Track 12
-Vaya noche –susurró Haku antes de bajarse del BMW negro que había alquilado –mañana tendré que ponerme en contacto –pensó mientras abría la puesta del piloto después de estacionar el auto en la casa de Sasuke Uchiha –con Tenten, ahora tengo que hablar con...
-Vaya vaya, la nenita llegó a casa –Haku volteó con rapidez y sacó dos armas que tenía ocultas en su pantalón y miró como ocho hombres vestidos de negro y con anteojos oscuros le apuntaban también.
-¿Cuántos hombres se necesitan para capturar a Haku Deidara? –preguntó el rubio a la vez que caminaba hacia los ocho hombres -¿Solo ocho? –los miró mientras negaba con la cabeza –que decepción de mí mismo.
Dos de los ocho hombres tiraron su arma y se fueron contra Haku.
-IDIOTAS NO –grito uno, pero fue muy tarde.
El rubio rápidamente le rompió el cuello a uno y lo empujó hacia donde estaban otros dos hombres que al distraerse por agarrarlos Haku les disparó en la cabeza y procedió a hacer lo mismo con el segundo. Los otros dos hombres que quedaron comenzaron a disparar contra él. Haku comenzó a correr en zigzag hacia aquel carro y se escondió en una rueda esperando a que a los dos hombres que disparaban se le acabaran las balas y tuviesen que recargar para el matarlos
–Tendré que pagar estos daños –pensó cuando salió de su escondite y les disparó en la cabeza a los dos hombres.
#¬#¬#¬#¬#¬
Sasuke se despertó al igual que Naruto por el sonido de los disparos.
-¿Sasuke? –Naruto estaba asustado y Sasuke salió en bóxer de su cuarto.
-Quédate allí.
El pelinegro miró a su hermano mayor. Este estaba fumando un cigarro al lado de su puerta, todas las luces estaban apagadas y arrugó el ceño. ¿En dónde estaba Haku?
-Itachi...
-Haku está bien –susurró –ahora entra a tu cuarto.
-Esta es mí...
-Es una orden.
El tono con que Itachi había dicho aquellas palabras a Sasuke lo había asustado, así que se metió al cuarto.
-¿Qué está pasando? –pensó Itachi, se seguían escuchando las descargas de las pistolas y fue sin hacer ningún ruido y se asomó un poco por la ventana.
#¬#¬#¬#¬#¬
Unas seis personas habían aparecido y a Haku le había rozado una bala en el hombro, había matado a cuatro, pero no podía utilizar más balas, debía hacer el mismo procedimiento de esperar que recargaran. Aunque esa vez no eran dos, eran seis y sería más difícil, porque no estaban disparando al mismo tiempo. Cuando escuchaba que a un hombre se le acababan las balas le disparaba en la frente y cuando había acabado con todos salió de aquel carro que estaba vuelto trizas.
-¿Qué fue todo eso? –se mordió el labio del dolor por una descarga eléctrica, cayó de rodillas y miró a la única ventana que estaba abierta y era visible en esa casa. Sabía que allí estaba Itachi.
-Que modesto –esa voz era reconocible para todo el que estuviese en cualquier tipo de mafia –pero... –el hombre dejó verse la cara cuando se paró en un farol que estaba prendido –dime, ¿Qué puedo esperar de mi mejor alumno?
-Nagato –susurró Haku tratando de enfocar el rostro demacrado de su sensei -¿Qué haces aquí?
Nagato estaba vestido muy elegante para la ocasión, su traje era completamente blanco y su cabello baboso estaba amarrado por una cola.
-Konan, mira a quien tenemos aquí.
Haku sintió como los dos hombres le colocaban esposas en las manos y grilletes en los pies, hizo una mueca de dolor y bajó su cabeza, porque la vergüenza lo invadió. Esa mujer que había considerado como madre iba a verlo en ese estado.
-¿Haku? –susurró Konan. Ella solo tenía el traje de la organización que junto a Nagato habían creado.
-¡Si señor! –susurró Nagato –Haku Deidara, uno de los mejores aprendices que hemos tenido, conocido en el mundo gracias a los tatuajes en las palmas de sus manos. Huérfano de padre y madre, increíble, prometedor... pero al parecer... no ha aprendido muchas cosas –se le acerco a Haku y luego miró a la casa -¿De quién es esto?.
