Track 5
-¿Sabes que es dolor? –le preguntó Gaara a Sai mientras paseaban en el AUDI negro del pelirrojo
-¿Um? –Sai miró a Gaara sin saber que responder, esto le había conmocionado ¿Cómo podía preguntarle si sabía que era dolor?, era algo verdaderamente ilógico, esperaba que le preguntara cualquier cosa menos eso
-¿No has escuchado? –el pelirrojo estacionó su auto cerca de una plaza -¿Sabes lo que es dolor?
-Claro... mi trabajo es reprimirlo –respondió Sai algo shockeado
-No te estoy preguntando eso –Gaara apagó el carro –salte
-¿Qué?
-Que te salgas
Sai le hizo caso al pelirrojo, no sabía que le pasaba, tenía 1000 yenes por si lo dejaba hay. Quizá el pelirrojo le iba a pasar factura por lo que pasó la otra noche. Miró como Gaara también se bajaba y escuchó que le decía
-Tus zapatos
-¿Qué hay con ellos? –preguntó altaneramente el pelinegro
-Quítatelos
-No quiero
-HAZLO
Aquella mirada que le obsequió Gaara asustó al pelinegro, no sabía que iba a pasar tenía... miedo. Aún así se los quitó
-Las medias también
El pelinegro solo cabeceó y siguió las órdenes de Gaara
-Mételos en el carro
Otra vez el pelinegro volvió a acceder
-Ahora –Gaara se le acercó a Sai y entrelazó sus manos –demos un paseo
Los ojos de Sai se abrieron de par en par. ¿Iba a caminar descalzo por aquella plaza?, pero no iba a demostrar flaqueza, no con él, así que asintió y comenzó a caminar
-Hay muchas formas de dolor –comenzó a hablar Gaara mientras caminada junto a Sai –existe el dolor corporal, el dolor del placer, el dolor psicológico y un dolor extraño que nunca he experimentado, solo e visto como los demás lo experimentan
Sai prestaba atención a lo que decía el pelirrojo, no quería pensar en el dolor que sentía. Sentía como las piedras de la plaza se clavaban sin compasión en las plantas de sus pies, como las ramas le perforaban la piel y como uno que otro vidrio lo hacía sangrar, no sabía porque Gaara le hacía eso
-¿Esa es su forma de vengarse?... es muy original, ¿Quién diría que una manera de vengarse es haciendo que una persona camine por una plaza llena de piedra, vidrios y ramas contigo? –pensaba Sai mientras apretaba un poco la mano de Gaara, le dolían los pies, pero al pelirrojo no parecía importarle
-Sin embargo... me imagino que este dolor para ti es nuevo –dijo Gaara mientras sonreía
-No siento dolor –Sai sintió como se le clavaba otro vidrio en el pie -¿Qué me tratas de hacer?
Gaara bajó la cabeza y miró una fila de vidrios rotos y se dirigió para ese lugar. Por su parte el pelinegro se le comenzaba a colocar borrosa la vista gracias al dolor, quería llorar, quería desahogar todos esos meses de dolor, de martirio. Quería abrazar a Gaara y llorar, solo quería eso
-¿Por qué me haces esto? –susurraba Sai mientras pasaba por la fila de vidrios rotos, pero Gaara no le decía nada –NO SOY UNA MARIONETA, TENGO SENTIMIENTOS Y NO CARESCO DE DOLOR... ¿ POR QUE LO HACES?
-Porque así te han tratado a ti –aclaró Gaara mientras lo miraba –porque deberías estar acostumbrado a esto
Sai miró sin comprender absolutamente nada a Gaara, seguía caminando a su lado, con las manos entrelazadas, pero sus ojos se abrieron hasta más no poder y sus labios se despegaron un poco. Lo estaba degradando, le estaba diciendo que era de lo peor. No lo entendía, no entendía absolutamente nada
-¿Acaso quieres un poco más de dolor? –preguntó Gaara
-Gaara... –Sai veía la cara de sínico que tenía el pelirrojo y bajó la cara. Si se había equivocado de cliente no podía hacer mas nada ya era algo tarde –haz lo que quieras
Así estuvieron una hora, caminando por varias plazas juntas. Sai ya no podía ver mas, no escuchaba nada, pero aún así se mantenía erguido. De repente todo se volvió negro y todos sus sentidos fallaron
El pelirrojo miró como Sai caía y lo atajó rápidamente
-¡Sai! –Gaara jamaqueaba un poco al pelinegro -¡Sai!
