Track 11
-Estabas con él maldita sea -Itachi estaba con los nervios de punta, ¿Cómo a Deidara se le podía ocurrir algo como eso?.
-Itachi, tuve que hacerlo.
Estaban en la habitación que compartían en la casa de Sasuke. Deidara estaba en el suelo y con un hilo de sangre saliéndole de la comisura de los labios por un golpe dado por Itachi.
-¿Qué era lo que tratabas de hacer? –lo agarró por el cuello de la camisa y lo tiró a la cama –DEBISTE DECIRME A MI, DEBISTE PEDIRME PERMISO.
Deidara no se movía, no hacía ningún ademán de devolverle algún golpe o defenderse, no podía. Itachi sabía muy bien que eso no estaba permitido.
-¿Por qué hablaste con él? –Deidara no decía nada –RESPONDE
El rubio miró con una profunda tristeza a Itachi y dijo.
-Me iré de aquí si usted lo desea... amo -un silencio se formó en aquella habitación. Itachi no podía creer lo que estaba escuchando –vivo para obedecer sus órdenes –el pelinegro sintió que Deidara volvía a ser el robot que él conoció cuando tenía 16 años. Por su parte el rubio se arrodilló en el suelo y susurró –no merezco sus disculpas amo, pero las solicito.
-Párate –le agarró por los hombros y lo sentó en la cama -¿Por qué querías hablar con Neji?.
Deidara abrió un poco la boca de la impresión, ¿Por qué no lo había dicho desde el principio?, volteó la mirada y mintió.
-No hablé con Neji Hyuga –sintió como lo volvían a golpear.
-No me mientas Haku...
-No –Deidara miró hacia otra parte –no me diga Haku por favor.
-Ha... –Itachi salió de la habitación y Deidara marcó un número
-Si... iré a la una de la mañana tranquilo –trancó el celular y comenzó a hacer un inventario de las armas que tenía. Pero, de repente las lágrimas comenzaron a salir –maldita sea –susurró –maldito Itachi.
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12:50am Ichiraku
-Ya vamos ha abrir –Benjin miraba a casi 50 personas que conformaban el team del Ichiraku. Prostitutas, vendedores, meseros, barman, bailarinas, los del aseo... todos, para él esa noche todos eran importantes. Sobre todo, una chica –hoy tienen que recaudar una gran suma de dinero, porque esta será la última noche del Ichiraku y no quiero que se vayan con los bolsillos vacios.
Nadie respondía, muchos estaban de acuerdo con lo que decía Benjin Hyuga, escucharon atentos todo lo que el jefe del Ichiraku decía y cuando se abrieron las puertas de aquel reconocido burdel comenzó el trabajo. Sakura e Ino se montaron en una cúpula de cristal que quedaba en todo el centro del burdel y comenzaron a tocarse para que cada persona que entrara las viese teniendo sexo dejara un increíble propina en un bote.
Mujeres y hombres bailaban con prostitutas que ellos escogían, tomaban una copa que con una sonrisa agradable le servía Neji Hyuga y tenían varias opciones: Se iban a una piscina llena de lubricante, al cuarto oscuro que quedaba al fondo del lobby del burdel, a los cuartos que quedaba en el segundo piso, o, se llevaban a sus objetos sexuales que cobraban muy cara la noche.
Muchos simplemente iban a ese burdel para bailar al ritmo de la música techno, drogarse, tener sexo, tomar como locos hasta perder la noción o hasta a morir. Pero Benjin Hyuga sacaba provecho de todo, las entradas caras, el ambiente lujoso pero con un gran toque de erotismo, sus grandes sillones que las personas sin una pizca de pudor tenían sexo con los “Objetos de Benjin”; todo tenía una tarifa en aquel famoso burdel que como cerraba sus puertas ese día a sus mejores clientes les había dado una preciosa invitación.
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1:00AM Ichiraku
Naruto entraba a un salón oval en donde abundaban juguetes sexuales. El humo desprendido por nicotina, opio y marihuana entró sin precaución en sus fosas nasales y se tapó la nariz rápidamente. Tenía solo un bóxer negro y sintió como unas manos comenzaron a tocarlo sin pudor y se dejó hacer, gemidos fingidos comenzaron a salir de su boca hasta que comenzaron a descubrir sus puntos débiles. ¿Por qué no era mujer?, las mujeres fingían muy bien hasta una orgasmo. Echó un vistazo a la habitación. Era amarilla y las lámparas pie de que alumbraban los sofás de una persona en donde tenían sexo con muchos de sus compañeros era blanca. No estaba tan iluminada como creía. Hecho una mirada hacia tras y se sorprendió al ver la persona que la estaba tocando.
