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Amores de Barra por Danish

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Notas del capitulo:

Danish ya llegó, ia, ia ¡io! Jejeje que tal gente!!!¿?en mi face tengo el horario de actualización de aquí a veinticinco días (Qué comienza el mundial) y  muchos capítulos de manga como gravitation (Muy pronto subiré de Junjou romántica) un doujinshi que me gustó mucho de Naruto y muchas cosas más... ¿Ven? Por eso les digo... agréguenme en su face (Mándenme un mensaje a mi bandeja de entrada, porque si no, no los acepto) y tendrán info sobre todo lo que estoy haciendo XP


Les dejo este cao un poco meloso ^^ se despide


Danish


P.D: Mi face es Danish Black y tiene a un super gay como foto de perfil XP

Track 20

 

 

 

Abría los ojos lentamente y se encontraba con un pelirrojo a su lado, se abrazó a él aún sabiendo que no era Gaara. Pero en realidad, la noche pasada se comportó muy mal con aquel hombre que sin pensarlo se había convertido en su protector. Este se volteó hacia él y lo abrazó tratando de no lastimarlo aún con los ojos cerrados.

 

 

 

-Sasori-Sama –el pelirrojo abrió un ojos y Sai quedó impactado por la belleza de aquellos ojos –buenos días –lo besó y este le respondió enseguida.

 

-¡Ah! –Sasori se volteó para que Sai quedara encima de él y este lo tocaba a placer –no hagas eso –le advirtió cuando Sai pasaba su mano muy cerca de su cadera.

 

-Sé que te gusta –lo volvió a besar y le bajó el short que tenía puesto para masajearle su miembro.

 

-Basta –el pelirrojo cerraba los ojos y trataba de parar las manos de Sai.

 

-Dime que pare de verdad –Sasori lo abrazó y se volvieron a besar una y otra vez.

 

-Ahora no. Tengo un poco de hambre –Sai rió un poco y escondió la cara entre el cuello del pelirrojo -¿hubiese sido muy diferente?

 

-Si –sintió como le besaban la cabeza –muy diferente.

 

-¿Te quedarías conmigo? –hizo que el pelirrojo lo mirara fijamente a los ojos.

 

-Ni siquiera me hubiese ido –se volvieron a besar y tocaron la puerta de la habitación.

 

 

 

-¿Sasori-Sama? –entró Yamato y parpadeó un par de veces al ver a la pareja en esa situación de ¿Paz? –el desayuno está listo.

 

-Iré en un minuto Yamato –acarició la espalda del pelinegro y cerró los ojos.

 

-Está bien Sasori-Sama –el hombre cerró la puerta impresionado por esa escena –será que... no lo creo... Sasori-Sama es un hombre sin escrúpulos. Algo planea.

 

 

 

Pero... ¿Qué pensaría Yamato si el pelirrojo en realidad no estuviese planeando nada?, ¿Si simplemente Sasori busca un poco de redención en aquel chico que le robó el sueño desde la primera vez que lo vio en ese bar? Y que sólo era muy egoísta para admitir sus sentimientos.

 

 

 

 

 

-Sai –le susurró al pelinegro y lo zarandeó un poco –Sai.

 

-Déjame así un momento... sólo un momento más –se volvieron a besar y el pelirrojo le acarició la mejilla.

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

Se sentía aquella presión atmosférica que pega cuando la casa tiene un gran ambiente de guerra. Sasuke y Naruto no habían salido de ese cuarto desde hace un poco más de una hora y aunque se centrara en tratar de mantener un dialogo con Haku y con su amo Itachi le era imposible. Gaara se había confinado en una habitación diciendo que iba a trabajar y él se masajeaba las sienes.

 

 

 

-¿Sui-Chan? –le llamó Haku -¿Estás bien?

 

-No –respondió tranquilo el chico –siento que siempre aparezco en las situaciones más inoportunas.

 

 

 

Los dos hombres rieron y Suingetsu vio por primera vez vio como Itachi abrazaba al rubio y le daba un suave beso en la mejilla.

 

 

 

-Oe Juugo –pensaba el chico -¿Tu estuvieses conmigo en estos momentos? –sonrió y Haku trataba de apartar a Itachi -¿Acaso nos trataríamos así cuando estuviésemos en confianza? –se fijó en la palma de las manos de Haku -¿Y tus tatuajes Haku?

 

 

 

El aludido rió un poco y se miró sus manos quemadas.

