999 la verdadera profecia por fliss_lete

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Notas del capitulo: actualize?? vaya ni yo me la creo¡¡

Radamantys y aioria se miraron fijamente, como esperando el primer movimiento del otro o alguna señal para atacar, y esta se dio cuando una paloma remonto el vuelo por sobre sus cabezas el aleteo de sus alas fue el sonido que indico el inicio de aquella pelea

Radamantys recibió un golpe en el estomago y le dio a aioria uno en el rostro

-tienes la mano pesada.- aioria limpio la sangre que corrió de su labio

-tu no cortas flores.- radamantys contesto en resuellos pues le había sacado el aire

Ambos volvieron a atacarse, recibiendo un nuevo par de golpes y dando otros tantos sin detenerse manteniéndose muy juntos en un combate cuerpo a cuerpo que parecía estar muy equilibrado cuando uno lograba dar un golpe recibía uno de igual magnitud pronto entendieron que de esa forma no lograrían nada, esa pelea se alargaría horas pues los dos tenían excelente condición física

-“esto no lleva a ningún lado”.- aioria se levantaba del suelo con cuidado ya había raspones en sus brazos por la cantidad de veces que había caído al suelo

-“tendré que hacer algo mas”.- radamantys miro a su alrededor y fue entonces que lo vio junto a ellos a solo unos pasos estaba un coche que había impactado contra la pared de una casa debido a la invasión anterior de moscas, y fue que se le ocurrió se lanzo en carrera contra aioria pero en el camino inclino su cuerpo para aumentar su impulso y sin que aioria se diera cuenta tomo un puñado de tierra que le lanzo al rostro en cuanto estuvo lo suficientemente cerca

-¡maldición! .- trataba de limpiarse los ojos cuando fue sujetado por el cuello y lanzado hacia delante estrellándose contra la carrocería de aquel automóvil inmediatamente una serie de golpes cayeron en su rostro así como patadas en su cuerpo sin oportunidad de defenderse la sangre ya caía por su boca solo atinaba a tratar de proteger su rostro con sus brazos

-¿para que lo buscabas?, ¿Qué te importa lo que pueda pasar con este mundo?.- le pregunto con un poco de coraje

-lo busco para matarlo.- la respuesta fue directa

-deberé matarte yo primero entonces, no dejare que lo toques te lo he dicho.- sujeto aquel maltrecho cuerpo abriendo la portezuela del coche y metiendo la parte superior del cuerpo de Aioros y con la misma le dio un par de golpes en la cabeza cerrándola violentamente dejándolo semiinconsciente

Una ves soltó aquella portezuela el cuerpo de aioria cayo al suelo la sangre manchaba todo su rostro y había un hundimiento cerca de su sien sin embargo para radamantys no le era suficiente, siempre fue un sádico que se entretenía con el dolor ajeno y si había algo que disfrutaba era producirlo tomo el brazo derecho del castaño acomodándole en el asiento delantero asegurándose que la unión del hombro quedara en la orilla de la puerta y fue entonces que con toda la fuerza que era capaz de generar la cerro de golpe el cuerpo casi inerte brinco al dolor pero no se detuvo ahí continuo empujando la sangre corrió por la clavícula hacia el pecho y por el costado, aprovechando la ventana abierta sujeto la muñeca de aioria al volante con el cinturón de seguridad y tomando el torso de aioria jalo del cuerpo hasta escuchar el sonido de aquel hueso al terminarse de partir, dislocando el brazo dejándolo unido con solo tendones piel…

Ya no hubo grito, sin embargo aioria no estaba inconsciente del todo debía de estar en shock así que saco del bolsillo de aioria aquella navaja grande con que había amenazado la vida de su protegido, abrió la portezuela del coche el brazo en la parte superior a unos 5 centímetros del codo tenia una franja morada y roja por la fractura y el desgarre muscular, la sangre molida se agolpaba ahí y fue justo esa marca la que uso para guiarse y clavar aquel cuchillo un par de veces y haciendo unos cortes largos soltó la mano sujetándola de la muñeca, con su pie piso entre el cuello y hombro de aioria tirando fuertemente hasta desprenderle por completo con un sonido enfermizo y la sangre corrió manchando el suelo

Radamantys sonrió tomando su trofeo, preparándose para cortar la yugular del castaño y terminar su trabajo pero sin embargo, unos pasos acelerados evitaron aquel desenlace, pues un coche se había detenido a unos metros y de ahí bajaron tres caballeros blancos que ocasionaron que rada huyera de ahí, llevándose el brazo moreno con el