-Sa... –el Uchiha le tapó la boca, estaba allí para sacarlo. Pero tenía que seguir un plan, le sonrió y se sentó en un sofá
-Ven acá –le ordenó y Naruto se sentó en sima de él –sabía que te encontraría aquí –le susurró mientras seguía recorriendo con avidez su cuerpo –pero tengo que seguir un plan.
Naruto no cabía en su impresión, parecía una ilusión. Eso era... quizás estaba soñando, toco la cara del Uchiha y sonrió, no era una ilusión, el Uchiha estaba allí para sacarlo.
-No quiero tratarte como un objeto sexual –comenzó a masturbarlo y Naruto oprimía sus gemidos –pero he estado viendo esto, tienes que hacerlo con una persona hasta un límite de tiempo, luego cambias y lo haces con otra persona –le agarró los hombros y lo miró fijamente – no te atrevas hacerlo con alguien más –Naruto le volvió a sonreír y lo besó una y otra vez.
Era su turno de tocar, comenzó a desabotonarle la camisa de botones blanca y de mangas largas pelinegro lentamente mientras besaba cada parte que quedaba descubierta
–umm... –Sasuke quería más contacto, pero era el juego de Naruto.
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-¡Por favor denle un fuerte aplauso a HINATAAAA!.
Un suspiro salió de su boca y miró ese tubo de metal que estaba en el centre de una de las barras del Ichiraku. Ese tubo que tanto odiaba. No quería bailar, le dolían las caderas. No quería ni siquiera caminar, sentía que estaba rota por dentro. Bajó la cabeza y apretó sus puños, no quería ir.
-Hinata –volteó al reconocer aquella voz y se lanzó en los brazos de Neji Hyuga.
-Neji... ore, ore... –se hundió en el hombro del hombre. Pero Neji le levantó la cara con su característica muestra de tranquilidad, le sonrió y se dieron un beso furtivo.
-Confía en mí –susurró el pelinegro.
-Hai –dicho esto Hinata salió.
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Su disfraz era bueno. Estaba vestido como un ejecutivo, tenía unos lentes de contacto amatistas, se había colocado una peluca negra y de corte corto y un maletín en donde tenía una cantidad exagerada de dinero para colocar en marcha el plan que estaba montando con Neji Hyuga. Sabía que se veía endemoniadamente sexy, pero lo único que lo delataba era sus dos tatuajes en las manos. Hecho un vistazo al antro de los Hyuga y sonrió.
-Esos malditos si que tienen plata –pensó y fue al lugar en donde la había asignado Neji. Quedó al frente de una pelinegra la cual se desvestía al ritmo de una canción extremadamente erótica y bailaba en un tubo de metal. Sus movimientos eróticos cautivaban a más de uno, pero Haku la miraba con tristeza. ¿Para eso quedó la belleza de una mujer, para el placer de muchos hombres y mujeres?, ¿Tan bajo había caído el orgullo de una mujer?.
Los ojos grises de la chica se posaron en los de él y la mujer se acostó en la barra. Los ojos de Haku se abrieron impactado cuando la chica lo besó, la chica se despegó de sus labios tranquilamente, se arrodillo ante todos y comenzó a quitarse la camisa tan corta que tenía y comenzó a tocarse los senos. Un suspiro salió de los labios del rubio y miró al barman. Era Neji Hyuga y sonrió. El Hyuga trataba de contener las ganas de golpearlo, pero su cara reflejaba lo contrario, se acercó hacía él y le susurró.
-Soy yo. Neji lo miró y le sirvió una cerveza.
-Estás irreconocible –dijo Neji.
-¿Cuándo comienza la subasta? –Haku se tomó un sorbo de su cerveza
-Cuando ella termine de bailar... ¿Cómo sabes que no te mataré? –Neji se fue a atender otro cliente y Haku siguió tomándose tranquilamente su cerveza hasta que se la terminó.
-¡Barman!, déme otra –le pidió y Neji le sirvió otra en otro vaso –te diré porque –le susurró –me necesitas y... no harías un escándalo.
Neji sonrió, en eso Haku tenía mucha razón.
-Eres del tipo silencioso demonio.
