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Leaves Eyes
- Señor Hiei es tiempo de irnos!! - grito un soldado desde el camión...mierda....
Sin pensarlo tome de la mano al chico y lo lleve conmigo hacia el camión, sintiendo la mirada interrogante de mis hombres...que locura...
Lo subí conmigo al camión y lo senté a mi lado, me extrañó que no se opusiera, pero...no le preste tanta importancia
Pasaron unos minutos de viaje y yo ya estaba furioso por mis hombres, ya que me preguntaban y preguntaban por ese chico, y yo, pues qué les diría?! No se me ocurría nada...
El viaje hacia la ciudad había sido horrible, pero por fin llegamos a donde nos hospedábamos, una gran casona, lujosa, donde hospedaban también alemanes, y esto se ponía peor....
- Señor Hiei, ya llegamos...- Sentí una mano sacudirme levemente el hombro, era uno de mis subordinados, seguro procurado por mi...
- Ya bajo...- le respondí sin muchas ganas y espere a que él bajara de el camión junto con todos los demás,..Bien, ahora estaba solo con el pelirrojo de nuevo a mi lado, él estaba sentado en el lado de la ventana, mirándola, de tal forma que yo no podía ver su rostro.
- Oye, ya, tenemos que bajar...- le ordene poniéndome de pie...esperando que él también lo hiciera, pero no fue así; Me acerqué mas a él y gire su rostro para que me mirara, no podía ser, se había quedado dormido! - Oye, no, despierta...despierta!!- le comencé a abofetear sus mejillas suavemente para que despertara pero nada, ya me estaban entrando los nervios otra vez, además de la presión de mis hombres llamándome para que bajara de una puta vez del camión...era horrible...
Enfurecido, tomé en brazos al muchacho y lo baje conmigo del camión, y me encamine rápidamente al interior de la residencia, para evitar las miradas curiosas de mis hombres...
Subí rápidamente las escaleras hasta mi habitación y allí lo recosté, y allí, me quede mirándolo, parecía una muñeca, -...tan suave, tan frágil... que se quebraría si la tocase...que estoy pensando!? ...no estoy bien - Me reprendí a mi mismo y sacudí mi cabeza, no, no dejaría que eso pasara, no me enamoraría de ese muchacho. Salí de la habitación y baje para reunirme con mis hombres, mientras pensaba ahora en la forma de explicarles todo esto.
Toda esa tarde hasta la noche, fue cargante...mis hombres haciéndome un interrogatorio acerca de la "muchacha" (así le confundían al pelirrojo) que había traído conmigo...y al final...los convencí de que era solo una mujer alemana que me había encontrado,...que bochorno....
Ya como a las 8, a la hora del té, subí a buscar al pelirrojo, -no sea que se haya fugado! No! ...- pensaba subiendo rápidamente las escaleras...abrí la puerta del cuarto, y suspire de alivio -por lo menos no se había escapado- me dije, y pues, allí estaba él, sentado en mi cama mirando muy atentamente por la ventana quien sabe qué cosa, - Oye, debes comer algo...- le hable apoyándome en la puerta, vi cómo se estremeció, seguro que no me sintió llegar (ya que el estaba de espaldas)...Hn...De seguro que se asustó. Vi como se giro lentamente como si no quisiera verme -...Como te llamabas?- Le pregunte, fingiendo no acordarme, para entablar alguna conversación
- Shuichi...s-señor...- Me miro por un momento, con su rostro suplicante y luego bajo su mirada - Shuichi Minamino - Nunca me olvidaría de ese nombre...
- No me gusta tu nombre...- balbucié no muy claro -...Desde hoy te llamaras Kurama, responderás al nombre de Kurama, de acuerdo? -
- S-si señor...- Seguía con su mirada baja
- Bien...- Nos quedamos en silencio de nuevo, y me comenzaron a entrar los nervios...Porque? no lo entendía...pero...pronto saque mi inseparable cigallo y comencé a fumar, sin quitarle la mirada de encima...que ridículo me siento...
Luego de un momento salgo de mis locos pensamientos, ¡es cierto...Yo no vine a solo mirarle!...y veo que él piensa algo parecido porque la vergüenza se le alcanzaba a notar en su rostro enrojecido (aun manteniendo su cabeza gacha)
Por fin me moví y tome una de mis batas obviamente negras y se la tire a su lado en la cama - Ten, ponte eso...- Le ordene, y pues...él lo hiso...Se comenzó a desvestir enfrente de mi, sin vergüenza alguna...y eso me paralizo...de nuevo...comencé a sentir que la sangre se me subía a las mejillas!!...yo? Sonrojado?! - Oye...no quieres vestirte en privado?- Le pregunte sintiendo duda en mi voz, apuntando hacia la puerta de mi baño.
…l volvió su cabeza hacia mi, y luego continuo desvistiéndose, primero sus chalecos y todos los trapos que traía en el pecho, y luego fue por los pantalones...una parte de mi quería irse de ahí, pero otra...mas curiosa...Quería quedarse viéndole, y para mi mala suerte, esta ultima parte era la mas fuerte...