 

 

 

-Bueno –susurró –unas brasas se encargaron de desaparecerlas –al decir eso el semblante de Itachi cambió –pero eso no importa –trató de desviar el tema –sigamos con lo nuestro... ¿Verdad Itachi?

 

-Si –susurró el pelinegro e inspeccionó unos planos que había puesto en la mesa Suingetsu.

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

Desayunaron tranquilamente ante la mirada extrañada de Yamato, que no se sacaba de la cabeza que alguno de esos dos tenía un plan entre sus manos.

 

 

 

-Me tengo que ir –le anunció Sasori a Sai y los dos se dieron un corto beso en los labios.

 

-Que te vaya bien y... –el pelirrojo lo miró –disculpa lo de... –comenzaron a revolverle los cabellos y pudo apreciar la hermosa sonrisa del pelirrojo.

 

-Yo me lo busqué –le volvió a besar –vuelvo algo entrada la tarde.

 

 

 

Se separó del pelinegro y salió lo más rápido que podía de la mansión antes que Yamato le gritara como loco, se metió en la limosina y su mejor amigo lo miraba por las imagines de las que él y varias personas que trabajaban en la mansión podían dar crédito.

 

 

 

-¿Cuál es su plan? –por fin se aventuró a preguntar cuando su amo leía unos documentos y estaban considerablemente lejos de la mansión.

 

-Llevar las armas por...

 

-No hablo de ese plan...

 

-¿Entonces de qué hablas Yamato-Kun? –Sasori lo miró detenidamente.

 

-¿No tiene ni a más mínima idea?

 

-¿Eh?

 

 

 

Yamato suspiró, se recargó en una ventana de la limosina.

 

 

 

-Me estás haciendo rabiar –ante aquella acotación de Sasori el aludido dio un respingo -¿Yamato? –le llamó.

 

-¿Qué piensa hacer con Sai?, ¿Por qué lo trata así?, ¿Lo confinará en la mansión?, ¿Le hará olvidar a Gaara-Donno?

 

-Muchas preguntas –susurró Sasori antes de voltearse a mirar el paisaje -¿Cómo le hago olvidar a alguien que llama en sueños? –una lágrima resbaló por su mejilla y abrió los ojos impresionado –no tengo ningún plan.

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

Sasuke arreglaba sus maletas y preparaba una lista de los cuadros y las esculturas que llevaría, ignorando por completo al rubio que estaba hecho un ovillo en la cama. Lo miro de soslayo por unos instantes y se atrevió a preguntar.

 

 

 

-¿Venderás tu cuerpo?

 

-No –Naruto lo miró y Sasuke comenzó a buscar aquel brillo que estos tenían, pero se dio cuenta que por su estupidez él mismo se lo había quitado.

 

-¿Y qué harás?

 

-Estaré en la cocina –frunció el ceño ante lo que Naruto le había dicho, ¿Por eso había hecho todo un escándalo?, de verdad tenía que aprender a tranquilizarse y escuchar –envenenaré a todos los que coman ahí.

 

-¿Qué? –parpadeó un par de veces anonadado, eso sí le parecía grave. Se sentó al lado de Naruto aún sin poder creerlo, pero este no despegaba la mirada de él.

 

-Si tengo suerte mataré a Kurenai y a muchos miembros de otros clanes.

 

-¿Qué es lo que quiere en realidad Itachi?

 

-¿Estas molesto?

 

 

 

Por un momento se quedó pensando en la pregunta. Si, estaba molesto con su hermano y con Gaara por no haberle comunicado el plan (Aún más con Gaara por la forma tan brusca en que se lo dijo), estaba molesto con Naruto porque había aceptado convertirse en un asesino disfrazado de cocinero. Pero al ver esos pozos azules suplicando quizás que dijera algo, le hizo suspirar y pensar mejor las cosas. Todos lo querían fuera de ese juego porque se dejaba llevar las emociones, además, se suponía que él no sabía absolutamente nada del asunto.

 

 

 

-No podría... pero... –Naruto lo abrazó –Naru...

 

-Tienes que irte, no puedes estar en Konoha, pensarán que eres parte del plan y te buscaran. A mí no me tomarán en cuenta, a la final... sólo soy un simple cocinero. Los que de verdad se están arriesgando son esos dos idiotas. Es su guerra y yo soy el alfil que tiene que moverse con cautela para ser letal.

 

-¿Para qué quieren destruir a dos clanes yakuza?

 

-Tres... el Hyuga también.

 

-Están locos.