Pero el pelinegro no respondía, Gaara lo cargo como recién casados y miró como los pies de Sai botaban sangre. Sabía que era un monstruo, pero quería que el pelinegro entendiera que clase de dolor hablaba él. Sintió una opresión en el pecho al ver a Sai en ese estado y sonrió. Ya había encontrado aquel dolor que tantas veces había escuchado hablar. Besó los labios del pelinegro y lo llevó a su carro, ahora debía curarlo
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Sasuke trazaba varias líneas en su tela con un lápiz HB, se afincó en unos detalles del cuadro que estaba haciendo, sabía que era aquel rubio. No entendía porque lo dibujaba, solo sabía que se sentía bien haciéndolo. De fondo se escuchaba la traviata de Verdi y sus sentidos aumentaron, estaba un poco mal porque aquel rubio que dibujaba no estaba con él, sonrió al ver como le estaba quedando
El rubio estaba sonrojado mientras el lo cargaba como unos recién casados y le sonreía. Como le encantaba cargarlo así. Oprimió un poco su lápiz y bajó su cabeza. En esos momentos quizá el estaba con un “Cliente”. No debía culparlo, para nada, ese era su trabajo y el era otro “Cliente más”. Pero sentir que esos labios lo besaban porque querían era algo que no sentía cualquier cliente, o eso era lo que pensaba. Escuchó el timbre de su puerta y pensó que era Gaara, pero se paró a pensar. Gaara tenía copia de las llaves de su casa, así que no podía ser él. Dejó lo que hacía y salió de su estudio, se encamino hacia la puerta y cuando la abrió no podía creer lo que veía al frente del jardín
Hay esta él, la única persona que lo apoyó en su carrera como artista plástico, su único amigo después de la muerte de sus padres
-Itachi... –susurro alegre Sasuke
-¡Vaya otouto-baka, si no le preguntó a Gaara si estabas vivo ni siquiera te apareces por la casa!
Sasuke sonrió y negó con la cabeza, era tan bueno ver a su hermano luego de 10 años de haberse separado lo llenaba de alegría. Tenía tantas cosas para contarle
-¡Oe!... si te queda hay paradote con esa sonrisa de baka no voy a poder entrar
Al Uchiha se le marcó una vena, su hermano no cambiaría nunca, entró a su casa y cerró la puerta. El le mostraba una sonrisa pero Itachi como siempre decía una de sus chorradas
-ABREME LA PUEEEERTAAAAAA O LA TUMBO
Sasuke se apresuró a abrirle la puerta a su hermano mayor, sabía que el era muy capaz de eso
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En el Ichicaku Hinata ayudaba a Neji con los cócteles en la barra, desde que ella se había parado de la mesa en la universidad no le dirigía la palabra
-Hinata-Sama
-¿Eh?
Un prolongado silencio se hizo presente entre ellos dos mientras Neji servía un cóctel y la pelinegra preparaba otro
-Apúrate con eso –fue lo único que dijo y siguió sirviéndole a una pareja el cóctel
-Ummm... –susurró Hinata y bajó la cabeza, pero un hombre le dijo
-Que bellos son tus senos preciosa
La pelinegra se sonrojo y miró su ropa. Estaba vestida con un top negro que tapaba sus senos dejando ver su abdomen bien formado y una falda 12 centímetros por encima de sus rodillas y una botas de cuero
-Aquí tiene su bebida –le dijo Neji entre dientes al hombre
-¿Quieres pasar una noche conmigo preciosa? –le preguntó el hombre a Hinata y esta solo negó lentamente -¡Vaya que perdida! –dijo y tomo un poco de la bebida
Neji arrastró a Hinata y le dijo que comenzará a hacer otro cóctel, esta solo asintió con la cabeza gacha
-Así que todavía no le has dicho nada a la pelinegra
El ojigris volteó a ver quien era que le decía eso y vio a la misma mujer sentándose en la barra
-Buenas noches –saludó cortésmente Neji –tiempo que no la veía
-Dejémonos de presentaciones absurdas –aclaró la mujer –dame un Daikiri... quiero comenzar con algo suave
-¡Hinata! –Neji volteó a ver a su prima y la detalló de pies a cabeza, se veía hermosa y provocativa –un... daikiri... –susurró la chica asintió sonrojada
-¡Vaya que disimulas bien la baba!
