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Amores de Barra por Danish

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Track 13
-Vaya, vaya… mira nada mas como te dejaron esos hombres necesitados. ¿Te hicieron daño Haku?

Con varios cortes en la piel, con su cabeza dando tumbos, con su entrada doliéndole; sin uñas en las manos y en los pies. Lleno de sangre, de semen, y de polvo. Estaba maniatado y con un collar de cuero en el cuello; y aunque en ese estado no Haku no suponía un peligro. Sasori, el jefe del clan nichibi “Sabaku” quería estar completamente seguro por el simple argumento de que “…l era Haku Deidara” que no lo iba a matar.

-Pero… -toda la habitación en donde el rubio se encontraba estaba a oscuras –como soy una persona muy buena –Haku sintió que lo jalaban por el collar que tenía, lo arrastraron por el piso y tubo que cerrar los ojos por el dolor. Pero, sintió una luz y abrió lentamente sus ojos y estaba en un baño completamente blanco que hedía a alcohol –Yamato.
-Si señor –el hombre alto que intimidaba a cualquiera con su mirada estaba vestido con una camisa negra manga corta y un jean.
-Nuestro huésped necesita un baño… “purificante” –hizo un ademán de comillas con los dedos –para poder seguir nuestra velada.

Yamato colocó un arnés en el collar del rubio, le colocó unos lentes para nadar, uno tapa orejas, tapa fosas y le susurró a Haku cuando le iba a tapas la boca con un tirro.

-Agarra aire rubiecito –le tapó la boca y tiró del arnés ahogado a Haku y lo metieron en la tina.

De repente, todas las heridas de Haku comenzaron a arder, él trataba de salir pero no podía, quería llorar y gritar, sus manos le dolían, sus piernas y su entrada, lo que le estaban haciendo en ese momento era mucho peor de las descargas eléctricas después de haberle sacado todas las uñas de sus manos y todas las torturas que le hicieron para averiguar sus planes y en donde se encontraba Itachi. No podía aguantar más y fue en ese momento que lo sacaron de aquella tina jalándolo por el arnés y le quitaron el tirro cuando cayó en el suelo y un grito quedó ahogado por este.

-Alcohol –Yamato le comenzó a quitar todo –cortesía de la casa –le colocó una manta para cubrirlo –si quedas vivo –se comenzó a reír –creo que nunca más volverás a esta vida.
-Yo no elegí esta vida.

El hombre lo miró asombrado, pero el sonido de la puerta principal de aquella habitación de lujo en ese hotel de mala muerte lo hizo caer en cuenta con quien estaba tratando. Por un segundo le hubiese gustado sacar a Haku de aquel motel. Pero, seguía órdenes y su clan se basaba en un código. Obedecer las órdenes del jefe.

-Yamato –escuchó y cargó a Haku, lo colocó en la cama y se fue de la habitación.
-No has soltado nada –Sasori tenía un yukata negro que hacía resaltar sus ojos y su cabello marrón -¿Qué es lo que te lo impide?

Haku trató de visualizar al hombre. Pero el dolor lo enceguecía, se quería acomodar en la cama y así lo hizo, pero apretó los labios por el dolor y eso le produjo más dolor aún y emitió un gruñido.

-Podre gatito herido –el pelirrojo se acercó a la cama –antes era el hombre más buscado. El hombre más peligroso y ahora... ahora –sonrió y le acarició la cara a Haku –no es la sombra del hombre que temían en los “bajos mundos” –Haku temblaba por el frío y por el dolor y eso lo captó Sasori –necesitas algo –no hubo respuesta –yo trato de ser un buen anfitrión y tu no me respondes.
-Muérete –un golpe de Sasori se estrelló en la cara de Haku y de la boca de este salió sangre.

-Lamentablemente no te puedo matar a ti pequeño gatito herido –entró otro hombre a la habitación –¿Shinsui?, ¿Eres tu?
-Si señor.
-Enciende la cámara Shinsui –Sasori le tocó las edras rubias de Haku y susurró –no sabes que sexy te ves todo destruido y pidiendo redención por tus heridas –Haku seguía sin responder nada –Shinsu. Enciende la cámara –Haku vio al mejor amigo de Itachi y este no le prestó atención. Sintió como le abrían las piernas y le dolió -¿En dónde está Itachi? –no respondió y sintió algo que lo penetraba y gritó lo más fuerte que pudo –lo que hace un pequeño tubo de hierro con un condón. Haku no aguantaba más, no quería llorar, pero sus lágrimas salían –te hice una pregunta... ¿Acaso te quieres quedar sin miembro? –sintió como le pasaban la lengua. Pero sentía tanto dolor que no se percató en lo excitante que podía ser.
-Sasori-Danna –susurró Shinsui a lo nuestro.
-No me digas que es lo que debo hacer –Sasori suspiró -¿En dónde está?...

