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¿Obligación...? por angeldust

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Notas del capitulo:

holaaaaaaaa

bueno este capitulo... tiene mucho del chico nuevo y Severus jajaja... bueno espero les guste

 

 

 

Capitulo 33

 

Vida nueva y una despedida

 

Cuando la orden terminó con los mortifagos, se miraron para seguir las instrucciones de Moody.

–Veamos, será mejor dividirnos en dos: cinco que vayan con Sirius y los otros vienen conmigo... y sí, Remus puedes ir con Sirius – dijo Ojoloco al mirar a Remus.

 

Los miembros de la orden asintieron

–Espero vernos después – dijo Moody mientras comenzaban a caminar por aquel pasillo, los demás de la orden regresaron por ese pasillo, todos iban callados mirando a sus lados y en frente, llegaron a la entrada principal pero siguieron caminando, a lo lejos del pasillo se veía una puerta abierta y se escuchaban maldiciones por lo que Sirius corrió hasta ese lugar.

– ¡Sirius espera! – le gritaba Remus mientras corría detrás de él, pero el Animago no lo escuchaba, hasta que llego en frente de esa puerta para sólo ver como Harry y Voldemort se lanzaban la maldición imperdonable y ambos caían muertos.

– ¡HARRY! – Exclamó Sirius mientras llegaba hasta donde estaba el menor y lo tomaba entre sus brazos, hincado en el suelo – ¡HARRY, DEPSIERTA! – gritaba mientras zarandeaba el cuerpo, Remus que llego después, se quedó de piedra al ver a Harry con los ojos abiertos y la mirada vacía, se acercó hasta donde estaba el Animago y se arrodillo a su lado, volteo a ver a su alrededor mirando como Draco estaba queriendo correr hacia Harry pero Severus y el otro chico lo detenían y Dumbledore estaba parado con la mirada perdida.

–Sirius, tú sabes que no puedes hacer nada... él – decía Remus pero Sirius lo interrumpió.

– ¡NO ESTA... –dijo fuera de si, no podía decirlo, si lo decía se haría realidad, no podía estar pasando eso –. ÉL ESTA BIEN, ÉL ESTA BIEN MONNY! – le decía Sirius mientras volteaba a verlo en señal de que lo apoyara, pero este sólo negó con la cabeza.

 

Dumbledore reacciono, caminando hasta donde estaba Sirius con el cuerpo de Harry.

–Sirius tienes que darme a Harry – le decía Dumbledore con calma mientras extendía sus brazos.

– ¡NO! – gritó Sirius mientras apretaba más el cuerpo del menor contra el suyo, no quería que nadie se lo llevara de su lado, no quería perder a la persona que era como su hijo, no lo dejaría solo.

–Sirius dáselo a Dumbledore – le decía Remus mientras le acariciaba su hombro.

–No monny, el vendrá a vivir conmigo, sabes desde que estaba en tercero se lo propuse, y ahora que todo se aclarara podremos vivir los tres juntos – decía Sirius abrazando el cuerpo inerte del ojiverde.

–Sirius si no me lo das será demasiado tarde – decía Dumbledore mientras volvía a extender sus brazos, Sirius lo miro y luego a Remus.

–Está bien, pero yo quiero estar a su lado – dijo Sirius mientras se levantaba con el cuerpo de Harry cargado.

– ¡HARRY! –Grito Draco tratando de soltarse, olvidando el dolor del cuerpo, pues el dolor del alma lo estaba matando, el ver como Harry no hacía nada al escucharlo lo aterraba, no podía estar muerto, era imposible – SUÉLTENME – exclamaba Draco tratando de soltarse.

–Draco tranquilízate, todo estará bien, tú tienes que ir a la enfermería – dijo Severus mientras tomaba un brazo del rubio y lo pasaba por su hombro haciendo que se agachara para llegar a la estatura del menor.

–Él tiene razón... Dumbledore lo arreglara, ahora vamos a que te revisen no querrás que cuando Potter despierte te vea muerto ¿verdad? – comentó el ojimiel.