 

-Al parecer es la única manera de salir aireados de todo esto.

 

-¡Son tres clanes yakuzas traficantes de armas!

 

-Sasuke –la voz de Naruto se hizo firme –aléjate de Konoha.

 

-No me iré sin ti –Sasuke estaba al borde del colapso.

 

-Cuando termine mi labor me encontraré contigo y no volveré a pisar Japón nunca más.

 

-¿Por qué haces todo esto? –el rubio le dio un beso en el cachete haciéndolo cerrar los ojos lentamente.

 

-Porque eres la única persona que me gustaría proteger.

 

-Dobe –le susurró y lo acostó en la cama –eres el más dobe de los dobes del planeta.

 

 

 

Naruto comenzó a reír y acarició la mejilla derecha de Sasuke, este atrapó su mano y la besó, para luego besarlo en los labios. Se abrazaron y las tripas de Naruto sonaron rompiendo ese romántico ambiente.

 

 

 

-No he desayunado –es excusó y Sasuke comenzó a reír. Ese rubio era realmente una proeza.

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

-¿Cuánto armamento tenemos disponible? –jugaba con su bolígrafo mientras preguntaba eso -¿Y cuánta gente? –apuntó algo en su libreta al parar de mecerse en su silla con rueditas.

 

 

 

Neji Hyuga estaba en lo que antes era el despacho de su hermano en skype con una mujer que tenía el porte de una secretaria sexy.

 

 

 

-Si, necesito eso. Ya el Ichiraku está listo. Sólo faltan unos detalles y en dos meses... –esperaba que la mujer terminara de hablar –él está bien. Hasta luego Kushina-San, y agradezco que el clan Namikaze se a mi campaña.

 

 

 

Hinata entraba al despacho algo cansada y con una botella de agua en la mano, caminó hacia el escritorio de su ahora novio y lo besó y el moreno de ojos claros le respondió gustoso.

 

 

 

-¿Qué tal tu día Hina-Chan? –le preguntó tras haber culminado ese beso.

 

-Estoy realmente cansada –Neji se paró de su asiento y fue a donde estaba Hinata para sentarla en el escritorio -¡Oe! –comenzó a reír ante la reacción de su prima –Ne... Neji-Kun –susurró sonrojada –al... alguien nos puede ver.

 

-Eso no me importa –aclaró –mejor que nos vean, así sabñan que eres la chica del jefe del clan Hyuga –Hinata rió -¿Qué tal el ballet?

 

-Para este fin de semana estará lista la obra.

 

 

 

Se volvieron a besar y sus manos viajaban por el cuerpo del contrario anhelando aún más contacto. Los botones de la camisa de Hinata fueron abiertos para permitir al moreno quitarle esa prenda más rápido, su camisa cayó al suelo dejando ver su bien formado cuerpo. La pelinegra acarició las múltiples cicatrices que tenía en su abdomen gracias a la estúpida guerra entre los clanes que hace ocho años le robó su adolescencia.

 

 

 

-¿Pasa algo? –la pelinegra negó y se volvieron a besar. Tenía una mini falta y por eso a Neji se le hizo tan fácil la labor, le quitó el hilo que tenía como ropa interior y dos dedos se introdujeron en ella haciéndola gemir.

 

 

 

-Ne... neji... nos... nos pueden... –pero sus reclamos fueron callados por los labios del moreno –hentai –le bajó los pantalones y su bóxer –eres un hentai –comenzó a acariciar el miembro del pelinegro y este cerró los ojos.

 

-Baaka... ¿Acaso viste a alguien aquí? –la chica parpadeó un par de veces –no hay nadie en todo el Ichiraku hoy –le quitó la mano de su miembro ya erecto y la acercó a él para poder penetrarla -¿En dónde?

 

-Cuando termines, hazlo adentro –sintió como una corriente eléctrica recorrió su cuerpo al ser penetrada por Neji y gimió.

 

-¿Segura? –se comenzó a mover.

 

-Si –hizo una llave en la cadera de su primo con sus piernas –esto tomando pastillas.

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

Haku y Suingetsu tenían una paquete de parches en sus manos, Itachi tenía un cronómetro y Gaara comía palomitas de maíz {N/A: Maíz inflado, Cotufas, Popcorn... ¡Como le digan en su país!} cuando Naruto y Sasuke bajaron. Al notar su presencia, Haku miró a Sasuke como si le advirtiera no acercarse ni un centímetro a Itachi y Sasuke pensó que si hubiese hecho un ademán de golpear a su hermano con ese bate, estaría en esos momentos en el hospital.