-Acaso... es lo único... q... que saben decir –a Haku le dolía el solo hecho de hablar –patéticos –volvió a gritar de dolor a sentir como le volvían a meter el tubo, sus pies sin uñas también le provocaban dolor, sus manos todas ensangrentadas de nuevo por la presión del mecatillo en sus muñecas y sus manos también sin uñas –malditos.
-Has dicho mucho esas palabras hoy –Sasori le beso la mejilla izquierda –dime en donde está Sasori y esto terminará.
-En tu trasero –Sasori se paró de la cama.
-Dime algo... lo amas tanto que das hasta tu vida por él. Sabes cuanto vale su cabeza... Ya la tuya... me la pagó Kurenai... –Sasori acercó un cuchillo a la garganta del rubio y la comenzó a pasar por el pecho haciendo un pequeño corte que hizo sangrar a Haku –pero... te tengo que entregar a Neji... –te voy a contar un pequeño cuento –Sasori dejó su cuchillo a un lado –todo había sido una trampa... desde el mismo momento que tu querido amor Itachi se fue y dijo que dejaba su puesto para ser dar clases en la escuelita de artes Kurenai se sintió muy feliz –Sasori le dio otro beso a Haku –al no saber nada. Sasuke no podía asumir el puesto en el clan. Así que llegaba ella. Te envió en su búsqueda con el único propósito de matarlo –metió aún más el tubo en la entrada de Haku y este grito y comenzó a llorar –es increíble. …l gran Haku Deidara llorando y por la culpa de Itachi. Acerca la cámara Shinsui. Mira Itachi –Sasori se alejó de Haku y permitió que Shinsui hiciera un paneo con la cámara al cuerpo de Haku –él está así por tu culpa. Cuando veas esto él estará muy feo para la foto...
-Señor... no lo podemos matar –susurró Shinsui.
-Ya sé que él maldito de Neji no lo permitió. Has lo que quieras con él –Sasori se salió –voy a salir un rato. Ese chico no soportaría estar conmigo ni 10 minutos en la situación que está.

Los dos hombres quedaron solos y Shinsui colocó la cámara en un lugar que podía verse completamente la cama en donde se encontraba Haku. Se comenzó a quitar la ropa y le quitó el tubo a Haku y notó como de su entrada salió a sangre.

-Eres hermoso... sé que se pasaron contigo. Mamas muy bien con una pistola apuntando en la cabeza –le abrió las piernas a Haku –y bueno... si es así la única forma en que yo puedo hacer el amor contigo lo haré. Aunque me hubiese gustado –acarició la cara a Haku –que estuvieses conmigo en una cama gimiendo para mí y olvidándote de Itachi.
-…l cree que tu eres su mejor amigo –Haku se sentía asqueroso.
-Y lo soy. Pero siempre le tuve celos porque él tenía una preciosa joya en su armario y la guardaba con celos –Shinsui se adentró en Haku y este gritó del dolor –Dime en donde está Itachi –comenzó a moverse y Haku no podía decir nada por el dolor. Sólo gritaba -¿Por qué?... –Shinsui se salió de Haku y buscó un tirro. Se lo colocó en la boca a este y volvió a penetrarlo -¿Por qué lo amas tanto? –comenzó a gemir –Haku, Haku, Haku –lo abrazó mientras este lloraba y sus gritos eran opacados –Haku..
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Itachi miraba por la ventana e los asientos de atrás de la Hummer de Neji. Iban a toda marcha; trataba de calmarse, pero sabía que algo no estaba bien con Haku. Sentía esa misma sensación que cuando sus padres habían muerto sintió, se llevó una mano a su pecho y miró a la nada asustado.

