Capitulo 26
Escape
El rubio despertó sin querer abrir sus ojos, sentía como cada parte de su cuerpo dolía, se quedó unos segundos así, pensando en lo que sería mejor, debía escapar de ahí y decirle a Dumbledore que el mago oscuro ya sabía que él estaba enamorado de Harry Potter. En ese momento no se podía comportar como una damisela, sí, lo habían violado... pero no podía quedarse a lamentar. La pregunta era como salir de ahí sin que notaran su presencia. Abrio lentamente los ojos mirando a su alrededor, se trató de levantar pero le llego un fuerte dolor en su trasero por lo que soltó un quejido y volvió a recostarse.
–Veo que ya te despertaste –dijo una voz que llegaba al lado de la puerta, el rubio volteo para ver de quien se trataba, dándose cuenta de que era Colagusano. Varias veces lo había visto en aquella mansión pero nunca le había hablado.
–Ohh piensas, yo creí que eras más estúpido –dijo el rubio con burla, no podía permitir que lo vieran tan vulnerable, después de todo era un Malfoy, mordió su labio inferior y se sento, soportando el dolor, sentía como su cuerpo hervía pero trataba de ignorar eso.
–No me hables así, estas bajo mi control –exclamó Colagusano levantándose de su asiento que estaba al lado de la puerta.
–Mmm yo pensé que era el mago oscuro el que tenía el control –comentó el rubio, tratando de pensar como escaparse de ese lugar que tanto asco le daba.
–Yo soy fuerte, además yo fui el que le dio un brazo para que regresara –exclamo con orgullo.
–Sí, cl... –de pronto Draco se dejó caer en la cama, Colagusano se sorprendió acercándose a donde estaba el rubio.
–Hey, mocoso, despierta –decía zarandeando a Draco, al ver que no reaccionaba se asustó –si muere el Lord no me lo perdonara –trataba de pensar que era lo mejor que podía hacer, llevando ambas manos a su boca –se ve más pálido... además está sudando, ¿estará enfermo? – se preguntaba en voz alta.
/ ¡Ya lárgate, así podré salir de aquí!/
Pensaba el rubio, aunque la verdad era que si se sentía mal, pero en ese momento no podía demostrar ser débil, debía salir de ahí costara lo que costara.
–Será mejor llamar a un medimago –dijo Colagusano mientras se alejaba del rubio y salía por la puerta, sin darse cuenta de que la había dejado abierta por salir rápido.
Cuando Draco dejo de escuchar los pasos del adulto se levantó, la sabana que cubría la parte baja de su cuerpo la tomó para ponérsela como de túnica cubriendo todo su cuerpo y su cabeza, solo se podía ver su cara, volteo a ver todo el cuarto y noto una varita en la silla.
–Sí que eres estúpido –dijo acercándose a la silla y tomándola, con un leve movimiento convoco una mascará de mortifago y tiro la sabana para convocar en su lugar una túnica que cubría todo su cuerpo.
Sin esperar más tiempo guardo la varita y salió lo más rápido que le permitía el dolor. Se encontraba en un pasillo que no había visto, volteo a ambos lados, se dio cuenta de que aquel adulto con cara de rata estaba hablando con alguien del lado derecho por lo que volteo a ver al izquierdo noto unas escaleras por lo que decidió ir por ahí. Camino de forma rápida y antes de que Colagusano lo viera logro llegar a las escalera, las bajo y vio el pasillo donde estaba la puerta que ocultaba a Voldemort, paso lo más normal que pudo, queriendo salir lo antes posible de ahí. Camino por el pasillo que en ese momento se le hizo eterno, hasta que llego a la puerta y salió al aire frio, sin esperar más desapareció.
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Colagusano salió corriendo, tomando el pasillo a la derecha, sabía que en la habitación del final había un medimago, por fin llego a la puerta y toco de forma brusca y alta, salió un hombre de rostro huraño mirando molesto a Colagusano.
– ¿Qué quieres? –Preguntó mirándolo con fastidio.
–Necesito que revise a alguien –dijo Peter, pero medimago levanto una ceja –es el nuevo juguete del Lord!