 

 

 

Sasuke fue hacia Haku y este lo miraba con desconfianza ante la mirada de desaprobación de su hermano menor, pero todo cambió cuando le hizo una reverencia.

 

 

 

-Disculpa las molestias causadas –Haku miró desconcertado a Itachi.

 

-Acéptalas –le susurró su novio.

 

-Si... si... tra... tranquilo –Haku no sabía cómo reaccionar a eso –no... nosotros somos lo que te debemos una disculpa –lo pensó mejor, si Sasuke andaba en la honda de las disculpas, pues no vendría mal, también disculparse por todo lo que estaba pasando –hemos abusado de tu hospitalidad y te hemos arrastrado a un mundo del cual se suponía que no tenías que saber nunca.

 

 

 

-¿Practicamos? –todos miraron a Suingetsu y la mirada de Haku cambió, se veía más animado por lo que podía pasar ahora, desconcertando un poco a Sasuke, ¿Qué iban a hacer?

 

-Muy bien –Itachi miró su cronómetro -¡Ya! –los dos chicos salieron como balas y a Sasuke le recordó mucho a los juegos de “Ponle la cola al burro tres mil” que había inventado Teten.

 

 

 

-¿Ese es pone la cola al burro tres mil? –le susurró Sasuke a su hermano.

 

-Bueno, si recuerdas de que se trataba ese juego quizás sepas lo que en verdad estamos haciendo.

 

-Pues –Sasuke meditó un poco –habían unos dibujos de unos burros muy difíciles de conseguir en nuestra casa, y quien colocara todas las colas que le daban antes que el otro ganaba y luego sonaban una especie de sirenas.

 

-Si bueno –a Itachi todavía le costaba un poco decirle todo eso a Sasuke –en realidad los dibujos de los burros eran los puntos débiles de la casa, y las colas son parches simuladores que si están en una buena posición suenan. Es como si sembraras bombas o granadas.

 

-¡Van a destruir la casa! –Sasuke se asustó, esa casa había costado muy cara.

 

-Sólo sonaran si están en una posición de la casa que se considere riesgosa y si todos sus gemelos están puestos.

 

-¿Y Haku es bueno en eso?

 

 

 

-¡Claro! –respondió Gaara e Itachi le quitó un poco de palomitas de maíz de su bol –mi hermano le tenía miedo por ser un piromántico –Itachi alzó una ceja –tu más que nadie debes saberlo –ante eso el mayor de los hermanos Uchiha se rió y en tres minutos se escucharon los pitidos de los parches.

 

 

 

-GANE –gritó Haku y apareció en la puerta de la casa.

 

-Pero si... –Sasuke parpadeó un par de veces, él creía que Haku no había salido de la casa.

 

 

 

-¿Saliste por la ventana y pusiste unas en las afueras? –le preguntó con una venita Itachi.

 

-Sip –respondió sonriente un mini Haku.

 

-ESTAS LOCO, ¿CÓMO SE TE OCURRE LANZARTE POR LA VENTANA EN EL ESTADO QUE TODAVÍA ESTAS?, ¿NO PODÍAS PASAR POR LA PUERTA?

 

-No sería guay –el chibi Haku todavía sonreía.

 

 

 

-Te dejé ganar Haku-Chan –Suingetsu bajaba por las escaleras.

 

-Excusas, excusas –Haku le robó palomitas de maíz a Gaara, pero antes de metérselas a la boca fue jalado por Suingetsu y los dos comenzaron a pelear.

 

-AAALTO –Naruto casi escupe su jugo al ver que Haku y Suingetsu quedaron como estatuas en la que una (Haku) intentaba dar una patada en el cuello y la otra (Suingetsu) se cubría con sus manos –ESTO NO ES UN JARDÍN DE NIÑOS –Itachi aparentaba estar molesto y los aludidos se sentaron en un mueble como si fuesen niños regañados –Tzk –Itachi se masajeó las sienes.

 

 

 

Gaara comenzó a reír y Sasuke lo coreó ante tan escena, en realidad Itachi ejercían alguna clase de respeto ante esos dos chicos. El menor de los Uchihas miró a su novio y este comía su panqueca ausente de todo; arrugó el ceño cuando el rubio suspiró y volteó su silla de bar para tenerlo frente a frente.

 

 

 

-Prométeme que te reunirás conmigo cuando tu trabajo termine –todos hicieron silencio en la sala y miraron la escena, Naruto tragó duro y miró a su primo, este sólo subió y bajó los hombros y luego miró a su novio.

