Amores de Barra por Danish

Sai se revolvía en su cama aquel doloroso pasado revivía en un sueño

-No lo quiero hacer –un niño pelinegro de 12 años se aferraba a la puerta de un cuarto

-VE SAI... NECESITO CLIENTES –una mujer alta  empujaba al pelinegro

-NOOO... NO QUIERO MAMAAA

-CALLATE... –la mujer lo volteó y le dio una cachetada –no me digas mamá, no aquí

Sai asintió lentamente mientras las lágrimas bajaban por su cara

-Ya no serás mas un niño Sai, me harás rica... nos harás ricos –la mujer le sonrió al niño –te venderé a un chico y el pagará una fortuna por ti

El pelinegro lloraba de lo asustado que estaba, no quería ser vendido a un hombre completamente desconocido tenía miedo a que pudiese pasar

-No quiero ma...

-¡Callate! –le mujer le amenazó con la mano alzada

El chico se hizo un ovillo en el suelo

-Onegai

-¡Vamos!, seguro le agradaras –la mujer le sonrió a su hijo y le extendió la mano

Sai asintió y le correspondió el gesto a su madre, quería salir de aquel bar para siempre

Un cambió repentino de escena ocurrió y estaba desnudo en una cama, maniatado a esta mientras que un pelirrojo terminaba dentro de él

-Sasori-Sama –susurró Sai –tadaima

-¿Cómo te fue querido juguete? –preguntó el hombre mientras salía de el

El pelinegro no respondió, miró sus muñecas y estas estaban rojas, su madre le había mentido, había estado 3 años con ese hombre y eran los peores de su vida

-¿No me responderás? -preguntó Sasori mientras regresaba a la cama completamente desnudo y con una cadena de puras bolitas

-Bien... –Sai ya sabía que hacer, para no hacer enojar a su amo tenía que abrirse y dejarme penetrar por todos esos juguetes que ese pelirrojo quisiera

-¿Pasaste tus exámenes?

Sai asintió mientras botaba una lágrima por el dolor que cada bolita le causaba al entrar a su cuerpo

-Bien – a Sasori no le importaba en absoluto el dolor de Sai –te daré un premio -dicho esto se introdujo el

-AHHHHH –las lágrimas de Sai comenzaron a fluir -¿De que sirve una buena academia y una vida “Perfecta” si tengo que ser el perro de este hombre  -pensó antes de cerrar los ojos

Otro cambio de escena ocurrió en el sueño del pelinegro. El estaba en un cuarto oscuro siendo golpeado por dos tipos, su boca sangraba demasiado, tenía rota su cabeza y estaba mareado, de repente destaparon las ventanas y entró la luz a aquel cuarto

Sus ojos se cerraron rápidamente, aquella luz le había cejado, escuchó unos pasos y se acurrucó por misma protección

-Sabes que hiciste mal en querer escaparte querido neko –era la voz de aquel hombre que por 10 años le había atormentando y hecho tanto daño –pero aún así... te amo

Te amo, aquella palabra hizo que sus lágrimas salieran, ¿Qué era amor?

-Tú no me amas

-Considelaro un castigo, te iré a buscar cuando tu menos te lo esperes Sai

-Sai, ¡Sai!

El pelinegro era jamaqueado por Naruto

-¡Sai despierta!

Sai se despertó en seguida y miró a los lados, se tocó la frente, estaba sudando demasiado, se hizo un ovillo y se quedó así un tiempo mientras Naruto le decía

-Son las 4:00am, es mejor que nos vayamos vistiendo

-¿Te desperté? –susurró Sai

-¡Claró!, soy tu compañero de cuarto, ¿Recuerdas? –como respuesta tuvo solo un asentimiento –me preocupe, al parecer tuviste una pesadilla

-¿Y Neji? –Sai quería evadir el tema

-¿Aquí estoy? –el Hyuga entraba con un vaso con agua –es para ti –le ofreció a Sai

-Gracias –susurró el pelinegro y se tomó el vaso –creo que Naruto tiene razón, es mejor irse preparando, tengo clase a las 7:00am

-Este ritmo de vida no es bueno –susurró Naruto mientras se volvía a acostar

El pelinegro se paró de la cama, le devolvió el vaso ya vació a Neji y se metió al baño

-No me gusta esa expresión  -susurró Neji y se sentó en su cama

-A mi tampoco –aclaró Naruto

-¿Quieres que llamar al psicólogo?