-…l estará bien –susurró Neji -¿Conoces a alguien que no le haría daño en tu clan? –lo miró por un momento por el retrovisor y volvió a fijarse en el camino.
-Si... Tenten y Lee... pero ellos están en Suna... creo que el único que puede no hacerle daño y cuidarlo. Es Shinsui... mi primo y mejor amigo –Itachi volvió a mirar sus manos –él sería incapaz de hacerle algo; espero que pueda decir que lo confinen y que lo interroguen sin ningún daño mayor a unas pequeñas descargas eléctricas.
-Muy bien. Igual, yo dije que lo iría a buscar y ya estamos llegando, así que mejor escóndete en la maleta –la maleta de la Hummer no era con capó, así que Itachi se pasó para la parte de atrás de la camioneta, se colocó una manta que tapaba todas las cosas en la maleta y esperó a que todo pasara según el plan. Escuchó algunos saludos de parte de Neji para sus subordinados y su corazón comenzó a bombear más rápido por la adrenalina, escuchó cuando el chico salía de la camioneta y le pedía a Inoshi Yamagata que se la estacionará. Itachi sabía que él se parecía mucho a Haku y sonrió, Neji habái hecho muy bien su trabajo.
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Neji caminaba tranquilamente aunque su corazón no lo estaba. No era su mejor amigo, pero él, ese asesino había salvado al amor de su vida y compartían muchos ideales, quizás aquella conversación le había afectado un poco. Le había pedido perdón por haber matado a su padre; pero eso era una guerra y este quería el fin de todo ese embrollo. Se encontró con Sasori en el pasillo y se asombró, luego escuchó unos gemidos desde la habitación 232 y se acercó al pelirrojo.

-Veo que no se han molestado en hacerle algún cuestionario Sasori-Danna –el pelirrojo sólo sonrió -¿Me lo deja llevar para poder?... –cerró los ojos al escuchar y miró a Sasori tranquilamente.
-Si. Shinsui hace mucho ruido cuando se trata de una persona que de verdad le gusta. Se lo dejé a él porque me di cuenta de cuanto lo deseaba. Supe que él era el que había disfrutado mas todo lo que le hicieron a Haku...
-¿Le hicieron? –Neji levantó una ceja incrédulo.
-Usted nos dijo que no lo matáramos y Shinsiu propuso que aunque sea nos divirtiéramos. Pero yo no lo hice –Neji le prestaba atención, así que Sasori siguió su relato –no aguantaría ni media hora conmigo en esas condiciones. Lo interrogamos pero... es muy fiel a sus principios. Es increíble que... tantas cosas que le hicimos y... no dijo absolutamente nada. Shinsui grabo todo.
-Quiero esa grabación –Neji vio como un chico de cabellos negro al igual que sus ojos y algo sonrojado salía de la habitación con la camisa abierta y sus pantalones con la correa a medio colocar -¿Usted es Shinsui Uchiha? –el chico hizo una reverencia a Neji.

-Neji-Sama. Disculpe mi aspecto. Pero, no sabíamos que vendría tan temprano.
-Quiero su grabación Shinsui Uchiha –Neji sonrió –se lo enviaré a la escuela de arte. Eso será peor que buscar la ubicación de Itachi. Sabemos que trabaja allí, pero no sabemos a donde va y no podemos hacer de esto algo público –el chico otra vez hizo una reverencia –pobre e incrédulo Itachi... ¿Qué su primo no le haría nada?... veamos como reacciona al ver esto. Es un completo idiota y Haku lo protegió como podía. Ese Itachi no tiene madera para Yakuza.

Entró a la habitación y vio a Haku en una cama todo demacrado con un tirro en la boca, se acercó lentamente al chico y este lo vio casi suplicándole auxilio.

-No es un dios –escuchó decir a Sasori.
-Sasori-Danna –Neji no sabía por donde agarrar al chico y evitar que le doliera –si Haku se muere en el camino usted pagará las consecuencias –no hubo respuesta –no podrá responder absolutamente nada –lo miró con rabia y el pelirrojo dio unos pasos hacia atrás despreocupado.
-…l es muy fuerte.
-…l... como usted dijo –le quitó el mecatillo de las manos y lo envolvió en la manta llena de sangre –no es un dios... se puede morir –y eso era lo que más asustaba a Neji por algún motivo.
-¿Se irá? –preguntó Sasori.
-Si... necesito llegar lo más pronto posible... otra cosa, si se muere en el camino lo quemaré y sus restos estarán en una bolsa negra.
-Vivirá –Sasori vio como se lo llevaba Neji.
-¿El video?
-¡Oh!, ¡Si!... SHINSUI –el chico le dio a Neji los dos casetes e hizo una reverencia.
-Gracias... Shinsui Uchiha.