 

-Te lo prometo.

 

 

 

-Ni yo se lo prometía a Itachi niño –Haku alzó una ceja -¿Pero en qué demonios cree que se metió? –su celular comenzó a sonar y contestó -¿Si?

 

-“Es Neji... te tengo una noticia”.

 

-¿Qué pasó? –se paró del mueble.

 

-“El clan Uzumaki nos brindará apoyo” –al escuchar eso Haku miró a su primo que seguía comiendo junto a Sasuke aparentemente tranquilo y se retractó de pedirle aquel favor –“¿Haku?”

 

-No sabía que ella estaba viva.

 

-“Sólo esperemos que Naruto no se entere”.

 

-¿Y cómo ella se enteró de la situación? –comenzó a caminar hacia las escaleras

 

-“Agradécele a Tenten y a Lee”

 

-Los voy a matar, ¿Por qué le dicen a esas personas?

 

-“Creo que es porque es un familiar tuyo”

 

-Eso no tiene nada que ver –comenzó a subir las escaleras sin percatarse que Itachi lo seguía de una distancia prudencial.

 

-“También consiguieron un gran apoyo”

 

-¿Cuál?

 

-“El de Kakuzu y Hidan”

 

-Me debían dinero –Neji comenzó a reír –aún así reconsideraré la posibilidad de matarlos.

 

-“Haz lo que quieras Deidara-San, pero tienes muchos genios a tu lado. Necesito que vengas al Ichikaku mañana, hay algo que debo mostrarte”.

 

-Yo también te tengo una sorpresa –llegó al segundo piso y siguió subiendo las escaleras.

 

-“¿No me adelantarás nada?”

 

-El tiburón está con nosotros.

 

-“Ahora el viento está realmente a nuestro favor. He escuchado que él también lidera un grupo”

 

-Umm... –Haku comenzó a caminar por el pasillo del tercer piso dudando de Suingetsu ante la información de Neji.

 

-“¿Dije algo malo?”

 

-No... gracias por la información. ¿Voy solo? –miró a los lados e Itachi se escondió en una habitación que tenía la puerta abierta.

 

-“Ve con Itachi y con Gaara”, que el hermanito de Itachi, tu primito y el tiburón no se enteren de nada. Si él no te dijo que tenía un grupo...”

 

-Si, me encargaré de eso.

 

-“No lo mates”

 

-Jajajajajajaja, ¿El demonio silencioso pidiendo clemencia por otra persona?

 

-“No malinterpretes Haku”.

 

 

 

Haku se había quedado en el mismo sitio y se acordó de algo muy importante.

 

 

 

-¿Ninguno de los clanes duda de ti?

 

-“No. Mas bien me tienen miedo por la forma en que tomé el puesto”

 

-Llevarás el tuyo también a la extinción.

 

-“Ese es el plan, tres clanes y nos vamos. ¿Quién se enterará de eso?”

 

-Pareces idiota, son tres clanes muy importantes. Eso creará un gran alboroto.

 

-“Peleas...”

 

-¿Peleas?

 

-“Eso déjalo en manos de Hinata y de Naruto. Y si Gaara mata a su hermano tenemos puntos extras”

 

-¿Y a dónde iremos?

 

-“Si salimos vivos de esto tenemos casa y trabajo en Francia”

 

-¿Francia? –Haku rió y abrió la puerta de la habitación que compartía con Itachi –la interpol nos busca –al escuchar eso el moreno abrió los ojos impactado.

 

-“Tengo contactos en la interpol”

 

-Esos contactos son una basura, si nos van a tratar como tratan a muchos yakuzas te partiré la cara.

 

-“¿No confías en mi?”

 

-No confío en ellos. Son unos leones disfrazados de corderos.

 

-“Haku...”

 

-Nos unimos por la seguridad de todos ellos. No voy a echar todo a la borda por un estúpido contacto de la inter...

 

-“Hidan es de la interpol”

 

-¿Qué?

 

-“¿Ahora si me crees?”

 

-Ahora creo que estás loco.

 

-“Sólo mantente con vida” –Haku suspiró.

 

-Será difícil, no creo que pase de esta misión.

 

-“¿Acaso te rendiste?”

 

-Estoy mal, otra herida realmente grave y lo lamentaré.

 

 

 

-¿Con quién hablas? –Haku volteó asustado y se encontró con un muy molesto Itachi.