-¡No! –Naruto se paró de la cama -¿Quieres que pase lo de la otra vez? –susurró

-Esta vida lo está matando, el no pertenece aquí

-Nadie pertenece aquí Neji, nadie

Neji se le quedó mirando a su amigo y suspiró

-Yo también tengo que apurarme, tengo que dejarlos temprano porque tengo matemática 3 y no quiero faltar... eso me está matando

-Bueno...  –Naruto se alboroto el cabello –alguien tiene que despertar a Hinata –dicho esto miró a Neji

-¿Yo? –preguntó el Hyuga y enrojeció

-Siii... además... ella duerme sola –lo último lo digo casi cantando –yyyyyy... –Naruto paró al ver como Neji cerraba los ojos y se sonrojaba –tendrá un buen despertar

-¡Ya entendí, ya entendí! –el pelinegro salió del cuarto

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Gaara se bañaba lentamente. Las diminutas gotas de agua golpeaban su cuerpo y su cara

Deslizó sus manos por su cabello completamente rojo y se descubrió por unos segundos su tatuaje “Ai”. Bufó algo exasperados, no se podía quitar esas ganas de verlo, quizás había sido aquellas palabras que se dijeron o el típico sentimiento de culpa que lo carcomía por dentro

-Bueno… tampoco pueden ser celos, soy un hombre… no puedo estar celoso de otro hombre –pensaba Gaara mientras se echaba shampoo

Pero aquella conversación que tuvo con Itachi le hizo dudar. Grito exasperado, no podía ir a una reunión así

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Sai arreglaba las cosas para la universidad. Metía en un gran maletín negro: arcilla, yeso, óleo, pinceles y un marco de 30x50, suspiró y se sentó en la cama. Miró aquel cuarto en donde se encontraba y agarró una carpeta de dibujos que tenía al lado. ¿Cuántos recuerdos estaban hay? y aunque no eran muy buenos eran recuerdos al fin y al cabo

-¿Por qué me ha pasado todo esto? –susurró mientras metía la carpeta en el maletín, pero la puerta de su cuarto se abrió lentamente y por ella apareció Naruto con un traje de chef completamente blanco

-¿Estas listo? –preguntó el rubio

-Si –Sai se arregló su camisa blanca manga corta y si pantalón de color caqui y holgado

-Oe… -Naruto entró al cuarto de Sai –hace dos semanas que estas así... pa… pareces un autista datebayo

El pelinegro miró a Naruto con los ojos completamente abiertos, ¿Se estaba preocupando por él?. Bueno, para ser mas sincero desde que el había llegado al Ichikaku solo había entablado una conversación amena con Neji, Hinata y con el rubio. Pero nunca pensó que alguno de ellos se preocuparan por el

-Neji dice que pareces ausente y triste –dijo Naruto –y Hinata dice que está muy preocupada por ti

-Yo… -Sai comenzó a caminar y llegó al frente del rubio –estoy bien

-No te engañes –Naruto estaba molesto –no te engañes a ti mismo

-Ya vámonos, llegaré tarde y hoy tengo clase de escultura –dicho esto Sai salió de su cuarto

-¡Así!... pues yo tengo clase de nutrición de alimentos, también me tengo que ir rápido –Naruto trancó fuertemente la puerta del cuarto de su compañero de trabajo, bajaron unas escaleras y abrieron una puerta que daba al bar del Ichikaku

-Quiero alquilar un apartamento –susurró Sai

-No eres el único… -Naruto pasó por su lado y lo empujó –muévete

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-No, tengo otro trabajo que hacer

Itachi hablaba por su celular serio

-No, quiero tomarme unas vacaciones y hacer lo que mas me gusta -escuchó lo que por teléfono le decían  -¡No quiero regresar a atender los negocios de la familia!... yo… ya no puedo hacer eso

Se sentó en un sofá mientras seguía escuchando

-Me llamaron a Konoha para ser chef… no rechazaré esa oferta, no quiero volver a ser un yakuza, ya no quiero volver a la trata… basta tía –luego cerró el teléfono

-Quiero escapar de mi pasado –dicho esto tiró su celular al suelo y este se rompió

-¿Itachi? –Sasuke bajaba unas escaleras para llegar a la estancia -¿Estas bien?