Luego de unos minutos vi como el pelirrojo por fin termino de vestirse con mi bata, sin nada de ropa abajo, y yo...Parado en el mismo lugar, petrificado, sentía inmensas ganas de ir hacia él y tomarlo, abrazarlo....mierda! que cosas digo...forcé a mis ojos a pestañar algunas veces y reaccione sacudiendo mi cabeza, como tratando de probar despertarme, si este se trataba de un mal sueño
- Estoy listo...- Me susurro con miedo en su voz, y caminó hacia mi...como modelándome
- Bien, bajemos...- Abrí la puerta y le tomé del brazo antes de que saliera - Si te preguntan, tu nombre es Kurama y eres alemán ¿entendiste?- Le susurre en el oído, muy cerca...Tanto que podía sentir un dulce olor proveniente de su cabello.
…l asintió con su cabeza y bajamos hasta el comedor.
- Allí vienen...- Escuche un susurro por parte de alguno de mis hombres al entrar, yo con Kurama al comedor, mil miradas se fijaron en nosotros
- Su amante...es muy hermosa- Alcancé a oír de otro
- Es bastante linda....- otro mas, ya me estaban hartando todos esos comentarios, ni idea tenían ellos de quien era ese muchacho y yo no podía, ni sabia que decirles...
Me senté entonces como si no los escuchara, seguido de Kurama, y cerré mis ojos un momento, tratando de contener mi ira, por todas las miradas de curiosidad y de lujuria qe le dirigían a mi ‘invitado'. Mis hombres seguían comentando, hasta que no me contuve y di un fuerte golpe con mi puño en la meza, y todos con temor, guardaron silencio, -hn...por lo menos aun me respetan- me dije
- Señores, No quiero volver a llamarles de nuevo la atención- Mi voz, implacable y sabia para mis hombres, hacia eco en el salón, ya que todos guardaron silencio en el momento en que escucharon mi puño contra la pobre mesa - No quiero volver a escuchar a ninguno de ustedes, ningún rumor y ningún tipo de susurro a mis espaldas quedo claro?!- Agravé y oscurecí mi voz en esa última palabra, ya me estaba hartando de tantas boberías...
Me reí en mi interior, al ver como todos asentían como niños obedientes al mismo tiempo, bien...por lo menos, supongo, que con eso no volverán a comentar nada acerca del pelirrojo.
Por fin...en todo ese día, estuve tranquilo, mientras tomaba el té con Kurama, no se escucho de mis hombres ni un ‘pio' y eso me hiso sentir bien; Fui el primero en terminar de merendar, seguido de Kurama, y subimos juntos hasta mi habitación.
A él lo deje entrar primero, - Debes bañarte... - Le dije entrando yo ultimo y cerrando la puerta con seguro
…l me miro por unos instantes, y comenzó a desabrocharse la bata... ¡¿Esque acaso no sentía vergüenza de desnudarse enfrente de mí?!...Si supiera lo que me estaba haciendo sentir en esos instantes, aquel calor que aunque lo negara, comenzaba a surgir de mis entrañas, y se reflejaba en mi rostro sonrojado...Y de nuevo, me quede perplejo, como una figura incapaz de moverse, mientras miraba como se quitaba la única prenda que cubría su cuerpo, su fino y delineado cuerpo...
Hasta que por fin, su voz me saco de una especie de transe en el que yo me encontraba sumergido
-E-el baño?...-
- Hum?...- Sacudí mi cabeza y le mire, estaba como Dios lo trajo al mundo, y yo ya no podía disimular el color de mis mejillas, ni el calor que sentía en cierta parte de mí cuerpo!...
- Donde esta el baño...- volvió a repetirme, y con un gran esfuerzo, logre mandar a mi brazo, para que apuntara hacia la puerta de mi baño, donde el pelirrojo entro y cerro la puerta...Luego de eso suspire, me apoye en la puerta, y me deje caer al suelo, aun no entendía como había pasado todo eso, y no sabia como me las arreglaría mas adelante, si esque por cosas de la vida, descubren por ejemplo que la supuesta chica pelirroja (así llaman mi hombres a Kurama) no era nada mas y nada menos que un joven judío, El que yo, "en uno de mis 5 minutos de locura", salve de que lo mataran....si descubrieran eso mis hombres, o otras personas...no sabría que hacer...
Entonces allí, en esa misma posición me quede, por todo el largo tiempo que demoraba el pelirrojo en ducharse, fumando el último cigarro de mi cajetilla diaria...hn...mis hombres siempre me dicen que deje ese vicio, pero yo por orgullo, jamás les haré caso a ellos u.u
- Estoy listo....- Volví a deleitarme por su suave tono de voz, que proveniente de la puerta de mi baño, y allí estaba el pelirrojo, envuelto en una de mis toallas, una roja, que a un costado tiene bordado con dorado mi nombre. Un calor recorrió todo mi cuerpo hasta la cabeza, al ver al muchacho este, semi desnudo y con todo su cabello mojado y alborotado...se veía...Sexy? ...si...esa quizás era la palabra, pero ni con esa palabra lograba describir toda la belleza que relucía Kurama...Era imposible
Y yo, que no quería demostrar mis alborotados sentimientos, solo me quede en la misma posición, fumando mi cigarrillo...o bueno...lo que me quedaba de él.
…l entonces, comprendiendo mi acción, se encamino a mi cama y allí se sentó, comenzó a secarse la ropa y a vestirse con la bata que le había entregado anteriormente. Todo esto frente a mis ojos, ya no podía contenerme, y en mi mente, se comenzaba a formar la idea de pasar la noche con él, en el buen sentido...solo dormir sin hacerle nada al muchacho, O... eso intentaría...
...Continuara...
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