Haku cruzó miradas con Shinsui y luego su mirada fue hacia su salvador, pero estaba muy cansado para hablar. Cerró los ojos y se dejó llevar ya a saldo de todo. O eso se permitiría creer por los momentos él.
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Un helicóptero aterrizaba en uno de los helipuertos de un edificio de Konoha. Dos bolsos salieron del helicóptero y se estrellaron en el suelo y a ellos le siguieron dos personas cuando este estaba considerablemente cera del suelo y este se elevó lo más rápido que pudo.

Uno de ellos era una chica, china, completamente vestida de negro como su compañero su cabello estaba teñido de color marrón y agarrados con una coleta, sus ojos eran como dos pozos marrones oscuros que reflejaban cuantas muertes había presenciado en su vida. Sacaba un papel de su bolsillo mientras susurraba.

-No conozco ni un poco Konoha Lee –un chico con un corte de hongo en el cabello y de cejas pobladas se le acercó -¿Sabes en donde queda esto? –le extendió el papel.
-Koezu nos dejó bastante cerca de donde se reside Haku-Chan –susurró el chico –pero nuestra prioridad ahora es salir de aquí Tenten.
-Espero que Haku-Chan no haya cometido ninguna locura –Tenten se colocó su bolso en la espalda.
-Ya vámonos Tenten.
-Hai.
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Aquella sensación de miedo no lo dejaba dormir. Vagabundeaba de un lado al otro por el jardín tratado de tranquilizarse. Pero sabía que algo no andaba bien. Miró al cielo implorando que todo fuese un final feliz, per había presenciado tanto desastre alrededor de su vida que ni siquiera creía que estuviese viviendo con Gaara, era la segunda persona por la que sentía esa clase de sentimientos, la otra Sasori la había mandado a matar. Y ese, era el peor miedo de Sai. Aquel hombre que ahora estaba durmiendo tranquilamente en su cama era el hermano menor del hombre que mató a la primera persona de la que se había enamorado. Yahiko.

-Demonios –se sentó en las escaleras que dividían el jardín de la casa de Gaara y suspiró exasperado -¿Qué hago?
-¿Sai? –Sai volteó asustado, pero la cara medio dormida de Gaara le hizo sonreír -¿Por qué no vuelves a la cama?, ¿Pasa algo?
-No... –trató de mentir, pero fue cobijado por una manta que traía Gaara y este se acurrucó en él.
-No mientas –Gaara le dio un beso en el cachete y Sai lo abrazó -¡Oye!, ¿Qué tienes?
-No me dejes –susurró entre sus brazos Sai.
-Tonto –Gaara se paró –entremos a la casa. Aquí hace frío y mañana habrá q ir temprano a la escuela –le tendió una mano –vamos, piensa en finales felices.

Sai asintió. ¿Había algo de malo en creer en los finales felices?
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Neji prendía su Hummer mientras Haku trataba de no pensar en el dolor que sentía en todo su cuerpo, se había despertado al sentir como la tela seca de cuero despertaba sus heridas y trataba de acomodarse para que la sábana de ceda le tapara todo su cuerpo desnudo.
-¿Cree que llegue? –al escuchar esa pregunta Neji miró al hombre que le hablaba. Era un anciano y miraba a Haku con tristeza –es un ser humano.
-Tahiko-San –Neji lo miró directamente a los ojos -¿Usted se metió en esto?
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Nunca lo había hecho con una mujer como lo había hecho con Karin, ni siquiera se molestó en fingir un orgasmos porque en realidad había llegado a él, se había olvidado por completo de aquella tristeza que le había dejado Ino aquella noche, se besaba con aquella chica con pasión y la abrazaba mientras la chica seguía estimulándola.

-Sakura –su nombre sonaba tan sexy en sus labios.
-Ummm Karin-Chan...

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Neji manejaba lo más rápido que podía para alejarse del radio de espías que seguramente había puesto Sasori, Haku le contaba todo lo que podía. No era que Neji lo hacía para que Haku recordara, todas las atrocidades que le pudieron haber hecho en aquel hotel. Sólo que necesitaba que Halu se mantuviese despierto.