Neji se volteó hacia la mujer con el ceño fruncido, pero cuando la vio reírse levantó una ceja en señal de derrota, era verdad, no lo podía negar, le gustaba su prima como nunca
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Abría los ojos lentamente, sentía que estaba en una cama algo fría pero cómoda, aquel dolor en los pies le carcomía, pero sintió como le quitaban los vidrios y como un paño con agua tibia los limpiaban, eso le produjo un poco de cosquillas así que movió un poco su pie derecho y le dolió aún más
-¿Te sientes bien?
Aquello Sai lo consideraba una verdadera pregunta estúpida, ¿Cómo podían decirle eso?, abrió aún más los ojos y miró como Gaara lo curaba. Aquel cuarto era de color vinotinto y de decoración Hindú, la cama tenía un fino mosquitero y este era iluminado por lámparas, colocadas en varios puntos del cuarto, en el techo no había ninguna y eso le pareció extraño, nunca había estado en una casa así, pero al fin y al cabo le parecía bonita
-Tienes buen gusto –susurró y se levantó un poco
Gaara no respondió nada, solo seguía curando los pies de Sai, les hecho una pomada a los dos y comenzó a cubrirlos con vendas
-Discúlpame
Sai negó lentamente, lo menos que quería era que Gaara se sintiera culpable. Sabía que de por sí el había sido el de esa idea depravada de hacerlo caminar por una hora en unas plazas descalzo. Supo que Gaara quería experimentar algo así que le dijo que hiciera con el lo que quisiese y aunque esa frase tuvo doble sentido al parecer al pelirrojo no le importó y siguió caminando
-Pero el pudo parar, sabía que me dolía –pensó Sai
-Soy un monstruo –dijo Gaara y terminó de vendar los pies de Sai
-No eres un monstruo –aclaró el pelinegro y se le acercó lentamente, no sabía que hacer, así que solo le colocó una mano en el hombro a Gaara y le sonrió
-No sonrías falsamente... ya estoy cansado de ese tipo de sonrisas
El pelinegro sonrió de medio lado y dijo
-Ahora discúlpame tú a mí, no puedo evitarlo
Un silencio se propagó en aquella habitación, los dos hombres se acercaban lentamente hasta que sus labios se rozaron. Sus corazones comenzaron a latir rápidamente y Gaara ladeó la cabeza un poco para que el contacto fuese mas intimo mientras que Sai se acercaba un poco más. La mano derecha de Gaara acarició la de Sai y la llevó hacia su corazón
-¿Lo sientes? –le preguntó el pelirrojo a Sai y este asintió y este hizo el mismo procedimiento con la mano izquierda de Gaara –lo que sea que pase aquí te prometo que lo recordaras –le susurró casi por enzima de los labios del pelinegro
-Entonces... has que lo recuerde –propuso Sai
Gaara borró todo centímetro que los separaba de los labios de Sai y los dos se abrazaron. El beso era fogoso y algo ahogante, pero lo disfrutaron mientras el aire duro
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Naruto volvía al Ichicaku con la cabeza gacha, aunque tenía unos cuantos yenes en el bolsillo se sentía asqueroso, vacío y con ganas de morirse, se acordó de Sasuke y de as veces que había estado en su casa, aunque solo hubiesen sido dos noches las había pasado bien. Le encantaba estar con Sasuke, el no era uno mas de sus clientes, el era alguien diferente y en su interior nacía
-Hola Naruto –saludaba Yamato
-Umm... hola –saludaba sin muchas ganas el rubio
El hombre miró al rubio por sus lentes negros y siguió mirando a las personas que estaban y dejó pasar a dos
-Al parecer Naruto esta de malas hoy –pensó Yamato
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-Me parece perfecto que hayas seguido tu propio camino
Itachi veía los cuadros que su hermano menor tenía en su estudio
-Se que tu compraste dos cuadros míos –dijo Sasuke mientras tenía un humeante té entre sus manos
-Si... me gustaron demasiados cuando los vi en Internet –aclaró Itachi
-Gaara se estuvo burlando de mí varios días
-¿Por qué?