 

El rubio lo miro mientras asentía después de todo él no podría hacer nada por el ojiverde, el ojimiel tomo el otro brazo del rubio y lo pasaba por su hombro, mientras ambos le ayudaban a caminar, llegaron hasta donde estaba los tres adultos y Harry.

Draco se acercó y acaricio el rostro del ojiverde

–Cuando despiertes Potter me las pagaras... –no pudo evitar que las lágrimas escaparan de sus ojos, no podía verlo así, lo amaba, no podría vivir sin él – te esperare- le dijo Draco mientras besaba a Harry y le acariciaba el rostro, después miro a Dumbledore –por favor haga que vuelva a estar conmigo.

–Todo estará bien – le dijo Dumbledore.

 

Draco con ayuda de los otros dos continuo caminando hasta donde estaban los demás de la orden, en ese momento llegaron los restantes de la orden y miraron con sorpresa el cuerpo inerte de Harry.

–Albus ¿qué paso? – preguntó Moody desde la puerta.

–Alastor, regresa a Hogwarts y que los revisen en la enfermería, yo llegare en cuanto pueda – explicó Dumbledore.

–Como digas, ya escucharon, vamos – dijo Ojoloco mientras esperaba que todos salieran de esa habitación, se quedó mirando como Sirius y Remus no se movían.

–Ellos vendrán conmigo – dijo Dumbledore, Moody asintió y todos salieron de esa habitación dejando solos a los tres adultos con el menor.

 

 

La orden camino hasta la salida donde todos se miraron y sin nada que decir desaparecieron de aquel lugar para aparecer en el castillo de Hogwarts, seguían sin hablar mientras comenzaban a caminar para llegar hasta la enfermería, una vez que llegaron a esta la señora Pomfrey dio un grito de sorpresa.

–Ayuden a los que están heridos – exclamó la señora Pomfrey, mientras comenzaban a salir ayudantes y guiaban a las personas a las camas de la enfermería para comenzar a revisarlos, Draco estaba siendo revisado por un ayudante, pero su mirada estaba puesta en la nada.

–Severus será mejor que te revisen también a ti – dijo el ojimiel mirando con preocupación a Severus que tenía cortadas en sus muñecas y tobillos, éste lo miro mientras levantaba una ceja y con el tono más serio y frío le respondió

–Eso no te interesa a ti – al escuchar estas palabras sintió un dolor en el pecho, agachando la mirada.

–Veo que no me recuerdas... –su mirada permaneció hacia abajo, buscando valor para verlo una vez más – siento haberme metido donde no me llamaban – respondió mientras levantaba la mirada y veía a Severus a los ojos, éste por un momento recordó esa mirada, pero eso no lo hizo cambiar de opinión, tratando de ignorar eso, volteo a ver a Draco.

 

El ojimiel sabía que su tiempo y oportunidad habían pasado, por lo que sería mejor regresar a su nuevo hogar... tendría que regresar a su país. Comenzó a alejarse de ahí para empezar a preparar sus cosas mientras más rápido se fuera mejor, sólo sentiría dolor al ver a la persona que tanto quería y que lo mirara con frialdad.

 

Llego a la sala común de Slytherin mientras caminaba hasta su dormitorio y comenzaba a sacar su ropa y la guardaba en el baúl que estaba sobre su cama

–Sabía que esto no era lo mejor Dumbledore, pero cuando vuelvas te diré que me voy – decía el ojimiel con voz quebrada.

 

 

////////////////////

 

 

Dumbledore y los demás seguían en aquella habitación

–Ahora tómenme de las manos, vamos a regresar a mi oficina – explico el director, tanto Sirius como Remus lo tomaron de las manos.

–No sueltes a Harry – dijo Dumbledore mirándolo de reojo

–Jamás lo haría – respondió Sirius que aún seguía cargando a Harry, Dumbledore cerro los ojos mientras los dos mayores también cerraron sus ojos y sintieron como se desaparecían de ese lugar para aparecer en la oficina del director, Albus se dirigió hasta su mesa donde estaba el mismo aparato al que le había susurrado las mismas palabras que a Harry.

 

Sirius y Remus observaban los movimientos del director sin decir nada, éste tomo el objeto mientras se acercaba hasta ellos y lo ponía en el piso.