-Neji... ¿En dónde está Itachi? –después de preguntar eso Haku tosió.
-Te lo diré en su debido momento.
-No quiero que él se entere. Lo mejor será desaparecer de su vida –todo su cuerpo le molestaba –maldita, sea... porque no me mataron.
-Yo se los ordené –Haku abrió los ojos asombrado.
-¿Qué?
-No es lo que tú crees. Itachi hubiese actuado peor y además, tengo un plan –Neji se estacionó a la orilla de un río –Itachi.

El pelinegro salió de la manta con un hombre muy parecido a Haku y este lo reconoció.

-Inoshi Yamagata –su piel se erizó –maldito.
-Piedad... –susurraba Inoshi –piedad.

-Así que le quitaste las uñas a Haku –la expresión de Itachi daba miedo.
-No Itachi... –Haku no quería que Itachi matara a nadie.
-¡Judas! –Inoshi señalaba a Neji -¡Eres un judas!, ¡Benjin-Sama... Benjin-Sama tomará represalias contra ti!

Neji sólo encendió un cigarro y le susurró a Itachi mientras lo veía por el retrovisor.

-Que sea afuera –Itachi asintió y abrió la maleta de la Hummer negra, le tapó un tirro la boca a Inoshi, las amarras con mecatillo que tenía en las manos y en las piernas se las apretó aún más y le cortó las muñecas para que sangrara.
-¿Por qué?... –Haku se sentía impotente y escuchaba los gritos ahogados de Inoshi –yo no quería...
-Simplemente me decepcionaste Haku... pensé que sería un poco más inteligente con respecto a tu ubicación geográfica y la de Itachi... pero, simplemente el amor te cegó. Por eso un matón como tu no se le permite tener sentimientos... y tu los tienes... no puedo creer que seas el mejor alumno de Nagato-Sama.
-Tu no entiendes nada –susurró Haku bajando la cabeza.
-Entiendo que hace 10 años hubieses dejado que atraparan a Itachi y armabas un ejército de ninjas en un segundo y acababan con todos...
-Eso lo hice yo hace 5 años...
-Si, el día que mataste a mi padre –Neji tiró su cigarro al suelo –pero yo también he cometido mis errores, todo tiene una consecuencia Haku... y esto la tendrá, me reubicaré con ustedes... si piensas formar un plan conmigo tienes que...
-¿Por qué haces esto?
-Tenemos un enemigo en común y queremos que esto se acabe... pero. Creo que el Haku que yo conocí se quemó... tu moriste y ahora estas mucho más que enamorado y él también. Pero tienes que pensar con frialdad... no seas estúpido, que el amor no te vuelva ciego.
-¿Por...?
-Me parece realmente patético que te hayas dejado hacer todo esto por él y por buscar información.
-Sasori-Danna tiene más de 300 yakuzas a su disposición. Kurenai-Sa...
-¿Por qué le dices Sama a una persona que te quiere matar y por qué le dices Danna a la persona que estaba a punto de hacerlo?, ya no eres un yakuza. Eres un muerto.

Un olor a quemado llegó hasta la nariz de Haku y trató de incorporarse y vio como Itachi quemaba vivo a Inoshi.

-ITACHI –Neji salió de la Hummer mientras Haku se arrastraba tratando de parar esto –BASTA... BASTA –Neji lo agarró con una manta y Haku veía como Itachi se convertía en el asesino de hace cinco años –BASTA –pero Itachi no le hacía caso, sólo veía tranquilamente como se quemaba Inoshi.
-…l tenía que morir –susurró y dejó que se consumiera poco a poco ante la mirada de Haku –tenemos que volver a ser nosotros. La guerra la pueden aplazar un poco, pero vendrá... no podemos seguir con esto –a Haku le rompió el corazón esas palabras. Ese no era Itachi.

-Yo recojo lo que queda... ustedes dos entren –Itachi agarró a Haku, cerró la puerta de la maleta y se fue con Haku a los asientos de atrás.
-Yo no quería esto... –susurró Haku e Itachi lo abrazó lentamente -¿Qué se puede hacer?

-Nada –Itachi se metió en la Hummer con mucho cuidado con Haku en brazo –no se puede hacer nada.
-Te...
-Shh –Itachi le colocó un dedo con cuidado en los labios –lo sé.

