Capítulo I: Beloved filth (Querida suciedad)
Me haces daño, no quiero que te acerques más… ¿Cuánto podré seguir aguantando?,¿Solo soy un juguete para ti?, ¿Es eso?, ¿Alguien con quien tener sexo y después dejar tirado como si nada?, no sabes… yo si te amo y aunque tú no sientas lo mismo te seguiré amando, sé que no es lo mejor para mi pero no puedo hacer nada contra esto, tengo la esperanza que algún día me dirás lo que tanto espero escuchar de tus hermosos labios, las frases que yo suelto y te dedico en cada gemido y tú no te das cuenta, quiero creer que me amas, y que en estos momentos cuando estás apoderándote completamente de mi cuerpo, alma y corazón tienes a alguien que sufre por tus actos, y que solo quiere un poco de cariño de ti.
Aoi~~
- Te noto algo pensativo… ¿Pasa algo?- Sin que se diera cuenta unos expectantes ojos lo observaban muy cerca, más de lo que se hubiera imaginado.
Suspiró, miró directamente aquel rostro, era bastante atractivo, de piel blanca y tersa, cabellos rubios y desordenados lo cual le hacia tener una apariencia un tanto rebelde, unos labios finos pero muy bien formados, unos brillantes y penetrantes ojos cafés y lo típico, una venda cubriéndole su nariz. Sonrió y revolvió aún más sus suaves cabellos, quizás debería haberse enamorado de él en vez de ese insensible guitarrista que lo hacía sufrir cada noche cuando lo poseía desenfrenadamente.
- No pasa nada… ahora volvamos a ensayar- tomó de nuevo su negra guitarra preparándose para tocar.
-¿Qué canción practicamos?- Preguntó al aire el vocalista mientras jugaba con el cable de su micrófono.
-Elige tu Aoishii- Sorpresivamente lanzó aquellas palabras para saber el estado de ánimo del pelinegro, sabía que según lo que dijese le daría una posible respuesta a lo que pasaba por la cabeza y corazón de su compañero.
-Re… Reila…- dijo secamente bajando su mirada al gris piso del estudio.
Todos lo miraron un poco desconcertados, esa canción ya no la ensayaban por ser vieja en cierto sentido, se dirigieron miradas mutuas entre ellos, guardaron silencio y tomaron sus posiciones.
Desde el tiempo en que nos conocimos,
¿Cuánto te dolió?, ¿Cuánto lo soportaste?
En ese tiempo, tú más que nadie me quisiste decir,
La verdad quemada en tus ojos.
¿En que piensas cuando te mantenías silenciosa?
No necesitaba ninguna razón, ¿ves?
Si tan solo me devolvieran lo que tenía.
La voz de Ruki se escuchaba más melodiosa que nunca, y Aoi tocaba como si la vida se le fuera en ello, su guitarra acústica sonaba justo como el quería, recordando como había llegado a esto, dejándose llevar por sus sentimientos cayó en lo que vivía ahora.
Mas que yo fui olvidado,
Tú te convertiste en nada
Me pregunto cuan doloroso es para ti,
Aunque nada haya comenzado.
Aunque yo no te dirigiera esas palabras.
¿A dónde vas?
Reila, Reila...
Reila, Reila...
Incluso si yo trato de llamar tu nombre…
[Esta voz no te alcanza]
Reila, Reila...
Reila, Reila...
Abre tus ojos, sonríe, dime que era una mentira.
Lo observaba cuidadosamente, ya se podía imaginar de qué iba todo, sospechaba del castaño, desde aquella vez había cambiado mucho la actitud del moreno, ya no bromeaba como antes y se había cerrado, creando un tipo de burbuja la cual no podía ser reventada por nadie.
¿Dónde vamos mañana?
Como lo desees, vamos a donde sea.
Siempre eres así entre mas pienso en ti.
Tú desapareciste en algún lugar.
Dejándome atrás, escapando…
No te alcanzo más, no te alcanzo más.
Aunque finalmente me reúna contigo,
Todo lo que he aguantado se convierte en lágrimas y desbordamientos.
Ojalá esto no termine por destrozarme interiormente, tengo que seguir creyendo que es solo una etapa, si así lo es.
Reila, Reila...
Reila, Reila...
Las palabras que no pude decir…
Reila, Reila...
Reila, Reila...
Las estoy cantando ahora.
Reila, Reila...
Reila, Reila...
Te amo más que a nada.
Reila, Reila...
Reila, Reila...
Te amo, te amo...
Yo también te amo Uruha…
La habitación de nosotros, esta como siempre.
Esperando por tu regreso,
Y siempre esperaré,
Aun cuando sé, yo te veo abriendo la puerta
Quizás…
Tú vuelvas mañana...
-¡Chicos los necesito a todos juntos ahora ya!, tengo algo muy importante que decirles.- El manager entró a la sala sorpresivamente interrumpiendo el ensayo.
- ¿Nueva gira?- un tanto curioso el líder se dirigió al hombre que sin el, Gazette no habría sido lo que es hasta ahora.
- No, esta vez es algo diferente… Uruha… Ruki… mañana a primera hora se irán a New York a dar una entrevista, repartir autógrafos, etc.