–Pon a Harry al lado – comentó Dumbledore, Sirius hizo lo que le pedía el director, después Albus volvió a repetir las misma palabras que antes había pronunciado pero esta vez señalaba a ambos mientras un humo azul comenzaba a salir de aquel instrumento y rodeaba al ojiverde, Dumbledore dirigió su varita al instrumento mientras decía

Vertere ad anima – de su varita salió un humo rojo que se dirigió hacia el menor, ambos humos se mezclaron sin dejar ver el cuerpo del ojiverde, Dumbledore observaba aquel vapor hasta que poco a poco se fue dispersando, dejando ver a Harry que aún estaba en el suelo.

 

Cuando no quedo nada del humo el director tomó aquel instrumento y lo volvió a poner en su mesa, se volvió a acercar a donde estaba Harry y se hinco a su lado, comenzó a revisar el pulso del menor y su temperatura.

–Será mejor llevarlo a la enfermería – dijo Dumbledore con una enorme sonrisa en su rostro, Sirius y Remus sonrieron y se acercaron hasta Harry, mientras comprobaban por ellos mismo que el pulso del menor era muy débil y su temperatura era muy baja.

 

Sirius lo volvió a tomar en brazos mientras salía de la oficina del director, detrás de él iba Remus, ambos hombres iban lo más rápido posible para la enfermería, una vez llegaron la señora Pomfrey fue la encargada de revisar a Harry

–Está débil, pero se recuperara, tendrá que quedarse aquí – explico mientras comenzaba a aplicarle hechizos al ojiverde.

–Está bien, sólo quiero que este saludable – decía Sirius mientras abrazaba a Remus y lo besaba.

–Saliendo de aquí ambos se irán a vivir conmigo – dijo Sirius cuando termino el beso, el castaño asintió.

Remus volteo a ver dónde se encontraba Draco y Severus, los encontró en dos camas cerca de ahí

–Vamos a avisarles que Harry está bien – dijo Remus, Sirius asintió mientras lo tomaba de la mano y así caminaban, hasta que llegaron a donde estaban Draco y Severus.

–Draco, Harry está bien, está en aquélla cama – le dijo Remus señalando la cama del ojiverde, el rubio se incorporó y miro donde señalaba el castaño.

– ¡Quiero verlo! – gritó intentando levantarse pero se lo impidió Sirius.

–No, estas lastimado, y si Harry se entera que te levantaste no creo que le agrade – explico Sirius mientras alborotaba los cabellos del rubio, Draco lo miró sorprendido por aquélla acción –, no me mires así, después de todo eres mi sobrino – dijo Sirius sin darle mucha importancia al asunto, Remus se acercó hasta donde estaba Severus.

– ¿Cómo estás? – preguntó sentándose en la cama del profesor.

–Bien... gracias ¿y tú? – respondió feliz de ver a Draco más tranquilo.

–Bien –dijo sonriéndole

–Espero que te recuperes pronto – dijo Sirius dirigiéndose a Severus, tanto Remus como Snape miraron sorprendido a Animago –después de todo tú te harás cargo de Draco y nos tendremos que ver más seguido, ya que Draco y Harry son pareja, como Draco es mi sobrino tendremos que aprender a convivir juntos Quejicus – explico Sirius poniendo énfasis en lo último.

–Por esta vez estoy de acuerdo contigo pulgoso – respondió Severus.

Se quedaron un rato hablando con Draco y Severus, planeando lo que harían cuando fueran las vacaciones de Hogwarts.

 

//////////////////////////

 

Dumbledore estaba en su oficina, alegre de que todo estuviera bien, ya había mandado la ubicación de la casa de Voldemort donde estaban algunos Mortifagos con vida.

Estaba jugando con sus pulgares cuando escucho que alguien tocaba la puerta

–Adelante – respondió, acto seguido se abrió la puerta dejando ver al ojimiel, este acerco hasta la mesa donde tomó asiento.

– ¿Qué sucede? – preguntó Dumbledore mirándolo a los ojos

–Quería avisarte que regreso a mi país, ya no tengo nada que hacer aquí – comentó el menor, Dumbledore lo miró sorprendido.