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Nunca se había sentido tan incómodo como en ese momento. Hinata y Sasuke hablaban sin parar de cosas que no entendía y su inconsciente le decía que era mejor no enterarse. Estaba sentado en un sofá de la sala de la casa del pelinegro de cuero negro. Miraba a todas partes tratando de distraerse en otra cosa mientras Sasuke tenía una pequeña discusión con alguien que él creía que no conocía.

-PERO SI TE ACABO DE CONOCER –le gritaba Sasuke a Hinata -¿C”MO PODR… TENERTE CONFIANZA?

Naruto se quedó en blanco. Hinata acababa de conocer a Sasuke. Bueno, es que cuando se le ocurrió salir del cuarto después de la balacera que se había formado. Se encontró con Neji y Hinata tratando de explicarle a Itachi algo del cual el pelinegro no parecía confiarse. Había algo en la cara de Itachi –y aunque no lo conocía mucho podía decir- que era diferente. No era el mismo loco que le daba clases, ni el hermano mayor que aceptaba a una persona que vendía su cuerpo como ¿Pareja? De su hermano. Ahora tenía otra cosa en que poderse carcomer en silencio rebuscando y pensando por mucho tiempo. ¿Era pareja de Sasuke?

-HAKU ESTÁ EN PELIGRO.
-BASTA –Hinata ya estaba harta –EL FUE EL CULPABLE. NO TENÍA QUE HABER SIDO TAN ESTÚPIDO... ADEMÁS, ¿TU QUE SABES DE TODO ESTO?

-¿Haku Deidara? –Naruto esperaba que le dijeran que no era su primo –ese nombre es muy común –pensó.
-¿Conoces a Haku Deidara, Naruto? –preguntó asombrada Hinata –Naruto cerró los ojos y frunció el ceño. ¿En qué cosas se había metido su primo ahora, cómo conocía a Sasuke y a Hinata?
-Es mi primo –susurró el rubio. Y Hinata y Sasuke lo miraron anonadados -¿Qué pasa con él? –no tuvieron tiempo de reaccionar. De repente alguien toco la puerta de Sasuke y este fue hacia la entrada.

-Espera... –Hinata fue atrás de él y sacó una pistola de su cartera y Naruto abrió los ojos impactado.
-Hinata-Chan...
-Luego te explico Naruto-Kun.

Volvieron a tocar la puerta y esta vez con más insistencia y Hinata abrió lentamente la puerta.

-¿Quién? –preguntó.
-Tente.

-Lee –al escuchar la voz de los amigos de su hermano mayor. Sasuke abrió la puerta rápidamente y con alegría.
-CHICOS –grito de la emoción aunque la cara de los dos aludidos era de total estupefacción.
-¿Qué haces aquí Sasuke? –preguntó Lee y luego miraron a Hinata e hicieron una reverencia.
-¿Eh? –Sasuke los miró a los dos –esta es mi casa –los dos chicos se miraron y Tenten susurró.

-Mataré a Haku y a Itachi.
-Pasen –susurró Hinata y los dos chicos se quedaron mirándola -¡Vamos!, yo no soy participe de todo esto. Les contaré porque Haku les mando a traer esos bolsos con remedios y bolsas de sangre compatibles con él.
-Ya los sabemos –susurró Tenten mientras pasaban por el vestíbulo –y vinimos por eso. Quizás no nos lo haya contado, pero son muchos años conociendo las locuras que él es capaz de hacer por ese estúpido.

Sasuke pasó primero a la sala seguido de los demás y Naruto se paró.

-Buenas noches –luego de decir eso dio una pequeña reverencia.
-¡Hola! –Tente le tendió la mano –mi nombre es Tenten, tengo 26 años y mi signo es...

Los otros tres veían como Tenten le suministraba una gran cantidad de información sobre su vida a Naruto y este le sonreía. Y Lee susurró mientras negaba con la cabeza.

-Le gusta –Sasuke lo miró con los ojos tan abiertos que parecían de plato –es así cuando un chico le gusta.
-¿Qué dices? –susurró Sasuke.
-Que a Tenten le gusta Naruto.

-¿Y tienes pareja? –preguntó Tente muy cerca de los labios del rubio.
-Bueno... yo... –Naruto no sabía que hacer –yo...

-Si –respondió Sauke –es MI pareja.