Haku no dijo nada y Nagato le pateó la cara, pero el no se movió, ni tampoco hizo algún ademán de que le había dolido.
-Te hice una pregunta –dijo en un tono amenazante.
-Yochiki Kunogawa.
-Y... ¿Está en casa? –Nagato se iba acercando a esa casa con una ametralladora.
-Por favor, a pesar de que viven en esa casa, son gente honrada y tranquila, no saben nada de esto, yo alquilé una habitación aquí.
-Ok... –Nagato hizo una seña y a Haku le inyectaron una anestesia –llévenselo –ordenó y llevaron al rubio inconsciente arrastrado hacia un furgón negro y lo tiraron como si fuese un saco de papas.
-Nagato –le suplicó Konan.
-No querida –la agarró delicadamente por la cara –él sabe muy bien que no se pueden desobedecer órdenes directas.
Konan se zafó de ese agarre y lo golpeó a Nagato.
-Haku-Chan había conseguido la libertad –dijo seria la mujer.
-En el mundo de la mafia se consigue la libertad con la muerte.
Konan se montó en la limosina negra que los esperaban. Nagato suspiró, no podía desobedecer las órdenes de un Hachibi como Kurenai.
#¬#¬#¬#¬#¬
Itachi esperó que todos se fueran, cerró la ventana, le colocó una manta para que no se viera nada, prendió la luz de su cuarto y sacó todas las maletas que estaban en los closet y debajo de la cama, prendió un cigarrillo y abrió una por una.
Armas de todo tipo, desde una colt 45 hasta un snaiper, todas estaban desarmadas en las maletas.
-Desgraciados –sabía que era una locura ir solo, tenía que pensar fríamente.
Comenzó a armar todas esas armas sin colocarles las balas.
-¿En dónde las coloca Haku? –pensó mientras armaba una escopeta –en el baño –respondió y siguió armando las armas que conseguía –te voy a buscar Haku.
#¬#¬#¬#¬#¬
Se besaron apasionadamente y se abrazaron. Temblaban, pero temblaban de la alegría, temblaban por no poder creer que estaban juntos y del miedo a no saber qué pasará mañana.
-Te dije que confiaras en mi –le susurró Neji a Hinata y esta lo abrazó fuertemente.
-Neji –susurró ella –gra...
El celular de Neji comenzó a sonar.
-Disculpa –susurró el chico y contestó.
-“Neji-Kun, Neji-Kun... ¿Cómo has estado?”
Neji arrugó el ceño. Sasori había llegado antes de lo previsto.
-¿Muy bien y tu?
-“Perfecto, tu hermano no me contesta, quería que le dijeras que atrapamos a Haku Deidara”.
-¿Está bien, por dónde fue?
-“En el este de Konoha, en las residencias Bakei calle 52”.
-¿Seguro que no había nadie?
-“Todos estaban dormidos, al parecer es la casa de un tal Yoshiki Kunogawa”
-¿Y tú?, quiero burlarme de ese maldito –mintió Neji.
-"Al oeste, en un hotel de mala muerte. Lo alquilamos completo por 5 días, quizás pases una linda velada allí... podría ser que llevemos a tu prima, podría saber lo que es tener buen sexo. ¿Todavía sigue siendo virgen?”
-No lo sé...
-“Se llama Hentai el hotel”
-¡Vaya! –Neji se rió un poco -¿Mañana lo fusilan?.
-“Si, pero hoy jugaremos con él”.
-No lo hagan.
-“¿Qué?”.
-Necesito interrogarlo.
-“Quiero divertirme”
-Te las verás con el clan Hyuga si muere...
-“No pasará absolutamente nada... no morirá”.
-Estaré allí en 5 horas.
-“En cinco horas estará bien, te lo regreso en cinco horas”.
Finalizó la llamada y Neji le sonrió a Hinata tratando de despreocuparla, pero Hinata parecía impune a esa sonrisa, sabía muy bien que algo pasaba y no dejaría de mirarlo hasta que le dijera la verdad.
-Tranqui...
-¡No me vengas con eso! –Hinata miró a Neji muy seria y eso asustó al Hyuga. -¿Qué pasó?
-Sasori está aquí.
