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INMORTALIZANDO NOSTALGIAS por YEYE_TTEBAYO

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Notas del capitulo:  

/////////////DISCLAIMER/////////////

 

¡¡¡QUE LA BUENA FORTUNA BENDIGA A KISHIMOTO-SENSEI (AUNQUE SEAMOS SINCERAS, NO LE HACE FALTA) POR ESTOS PERSONAJES QUE TANTO ADORO, EN ESPECIAL A NARU!!!

 

CAPI 4:

 

Sasuke continuó checando el resto de la fotografías que Naruto había tomado ese día, cuando de repente se topó con la imagen de la mamá de Shikamaru, la cuál era imposible de olvidar desde el día en que se auto proclamó tutora del rubio. Cómo si no fuera suficiente que Naruto tuviese como abuelos a Tsunade y Jiraya, ahora se le sumaba una "mamá" esquizofrénica.

 

Parecía que a Naruto le seguían las personas locas, pensó sarcásticamente Sasuke...

 

- Oye, Naruto...-le llamó, puesto que el rubio se apartó de su lado luego de terminar su último relato, para seguir organizando las fotografías que ya tenia impresas. El kitsune se inmediato se acercó nuevamente a él-¿Cómo conociste a la mamá de Shikamaru?-le dice mientras ambos observan la pantalla de la cámara digital, en donde aparecía la imagen de la mamá de Shikamaru abrazando posesivamente a sus dos "retoños"...y atrás de ella, Kiba haciendo la señal de victoria.

 

- Fue algo muy extraño dattebayo...

 

- Nada fuera de lo común tomando en cuenta los relatos anteriores.

 

- ¿Han sido raros?

 

- Que dobe eres...-sonrió Sasuke al ver la cara de interrogación que tenia Naruto.

 

 

/////////////FALSH BACK/////////////

 

 

Naruto, luego de salir de la academia, se dirigía a casa, cuando por el camino se encontró con un local donde vendían dulces que en verdad se veían muy ricos. El viejo Hokage le había dado algo de dinero la ultima vez que fue a visitarle a su casa y le advirtió que lo usara de buena manera. Pues bien, esto era usarlo de buena manera, ¿no?

 

Esculcó en el bolsillo de sus pantalones cortos y sacó unas cuantas monedas:

 

- Sí me alcanza-ttebayo...-sonrió feliz, para después acercarse al local donde había un anciano:

 

- ¡Onii-san, quiero un dulce de estos!-y señaló uno que estaba un poco lejos de su alcance.

 

- No voy a venderte nada, niño-le respondió después de mirarle de forma muy descortés. Al pequeño le extraño la forma tan fría en que le habló el viejo y pensando que tal vez creía que no tenia con que pagarle, Naruto le estiró la mano para mostrarle las monedas que tenia:

 

- Pero tengo dinero dattebayo...

 

- ¡No me importa tu dinero!-le dijo al tiempo que le da un manotazo al rubio, haciendo que las monedas se rieguen por el suelo.

 

Naruto protegió su mano adolorida por el golpe tan severo que recibió y miró al viejo. La cara del anciano mostraba disgusto, lo que le confundía aún más porque él no había hecho nada malo. El rubio apretó los labios tratando de contener las lágrimas...

 

- ¡Oiga...!-el grito de una mujer hizo que ambos le prestasen atención de donde provenía.

 

- ¡¿Qué quiere?!-le pregunta groseramente el viejo dueño del local, mientras la mujer acerca al lugar, quedando justo al lado de Naruto.

 

- ¿Porque no le vende a Naruto?

 

- Creo que usted lo sabe muy bien, señora.

 

- En ese caso, me venderá a mí-dice tranquilamente mientras saca dinero de su bolso.

 

- No si se los piensa dar a ese niño-la testarudez del viejo es algo que exasperó a la mujer, que sin importarle se trate de un hombre mayor, le responde groseramente:

 

- ¡Yo los comprare y haré con ellos lo que se me pegue mi gana, ¿entendido?!

 

- ¡Entonces vaya a otro lado!-los gritos por parte de ambos hacen que las persona que pasaban por allí, apresuren el paso para alejarse. Sabían que esa mujer tenia mal carácter y nada bueno venía de toparse con ella, ya no digamos ponerse en su contra.

 

- ¡No, quiero estos dulces y me los venderá, de lo contrario tendré que ir con el Hokage y explicarle el trato que le dio a su protegido...!-durante unos segundo se enfrascan en una pelea de miradas, hasta que el anciano cede. No deseaba que se le castigase por algo tan estúpido como no darle dulces a ese mocoso.