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Una sonrisa pequeña surcó por los labios de Gaara cuando entró en el cuarto que Sai compartía con Naruto y con Neji. No tenían muchas cosas. Vio como Sai abría un maletín y comenzaba a meter sus materiales de trabajo.
-¿Te ayudo? –preguntó Gaara y Sai asintió
-¿En qué?.
Sai solo se le acercó y lo besó lentamente. Gaara pegó sus cuerpos aún más e hizo el beso apasionado.
-Mate –susurró Sai –llevémonos esto y luego seguimos –susurró el pelinegro al sentir las manos de Gaara muy cerca de su sexo y su boca hundida en su cuello mordiéndolo.
-No me puedo aguantar –susurró Gaara y guió una mano de Sai para que tocara su miembro semi erecto.
-Gaara –se besaron y comenzaron a quitarse la ropa.
-Estas increíblemente bueno –susurró Gaara y metió dos dedos suyos en la boca de Sai.
-Estas loco –Sai se bajó el bóxer –estas... –apretó los hombros de Gaara al sentir su dedo en su entrada.
-Quiero hacerlo ya –susurró Gaara antes de besarlo –quiero escucharte gritar Sai.
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2:30am Casa de Sasuke Uchiha
Trazos de carboncillo sobre la tela, sus ojos mirando rápidamente el cuerpo desnudo del rubio que estaba posando para el acostado en un sofá. Sentía como su erección palpitaba. ¿Cómo demonios le daba por pintarlo en una situación como esa?. Dejó el carboncillo a un lado y limpió sus manos con un paño amarillo. Se paró del asiento y se fue quitando la ropa lentamente ante la mirada anonadada del rubio.
Naruto se sentó en el sofá y también Sasuke, se besaron lentamente. Sasuke quitó esa molesta manta que era lo único que tapaba a Naruto, quería sentirlo aún más, quería tenerlo gimiendo su nombre incontables veces antes de llegar al orgasmo. Sus hormonas se dispararon y acostaron al rubio en el sofá mientras lo besaba.
-Sasuke -susurraba el rubio mientras veía embelesado esos ojos -Sasuke tu hermano puede llegar en cualquier momento, además... e... estamos en tu estudio
El rubio miró el cuerpo desnudo de Sasuke y se sonrojo al ver la erección de este
-Sasu...
-Naruto... déjame tener por primera vez tu cuerpo, déjame sentirte
Naruto solo alzó los brazos, Sasuke lo abrazo y se besaron. Eso era un sí. Naruto empujó un poco a Sasuke para que este se sentara en el mueble y el rubio se arrodilló al frente de él y hundió su cabeza comenzando a darle sexo oral a Sasuke.
-AH, AH, AH... –Sasuke veía como la cabeza del rubio subía y bajaba dándole un grato placer, apretó sus puños y soltó un gemido y se mordió los labios.
-Si que lo tienes grande –susurró Naruto y se levantó –no te vayas a venir ahora –se sentó en la erección de Sasuke –AHH, AH.
-Ummm... –Sasuke abrió un poco más sus piernas, agarró las caderas de Naruto y comenzó a penetrarlo.
-AH, AH, AH, AH, AH –gritaba Naruto, le dolía un poco. Pero se percató de algo –co... condón –susurró y se salió de Sasuke.
El pelinegro parecía una fiera, no le importaba hacerlo con Naruto sin condón, era Naruto y lo estaba haciendo suyo, no le importaba que pasaría después. Se levantó y lo besó con fuerza, lo arrodilló al frente del sofá, la abrió las piernas y lo penetró.
-Sasuke –susurró Naruto antes de comenzar a ser embestido.
-No me importa... eres mío... eres mío ahora.
Naruto cerró los ojos y comenzó a gemir con fuerza, olvidando que Itachi estaba en la casa.
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-Maldita sea... –Itachi llamaba por cuarta vez a Haku y el celular de su amanta repicaba y repicaba pero nadie lo atendía.
-“Te has comunicado con Haku Deidara, deja tu mensaje después del tono”
-Haku –susurró Itachi –discúlpame... no debí, no debí actuar así... Haku... te amo.
Se acostó en la cama y escuchó los fuertes gemidos de los dos hombres que estaban en el estudio de su hermano menor.
-Ya están matando “Eso” que tenían entre ello. Ahora me gustaría saber si mañana estarán los dos juntos o era algo que tenía que acabarse en un sofá.
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Sasuke penetraba con fuerza al rubio, los dos gemían sin parar y el rubio se masturbaba.