- ¿Qué?, ¿mañana?- alterado el más bajo alegaba con tan repentina decisión.
- Si, mañana, será por dos semanas, así que ahora tienen el día libre, vayan a sus casas, descansen y hagan sus maletas ¿entendido?
- Hai…- respondieron los dos nombrados al unísono.
El insistente sonido de la puerta lo sacó de sus pensamientos, vio la hora… las 6:24 pm. ¿Quién podría ser?, abrió y se encontró con el ser que más amaba, su corazón dio un vuelco al escuchar las palabras del más alto.
- Vengo a despedirme…- dijo en un tono completamente tierno para el pelinegro.
Lo abrazo rodeando su espalda con sus brazos, por fin podía disfrutar su compañía sin tener que llegar a mayores, respiró ese perfume que lo volvía loco, lentamente fue acercándose a los labios del castaño uniéndolos en un beso el cual le transmitía todos sus sentimientos, se volvió más intenso de lo que el esperaba, rápidamente la boca del más alto empezó a morder el cuello de Aoi dejando unas marcas rojas perceptibles a cualquier mirada, abrió los ojos aún con el guitarrista atacando su cuello, esa era la misma situación que lo llevaba a la cama, sin pensarlo dos veces trató de apartarse de su amante.
-Uruha… no quiero ahora- dijo un poco incomodo ya que no podía quitárselo de encima.
-Si, yo sé que quieres…- bajó su mano hasta el pantalón del moreno rozando con sus dedos el miembro de Aoi provocando un sonoro gemido por parte de este.
-¿No ves?, a mi no me engañas- volvió a los labios pero ahora mordiéndolos fuertemente.
-mnh… no…- dijo entre el forzado beso que el castaño le propinaba.
Aprisionado…, el guitarrista le había tomado de las manos brutalmente impidiendo que pudiera escapar, las lágrimas bañaban su rostro, lo usaba, como objeto sexual, esa era la percepción que tenia Uruha de él, lo levantó del suelo y lo arrastró hacia la pieza del moreno, Aoi se movía para zafarse del agarre de Shima consiguiendo así un certero golpe en su rostro, no lo podía creer… ¿Cómo había llegado a tanto?.
-Uru…ha…- miró al guitarrista el cual ya no estaba en sí, su mirada se había vuelto furiosa y pareciese como si fuera un maniaco, cayó descuidadamente en su cama, de inmediato el guitarrista ya estaba encima de el aún sujetado por las manos de la persona que esos precisos momentos odiaba, rasguñaba su torso haciendo que este sangrara, gritaba de dolor y el llanto lo ahogaba, otro golpe pero ahora en su estómago, el castaño mordió sus labios provocando una profunda herida en ellos.
- Si escucho un sollozo más te irá peor Aoishii- dijo mientras rápidamente le arrebataba los pantalones y la ropa interior dejándolo completamente desnudo, el no tardó en hacer lo mismo con sus prendas.
Puso su erección cerca de la boca del pelinegro haciendo que lo lamiera completamente, empujó con su mano la cabeza de Aoi para que llegara aún más profundo.
- ¡Más rápido!- ordenó jadeante el guitarrista mientras tomaba del cabello al mayor haciendo que este se moviera y comenzará a succionar más fuerte y rápido.
La boca de Aoi se llenó de la esencia del castaño, viéndose obligado a tragársela casi por completo. Shima ya había bajado hasta la cadera del moreno.
Sus ojos estaban cerrados, no quería ver lo que pasaba, las lágrimas caían silenciosamente por su rostro, repentinamente gritó, Uruha estaba mordiendo su miembro bruscamente, ya no sentía el placer que le provocaba antes… ahora era dolor, tanto físico como psicológico, se derramó sin querer en la boca del castaño, no pudo reprimir un gemido que trató de ser ahogado por el.
-¡Grita! ¡Quiero escucharte!- desenfrenado aumentaba más su ritmo.
No podía… simplemente no, un sollozo salió sin querer de sus labios, sintió las consecuencias, Uruha lo había penetrado de una sola vez provocando que empezara a sangrar, ya no quería más… prefería morir antes que seguir así.
Incontables veces, le había hecho lo mismo, no paraba, parecía no tener fin, la semilla de Uruha lo recorría, se sintió sucio y usado, sus ojos perdieron todo el brillo, ahora eran opacos y sin vida, el más alto gimió fuertemente, salió bruscamente del interior de Aoi haciendo que este gritara de dolor, besó con brutalidad sus labios y se vistió para luego salir del apartamento.
No se movía, estaba tendido en lo que fue el escenario de lo que había pasado hace tan solo unos instantes, las sabanas estaban manchadas de semen y sangre por doquier, lloraba desenfrenadamente, como nunca lo había hecho antes, fue violado por la persona que más amaba, pareciera que todo era una cruel pesadilla la cual despertaría no en mucho, solo un sonido lo sacó de sus pensamientos…, la melodía de su móvil sonando en la mesita de noche, reconocía aquella canción, era la que tenía especialmente para él, alargó su mano hasta tomar el aparato y verificar quien era, si… efectivamente, Reita le llamaba.