 

- Tome los que guste...señora-dijo con la voz cargada de resentimiento al momento que le daba una pequeña bolsita de papel para poner los dulces.

 

La mujer ignoró no sólo el tono de rencor del anciano sino hasta su mirada, mientras toma varios dulces y los mete dentro de una bolsa que "amablemente" le dio el anciano. Luego, le dio el dinero, claro no lo suficiente para cubrir lo que había tomado, pero se lo merecía después de todo:

 

- Alcanza con eso, ¿verdad?-el viejo tomó el dinero y lo contó. La mirada fría que le dio a la mujer fue suficiente cómo para dar a entender que no, pero era mejor a que el Hokage le castigase por discriminar a Naruto.

 

- Sí...-respondió para darles la espalda y meterse en el pequeño local. La mujer se hincó para quedar a la altura de Naruto, que aún seguía sosteniendo su mano adolorida.

 

- Toma...-le ofreció la bolsa, pero el rubio no deseaba nada de esa tipa de tan pésimo carácter. Casi podría decirse que era peor que ese viejo, aunque no le había golpeado pero no recordaba que alguien gritase de esa forma tan...fuerte.

 

- No...

 

- Vamos, los compre para ti.

 

- No, no quiero dattebayo...

 

Ante la negativa del pequeño, la mamá de Shikamaru pensó que tenia miedo por lo que acabada de contemplar. Así que decidió hacerlo de otra forma. Tomó uno de los dulces de la bolsa, para luego, comenzar a comerlo enfrente de Naruto. El pequeño le miraba fijamente casi con la baba saliéndole de la boca mientras ella, saboreaba deliciosamente el dulce:

 

- Sabe muy rico-le picó-¿En verdad no quieres?-volvió a acércale la bolsa y ésta vez, Naruto la tomó. Lo hizo de una manera muy rápida, tal vez pensando que le estaba engañando o que le golpearía. Quien sabe.

 

- Son todos tuyos-le dijo con una sonrisa, ganándose con ese gesto, la confianza de Naruto, quién le pregunta:

 

- ¿Porque me los das dattebayo?

 

- Los compre para ti, por eso.

 

- ¿Y porque? Yo no te conozco...-le miro desconfiadamente. El Tercero le había advertido que no se acercase a personas sospechosas y esa mujer, si que se veía malvada-¿no serás una roba niños-ttebayo?

 

- ¡Claro que no!-se sintió ofendida por tal pregunta-Te diré que me molesto como te trató ese idiota. Tengo un hijo de tu edad y no me gustaría que le menospreciaran de esa manera.

 

- ¿Como se llama tu hijo dattebayo?

 

- Nara Shikamaru.

 

- ¡¿Queee?!-la imagen de Shikamaru rondaba por la mente de Naruto. ¡¿Como era posible que su mamá fuese esta mujer tan gritona?!-¡¿Shikamaru es tu hijo?!

 

- ¿Lo conoces? Mira que coincidencia.

 

- No, en serio dattebayo. ¿Un niño con una coleta, que siempre dice: "que problemático" y chasquea la lengua cada 3 segundos?

 

- Sí, ese es mi Shika-sonrió ante la acertada descripción de su pequeño amargado- ¿Acaso no se parece a mí?

 

- La verdad no. Eres demasiado gritona para ser su mamá-ttebayo.

 

- ¡¡¡Yo no soy gritona!!!-luego del grito tapo su boca inconscientemente. Demonios, quizás Naruto tenia razón y si era un poquito, pero sólo un poquito gritona. Suspiro...sí, quizás sí era muy gritona...

 

Miró a Naruto tiernamente, para luego decirle:

 

- Toma tus dulces y ve a casa, antes de que te topes con otro imbécil.

 

- ¿No quieres llevarle algunos a Shikamaru? Son muchos para mí-ttebayo.

 

- Los compre para ti-ella volvió a sonreír. Para ser tan pequeño era muy amable. Se acerco a él para acomodarle la playera puesto que dejaba al descubierto su hombro izquierdo y acomodó un poco su cabellera rebelde-Procura no comer muchos antes de comer o se te irá el apetito. Y lava bien tus dientes o te saldrá caries, ¿entendido?-le dio unos cuantos consejos, idénticos a los que cualquier mamá daría a su hijo. Lo que Naruto comprendió muy bien, pues la miró tristemente antes de preguntarle:

 

- ¿Así es cómo se porta una mamá dattebayo?