Sasuke sonrió y ladeo su manos derecha hacia delante y hacia atrás quitándole importancia al asunto
-¿Pensabas que nunca vería ningunos de tus cuadros?
-No es eso –Sasuke bajó la cabeza –es que... a pesar de que papá y mamá nunca estuvieron de acuerdo con la carrera que yo quería tu le desobedeciste y varias veces peleaste con ellos... luego...
Itachi le quitó el té a Sasuke y lo abrazó. El menor de los Uchihas correspondió aquel afectivo abrazó y sintió como su hermano le acariciaba el cabello
-Siempre serás mi otouto-baka, siempre serás mi consentido y aunque tenga miles de hijos te consentiré a ti también
El pelinegro se hundió aún más en el pecho del mayor, quería sentirse protegido por su hermano, otra vez
-Casi siempre te llevaba en mi espalda, parecías un koala bebé, mamá no podía cuidarte porque tenía mucho trabajo y tenía que clonarme para estudiar, trabajar y cuidarte, nunca me gustó la idea de una niñera así que siempre te buscaba a la guardería y las profesoras creían que yo era tu padre
-Cualquiera lo creería si fuese tu hermano quien te inscribe
Itachi sonrió y se separó de su hermano, un cuadro le había llamado la atención
-¿Y eso?
Sasuke volteó a ver lo que estaba señalando su hermano y miró el cuadro que por ahora eran puras líneas
-E... yo... –Sasuke no sabía que decir
-¿A quien cargas como si fuese tu esposa hay?
El pelinegro se tensó, Itachi si que era observador
-¿Tu pareja?
Un sonrojo cubrió las mejillas de Sasuke densamente, no quería dar explicaciones
-Así que eres gay
-ITACHI –grito algo cohibido Sasuke –no es mi pareja...
-Vale... si no es tu pareja ¿Por qué lo cargas como si estuviesen en luna de miel?
-Es que...
-¿Una fantasía?
-No...
-¿Tu lado gay salió a flote?
-¡Itaaachi! –a Sasuke ya se le marcaba una vena
-¡Quiero saber!
-Es Naruto
Itachi miró en silencio a su hermano, suspiro y dijo
-Eso no responde a mi pregunta
-¿QUE QUIERES QUE TE DIGA?, NO ES MI PAREJA... TRABAJA EN EL ICHIKAKU, NOS HEMOS VISTO 3 VECES Y LO QUIERO DIBUJAR DESNUDO
Sasuke miró casi llorando a su hermano mayor cuando vio que este lo veía con la mandíbula desencajada y con los ojos en blanco
-Mi hermano menor... es... gay
-Hay no... –susurró Sasuke y se colocó una mano en la frente
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.... tengo un hermano gay, tengo un hermano gay –comenzó a cantar Itachi
-Itachi... no pareciera que tuvieses 28 años –susurró algo cabreado Sasuke
-Es que –Itachi se secaba las lagrimas de la risa –ese es el punto otouto-baka –comenzó a reír otra vez –ya veo porque no tuviste novia
Sasuke inflaba los cachetes como un niño malcriado y eso hacía que Itachi se riera aún más
-¿En donde dijiste que trabajaba? –Itachi ya estaba mas tranquilo
-En un bar en donde vende su cuerpo
El mayor miró como Sasuke bajaba la cabeza y se colocó serio. Eso no lo merecía su hermano menor
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-Gaara –Sai tenía los ojos cerrados y su cabeza ladeada a un lado mientras el pelirrojo besaba su cuello
-Repite... repite mi nombre –le decía Gaara mientras le besaba el cuello
-Umm...