 

-Te llamo luego –susurró.

 

 

 

-“¿Pero qué?”

 

-¡Te llamo luego! –colgó y el moreno se acercó a él.

 

 

 

-Te hice una pregunta –odiaba ese tono de Itachi, lo asustaba por completo. Sacaba lo que llevaba en la sangre, un verdadero líder yakuza

 

-Con el Hyuga.

 

-¿Qué trato hicieron con la interpol?

 

-Itachi eso no... –en esos momentos si alguien estuviese en la habitación su imagen como asesino de sangre fría se hubiese ido a la borda. Lo único que podía realmente causar algún impacto en él era su novio y aquella mirada rodeada de un aura maligna le daba tanto miedo que tragó duro –la seguridad de todos ustedes –bajó su cabeza, sabía que Itachi lo regañaría y no le hablaría por unas largas dos semanas.

 

-¿Por qué dices que no pasarás de esta misión? –miró a su novio sobresaltado ante esa pregunta, pero él sólo lo miraba con altivez, así que bajó su mirada.

 

 

 

Odio que él sea mi único punto débil.

 

 

 

-Itachi...

 

 

 

¿Por qué puede ser tan egoísta, rudo y gentil al mismo tiempo?

 

 

 

-TE HICE UNA PREGUNTA –Itachi lo agarró por los hombros –MEREZCO UNA RESPUESTA.

 

 

 

Es realmente lamentable que me sonroje por todo cuando él está cerca.

 

 

 

-Tengo mis dudas –Haku miró hacia un lado ocultando su sonrojo.

 

-¿De qué hablas?

 

 

 

¿Por qué demonios me sonrojo?, ¡Ah, sí! Él está demasiado cerca de mi... puedo sentir su respiración cerca de mi cuello.

 

 

 

-Itachi –por fin lo miró directamente a los ojos -¿Qué es lo que más te importa en estos momentos? –el aludido frunció el ceño.

 

 

 

*F.B*

 

Era su primera misión de rastreo y lo habían mandado con Haku, estaba asustado por la alta seguridad que tenía esa mansión. Miró al rubio que sólo veía montado en la rama de un árbol muy cerca de donde estaba él con unos binoculares del ejercito de alta tecnología que su padre le había dado por haber matado a cincuenta hombres de un clan de la china.

 

 

 

-Haku...

 

-Si hablas demasiado lo arruinarás todo –le dijo el rubio y saltó de la rama del árbol -¿Estas asustado? –no esperó respuesta, sabía que por su orgullo le mentiría –es normal. Yo también lo estuve en mi primera misión.

 

-¿Y a qué edad fue eso? –el rubio rio e él lo miró anonadado, no podía creer que ese loco con dos tatuajes de bocas sacando la lengua en las palmas de sus manos podía reír.

 

-¿Qué es lo que más te importa en estos momentos? –sin pensarlo dos veces le respondió.

 

-La seguridad de mi familia.

 

-Entonces... –abrió una de las que habían llevado y comenzó a armar una bazooca sin ningún problema –te guiaré para que vuelvas con tu familia y la protejas.

 

*E.F.B*

 

 

 

-La seguridad de mi familia –le acarició la mejilla izquierda al rubio –y tu eres un miembro primordial de ella –Haku sonrió de medio lado –eres el miembro más importante.

 

-¿Ah? –ese puesto pensaba que le pertenecía a Sasuke.

 

-Sasuke creó su familia y yo sé que soy el segundo más importante. Eso me lo demostró hoy a la hora del desayuno –se besaron y se abrazaron, las lágrimas de Haku no paraban de fluir e Itachi al notar eso se separó un poco del rubio, pero este lo jaló hacia sí y se volvieron a besar -¿Por qué? –preguntó algo más calmado después de aquel beso y Haku entendió el contexto de la pregunta.

 

-Esas operaciones, los medicamentos... me hacen decaer. Sin mencionar que acabar con tres clanes, salvar a un rehén, salir de Japón y dejarnos a la suerte de la interpol... ya es un suicidio.

 

-¿Qué pasó con las operaciones? –preguntó Itachi como si lo otro no tuviese ni la más mínima importancia para él.

 

-¡Te digo que vamos hacia el suicidio y tu!

 

-Eres mi familia –el rubio suspiró frustrado.

 

-Sólo... creo que tengo que calmarme... sólo quedan dos meses y... las descargas eléctricas me hicieron mucho daño, además... –miró al moreno, este volvía a aquella expresión triste y culpable que colocaba cuando se hablaba de ese tema. Dejó que besara sus manos y le sonrió.