 

- ............-la mujer le devolvió la mirada triste a sabiendas de lo que estaba percibiendo en ese momento. Esos grandes ojos azules nunca ocultaban lo que había tras ellos.

 

- ¿Cómo habría sido mi mamá?-pregunto nuevamente, pero ésta vez con lágrimas cayendo de sus ojos.

 

Si su mamá hubiese estado a su lado, ese viejo no le habría tratado así. Si su mamá estuviese con él, seguro no dejaría que nadie le mirada de esa forma tan extraña. ¡Ella no permitiría jamás que le trataran tan mal!

 

Si tan sólo su mamá estuviera allí, con él...no se sentiría tan solo...

 

De pronto, sintió como limpiaban sus lagrimas tiernamente y por un segundo imaginó que sería su madre, pero no...era esa mujer que le miraba cariñosamente. Se quedó inmóvil, dejando mimar por aquella desconocida tan gritona...

 

- Estoy segura que alguien muy amable...-le dijo, a lo que Naruto recordó era la respuesta a su pregunta-y, que no le gustaría ver que llorases-se puso de pie para luego, darle un empujoncito al rubio-Anda, ve con cuidado...

 

Naruto no dijo más, solamente se alejó corriendo ante la mirada de la mujer. Una vez que se perdió de vista, sacó su cartera y verificó cuando dinero le quedaba....no era suficiente para la cena que prometió a su familia, pero en fin. Ya los recompensaría para otra vez...

 

 

///////////FIN DEL FLASH BACK//////////

 

 

- Todavía me trata como a un niño dattebayo. El otro día me dio un sermón muy raro, algo sobre abejitas y pajaritos cuando me vio con Hinata. No entendí muy bien que era lo tenia que ver conmigo-comenta el kitsune con una mano sobre su barbilla, cómo aún tratando de encontrar que demonios tenían que ver los pájaros y las abejas con él.

 

- ¿Y que hacías con Hinata?-le preguntó Sasuke al tiempo que un tic en el ojo le invadía. El escuchar el nombre de Hinata de boca de Naruto siempre le causaba tal reacción.

 

- Me la encontré y decidí acompañarle a su casa-ttebayo. Soy un caballero después de todo-respondió con una pose de tipo guay, haciendo que Sasuke se molestase aún más.

 

- Que amabilidad la tuya, usurakontachi-le dijo celoso.

 

- Que curioso dattebayo. Esa misma cara puso la mamá de Shikamaru, sólo que ella me estaba gritando.

 

- ¡Tú también te la pasas gritando!-el moreno se sintió algo avergonzado por saberse descubierto por su amigo.

 

- ¡Pero ella lo hace enojada-ttebayo!

 

 

***************

 

 

Sasuke ya se había marchado a casa, claro, no sin antes haber impreso más fotografías para su amigo. Había sido un gran día, pensó Naruto mientras se dejaba caer en la cama, listo para dormir.

 

Un día más y se realizaría la exhibición...un día más, y todo Konoha estaría contemplando retazos de su vida: sus tan preciados recuerdos. Era una lástima que no pudiesen contemplar las cosas buenas que tuvo en su pasado y que si bien fueron contadas, sí las tuvo, sobre todo con el viejo Hokage.

 

Quien sabe, tal vez Sasuke tenia razón y el viejo si le quería, o al menos, es lo que deseaba imaginar cada vez que recordaba una de las valiosas palabras el que anciano Hokage le obsequiaba...

 

 

/////////// FLASH BACK//////////

 

 

Estaban de excursión en el bosque por parte de la academia, una idea de Iruka-sensei. Y no sólo eso, sino que hasta el Hokage había sido invitado, por lo que los niños estaban realmente felices. Se podía observar jugando a unos cuantos al escuadrón ANBU; algunas niñas recogían flores para obsequiárselas a Iruka-sensei, al Hokage o...a Sasuke.

 

El Hokage sonrió al ver lo popular que era Sasuke y recordó que algo similar paso con su hermano...

 

- ¡Viejo, mira-ttebayo!-la voz de Naruto le hizo despabilarse. El rubio una vez que llegó al lado del anciano, le mostró una jaula con una mariposa dentro-¡¡Es mi nueva amiga!!

 

Le dijo sonriente a lo que el Hokage suspiro, tratando de conseguir paciencia. Desde hacia unos días, Naruto deseaba una mascota. Algo normal para un niño de su edad, pero lamentablemente el rubio no se conformaba con un perro, un gato o un ave. No, el deseaba un animal al que atrapase con sus propias manos y la excursión le dio la oportunidad perfecta para hacerlo, luego de sus anteriores fracasos.