El mayor de los Uchihas miró a Sasuke. ¿Qué había escuchado?

-Si...

-Era tu celular favorito

Itachi comenzó a reír y dijo

-Quiero uno nuevo

Sasuke se le quedó mirando a su hermano algo extrañado

-Eres extraño –dicho esto se le acercó

-¡Sasuke! –Itachi se paró y abrazó a su hermano menor

-A ti te pasa algo Itachi –Sasuke correspondió el abrazo

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 8:45am

“El vuelo número 548 Tokyo-Konoha a desembarcado, pasajeros por favor pasar por la puerta 7” 

Un rubio de cabellos largos caminaba a retirar su maleta por la puerta 7, las gafas negras tapaban sus ojos, pero no obstante un mechón largo de su cabello tapaba su lente izquierdo. Su sobretodo negro le hacía ver interesante, sus botas negras de cuero y el pantalón del mismo color hacían que más de una chica volteara a mirarlo. Sacó un celular negro y le líneas rojas, tocó su tapa y esta se fue deslizando poco a poco hacia arriba, marcó un número y esperó mientras iba caminando a recoger su maleta

-Estoy aquí –dijo y esperó a que le respondieran -¿Cuánto tiempo estará el taxi? –agarró una maleta de ruedas negra -¡Interesante!... iré para haya

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Sus manos recorrían su cuerpo lentamente mientras el rubio que estaba debajo de el se estremecía

-Itachi... –aquel gemido suplicante lo calentaba más y más

Besó a aquel rubio de manera voraz  y las piernas de su uke se entrelazaron en sus caderas, este se introdujo lentamente y aquel gemido desgarrador que soltó el rubio le hizo estremecer

Se colocó sus manos en la cabeza. Sabía que le había mentido a Gaara, pero, ¿Cómo le decías a un confundido que eres gay?. Además, ese rubio no se le salía de la cabeza. Si, lo había hecho con un par de mujeres pero no era lo mismo, con él era mágico

-¿Itachi?

Unos coscorrones le hicieron salir de sus pensamientos

-¿Eh? –miró a Sasuke y suspiró

-Te vez bien con ese traje de chef

El pelinegro le sonrió a su hermano menor y en ese momento tocaron el timbre

-¡Yo voy! –dijo Itachi mientras caminaba hacia la puerta principal de la casa –quizás sea Gaa... –abrió la puerta y vio que apoyado en la puerta del jardín se encontraba un rubio con una maleta negra de ruedas

Sus ojos se abrieron de par en par y su boca se abrió un poco. Quería sonreír, quería correr, abrazarlo y besarlo pero por otra parte él no quería recordar aquel pasado que le atormentaba

-¿Quién es? –le escuchó decir a su hermano -¿Itachi qué tienes?

-Ca... casa equivocada –susurró Itachi

-No –contradijo el rubio y de un bolsillo de su sobretodo sacó un papel –este de Konoha, casa número 7 Uchiha

-¿Qué haces aquí? –preguntó el mayor de los hermanos Uchiha

Aquel rubio se tomó su tiempo para responder e Itachi sabía que aquella pregunta no le había caído nada bien al hombre que estaba en las afueras del jardín de la casa de su hermano menor

-¿Deidaara? –Sasuke se abrió paso entre su hermano -¡Hola!... ¿Qué te trae por aquí? –preguntó a la vez que salía a abrir la reja del jardín para que este pasara

-Solo vengo por trabajo –respondió tangente el rubio

Sasuke solo sonrió de medio lado, el y su hermano mayor se parecían en carácter. Miró hacia atrás a ver si Itachi estaba todavía en la puerta y como lo predijo había desaparecido

-¿Quieres entrar? –preguntó mientras abría la reja

-Si solo no es de mucha molestia –aclaró Deidaara

-No lo es –agarró la maleta del rubio y la llevó a la puerta de la casa -¡Itachi! –llamó a su hermano quien estaba sentado en un sofá y le lanzó las llaves –me voy, quedas a cargo tu

-Pero yo... –trató de protestar Itachi

-Tu tienes que ir en la tarde, luego te paso recogiendo –aclaró Sasuke -¡Waoh! –miró la maleta de Deidaara -¿Qué tienes aquí?, ¿Armas?