Los ojos de Hinata se abrieron de golpe por la impresión que le causaba la noticia.
-Tiene a... –Neji asintió y luego de un breve silencio susurró mientras agarraba su celular.
-Tengo que llamar a Itachi.
-¡No! –Hinata le agarró el celular –al parecer no sabes con quién te estás metiendo.
-¿Qué? –Neji miró a su prima sin comprender.
-Neji... te pudieron haber pinchado la línea –Hinata lo miró como si eso fuese lo más obvio -¡Tu eres el que trabajaba con mi papá y con mi tío!, yo era la niña consentida.
Neji sonrió y acarició lentamente las mejillas de Hinata antes de darle un beso apasionado que fue gustosamente contestado.
-Espera cinco minutos –susurró Hinata después del beso y le dio su celular –y utilizas el mío.
#¬#¬#¬#¬#¬
Itachi no podía creer lo que estaba viendo. Ahora entendía porque a Haku lo había dejado pasare en el aeropuerto. Estaba sentado en el suelo al frente de la maleta de Haku Deidara y estaba viendo un mini rastreador.
-Todo era una trampa –pensó -¿Cómo dejas pasar a un Uchiha a territorio Hyuga? –se paró y comenzó a caminar por el cuarto -solo se puede hacer mediante un convenio. Kurenai habló con Benjin, y sabiendo como es ese maldito mi tía solo le tuvo que pagar una buena suma de dinero, así que aunque su equipaje fuese armas no le negaron la entrada –se sentó en la cama –Haku estaba convencido de que todo saldría bien, tan convencido que dijo su nombre. Cuando le revisaron la maleta le instalaron esto –con una pinza jaló el mini rastreador, el cual media unos cinco centímetros de largo, se fue hasta el baño y lo lanzó por el retrete –maldita guerra –susurró y bajó la palanca –odio esta mierda de mundo –suspiró y se dijo –la primera parada de Haku fue esta casa. No movió la maleta... me imagino que habrán pensado “Si está buscando a Uchiha Itachi y estamos al corriente que está en Konoha, ¿Por qué no trajo su cuerpo y por qué no se ha reportado?” –se colocó una mano en la frente apesadumbrado –Haku hizo todo para que lo agarraran –abrió los ojos estremecido -¡Haku hizo todo para que lo agarraran.
-¿Itachi? –Sasuke entraba al cuarto que le había asignado a su hermano mayor –Itachi que... –vio todas las armas que estaban en el suelo y en la cama y luego miró a su hermano mayor.
-Son instrumentos de cocina –mintió Itachi.
-Que descaro de tu parte –susurró Saskue y cerró la puerta –ahora explícame por qué este almacén de armas en mi casa.
-¿Cómo entraste?... juro que le había puesto seguro a la puerta.
Sasuke le mostró las llaves y un suspiró salió de la boca del mayor de los herederos del clan Uchiha, pero en ese momento el celular de Itachi sonó.
-¿Si?
-“Habla Neji Hyuga... ¿Es usted Itachi Uchiha?
-Maldito Hyuga, ¡Dime en donde tienen a Haku!
El ceño de Sasuke se arrugó, estaba confundido escuchando la “Conversación” que tenía su hermano (Porque Itachi le gritaba descomedimientos al escucha de la conversación), ¿Qué le había pasado a Haku?, ¿Por qué su hermano hablaba de Nichibis o de Kyubis si no estaban leyendo mitología Japonesa?.
-¿En dónde estás? –preguntó con un tono amenazante Itachi.
-“¿Para qué tengo que decirte mi posición?”
-¡Para poder ir a matarte desgraciado! –Sasuke sabía que por la rabia y la desesperación Itachi estaba a punto de llorar.
-“Jajajajajajajajajaja. Itachi Uchiha, usted tiene un espíritu increíble, pero le debo una a su amigo... y como se cual es su plan. Plan que al parecer usted no se ha dado cuenta”.
-¿Quería infiltrarse en la nueva zona Sabaku-Hyuga -Uchiha? –Itachi parecía algo desconcertado.
-“¡Exacto!, pero ese solo era una pequeña parte de su plan, ¿Me diría en donde se encuentra?”.
-¿Para qué? –preguntó Itachi con recelo.
