- Ahhh - adoro escuchar como gimes en mi oído mientras te vienes dentro de mi, me dejo caer completamente agotado sobre tus brazos y me abrazas susurrándome palabras de amor, soy tan feliz en ese momento y a la vez siento que me lleno de tristeza de un dolor que va más allá del simple dolor físico justo cuando sales de mi interior, es un dolor que viene desde muy profundo, será acaso mi corazón que me duele, me siento triste, y no sé la razón, mi ojos se llenan de lagrimas, me miras con preocupación.
- perdón si fui muy rudo - me acaricias suavemente la mejilla
- ... no...- es todo lo que puedo decir y me aferró a tu mano como si algo me intentara separar de ti, ¿Por qué siento esto?, ¿qué me pasa?
- descansa, mañana todo estará mejor - bebes mis lágrimas que han comenzado a caer copiosamente mientras intento por todos los medios posibles creer en tus palabras, ¿qué me lo impide?, te amo, ¿no es suficiente?
- por...por favor - no se que es lo que te pido, simplemente lo hago, te pido algo que solo tu me puedes dar, sé que solo tú me lo puedes dar, quiero creer en eso.
Me miras y me sonríes tiernamente; me tomas en tus brazos, me llevas hasta la habitación a la que no logramos llegar por la desesperación de entregarnos el uno al otro una vez más, esta vez el comedor fue testigo de nuestro amor, mi cuerpo comienza a temblar levemente a causa del llanto que poco a poco comienzo a controlar.
- ¿qué pasa?, no me digas que no te gusto - pones esa cara de niño chiquito que siempre me tranquiliza, y me dejas suavemente sobre las sábanas
- ¿me amas? - ¿Por qué te presunto esto ahora?, no entiendo que me pasa, porque me duele tanto lo que me puedas decir, llevamos tres años juntos y no es suficiente para estar seguro de que amas como yo te amo a ti, nos vimos y surgió algo en mi interior algo completamente desconocido, me sentí nuevamente vivó después de creer que ya no podía ser nada, que yo era nada, me entregue a ti y sentí el calor de tu cuerpo, tus caricias en los puntos exactos, la forma tan maravillosa en que me tomabas por las caderas para ponerme sobre tu miembro que me daba la impresión que siempre fuimos el uno para el otro, no dos seres distintos que se unen en uno si no uno mismo que se reencuentra y se reafirma y aferra a la vida.
- no te lo he demostrado ya, claro que te amo, daría mi vida por ti, daría hasta lo que no tengo con tal de verte feliz - me tapas y me besas la frente - ¿estas nostálgico otra vez?
- ¿otra vez?...-ahora lo recuerdo, cuando me tomaste por primera vez, fue tal la lujuria que creíste hacerme daño, porque esa vez, nuestra primera vez también llore, pero te dije que me sentía nostálgico de cariño, y me amaste todavía más y todos los días desde entonces para que no me volviera a sentir triste, pero esa no era la verdad lloraba por que sentía este mismo dolor, este dolor que he sentido cada vez que estoy por ganar algo importante, pero también lo siento cuando lo voy a perder. No me puedo dormir aún que pasa si aquello que voy a perder eres tú, no puedo dejar que esto acabe así. Me levanto de prisa y me abrazo con todas mis fuerzas a tu espalda en el momento en que apagas la luz de la habitación, puedo sentir tu cuerpo desnudo completamente pegado al mío, quiero ser tuyo de nuevo, no quiero que esa unión que se produce entre nosotros desaparezca nunca, sin darme cuenta ya me he excitado otra vez, mi miembro erecto roza tus nalgas
- parece que hoy tienes muchas energías - en la oscuridad me robas un beso lleno de amor.
Comienza nuevamente una lucha entre nosotros, una lucha llena de caricias, besos, mordidas; siento como lames mi cuello, y no puedo evitar gemir, sonríes lo sé te encanta provocar eso en mi, pero el placer es tan grande que no lo puedo evitar, sin darme cuenta estamos en la cama, como me llevaste allí es algo que no noté me embriague en tu olor, en tu presencia, tengo mis manos sobre tu cabeza y la presiono contra mis caderas para profundizar más mi miembro en tu boca que me hace sentir en la gloria, cada vez vas más rápido, y yo cada vez disfruto más de ti pero el dolor de hace un rato no se va, es más parece crecer como el placer el deseo de sentirte dentro.
- Ahh, ahh, mmm, ah, aha, ah - siento un dedo en mi entrada y misteriosamente no me duele como las otras veces solo hay placer, comienzas a moverlo dentro de mi, y yo por fin me vengo en tu boca, un segundo dedo acompaña al primero al momento que acabas de beber mi esencia, sigues moviendo tus dedos dentro de mi hasta que crees que estoy listo para recibirte, entonces mientras me susurras que esta vez serás más cuidadoso te acomodas en mi y me comienzas a penetrar, solo es la punta pero ya siento la calidez de tu hombría en mi entrada y muevo mis caderas para hacerlo más profundo, luego comienzan las embestidas cada vez más rápidas y los gemidos por parte de ambos que inundan nuestra habitación, que tantas veces antes nos ha visto entregarnos amor, unir nuestros cuerpos para darnos calor en el frió invierno, o simplemente por que queremos estar juntos. Mi corazón late tan rápido y fuerte que creo que lo escucho entre todo el ruido que hacemos y de pronto todo queda en blanco...
Mi cuerpo no se mueve, mi corazón ha dejado de latir, ya no lo escucho, el dolor ha desaparecido al fin...veo lo que pasa pero desde la ventana como si fuera un extraño que pasa por fuera...un momento es imposible nuestro departamento esta en décimo piso, sigues a tu propio ritmo, hasta que terminas y una vez más me acomodas a tu lado, me vez tranquilo y feliz como si durmiera y te recuestas sobre mi pecho. Rápidamente tu expresión cambia, estás más pálido de lo que podría imaginar
- ¡DESPIERTA!, NO ME DEJES - gritas con desesperación pero yo no respondo mi cuerpo ya no se mueve, y yo cada vez me alejo más de ti como si estuviera mirando a través de una ventana de un tren en movimiento
- ...NO...
- ¿de quién es esa voz? - alguien más grita, no estás solo allí
- TE AMO. TE LO DIRE LAS VECES QUE SEA NECESARIO DE VERDAD TE AMO, NO TE VAYAS, NO ME DEJES SOLO - me abrazas inútilmente, y me sostienes junto a ti, no entiendo por que no me dejas ya, yo me voy.
- agua, no...esto es...-esa voz de nuevo ¿quién es?, cuando la escucho el dolor regresa - no puede ser soy yo y estoy llorando de nuevo, no quiero ir, no quiero dejarlo, pero no puedo volver...estoy volando - como no lo note, era tan extraño, que son estas ropas de color oscuro, y este emblema es como un demonio pero pequeño - ya veo, he muero, y soy un demonio por dejarte, ahora te seguiré hasta el fin de tus días, sé que serás un ángel cuando mueras entonces podremos estar juntos por la eternidad...