Todos en la estancia quedaron en silencio; Naruto se moría de la vergüenza al igual que Tenten. Lee quería reírse, pero sabía que eso significaría su muerte. Por otra parte, Hinata miraba tranquila aquel cuadro y Sasuke tenía un arranque de celos muy característico de un niño de cinco años que ve a su madre saliendo con otro hombre.

-¿Eres gay? –le preguntó anonadada Tenten a Naruto
-En teoría –susurró el rubio aún sonrojado.
-Eres muy lindo –Tenten sonrió.
-Gracias –Sasuke carraspeó y Tenten lo miró con una sonrisa y fue a abrazarlo -¡Sasuke-Han!, ¡Pero mira que grande estas!

-Está loca –pensó Naruto -¿En qué lío me habré metido al venirme a vivir con Sassuke.

Otra vez el timbre sonó, pero aún con más insistencia y ahora fueron tres personas sacaron armas automáticas 9mm y Narut sacó sus propias conclusiones en menos de lo que podría cantar un gallo.

-Son yakuzas –miró a Sasuke que iba hacia él –pero... ¿Por qué él no tiene un arma?
-Estoy tan anonadado como tu –le susurró Sasuke mientras lo abrazaba por la espalda –hace una hora que me enteré de todo esto y ahora... todos estamos alertas porque Haku-Chan... –pero cuando Hinata abrió la puerta y apareció su hermano menor con un rubio inconsciente lleno de sangre y dando órdenes rápidas a todos los presentes quedó en shock. Nunca le había gustado la sangre, le había agarrado repulsión desde el día de la muerte de sus padres.

*Fan Flash*
Los disparos no cesaban. Su hermano mayor y Haku salieron rápidamente de su cuarto y le dieron ordenes precisan de que se quedara ahí tranquilo cuando apenas tenía catorce años. Había visto muchas películas de acción con Tenten y con Lee que su hermano no le dejaba ver y los había visto entrenar con Haku en el Dojo de la mansión en donde el jugaba sin parar. Pero, él quería ver, quería ver lo que pasaba, había escuchado muchos gritos y parecía que la gente se divertía como el tras cámaras de las películas que también veía. Hubo un silencio y escuchó muchos sonidos ahogados, salió en total silencio y se asomó por la baranda del pasillo del tercer piso de aquella mansión al frente de la puerta de su cuarto para que Haku y su hermano no lo regañaran.

-Aniki –susurró y un hombre degollado calló a su lado, convulsionaba a causa del dolor y la falta de aire y lo miraba directamente a los ojos. Era Juugo, uno de los que trabajaban para esa casa. La mano maciza y llena de sangre del chico de cabello casi anaranjados la pasó por su cara llenándola de sangre tratando de que no viera nada, pero al final murió y un charco de sangre salía de su cuello.

Se tapó la boca horrorizado, su aniki no podía descubrir que salió de su cuarto, volteó y a su lado había un hombre vestido completamente de negro que apuntaba un cuchillo hacia él, pero Suingetsu, otro chico que trabajaba en la mansión sacó una katana de una funda de madera con la que le enseñaba a Sasuke Kenpo.

-Sasuke-Han –susurró el chico también lleno de sangre y con su brazo izquierdo aún más lleno de sangre –venga conmigo –guardó su katana y lo cargó.
-¿Y mi aniki?, ¿Y Haku-Chan?... ¿Y mis padres?
-Todo es un sueño Sasuke-Han
-¿Un... sueño?
-Cierra los ojos –Sasuke cerró los ojos y cuando los volvió a abrir apretó el hombro derecho de Suingetsu al ver tanta sangre y muertos en las escaleras -¡Ciérralos! –hizo caso y apretó sus ojos tanto que su ceño se marcaba demasiado en su frente. Estuvo así hasta que otros brazos lo bajaron y sus ojos se abrieron del miedo.

-¿Nii-San? –susurró asustado.
-Ya Sasuke-Han –una anciana lo acunaba entre sus brazos mientras que otras tres personas atendían el brazo herido de Suingetsu y este aguantaba con furia el dolor que le producía que le sacaran una bala, que le limpiaran la herida con mucho cuidado y que se la cocieran.