-"Porque necesito armar un plan con usted".
-En el este de Konoha, en las residencias Bakei calle 52, casa U-23.
-“Así que no pensó con frialdad”.
-¿Qué?... ¿De qué hablas?
-“Hizo todo para salvarlo a usted, el rastreador y yakusa mas sanguinario de todo Japón...”.
-No es ningún sanguinario.
-“Te salvó la vida... eso no lo hace cualquiera”.
-Voy a colgar.
-"¡Hazlo!, pero perderás el tiempo buscando a mi socio”
-¿Desde cuándo es tu?...
-“Te veré allí en media hora”
Itachi colgó y vio a su hermano menos. Pocas veces lo había visto serio, sabía que quería y que se merecía una explicación, pero Itachi no sabía cómo iban a repercutir en Sasuke. Le sonrió un poco, su hermano había vivido en un mundo tan paralelo, pero tan cercano al de él, vivió en una capsula completamente imaginaria, que trataba de alejarlo de el mundo yakuza. Se lo había prometido a su madre antes cuando ella estaba dando a luz a su hermano menor, nadie le haría daño a Sasuke y él viviría en una gran burbuja.
-Sasuke –Itachi hizo un espacio en la cama. Aquella decisión fue tomada a la fuerza –romperé la promesa que le hice a mamá, así que siéntate. Hay algo que debo contarte.
#¬#¬#¬#¬#¬
-¡Llévame! –Hinata tenía sus maletas en la mano y Naji suspiró por el cansancio.
-Hinata –explico por quinta vez –no ves que en estos momentos ese es el lugar más peligroso para los dos.
-¡Me importa un comino!, ¿Si pasa algo?, yo sé de medicina.
-Lo básico –corrigió Neji.
-Pero no pueden ir a una clínica porque le piden muchas explicaciones y el doctor familiar está regido por Benjin, ¿Qué pensará si tiene que curar a un yakuza del clan Uchiha?.
-Hinata –el pelinegro le agarró delicadamente los hombros –si te pierdo...
-No lo harás –susurró Hinata –confía en mí.
-Está bien... pero no irás al hotel.
Hinata sonrió y negó lentamente, si se exponía de esa manera sería una estupidez.
#¬#¬#¬#¬#¬
La poca luz que reflejaban los distintos faroles que estaban en el techo le daban entender a Haku que estaba en un sótano. Recién había despertado de aquella descarga que lo había entumecido por completo y no podía enfocar bien las cosas. Tenía los pies amarrados con tanta fuerza que le dolían y sus brazos también estaban amarrados juntos como sus pies y estaban sujetos a una cuerda que colgaba de una polea que estaba en el techo de aquel sótano.
Divisó a una silueta que caminaba tranquilamente hacia él y Haku sintió como una oleada de terror invadía su cuerpo.
Un hombre alto, pálido, de ojos pequeños, sensuales, salvajes y negros caminaba hacia él, su cabello negro y lacio le llegaba hasta los hombros; caminaba con suma tranquilidad con una simple camisa de botones blanca y un blue juean.
-¿Qué haces aquí? –susurró Haku y el hombre sonrió y se paró en cuanto estuvo al frente de él y luego le sonrió -¿Qué haces aquí Shinsui Uchiha?
El hombre suspiró y volvió a sonreír, como si todo eso para él fuese un juego.
-¡Maldito!, ¡Respóndeme! –exigió Haku.
-No te llega bien la sangre a tus manos y tus pies por la presión que ejerce las cuerdas sobre tus muñecas y tus tobillos –puntualizó Shinsui señalando las manos y los pies de Haku mientras él lo miraba con el ceño fruncido, ¿A quién le importaba eso?, la pregunta que daba vueltas en la cabeza de Haku era el por qué el mejor amigo de Itachi estaba allí -¿Cómo está Itachi?
-No lo sé –susurró Haku.
-¡No me dirás la verdad!, ¿A mí?. Que soy el mejor amigo –le dio un golpe en el estómago que provocó que Haku se encogiera del dolor –de... –le dio otro golpe –tu noviecito.
-Él y yo no somos nada –mintió Haku con los ojos cerrados y el ceño fruncido del dolor.