-Sasuke, Sasuke...
Los dos estaba completamente sudados, el Uchiha mordía la espalda del rubio y sus manos recorrían su cuerpo con avidez.
-Te amo –le susurró Sasuke y Naruto sonrió –te amo –se salió de él y lo acostó boca arriba y le levantó las piernas. Acarició esa entrada que lo había llevado en casi nada hacia el cielo. Miro a Naruto que con su mirada le decía que lo penetrara, se masturbó un poco para endurecer su miembro y se adentró otra vez en el rubio.
-Yo también –susurró Naruto –me he enamorado de ti.
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3:00am Ichiraku
“DOSCIENTOS MIL DÓLARES”
“SEISCIENTOS MIL DÓLARES”
“UN MILLÓN DE DÓLARES”
Hinata veía como hombres se peleaban a ver quien daba más por ella, miraba asustada a Neji, él cual no le devolvía la miraba y seguía sirviendo sus bebidas. Miró otra vez a los hombres que gritaban cantidades exuberantes de dinero, luego miró a Benjin que la tenía agarrada por los brazos y gritaba
“Quien da más”.
Sentía nauseas, no quería irse con nadie, ni siquiera con Neji que no le devolvía la mirada.
-Trescientos millones de Euros.
Un silencio se hizo en la barra y todos miraron al moreno que ojos amatistas y alzó un maletín negro.
-En efectivo.
Neji sonrió. Eso si que estaba funcionando, los ahorros del burdel que llevaba su hermano los había cambiado por euros y se los había dado en una maleta a Haku, siguió sirviendo las bebidas aún más alegre y Hinata no sabía que hacer, comenzó a respirar rápidamente asustada y fue empujada hacia los brazos de aquel hombre.
-Se que nadie colocará más de esa suma. Así que... ¡VENDIDA AL HOMBRE DE NEGRO!.
Haku la atajó y un guardia de seguridad vio los dos tatuajes que tenía en las manos.
-Maldición –susurró Haku y le entregó el maletín a Benjin Hyuga.
-Fue un placer hacer negocios con usted... a...
-Minato –susurró Haku –Minato Namikase.
-Un placer señor –dijo Benjin con una sonrisa en el rostro.
-Me da una manta por favor.
-Si... ¡Neji!, ¡Una manta!.
Hinata miró a Benjin y este a ella y le dijo.
-Adiós virgen.
Haku salió del burdel con la morena en brazos y la metió en un BMW negro que había alquilado.
-Colócate el cinturón Hinata-Chan –Haku le cerró la puerta, abrió la del piloto, prendió el carro y se fueron.
Haku estacionó el carro a un kilómetro del Ichiraku y le dijo a Hinata.
-Dame la manta.
-No –Hinata se tapó aún más con ella.
-Por favor, esa manta tiene un chip... sabrán en donde estamos y ya saben quien soy –le trató de quitar la manta y Hinata lo abofeteó.
-¡Déjame!, ¡Déjame! –tratando de jalarle el cabello a Haku le quitó la peluca y los ojos de Hinata se abrieron de la impresión -¿Quién eres tu?
El rubio suspiró y le enseñó sus dos tatuajes.
-Haku –Hinata estaba asustada.
-Dame la manta.
-TU MATASTE A MI PADRE –Hinata trató de ahorcarlo, pero Haku le agarró con una mano las dos manos de ella y le quitó la manta.
-Ahora te estoy salvando a ti –susurró Haku y botó la manta.
La pelinegra lloraba asustada mientras Haku manejaba, se abrazaba y tiritaba de frío.
-Ven –Haku volvió a estacionar el auto y agarró un saco que tenía en los asientos de atrás –Neji metió todas tus cosas en el auto, colócate ropa.
Hinata asintió y se fue a los asientos de atrás.
-Hinata... era algo de vida o muerte, yo respeté a tu padre... pensé que era tu tío.
-Estúpido, eran gemelos... pero al igual los mataste a los dos –Hinata se colocaba la ropa y buscaba algo con filo en la maleta.
-No hay anda filoso allí –susurró Haku adivinando sus intensiones –siéntate a delante y te contaré que es lo que pasa.
-Comienza tu relato –susurró con aspereza Hinata.
-Neji me llamó para organizar un plan.
-¿Por qué Neji te tuvo que llamar a ti?.
-Porque yo contacte con él para algo que no tenía que ver contigo y me puso a prueba.