 

-No sabes lo sádico y malo que te veías con esos tatuajes –se sentaron en la cama –sigue siendo tu marca. Cualquiera que sepa quién eres y vea esos tatuajes, sabrán que eres una leyenda.

 

-Deja de adularme –Itachi lo besó –y de consentirme... terminaré por acostumbrarme.

 

-Quiero vivir lejos de aquí –se acostó en la cama y el rubio lo imitó –quiero tener un restaurant con Naruto. Que Sasuke y Gaara abran una galería de arte, que Hinata tenga una academia de danza, que Tenten y Lee tengan un dojo... ¡Que tu escriba en un periódico sobre economía! Y seas socio de Neji-cerró los ojos y abrazó a Haku –ese es lo que quiero para mi pequeña mueva familia.

 

 

 

Sin pensarlo, Itachi había puesto a Haku en una difícil situación, se entrevistaría con la interpol en tres días si Itachi en realidad deseaba ese final feliz; pensó en otras posibilidades, pero se dio cuenta que no tenía ninguna, por esa felicidad, había que pagar un precio muy alto.

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

Ya estaba atardeciendo y Sasori llegaba a su mansión, sus sirvientes y subordinados le daban la bienvenida y él se las respondía como siempre había hecho; subió las escaleras para relajarse, tenía que quitarse de la cabeza la conversación que tuvo con Yamato en la limosina. Abrió la puerta y encontró por primera vez en esos cuatro meses que Sai estaba vagando libremente por la mansión dibujando un hermoso canario que se había posado en el gran ventanal que tenía su habitación.

 

 

 

-SIIII, LO TERMINÉ –se paró de su silla y levantó la hoja entre sus manos y el pájaro asustado salió volando –maldición –susurró –se lo quería enseñar a Sasori-Sama.

 

-Lo detallé rápido –Sai dio un respingo al escuchar su voz.

 

-Sa... ¡Sasori-Sam! –Sai estaba sonrojado y el pelirrojo cerró la puerta al entrar a la habitación –bi... bienvenido –susurró.

 

-Tadaima –caminó hacia Sai y lo besó lentamente.

 

-O... ¡Oe! –Sai cayó en la cama y el dibujo en el suelo –el dibu... –Sasori comenzó a besarle el cuello y las manso a jugar con su cuerpo -¿Qué haces?

 

-No te hagas de rogar –desabrochó el pantalón de Sai –quiero hacerlo.

 

-Hai –el pelinegro lo abrazó y lo besó –Sasori-Sama.

 

 

 

Se quitaron la ropa disfrutando de cada contacto y besándose en el proceso, Sai emitía pequeños gemidos cuando sus labios se lograban separar porque Sasori tocaba algún punto erógeno, estaba sonrojado y su vista se nublaba. A él los besos de Sasori le erizaban la piel y sus besos le quemaban.

 

 

 

-Sasori-Sama –le rasguñó la espalda cuando este le mordió una tetilla –es... espera.

 

-¿Um? –el pelirrojo se separó un poco del moreno -¿pasa algo?

 

-Tu... -¿Cuántas veces en el pasado le había rogado que parara? –tu –sus labios buscaron los del pelirrojo -¿Cuántas veces me ha violado? –lo besó lentamente -¿Cuántas veces me ha dañado?... y ahora –gimió al sentir como Sasori lo flagelaba –ahora es tan... lindo.

 

 

 

Sasori estiró la mano y debajo de la almohada sacó unos condones y un pote de lubricante.

 

 

 

-No necesitamos lubricante –le susurró Sai mientras lo flagelaba.

 

-No quiero hacerte daño –dijo como si nada el pelinegro mientras se colocaba el condón. Sai se colocó en cuatro y al ver eso un sonrojo por parte del pelirrojo se hizo presente, hoy él estaba muy cooperativo.

 

-De verdad –le susurraba –no es… -Sai apretó las sábanas al sentir como dos dedos embadurnados de lubricante entraban en él.

 

-Mentiroso –Sasori le besaba el cuello a la vez que movía sus dedos –te iba a hacer mucho daño.

 

-Esto es un sueño –gemía Sai –un sueño –sintió un tercer dedo y gritó, trató de relajarse y cerró los ojos

 

-Tranquilo –le susurraba Sasori –respira hondo, ¿Quieres?