– ¿Cómo dices eso... y Severus? – preguntó el director

–Él está bien sin mí, ni siquiera me recuerda, después de todo no me parezco a como era antes, pero yo quería que me quisiera como soy ahora – decía el ojimiel con una triste sonrisa.

–Si le explicaras quien eres... – pero el menor no lo dejo continuar

–No, no quiero que se entere quien era antes, yo me iré y para él no significara nada, así estará mejor – concluyo el menor.

–Será como tú decidas... sólo espera hasta que se recuperen y frente al colegio informare tu partida – dijo Dumbledore.

–Está bien, gracias por todo lo que hiciste, cuídalo bien – cuando termino de decir esto salió de la oficina.

 

¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬

 

Habían pasado dos semanas desde que Voldemort había muerto, la comunidad mágica le agradecía al-niño-que-vivió, y las clases regresaron a la normalidad, los amigos de Harry y Draco los iban a visitar a la enfermería diario, el profesor Severus había salido a los dos días siguientes. Todo estaba mucho mejor, excepto para el ojimiel, un día antes de que se fuera a ir fue a visitar a Draco y Harry.

 

–Sé que mañana salen, y sólo vine a decirles que estoy orgulloso de ambos, arriesgaron todo por la persona que querían, sin importarles nada... yo mañana regreso a mi país, pero me agrado conocerlos – decía el ojimiel mientras miraba a Draco y Harry, que estaban en la misma cama jugando ajedrez mágico.

– ¿No te quedaras aquí? – preguntó el rubio

–No, ya no tengo nada que hacer aquí – dijo con tristeza

–Al parecer estás triste por algo – comentó Harry viéndolo a los ojos.

–Eso no importa, sólo cuídense – cuando acabo de decir esto se acercó hasta donde estaba el rubio y sin avisar lo tomo del mentón y beso sus labios.

–Adiós- dijo para después salir de aquélla habitación.

Camino hasta llegar a las mazmorras, sus pasos lo llevaron a la puerta del despacho del profesor de pociones mientras se quedaba parado mirando la puerta

–Se feliz Severus, yo siempre te amare – dijo en un susurro mientras por su mejilla se deslizaba una lagrima, después se alejó de ahí para revisar su equipaje, y que nada le faltara.

 

Al día siguiente se levantó sin ánimos de nada pero sabía que era su último día en Hogwarts, ni siquiera fue a desayunar, no quería ver a nadie, sólo salió cuando Dumbledore le había dicho que anunciaría que se iría.

 

Llego al comedor a las 7 de la noche, todos los alumnos ya estaban, Draco y Harry también, no se atrevió a mirar a la mesa de profesores, pues no sería capaz de marcharse si lo miraba, llego hasta su mesa y se sentó al lado de Draco, cundo hizo esto el director se levantó y comenzó a hablar.

 

–Hoy lamento informarles que el alumno que llego en mitad del año, el joven Yoshua Jaser se tendrá que ir, sólo quería decirles que le demos un fuerte aplauso por toda la ayuda que nos brindó en la batalla contra Voldemort, y que le deseamos un buen viaje – termino de decir esto y comenzó a aplaudir seguido de todo el castillo, el ojimiel agacho la mirada y se sonrojo.

 

Después de eso toda la noche conversó con sus compañeros de las casas en las que había estado, entrada la madrugada se fue a su habitación a dormir pues sabía que mañana tendría que partir temprano, de su maleta saco una carta de aquella persona que tanto quiso y quería:

"Sabes eres la segunda persona que no me ve como un bicho raro, te lo agradezco, quisiera conocerte más y ser amigos, ¿estás de acuerdo?

Me encanta tu sonrisa, con ella puedes hacer que el día más nublado sea hermoso, quisiera que estuvieras conmigo toda la vida, y si murieras y reencarnaras yo te reconocería porque eres la única persona que logra hacerme sentir bien y especial, tal vez al leer esta carta pienses que estoy loco por que apenas te conozco desde hace dos semanas pero es como si hubieras estado conmigo toda la vida

 

Bueno me estoy poniendo muy sentimental y eso no me gusta, me despido

Cuídate

Atte: Severus Snape"

 

Aún recordaba el día que la encontró en su mochila, desde que lo había visto le había gustado, apretó la carta contra su pecho mientras lagrimas se deslizaban por sus mejillas

–No cumpliste Sev... no me reconociste – al terminar de decir esto se dejó caer en los brazos de Morfeo.