-Eres una persona muy inteligente, por eso Nagato te quiere tanto –al escuchar eso Haku emitió una especie de gruñido de desaprobación -¡Oh vamos!... además, no creo que Itachi no te haya dicho nada... como tú eres su perra desde hace mucho tiempo.
Haku agarró impulso y le dio una patada con sus dos pies sujetos entre sí, pero no fijados al piso en la cara de Shinsui. El Uchiha cayó al piso y varios yakuzas trataron de levantarlo, pero él se zafó de todas las ayudas y se levantó solo.
-Al parecer se me olvidó con quien hablaba –escupió un poco de sangre –se me olvidó que hablaba con el hombre que tiene más información del paradero de Itachi que nosotros.
-Yo no sé nada sobre Itachi, lo he estado buscando tanto como ustedes, necesito llevar a cabo mi misión.
Shinsui comenzó a reírse y se acercó a Haku de nuevo e hizo unos movimientos con las manos para que bajaran un poco al rubio.
-Pero... ¿Qué misión? –se rió un poco –Kurenai-Sama sabía que no lo harías –le agarró las mejillas delicadamente –porque tu lo amas.
-Maldito –susurró Haku.
-Hagan todo para que hable –ordenó Shinsui mientras se daba la vuelta y caminaba hacia una salida –viólenlo si es posible –se volteó y sonrió –quizás me una a esa tanda yo también –miró a Haku –recuerda... él no hizo nada para salvarte.
-¡Maldito! –comenzó a gritar Haku -¡MALDITO!... JURO... JURO QUE TE VOY A MATAR.
-No creo que salgas vivo de mañana –Shinsui cerró la puerta que daba a las escaleras de aquel estacionamiento y escuchó como cargado de odio Haku lo maldecía hasta que presumió que lo había amordazado, porque no se escuchaba si no las risas de los yakuzas que estaban allí –perdóname Haku –susurró y votó unas lágrimas –pero –se las secó y caminó con la cabeza en alto –este es MI trabajo.
#¬#¬#¬#¬#¬
Sakura Haruno caminaba lentamente por las calles oscuras y desiertas de Konoha. Sólo tenía una falda corta blanca, un corsé negro y unas botas negras de agujas. Hacía un frío terrible y eso agrandaba su tristeza. Suspiró con fuerza, su máscara de chica odiosa y desinteresada se desvanecía, sólo quería estar al lado de una persona en su vida, pero, ella sabía muy bien que Ino Yamagata nunca la aceptaría como novia.
Su “Amiga” de barras se había convertido en una mujer calculadora que como sabía que a los hombres les gustaba el YURI lo hacía con su “Mejor amiga” en vivo y practicaban en las mañanas. Como Sakura hubiese deseado que eso fuese más que simple sexo, que un simple calentón, que pudiesen agarrar su dinero e irse lejos, porque lo que recaudaban les ayudaría a vivir siempre y cuando lo administraran bien. Pero, como todos en ese bar, no querían irse porque era la única forma que conocían de hacer buen dinero.
Y aunque ella estaba cada día más enamorada de la rubia, por otra parte, ella parecía más centrada en su trabajo que en los sentimientos de la pelirrosa, sus lágrimas comenzaron a fluir y se paró en la parada de autobuses que llegaban justo a una cuadra del Ichiraku-Bar y un carro blanco se estacionó en la misma parada y ella suspiró con fuerzas. No quería nada con hombres, ¿Es que nadie entendía que ella era lesbiana?
-¡Oye!
La pelirrosa vio como de la ventana del copiloto del carro blanco se asomaba una muchacha de lentes, de cabellos negros y a su criterio muy sexy.
-¿Por qué estas tan sola en una noche tan oscura? –preguntó la chica mientras sacaba su brazo derecho y le enseñaba la pulsera de la bandera bisexual.
-Y... –eso era mucho mejor para la pelirrosa -¿A dónde me quieres llevar?
-Sube y aquí lo veremos –dijo con una voz aterradoramente sensual la chica y Sakura con una sonrisa de medio lado abrió la puerta del copiloto y se montó en el carro, y cuando cerró la puerta ya estaba siendo apresada por los labios de aquella mujer y le respondió con la misma ferocidad que la pelinegra había impregnado en el beso –mi nombre es Karin ¿Y el tuyo?
-Sakura –susurró la pelirrosa –un placer.