El otro sonrió de medo lado, queriendo ver que tan fascinante era la nueva mascota de su amo.
–Bueno será más divertido, llévame donde se encuentra –le dijo cerrando su puerta, ambos hombres iban caminando por el pasillo, entraron a la habitación y se dieron cuenta de que no se encontraba el chico.
– ¡¿Dónde está?! –grito Colagusano
Ambos hombres revisaron la habitación, y al no encontrarlo salieron en dirección a las escaleras, bajándolas corriendo y entraron en la puerta donde se encontraba Lord Voldemort. Este al verlos ahí los volteó a ver
– ¿Qué sucede?
–Disculpe amo... pero no encontramos a Draco –dijo Colagusano temblando de pies a cabeza.
- ¡CÓMO QUE NO LO ENCUENTRAN! –grito Voldemort, se podía sentir todo el ambiente pesado, sin querer ver al lord.
–Lo deje un momento porque se veía enfermo y salí a buscar a un medimago –se justificaba el ex Gryffindor.
–Se te ocurrió cerrar la puerta antes de salir o fuiste tan estúpido que no la cerraste –exclamó Voldemort levantándose de su asiento.
–B-bueno a-amo yo, no fue mi intención...
Pero Voldemort no lo dejo continuar
–Sabes que yo siempre recompenso a mis mortifagos, pero ha llegado la hora –ante esto Colagusano empezó a retroceder.
–N-no a-amo y-yo lo ayude a regresar recuerda... nadie más lo hizo –Voldemort soltó una carcajada.
–Jajaja... sólo lo hiciste por que tus amigos te descubrieron, porque estabas solo –saco su varita y con ella apuntaba a Colagusano –sabes eres una rata insignificante que ni siquiera mereces la tortura... ¡avada kedavra!.
Voldemor lanzo el hechizo que le dio en el pecho a Colagusano, éste no pudo hacer nada sólo se escuchó como su cuerpo cayo.
–Saquen a esta basura de aquí –ordeno mirándolo con desprecio a sus mortifagos, –el próximo que cometa un error tendrá el mismo fin.
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Harry intento calmarse al despertar, debió de ser un sueño, verdad? Tal vez Voldemort quería que viera eso... pero en el fondo sabía que solo se estaba engañando. Se quedó unos minutos en su cama tratando de pensar en lo que sería mejor. Vio por la ventana y se dio cuenta que ya estaba amaneciendo, sin esperar más salió del cuarto decidido a hablar con el director.
Los pasillos seguían desiertos, sin no contamos a los fantasmas con los que se encontraba, algo que agradecía pues no quería hablar con nadie que no fuera el director.
–Veo que en verdad si te preocupa –escucho una voz tranquila que provenía detrás de él, volteo a ver de quien se trataba viendo al amigo de Draco.
– ¿Qué haces aquí? –Preguntó el ojiverde.
–Pensé que era obvio –contestó Blaise mirando que también esperaba que el director saliera de su oficina.
– ¿Sabes si ya regreso Draco? –preguntó el ojiverde haciendo que el Slytherin se sorprendiera.
–Creo que dijiste que no te importara lo que le sucediera.
–Me equivoque... –dijo mirándolo a los ojos –dime dónde encontrarlo y no me imparta arriesgar mi vida –exclamó Harry mirándolo con desesperación.
–Me gustaría saber pero... no lo sé –dijo Blaise sintiéndose un inútil al no poder ayudar más a su amigo.
–Tenemos que hablar con el director –dijo Harry caminando hacia la estatua.
– ¿Qué sucede Harry? –se escuchó que salía de detrás de la estatua, mientras esta se movía para dejar ver al director y al profesor Snape.
– ¡Director! –exclamó el Gryffindor acercándose a él – ¡tenemos que rescatar a Draco!- dijo el ojiverde, mientras Blaise asentía con la cabeza.
–Eso ya no es necesario... –dijo sonriéndoles –alguien lo busco antes –finalizo el Director señalando hacia el pasillo.
Los dos chicos voltearon y se sorprendieron ante la imagen que estaba ahí.