 

Al otro día se despertó muy temprano pues no quería despedirse de nadie, sin encender la luz se levantó, se bañó y se arregló para después salir de la habitación con su maleta, salió por las puertas del castillo, se dirigió a la estación del expreso de Hogwarts, cuando llego vio al director ahí, esperándolo

–Sabía qué harías algo así – dijo Dumbledore, el chico se acercó hasta donde él estaba

–No quería despedirme de nadie – dijo encogiéndose de hombros.

– ¿Seguro que te quieres ir? – insistió el director.

–Sí, cuídalo – dijo el ojimiel, en ese momento se escuchó el silbido avisando que saldría el expreso.

–Tú lo cuidarías mejor – dijo Dumbledore, pero el menor negó con la cabeza.

–Sólo soy un estorbo, me tengo que ir – dijo el menor para caminar hasta una puerta en la cual se metió sin mirar atrás, entro en un compartimiento donde se sentó y se tapó la cara con las manos, escucho como el tren comenzaba a avanzar

 

 

////////////////////

 

 

Dumbledore miro con tristeza al menor marcharse de ahí, escucho como alguien se acercaba y miro hacia atrás descubriendo que era Severus.

– ¿Qué haces aquí Severus? – preguntó el director

–Fue un impulso, quería verlo... pero fue muy tarde, –dijo no dándole importancia – además quería devolverle esta carta que dejo en su habitación – dijo tendiéndole una carta al director, éste la tomo mientras leía, cundo termino observo a Severus.

–Si la hubieras leído antes de venir, lo hubieras alcanzado y estarías muy feliz – dijo Dumbledore tendiéndole la carta, el profesor la tomó y comenzó a leerla.

"Sabes eres la segunda persona que no me ve como un bicho raro, te lo agradezco, quisiera conocerte más y ser amigos, ¿estás de acuerdo?.

Me encanta tu sonrisa, con ella puedes hacer que el día más nublado sea hermoso, quisiera que estuvieras conmigo toda la vida, y si murieras y reencarnaras yo te reconocería porque eres la única persona que logra hacerme sentir bien y especial, tal vez al leer esta carta pienses que estoy loco por que apenas te conozco desde hace dos semanas pero es como si hubieras estado conmigo toda la vida

 

Bueno me estoy poniendo muy sentimental y eso no me gusta, me despido

Cuídate

Ate: Severus Snape"

 

Severus levanto su mirada confundida al director

 

– ¿Esto quiere decir que era él? – preguntó temiendo la respuesta, su respiración se aceleró de solo pensar en que la respuesta fuera sí.

–Sí Severus, él pensó que cuando lo trataras descubrirías que era él, pero no ocurrió eso, cundo regresaron de la batalla y le dijiste aquellas palabras perdió la esperanza y decidió irse, él pensaba que estabas mejor sin su presencia, yo le dije que te dijera la verdad pero no lo quiso, lo siento – concluyo el director.

– ¡¿A dónde se fue?! – exclamó decidido a alcanzarlo –Es un egoísta, porque decide por mí!

–No lo sé... él me mandó una carta diciéndome quien era pero jamás me dijo donde había vivido todo este tiempo – dijo el director con tristeza.

– ¡No! Yo tengo que decirle lo que siento – exclamó Severus.

–Ahora sólo queda esperar a que regrese, y lo hará al darse cuenta de que le falta esta carta – dijo Dumbledore, tramando algo.

– ¿Estás seguro?

–Sí, ahora vamos a tomar una taza de café para esperar, nuestro pequeño invitado regresara por la tarde – decía Dumbledore mientras caminaba en dirección al castillo con Severus a su lado.

 

 

Notas finales:

y bien?????????????

bueno cuidenese

sayonara a gracias por sus reviews me ayudan mucho y tambien gracias por leer si tienen alguna duda o algo mandenme un review y yo lo contestare

sayonara


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