-¿Cuál es?...
-Si llegas viva al hotel en donde después de las 3:30am estará él de ayuda en mi plan.
-¿No me harás nada?
-Hinata-San... –Haku la vio y sonrió –no eres mi tipo, además, tu eres de Neji.
Un rubor cubrió la cara de Hinata.
-Vamos niña, en el camino te contaré muchas cosas.
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Entre besos iban abriéndose paso por los muebles, la ropa caía por todas partes y entraron al cuarto de Gaara.
-Te voy a partir en dos –le susurraba el pelirrojo a Sai antes de morderle la oreja.
-¿Que crees?... me gustaría mucho.
Gaara lo cargó y lo colocó con mucho cuidado en la cama, le acarició el rostro y le lanzó un beso. Sai comenzó a reírse y lo atrajo para besarlo.
-Alguien está muy encendido esta noche –susurró Sai con picardía.
-No Sai –Gaara bajó hasta la erección del pelinegro –tu me enciendes –se la metió en la boca.
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Llegaron a un hotel de mala muerte, la pelinegra se bajó del BMW con dos maletas al igual que Haku que había arreglado su peluca antes de entrar.
-¿A qué hora llega Neji?.
-Dentro de 15 minutos termina su turno... –Haku miró su reloj –luego de llevarte a tu habitación me tendré que ir.
-¿Lo vas ha recoger?.
-No... –llegaron al mini lobby del hotel –señor, tengo una reservación por una semana en la 45.
-Si –era un pelinegro de ojos azules –¿Minato Namikase?
-Así es.
-Aquí está su llave señor. Haku agarró la llave y le siguió diciendo a Hinata.
-Él vendrá solo, sabe en donde estamos.
-Gracias –susurró Hinata.
El rubio no dijo nada, solo abrió la habitación y dejó las maletas en un rincón.
-Nos vemos Hinata-San.
La pelinegra asintió y Haku se fue
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-Ummmm...
Sai cabalgaba encima de Gaara y el pelirrojo tenía los ojos cerrados disfrutando aquella posición.
-¿Cuándo me vas a partir en dos? –preguntó descaradamente Sai.
-Bájate –susurró Gaara y Sai se acostó boca arriba en la cama.
El pelirrojo se colocó las piernas de Sai en el cuello y lo penetro los mas fuerte que pudo.
-AAAAAAHHH –gritó Sai. –AH, AH, AH, AH –Gaara lo comenzó a penetrar con toda la fuerza que podía –no pares, no pares.
Los dos hombre se miraban, a Sai le hacía gracia las muecas que hacía Gaara para no gemir tanto, disfrutaba cada embestida, disfrutaba como Gaara se inclinaba más para penetrarlo aún más profundo y disfrutaba ver esos ojos tan pasivos llenos de tanto fuego y lujuria. Amaba tener la oportunidad de verlos.
-AH... –cerró los ojos y se mordió el labio –te amo... Gaara
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4:00am
Un helicóptero negro aterrizaba el un helipuerto de Konoha, el mayor yakusa de todo Tokio se bajaba tranquilamente del helicóptero que estaba siendo apagado.
-¡Sasori-Sama bienvenido a Konoha! –decía un subordinado del Benjin que hablaba con dificultad porque las aspas del helicóptero no dejaban de girar -¡¿Qué desea?!
-¡Tráiganme vivo a Haku Deidara! –las aspas del helicóptero dejaron de girar –y necesito hablar mañana con Benjin.
-Sasori-Sama –un hombre alto y con una cara que asustaba estuvo a su lado.
-¿Si Yamato?.
-¿No va ha buscar a Sai?.
-Luego –Sasori miró a los lados –primero necesito hablar a solas con Haku –sonrió –no entiendo porque desobedeció las órdenes de una mujer tan hermosa como lo es Kurenai
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Gaara sonreía al ver dormido a Sai, ya se habían bañado y decidieron dormir desnudos, aunque solo fue Sai el que se durmió, Gaara le acarició la cara y Sai se despertó.
-¿Por qué estas despierto? –susurró Sai y se rascó un ojo.
-Velo tus sueños –susurró el pelirrojo.
-No pasará nada –Sai lo abrazó e hizo que colocara su cabeza en su pecho –ya duérmete.
Gaara sonrió y cerró sus ojos.
-He encontrado la manera de olvidarte, por fin alguien ocupó ese vacío que dejaste Karin.
cOnTiNuA XP