-Creo que ya encontré un punto... –susurró el pelirrojo antes de hacer un chupón
-¡AH! –Sai apoyó sus manos en el colchón de la cama
Ninguno de los dos tenía algo de ropa y a pesar de que los dos tenían erecciones no había ocurrido ninguna penetración
-Gaara... –el pelinegro sentía como las manos del pelirrojo recorrían su cintura mientras el seguía besando su cuello –métela ya
El pelirrojo sonrió de medio lado, los dos sudaban un mundo, sintió como Sai también lo acariciaba y besaba su cachete. Gaara separó las piernas de Sai y con una mano guió su miembro a la entrada del pelinegro
Los dos tenían los ojos cejados por la lujuria que sentían y Gaara se adentró de una sola estocada
-AH... –Sai se abrazó al pelirrojo y los dos se acostaron en la cama (Gaara enzima y todavía adentro de Sai)
-¿Te duele? –preguntó Gaara mientras colocaba sus codos al lado de la cara de Sai y este hacía una llave con sus piernas en la cadera del pelirrojo
-Muévete –fue lo único que dijo Sai
Gaara comenzó con embestidas lentas pero profundas que hacía que de la boca de Sai salieran gemidos reprimidos quizá por la pena. Lo beso fogosamente y comenzó a aumentar el ritmo
-Dios... -susurraba Sai
-No te creas Sai... no eres el único aquí que lo siente
-Dame más duro
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Al día siguiente
Neji bostezaba mientras salía de su cuarto, se fue para la barra aún solo con un bóxer pensando que no había nadie a estas horas y se encontró con Hinata quien tenía una camisa rosada y con un short del mismo color
-Hi... Hinata-Sama –susurró sombrado el Hyugai
-¿Eh? –Hinata al ver a su primo así se sonrojo completamente –Ne... Neji-Onisan
Un silencio cayó entre los dos chicos completamente sonrojados, ninguno de los dos se quitaba la mirada de en sima hasta que Neji susurro
-¿Qué hace levantada tan temprano?
-Es que... –Hinata tenía una copa en la mano –casi siempre los limpias tú así que yo... yo quería... quería....
-¿Ayudarme? –preguntó Neji
Hinata bajó la cabeza
-Quiero... –susurró Neji, agarró la copa que tenía Hinata entre las manos, la colocó en la barra y le agarró las manos –quiero disculparme
La pelinegra se sonrojo y aún más por lo cerca que estaba su primo de ella
-Quiero disculparme por se tan idiota... por montar aquella escena... por ser tan indiferente contigo
-Ne... Neji-Onisan... –Hinata no sabía que decir
-Ònegai... –Neji unió su frente con la de Hinata –dime solo Neji
-Ne... –Hinata se sonrojo –Neji...
-NEJI, HINARA
Los dos primos se separaron al escuchar aquella voz masculina que los llamaba y se encontraron al hermano mayor de Neji muy bravo
-Benji-Sama
Por su parte Neji lo miró desafiante, no caería en ningún juego de su hermano así que agarró por los hombros a Hinata y la acercó a él
-Neji... –susurró algo cohibida la pelinegra
-¿Ahora le llamas solo por su nombre?
-Déjala Nii-San... –Neji fruncía el ceño mientras decía eso
Benji solo bufó y dijo
-Te quiero en mi oficina luego que vengas de la universidad Neji
El Hyugai asintió y miró a Hinta, pero esta estaba cabizbaja y llorando
-Oe... –Neji levantaba la cara de Hinata -¿Estas bien?
-Gomene Neji-Onisan... ahora tú hermano y tu pelearan por... –un dedo de Neji se posó en los labios de la chica
-No me llames Neji-Onisan
La pelinegra asintió cohibida, no sabía que pasaba con su primo, pero le gustaba esa cercanía, aunque le asustaba un poco. Tenía miedo y no sabía de que
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-Ummm...