El rubio solo sonrió, Sasuke no sabía nada sobre la familia Uchiha. Le habían engañado diciéndole que sus padres habían muerto en un accidente de transito y que él era compañero de estudio de Itachi. No le podía decir que sus padres los mató la mafia Italiana y que él a pesar de ser el amante de su hermano mayor trabajaba como matón del clan Uchiha

-¡Bueno!, me voy –dicho esto cerró la puerta

Un silencio incómodo se formó entre los dos hombres, Itachi como si nada jugaba con las llaves que le había dado Sasuke y Deidaara miraba la casa

-¿Qué haces aquí? –preguntó fríamente Itachi

-Estoy en una misión

-¿Vas a matarme?

Deidaara no respondió

-Si, vas a matarme... ¿Tienes que hacerlo ahora? –el pelinegro se paró del sillón y caminó hasta donde estaba Deidaara –ya no soy un yakuza

-Pero aún así yo sigo siendo un matón –Deidaara sacó una 9mm negra y la apuntó al pecho de Itachi –así que no te acerques

-¿Con eso me mataras?, pensé que si me mataban iba a ser con una ametralladora –Itachi miraba el arma -¿Quién te mandó a matarme?

-No tengo porque responder eso –Deidaara hundió un poco el arma en el pecho de Itachi

Pero este se mantenía tranquilo, acercó su mano derecha a la cara del rubio y limpió una lágrima que resbalaba por su mejilla. El rubio cargó el arma y esta estaba lista para disparar lo que hizo que Itachi se helara, lo de matarlo iba en serio, sonrió y dijo

-Aunque sea se que me mataras tu –sintió como la arma temblaba y se alejaba de su pecho

-No puedo –susurró el rubio mientras bajaba el arma que sostenía con su mano derecha y con su izquierda se quitaba sus lentes –¡No puedo dispararte maldita sea!

Itachi le quitó el arma a Deidaara y la dejó en sima de la maleta del rubio

-Tanto tiempo... Haku –susurró el pelinegro y  besó a su acompañante

Una lágrima rondó otra vez por la mejilla de Deidaara y respondió el beso. La ropa comenzó a caer en el suelo hasta que los dos hombres quedaron solo con sus respectivos bóxer

-Mate –el rubio paró las manos juguetonas de Itachi –no

-¿No? –Itachi pasó su mano izquierda por el bóxer de Deidaara -¿Seguro?

-A... aquí no –las mejillas del rubio ardían y sus ojos estaban cerrados

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El timbre que anunciaba un breve receso de 15 minutos. Naruto salía algo cansado se su clase de nutrición de alimentos

-Que el arroz se tiene que medir o si no, no se que... –comenzó a protestar el rubio mientras se quitaba su gorro de copa baja de chef y lo metía en un bolso de color blanco –no ha ni comenzado el día y ya me cansé

Miró a su alrededor y vio a Hinata vestida como una bailarina de flamenco

-Que bonita –la elogió el rubio mientras abrazaba a su amiga por detrás

-Na... Naruto-Kun –susurró mientras se sonrojaba la chica

Naruto sonrió y besó la mejilla de Hinata. Miró otra vez a su alrededor y preguntó

-¿Y Sai?

-Etoo... –Hinata se volteó y miró al rubio -¿Y si lo esperamos cuando salga de su clase de escultura?

El rubio asintió, agarró la mano de Hinata, la jaló y comenzó a correr

-Hayaku –apremió Naruto

-Mate... Na... Naruto-Kun

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Un hondo suspiro salió por los labios de Sai y miró a sus compañeros de salón. A su lado derecho estaba una rubia moldeando el torso de un hombre, su cabello laceo estaba recogido con una coleta negra y sus manos llenas de yeso y a su izquierda estaba un chico de cabellos marrones y de ojos completamente negros que hacía una mano al igual que el

-¿Ya sonó el timbre? –preguntó el chico de cabellos marrones

-Si Hyde –susurró la rubia a la vez que le extendía la mano a Sai aún sin despegar su vista del torso del hombre -¿Me pasas tu espátula Sai?

-¡Claro Mayumi! –dijo sonriente el pelinegro y le entregó una espátula de punta redonda

-Oe Sai –susurró Hyde -¿Te sientes bien?

El pelinegro miró a su compañero de clases y preguntó

-¿Por qué?