 

-Si, si –después de unos segundos se acostumbró a esos tres dedos y gemía, tratando de que nadie más en la casa se enterara de lo que pasaba ahí, al sentir que los tres dedos salía se volteó y le quitó el condón a Sasori –no necesitamos de esto.

 

-¿Pero qué? –el pelirrojo se sentó en la inmensa cama ante un pequeño empujoncito de su amante y vio atontado como Sai se auto penetraba -¿Qué haces?.

 

-Gaa… -frunció el ceño y dejó que el miembro de Sasori entrara completamente en él –Sasori-Sama –comenzó a mover lo más rápido que podía y sus lágrimas comenzaron a salir

 

-Pa… para… te estás… ¡Ah! –apoyó sus codos en la cama y cerró los ojos extasiado por aquel placer.

 

 

 

Sai dejó de llorar y siguió con aquel vaivén descontrolado, hasta que Sasori lo paró, lo acostó en la cama y volvió a penetrarlo.

 

 

 

-Gaara –pensó y botó una lágrima –iba a decir Gaara –escuchó los gemidos de Sasori y tocó el cielo cuando dieron en ese punto que a él lo volvía loco.

 

-Al fin lo encontré –le susurró y volvió a darle ahí.

 

-Adentro –gimió –yo… ¡Ah!... lo… adentró.

 

-Habla cuando… -Sasori cerró los ojos –te puedas controlar –se volvieron a besar y Sai susurró.

 

-Hazlo adentro.

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

-¿Seguro? –Naruto respiraba agitado, estaba acostado boca abajo en la cama y encima de él penetrándolo estaba Sasuke.

 

-Si… todo –cerró los ojos y gemía ante cada estocada daba por Sasuke, él ya había llegado al orgasmo y sabía que Sasuke no aguantaría mucho más.

 

-¡Ah!, Naruto –sintió como mordía su cuello –eres mío… que Nadie más te toque Naru… nadie –sintió como las manos de Sasuke se afianzaban más a su cintura y un líquido caliente entraba en él –mataré al que se atreva a hacerlo.

 

 

 

Amaba esa parte posesiva de su novio, cerró los ojos al ser abrazado y sintió como salía lentamente de él.

 

 

 

-Te amo –le susurró y se besaron –te amo Sasuke Uchiha –lo abrazó y este le dio un beso en la frente.

 

-Quiero salir a dar un paseo –Naruto lo miró –vamos a un parque de diversiones o algo así.

 

-Está bien –Naruto de un salto se bajó de la cama, pero el dolor en su trasero lo hizo hacerse un ovillo.

 

-¡Oe!, ¿Estás bien?

 

-Ni cuando trabajaba en el Ichiraku –pensó con lágrimas en los ojos –un cliente me cansaba tanto... Sasuke es un monstruo.

 

-¿Naru?, ¿Etas bien?

 

#¬#¬#¬#¬#¬

 

Una hora más tarde

 

-Te quería preguntar algo.

 

 

 

Sai estaba abrazado a una almohada y boca abajo descansando de la sección de sexo, se avergonzaba un poco porque sabía que quizás mucha gente que trabajaba en la casa se tuvo que poner tapa oídos.

 

 

 

-¿Si Sasori-Sama? –lo miró -¿Pasa algo?

 

 

 

Sasori estaba sentado en la cama fumándose un cigarro y dándole la espalda a Sai, suspiró y ladeó su cabeza hacia atrás por un momento.

 

 

 

-Es sobre esa semana –suspiró –verás, será como si tú te hubieses escapado y no se vería bien... querrán matarte y yo no puedo hacer nada si el clan se pone en mi contra –dio otra calada en su cigarro y Sai se sentó en la cama –así que te pediré que elijas.

 

-¿Eh?

 

-Uno: te vas con Gaara una semana, tratan de escapar y eso le dan una semana más, los atrapamos y mueres por traición porque a Gaara lamentablemente no lo puedo tocar; dos: estás con mi hermano, regresas a mí y mueres; tres: te quedas conmigo.

 

 

 

El pelinegro abrió los ojos asustado, se levantó de la cama y comenzó a caminar hacia atrás sin poder creer lo que le había dicho aquel hombre que lo había tratado tan bien esos cuatro meses, su espalda pegó a una pared y se deslizó lentamente hacia abajo y Sasori volteó a mirarlo con un aura triste. Sai se tapó la cara con sus manos y un susurró salió de sus labios.

 

 

 

-Yahiko... ¿Qué hago?

 

CONTINUARÁ


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