Sai despertaba lentamente y veía a Gaara acostado a su lado, estaban en la cama del pelirrojo y le miró el tatuaje sonriendo
-Ai... –susurró Sai. Pero luego miró una herida de bala que tenía el pelirrojo en el hombro izquierdo ¿Cómo no se había dado cuenta de aquel pequeño detalle?. La acaricio y se volvió a quedar dormido
Pasaron 10 minutos cuando los dos chicos se levantaron en seguida, habían escuchado que alguien abría la puerta de la casa de Gaara
-¿Qué cojones? –preguntó Sai
-¿Quien será? –Gaara se sentó en la cama, el había cerrado la puerta ayer
“Itachi no...” se comenzó a escuchar una voz
“¡Como que no!.. ¿Qué hay de malo en despertar a Gaara?”
-Mierda –susurró el pelirrojo –vístete Sai
El pelinegro no entendía nada, pero comenzó a buscar su ropa la cual estaba tirada quien sabe donde en el suelo
“No es buena idea Itachi”
“¿Y si no es buena idea para que viniste?”
“Quiero evitar una guerra”
“Mi otouto siempre tan pacifista”
Gaara y Sai solo se alcanzaron a colocar un bóxer antes que Itachi abriera la puerta del cuarto del pelirrojo y quedara estático unos dos minutos
-NANIIII ¿NO ME DIJAS QUE TU TAMBIEN ERES GAY GAARA? –Itachi estaba conmocionado, ¿Quién mas era gay?, ¿El vecino de la otra cuadra?
Tanto Sai como Gaara se miraron, los dos estaba sonrojados y no sabían que decir, el pelirrojo carraspeo un poco y comenzó a decir
-Solo fue otro más...
-¿No me digas que un polvo te cambió la sexualidad Gaara? –preguntaba Itachi
Sai solo comenzó a recoger su ropa y se encerró en el baño sin decir nada, aquello le había pegado
-YO TE MATO UCHIHA ITACHI –comenzó a gritar el pelirrojo mientras alzaba una lámpara –TE MATO
-SI YO TAMBIEN TE AMO GAARA
Sasuke trataba de no reírse ante aquella escena de película (Itachi siendo perseguido por toda la casa por Gaara el cual tenía nada más que un bóxer y una lámpara como arma); pero vio salir del baño a Sai
-Me tengo que ir –susurró el pelinegro
-Umm... –Sasuke asintió lentamente -¿No te despedirás de Gaara?
-Para él no fue más que un polvo, lo siento... pero me denigro
El menor de los Uchihas se quedó estático por lo que dijo el pelinegro. No sabía que responderle, él tenía claro que Gaara se acostaba con cualquiera, pero algo le decía que ese pelinegro era diferente a los demás polvos que había tenido Gaara
-Aunque sea, espéralo
-No... yo me iré, aprovecharé que está ocupado y me iré –dicho esto Sai comenzó a caminar
-QUEDATE QUIETO UCHI... –Gaara dejó de perseguir al pelinegro cuando escuchó que alguien cerraba la puerta –Sai –susurró, corrió a abrir la puerta pero hay ya no estaba nadie
Bajó la cabeza y miró a los dos Uchihas algo triste
-¿Te espantamos a tu pareja Gaara?
-No era mi pareja –susurró el pelirrojo y cerró la puerta -¿Quieren un café?
-Yo quiero té –dijo Itachi –y discúlpanos
-No era de vital importancia –mintió Gaara
-Dijo que se iba sin despedirse de ti porque para ti era un polvo más y... que lo habías denigrado
-¡Aumm! –Itachi meditó la situación -¡Sasuke! –llamó a su hermano -¿No me habías dicho que ibas a enseñar los claros oscuros?
Sasuke entendió aquella indirecta de su hermano y dijo
-Eummm... si, si quieres venimos luego
-¡Claro!... tengo todo el tiempo del mundo para hablar luego con Gaara
-Son malos para mentir –el pelirrojo señaló a los dos Uchihas –los dos
Al escuchar eso Itachi y Sasuke sonrieron y se fueron de la casa. Gaara cerró la puerta y comenzó a resbalar por ella, le dolía tanto eso
-Maldita sea –susurró y unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos –maldita sea Gaara ¿Por que te gusta ese hombre, por que lloras por él? –se preguntaba en voz alta –eres un baka
Cobtinuara