-Maldición –susurraba Suingetsu de tanto en tanto y los pequeños ojos de Sasuke miraban asustados aquella estancia en donde estaban algunas personas que él conocía, que, si no fuese por el hecho de que ellos estaban llenos de sangre ó ocupados asistiendo a otros y el no tuviese tanto miedo, estuviese abrazándolos y jugando con todos ellos.
-Obachan... –miró a la anciana con ojos suplicantes –en donde está mi aniki, Haku-Chan y mis padres –la señora no supo que responderle. Miró a Suingetsu y este le dijo.
-Sasuke-Han, ellos llegaran lo más pronto posible –todos se quedaron en silencio, como suplicando que lo que decía Suingetsu se hiciera realidad.

De repente la puerta se abrió de golpe y todos apuntaron a ella y Sasuke grito.

-ANIKI –salió disparado hacia su hermano menor y todos bajaron sus armas y suspiraron –ANIKI –Sasuke comenzó a llorar e Itachi lo cargó. Pero, los ojos de Sasuke se abrieron impresionados al ver por detrás de su hermano como Tenten y Lee cargaban el cadáver de su papá y Haku llevaba como un recién casado a su madre convulsionando –PAPÁ... MAMÁ.... MAMÁ –Itachi trató de taparle los ojos, pero Sasuke manoteó aquella mano llena de sangre y siguió gritando hasta que su hermano tapó su boca y el niño lloró aún más.
-Atiendan a mi madre... RÁPIDO –Haku colocó en una mesa a la madre del pelinegro y se fue hacia Itachi y Sasuke.

-Haku-Chan –susurró Sasuke e igual lo vio lleno de sangre y cerró los ojos –debo despertar.
-¿Despertar?
-Suingetsu me dijo que era un sueño... un sueño...

Haku miró a Itachi y lo abrazó y este abrazó a su hermano. Seguramente hubiese sido una imagen enternecedora si no estuviesen en una situación tan crítica como esa. Abrió un ojo y vio como Itachi y Haku entrelazaban sus manos, quizás por un gesto de cariño, eso fue lo mismo que le hizo Gaara cuando le trató de dar fuerzas para que se le declarara a la chica más linda de la preparatoria.

-Haku-Sama –Haku lo dejó rápidamente y salió. Sasuke trató de pararlo, no quería perderlo como perdió a muchos de sus amigos, pero Itachi lo agarró. Aunque Sasuke entendió que él tenía que ser fuerte porque su hermano también quería hacer lo mismo que él.
-No le pasará nada –susurró Sasuke e Itachi lo miró asombrado y este le sonrió –es Haku
*End Fan Flash*

Abrió sus ojos y lo primero que se encontró fueron a unos azules que lo miraban asustados.

-Sasuke...
-Estoy bien Naruto –susurró el pelinegro mientras se incorporaba en el sofá largo de cuero de la estancia.
-Te desmayaste cuando Itachi-San llegó con mi primo y con Neji –Sasuke se paró pero un mareo lo hizo volver a sentarse.
-¿En dónde están? –preguntó Sasuke masajeándose las cien ofuscado por el hecho de haberse mareado.
-En un cuarto de arriba.
-Iré –Sasuke hizo un ademán de levantarse, pero una voz lo paró.

-No –Sasuke volteó y vio a Itachi tomándose un té que seguramente era de jazmín. Hinata, Tenten y Neji lo están atendiendo –por ahora no hace falta más nadie.
-Es mi... –Itachi lo escrutó con la mirada y Sasuke dejó de hablar.
-Lo más sano es esperar.
-…l estará bien –susurró Sasuke y miró a su hermano con una sonrisa –es Haku.

Itachi quiso corresponderle, pero no sabía si Haku aguantaría tanto, entró a la cocina de su hermano menor con una rabia contenida hacía su propio clan, el clan Sabaku y hacia una persona en especia.

-Shinsui Uchiha... mi primo –susurró y quemó una foto que tenía en la cartera. La imagen era Itachi sonriendo en la derecha, Shinsui después del pelinegro sonriendo también y agarrando los pies de Sasuke que estaba al revés con una sonrisa de oreja a oreja haciendo la señal de la victoria. Y Haku a un lado de todos ellos con una media sonrisa y los brazos entrecruzados a la altura de su pecho. Todos estaban en short en una piscina, e un día soleado –Tu... debiste protegerlo... te declaro venganza.

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Shinsui Uchiha miraba a la nada en el techo del hotel “Hentai”, sus manos sudaban del miedo a pesar de ser una noche algo templada para estar acercándose al verano. Miró su pistola, la besó y susurró.
-Hay que matar a Itachi Uchiha –miró al cielo –antes de que él me mate a mi.

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