me inmuto, ni siquiera te ayudo. Te veo arrastrarte hasta mi cama, tomas mi almohada y escondes tu rostro en ella.
-Si te dejo tocarme Tamaki aliviaras mi dolor- mis rostro se gira tan rápido que un dolor agudo me subo por la columna- Tamaki…- me miras desde la cama, mi sorpresa es infinita cuando empiezas a quitarte la camisa, tu dedos van desabrochando uno a uno los botones dejando ver algo de piel, preciosísima piel- sabes que a lo mejor mañana me arrepienta, a lo mejor mañana te voy a odiar, pero aun así quiero que lo hagas, tócame Tamaki- tus manos se dirigen al cierre de los jeans y con torpeza intentas bajarlos por tus muslos. No puedo evitarlo, el pecho me duele pero es la única vez que te tendré y no me importa si mañana me odias, ya nada importa. Me levanto y mis manos temblorosas ayudan a tus manos a bajar el pantalón.
Apresurado me poso sobre ti y con algo de miedo de que te arrepientas beso tu cuello, sin poder evitarlo muerdo tu piel, bajo mas haciendo un camino hasta tu tetillas y las lamo y muerdo, mi cuerpo arde. Mis manos van por tus boxers y los bajo, quedas totalmente desnudo ante mí. Lamo tus mejillas y siento aquel sabor salado por tus lágrimas también mordisqueo un poco hasta dejarlas algo rojas, mis manos van sobre tu miembro y lo acarician, me sorprendo de que tu también este algo excitado y sin poder evitarlo devoro tus labios, mi lengua y la tuya se encuentran, me marea un poco el licor de tus labios.
-Tamaki ¿sabes?- mi boca esta demasiado ocupada probando tus muslos, tus palabras me llegan lejanas, con un sonido de boca te respondo- si estuviera en mis cinco sentidos jamás dejarías que me tocaras y mucho menos que tu me penetraras- Tamaki sonrió con ironía contra la piel.
-Eso ya lo sabía- Pero ahora eres mió y yo seré el único que entre en tu cuerpo, el único que te ame tanto. Con mi mano sigo masturbándote y mi dedos buscan aquel glorioso orificio, lo encuentro y sin delicadeza meto un dedo, te contorsionas un poco, se que hice mal pero me a molestado tu comentario. Hago círculos dentro y levanto un poco tus piernas para ponerlas sobre mis hombros. Te miro directo a los ojos, el alcohol esta bajando y siento un horrible vació en el estomago así que entro en ti, me niego a perder el momento de estar contigo.
Con mi mano sigo tocándote, entro y salgo de ti, cada vez mas fuerte, tu gimes y yo lo disfruto. He tocado algo dentro de ti que te a puesto loco y te has dejado correr en mi estomago yo también lo hago. Nos quedamos un momento hasta que salgo de ti y me recuesto a tu lado, sin poder evitarlo me he puesto a llorar, desde este momento te perdí. Paso una mano por tu mejilla te has quedado dormido.
-Adiós Kyoya-
Ellos son los únicos que te odiarán. Cuando creas que has obtenido el mundo, todo se descubre.
Ellos serán los que te escupirán, serás el único fuera de onda.
Cuando abro mis ojos lo primero que veo es a ti sentado en el sillón con una sabana alrededor. Por el color del cielo esta apunto de amanecer. Te ves tan bien, tan lejano e intocable. La dureza típica en tus facciones ha regresado. Vuelvo a llorar, me siento impotente. -Ya estas despierto- tu ojos encuentran los míos. No ahí nada en ellos, no encuentro nada, como si no hubiera sucedido… Te levantaste y caminaste hasta la cama con delicadeza inesperada te sentaste a la orilla dándome la espalda. -No debió suceder- susurras y a mi me duele- pero Tamaki a pesar… de que pienses que me arrepiento… yo… no- Sin voltear tomas mi mano y le das un suave apretón- pero no podemos estar juntos, no esta bien- tu vos suena cansada y te alejas al baño, antes de entrar volteas de nuevo- yo nunca te podría odiar- mi visión es borrosa por las lagrimas pero también veo las tuyas.