#¬#¬#¬#¬#¬
-No... –Sasuke estaba confundido –no es cierto.
-Sasuke –susurró Itachi –es...
-ES MENTIRA –Sasuke se paró de la cama –TODO ESO ES MENTIRA... nuestros padres eran dueños de un club y murieron en un accidente de tránsito. Tu me lo dijiste, no estoy loco, eran gente respetable y Haku era tu amigo de la infancia... y... ahora tu amante y...
-Sé que es muy duro, por eso te ocultamos la verdad...
-¿A quiénes te refieres cuando dices “Ocultamos”? –Sasuke hiperventilaba.
-Yo...
-Ya lo sé –susurró bravo Sasuke.
-Mamá, Fukaku, Haku... todos los sirvientes... que no eran más que otros yakuzas.
-Ellos son gente buena, me trataron muy bien, no parecían...
-Sasuke... ¿Yo parezco un yakuza?
El pelinegro negó lentamente.
-No queríamos que te enteraras de nada, “Eso” no era tu destino y le juré a mamá nunca contártelo.
-Y ahora... ¿Voy a estar en este mundo?
Itachi negó, se levantó de la cama y abrazó a su hermano y sonrió. Parecía el Sasuke de siete años que recordaba a la perfección, confundido y tímido. Pero, por una parte lo le gustaba, sintió los brazos de su hermano aferrarse a su cintura y lo escuchó susurrar.
-¿Ellos se llevaron a Haku?
-Así es.
-Que podrido es ese mundo... ¿No pueden dejarlos en paz y ya?
El pelinegro sonrió, su hermano a pesar de ser ya un hombre con casa y un empleo que le brindaba estabilidad, le faltaba mucho por aprender.
-Si fuese así –comenzó a decir –¿Tu crees que no habrían tantos muertos? –Itachi apartó un momento a su hermano para mirarlo con absoluta seriedad –Sasuke, la única verdad es que nuestros padres murieron al ser torturados por el clan Hyuga y ahora, estará a punto de estallar una guerra si no la paramos a tiempo.
-Tu... –a Sasuke le daba pena preguntarle a su hermano muchas cosas -¿Tú has matado a alguien?
-Si.
-¿A cuántos?
-Sería muy dramático si los contara –Itachi sonrió como si Sasuke hubiese hecho un chiste.
-¿Quién mató a nuestros padres? –Itachi se tensó ante esa pregunta, pero el timbre de la puerta principal sonó.
-Eso ya no tiene importancia –fue lo único que se le ocurrió decir a Itachi, no quería llenarle la cabeza de rencor a su hermano menor.
Salieron del cuarto y bajaron las escaleras en completo silencio, pasaron por el vestíbulo, abrieron la puerta que daba al patio, siguieron caminando e Itachi le abrió la puerta que daba a la calle después de tantos años al autentico asesino de sus padres, al demonio silencioso del clan Hyuga. El sucesor de Benjin. Neji Hyuga, y a su lado, la niña consentida del clan Hyuga, Hinata, un ente completamente neutral en la guerra pasada.
-Tenemos un buen plan, corto y fácil, pero a la final un buen plan –dijo Neji.
-Buenas noches –susurró Hinata e hizo una reverencia –mis más sinceras disculpas, ¿Podríamos pasar?
-Eso –Itachi dio un paso hacia la izquierda para mostrar a su hermano menor –se lo preguntan al dueño de esta casa.
Los dos Hyugas miraron al menor de los dos hermanos Uchiha sin aliento alguno. ¿Ese no era el Sasuke que tanto hablaba Naruto?
-Yo te conozco –Sasuke señalo a Neji.
-Si Sasuke, soy un conocido de Naruto –Neji sonrió.
-Pueden pasar –Neji dejó que entrara a la casa primero Hinata
-¿Se les ofrece algo?
-No, pero muchas gracias por el gesto Sasuke-San –dijo Hinata e Itachi los veían mientras cerraba la puerta de la calle con seguro.
-Debemos apurarnos, Sasori me llamó y me dijo que no lo matarían... les dije que iban a tener problemas con los Hyuga si lo hacían.
Itachi inspiró hondo y dijo.
-Entonces, vamos a mi cuarto, el tiempo apremia.
CONTINUARA