-aioria!!.- la voz pertenecía a un caballero que acababa de ser asignado a ese caso por saga ni mas ni menos que el hermano de este Aioros quien se quito la sudadera para atarla firmemente al muñón con colgajos de carne que quedaba de lo que hasta hace unos momentos era el brazo derecho de aioria

-Aioros!! ¿Qué ocurrió?!.- shaka regresaba de su investigación con unos papeles cuando encontró a ambos hermanos

-no lo se! Ayúdame a llevarlo al hospital!!.- no había tiempo de ponerse a investigar lo ocurrido debían detener aquella hemorragia Hyoga caminaba por el pantano junto a shun, estaba demasiado sorprendido no solo se daba cuanta de que todo lo que le habían dicho era verdad, si no que además estaba pasando, y de alguna manera el chico a su lado, la persona mas dulce y tierna que el pudiera conocer estaba en medio, sin embargo no decía nada, no quería asustarlo sin darse cuanta ya habían llegado a casa del peli verde

-llegamos.- en cuanto shun abrió la puerta Seiya y shiryu corrieron hacia ellos

-¿Qué paso?.- el morocho se acerco a hyoga.- oímos ruidos y gritos y de pronto todo estaba cubierto de moscas fue espantoso

-estas bien?.- el peli negro se acerco a shun.- estas palido, deverias descanzar

-nosotros ya nos vamos.- hyoga deseaba mas que nada quedarse con shun, pero devia saber si aioria había despertado si habían descubierto algo cualquier cosa

-nos veremos luego.- Seiya se despidió alegre comenzando a caminar por el pantano con hyoga tras el

-nos veremos.- shun les contesto mientras observava el pantano, y la casa el pequeño mundo que su hermano le había construido, un mundo para alejarlo de las personas que no le comprendían

-shun ¿pasa algo?.- shiryu condujo al joven al interior de la casa.

-necesito saber shiryu ¿Quién soy?, todos parecen saber mas de mi, que yo

-no le des mas vueltas al asunto quieres

-no, necesito saber, necesito regresar a mi casa.- el peliverde miro a los caballeros que ya estaban lejos

-a ¿tu casa? Pero shun, esta es

-me refiero a la casa de mi madre, a la casa donde naci, se que ahí encontrare algunas respuestas, no se cuales, pero cada que paso por ahí algo me llama a entrar

-shun, eso no seria recomendable, además no ahí nada ahí

-eso no lo sabre hasta que vaya

-espera a que llegue ikki, o si tanto deceas ir ahora yo te acompañare

-¡no!, esto es algo que debo hacer yo solo, además necesito que estes aquí, si no cuando mi hermano llegue se pondrá histérico

-promete que tendras cuidado.- shiryu suspiro derrotado

-no te preocupes, no me pasara nada, no a mi.- con aqeullas palabras shun se perdió en el pantano, no podía regresar por donde siempre o se arriesgaba a encontrarse con hyoga y Seiya y eso no podía permitirlo, no debía dejar que nadie lo siguiera

Alandra ingreso al hospital, caminando hasta la habitación de su amiga caminaba por la avenida cuando la nube de moscas ataco asi que entro a la edificación para protegerse y aprovecho para ver el estado de su “hermana adoptiva”

-hola Fliss.- se sentó en la silla para las visitas escuchando el sonido de las maquinas alrededor.- el doctor dice que no es seguro que despiertes… pero yo no estoy de acuerdo te gusta llevar la contraria así que estarás bien hoy he descubierto que soy un jinete, puedes creerlo, no se que hacer, tengo tantas cosas que debería decirle a ikki, pero no puedo hacerlo sin contarle que fui yo quien ayudo a secuestrar a shun, ni siquiera se si debería volver con el

Alandra saco el libro que había robado a kanon, leyendo aquellas palabras que hablaban de ella lo que hizo que su vida fuera de esa manera comprendiendo que todo estaba planeado, el frasco que radamantys le había dado no era mas que agua, fue ella la que desato lo que le paso a kanon

-tengo que buscar a shiryu, el debe saber algo al respecto, Fliss, necesito que me hagas reír, necesito que te caigas de las escaleras por salir corriendo a la escuela, y que azotes por subirte a los arboles

Justo estaba en aquellas divagaciones cuando escucho ruidos y gritos por la ventana un coche había aparcado bruscamente fuera del hospital y ahora el doctor mu pedía a gritos una ambulancia donde subieron a un hombre bañado en sangre eso no era sorpresa, no después de lo ocurrido sin embargo, aquel hombre rubio que bajo del coche si le era conocido, fue el quien dejo a su amiga en ese estado

“shaka”

Tal vez era hora de buscar su venganza

Notas finales: see lo se meresco me escalden en aceite hirviendo portardada n.n

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