-Porque no fuiste el primero que terminaste –aclaró Hyde y luego comenzó a reír

Sai frunció el ceño. No le gustaba que lo etiquetaran como el cerebrito o el más aplicado de la clase

-Es que... la posición de la mano es muy difícil

Y si que lo era, no era nada fácil hacer una mano de una mujer que tocaba un piano

-Te entiendo amigo –dicho esto Hyde sonrió -creo que te esperan Sai

-¿Eh? –el pelinegro miró la puerta de vidrió y hay estaban Naruto y Hinata esperándole. Sonrió y levantó su mano llena de yeso y dijo lentamente –ya voy

Naruto asintió y Hinata sonrió

-Tienes buenos amigos Sai –dijo Mayumi –además... el rubio es bonito

Sai sonrió, si Mayumi supiera que Naruto era gay

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-¡No te duermas Gaara!

El pelirrojo abrió bien los ojos cuando su amigo entre dientes le reprendió por ello y escuchó al chef que hablaba

-Como todos ustedes saben Itachi Uchiha se presentará este año y será juez y dictará clases a nuestros estudiantes de gastronomía. También estarán personajes del arte como Sasuke Uchiha y Sabaku no Gaara

Algunos aplausos se escucharon en la sala de reuniones

-También –aclaró el chef para cortar los aplausos –llegará una bailarina de la cual todo Japón se siente orgulloso y es Karin

Volvieron los aplausos pero ni Gaara ni Sasuke aplaudieron

-Gaara –susurró el Uchiha en forma de amenaza

Pero el pelirrojo no respondía, él parecía en shock

-Así que me encantaría que propusieran un buen nombre para este campeonato... acuérdense que solo participaran los que estudien de último año de la escuela de arte de Konoha... solo 20 personas de cada carrera artística se graduaran -el chef miró a los presentes -¿Alguno se postula? –preguntó

-¿Arte gastronómico? -propuso un chef de cabellera completamente blanca y con una pequeña barba

-¿Otro? –preguntó el chef, aquella propuesta no le había parecido muy buena

-El arte como un todo –susurró Gaara todavía conmocionado

-¿Disculpe? –preguntó el chef

Gaara miró al hombre y este se tensó, no estaba de humor para repetir las cosas

-El arte como un todo –repitió el pelirrojo

El chef asintió, aquella propuesta estaba mejor

-¿Quién vota por ella?

Todos los que estaban reunidos levantaron la mano

-¡Perfecto!, así será –el chef miró a todos los que estaban en la sala -¡Por cierto!, serán tutores de los chicos... además, quería hablarle de un estudiante de gastronomía que el año pasado me impacto con su plato, Naruto Uzumaki

Sasuke no pudo evitar sonreír, ese rubio lo impresionaba cada vez más

-¿Es chef? –preguntó en un susurro Gaara

-Si, luego hablamos de eso –susurró Sasuke y prestó suma atención a lo que decía el chef

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Dos hombres estaban abrasados entre sabanas. Itachi miraba a su acompañante que estaba encima de él y dijo

-Ya que a la final no pudiste apretar el gatillo, a ti también te buscaran ¿Cierto?

El rubio asintió lentamente

-Y... –el pelinegro comenzó a jugar con el cabello del rubio -¿Qué harás?, ¿Me matarás?

Deidaara negó, simplemente eso era algo imposible para él

-Creo que mi tía tiene un plan

-Eso lo se –dijo Deidaara –por eso vine

-¿De qué hablas Haku?

-Tu tía nos quiere fuera del juego –el rubio se levantó un poco para ver a Itachi –y nos quiere muertos para tomar el poder, si es posible también quiere muerto a Sasuke

Itachi quedó en silencio, a él no le importaba morir, se había preparado años para morir a manos de la mafia pero su hermano no tenía nada que ver con esa vida

-Entonces –susurró Itachi y se sentó en la cama haciendo que la sábana blanca se deslizara hasta tapar su cadera –tendremos que idear un plan, un plan que engañe a mi tía...

-El clan Sabaku está también metido en esto –aclaró Deidaara

-Así que Sasori está trabajando con mi tía

El rubio volvió a asentir

-Mejor aún –Itachi acarició la cara de Deidaara –necesitaremos un muy buen plan, porque estallará una guerra yakusa si seguimos así

Un asentimiento de parte del rubio hizo que el pelinegro sonriera, ya contaba con su mejor amigo y amante. Más que eso no podía pedir