 

- Naruto, te he dicho que los animales salvajes no son mascotas.

 

- Pero es una mariposa, no es peligrosa como el lagartijo de la última vez dattebayo-la mente del Hokage recordó lo sucedido con la ultima"mascota", que mordió fuertemente uno de los dedos de Naruto. Afortunadamente Kyübi actuó rápido y sanó la herida demasiado pronto y sin dejar cicatriz alguna.

 

- No me refería a si es peligroso o no...-le dijo, pero al ver que sus palabras no eran comprendidas, decidió continuar-Naruto, no es justo para un animal que es libre el encerrarlo en una jaula como ésta. Lo entiendes, ¿no?

 

- Pero si la dejo libre, morirá pronto dattebayo. Puede que caiga en una telaraña, que muera por una gran lluvia o por un fuerte viento. Si se queda aquí, yo la cuidare y vivirá mucho más tiempo que si la dejo libre-ttebayo.

 

- Entre más larga una existencia sin sentido, más intolerable se vuelven los días...

 

Tal frase hizo efecto en el kitsune, quien miró tristemente a la mariposa que revoloteaba por la jaula. Era una mariposa muy bonita; sus alas tenían tonalidades que iban del azul al magenta pasando por el verde, dándole un hermosos efecto cada vez que aleteaba. Y quizás era por la luz del sol, pero sus alas parecían brillar...

 

- Pero es mi amiga-ttebayo...-dijo desolado. El Hokage comprendía bien lo solo que se sentía su protegido, pero no era justo para nadie, ni siquiera para un animal, el mantenerlo cautivo.

 

- Ella ya tiene amigas, Naruto. También familia...-señaló hacia un lado, a lo que Naruto dirigió su vista a ese lugar, encontrándose con muchas mariposas de mismo tipo-seguro que desea estar con ellos. Anda, déjala ir...

 

El rubio contempló un rato más a su amiga, cómo dándole una despedida. Luego, simplemente la dejó ir. Ambos observaron como se acercó lo más rápido que pudo hacia las mariposas que señaló el Hokage.

 

- Parecen felices de verla...-susurro Naruto.

 

- Sí...-el anciano Hokage sonrió. Su protegido podría llegar a ser algo revoltoso y grosero, pero sin duda, tenia una gran bondad que distribuía entre todos los seres vivos. A veces lo sorprendía lo mucho que se parecía a su padre.

 

- ¿Porque...porque nadie se ve feliz cuando estoy cerca, viejo...?

 

- .......-la pregunta le hizo fijar su atención en el rostro de Naruto, que observaba a sus compañeros de academia, jugar alegremente...sin él.

 

- ¿Porque nadie espera a que se abra mi jaula para estar a su lado dattebayo...?

 

- Porque ellos también están en jaulas, Naruto-le dijo mientras le toma del hombro y suavemente, le hizo girarse para contemplarle-No será hasta que todos obtengan su libertad, cuando se darán cuenta de quien eres realmente y entonces, no sólo anhelaran estar a tu lado, sino que habrá una persona para la que lo serás todo...

 

¿Una persona para la que será todo...?

 

Él era Naruto y por esa razón, nadie le quería. Y también por esa razón, era seguro que Kami no le había mandado a esa persona de la que el viejo hablaba con tanto entusiasmo.

 

- Una persona que deseara resguardar tu frágiles alas, aún si en el trayecto pierde las suyas...-le dijo tiernamente mientras acariciaba su rubia cabellera.

 

Naruto sabía que el viejo no mentía cuando hacia eso, pero ésta vez, era un poco difícil confiar en aquellas palabras. Simplemente, todo lo que ha pasado le impedía siquiera imaginar que algún día, una persona, le quisiera de esa forma tan especial. Quien sabe, tal vez sí había nacido, ¿pero estaría en Konoha siendo el mundo tan grande? La verdad no creía que sería tan sencillo como se lo ponía el viejo...

 

- No creo que haya alguien que me quiera de esa forma-ttebayo...

 

- Lo veras cuando crezcas, Naruto...

 

 

///////////FIN DEL FLASH BACK//////////

 

 

Varios años habían transcurrido y esa persona aún no se dignaba en aparecer. Quizás, no estaba en Konoha o, él tenia razón y Kami ni siquiera se había tomado la molestia de haberla creado. ¿Como saberlo?, pensó tristemente...

 

 


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