Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EN MI CUMPLEAÑOS FELIZ por sue

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Aqui les dejo el final del largo dia de cumple, espero que les guste

Capitulo 2. Final de un día feliz.      

Pasado un rato nos encontramos entrando en un lugar de comida rápida, estoy sentado viendo a las personas pasar, apareces tú con una bandeja llena de comida, tengo mucha hambre por lo que empiezo a comer como bestia bajo tu mirada apenada - lo siento amor se me olvidan los modales con tanta facilidad - te veo comer, lo haces pausada y educadamente, ¡Que lindo! ¡Yo quiero darte de comer en esa boquita!, tomo comida de mi plato con los cubiertos y la dirijo hasta tu boca “aquí viene el avioncito”, te ves molesto y rojo de nuevo, pero hoy piensas hacer todo lo que quiero hasta que tu paciencia te lo permita, tomas el bocado tan delicadamente y comienzas a masticarlo, luego de seguir alimentándote igual comienzas a agarrarle el gusto y haces lo mismo conmigo, me entran ganas de pasarte comida de mi boca a la tuya pero como unos chicos que hace rato nos están mirando comienzan a murmurar me abstengo, a mí no me importa que me vean pasándote mi bolo alimenticio como si fueras mi cría, pero como te conozco muy bien sé que te avergonzarías y me reclamarías el por qué no te dije que nos estaban viendo después de darme un golpe en mi cabecita, de tan sólo pensar en el impacto ya comienzo a sobar mi frente.     

Al terminar de comer volvemos a andar por la villa, pero esta vez tú me tomas de la mano, me sorprendo pero no te digo nada, no quiero que te arrepientas y me sueltes de este enlace, me gusta sentir tu piel junto a la mía, seguimos caminando hasta llegar a un parque, hay muchos árboles y un pequeño lago en el centro, los niños juegan mientras los pájaros vuelan en bandadas arriba de sus cabezas, el viento de la estación sacude la rama de los árboles provocando que se desprendan algunas flores de estos, miras a tu alrededor, ¡Que lindas se ven las flores del cerezo!, todo se ve tan romántico que me detengo y te planto un beso, te sorprendes pero correspondes a mi gesto, esta vez trato de controlarme y te dejo tomar el control, lo haces lento y suave, ¡Que bien se siente!, colocas tus brazos alrededor de mi cabeza y yo alrededor de tu cintura, continuamos besándonos a tu suave ritmo, me entran ganas de dirigir mi mano a tu trasero pero me contengo, no quiero agregar otro chichón a mi colección, nos separamos y nos sonreímos mutuamente, todo en nuestro entorno parece haberse detenido por unos breves instantes, no sé tú pero yo lo siento así, te digo que te quiero, ya perdí la cuenta de cuantas veces te lo he dicho hoy, para ser sincero parezco disco rayado, también me dices que me quieres y te sonrojas, ¡Típico de ti mi querido Iruka!, seguimos caminando entre el viento y los pétalos de cerezo que danzan progresivamente antes de caer al suelo, nos estacionamos bajo un  árbol, me siento en el pasto y apoyo mi espalda en el tronco de este, abro un poco mis piernas y te indico que te sientes entre ellas, te da un poco de pena, una gota corre por tu cabeza pero me obedeces, siento tu espalda en mi pecho, apoyas tus brazos en mis rodillas, coloco mis brazos por detrás de mi cabeza; todo está tranquilo, la suave brisa mueve algunos de tus castaños cabellos, ¡Que lindo eres!, comienzas a recordar los momentos que vivimos juntos. 

- ¿Recuerdas la vez que fuimos a la playa? – ves hacía el horizonte, te ves tan sereno.                                   

- Si, lo recuerdo… esa fue la vez que te enterré con la arena mientras dormías.   

- … - Lo recordaste y otra gota comenzó a correr por tu cabeza.     

- Y luego como no podías moverte construí un castillo de arena alrededor de tu cabeza y lo llene de agua – comienzo a reírme al recordar que por casi te ahogo.  

- … - te ves un poco molesto, la gota ha aumentado de tamaño.  

- ¿Y recuerdas cuando te quité el bañador y no podías salir del agua porque estabas completamente desnudo? – sabía que lo recordabas, como podrías olvidar ese vergonzoso momento en el que te dejé como Dios te trajo al mundo.    

- ¡¡CALLATE!! – ahora estas apenado y molesto, no es mi culpa, tú empezaste a recordar.

- De cualquier forma son buenos recuerdos – noto que me miras así que trato de recordar algo más de ese día - ¿Recuerdas que por la noche te llevé a bailar? 

- Si y también recuerdo que me pisaste y mi piel no la soportaba debido a la insolación que  me dio porque olvidaste el protector solar. – Al parecer la acabo de cometer porque te enfadaste otra vez.  

- Vaya, al parecer todos los momentos conmigo son desagradables para ti – me entristezco un poco, no haces más que quejarte de mí y de ponerme como el malo de la historia – creo que no sé hacer nada bien – hago como si fuera a llorar y cubro mi rostro con ambas manos, claro que es mentira porque entre mis dedos miro a ver como actúas.                

- Por favor no digas Kakashi – te ves preocupado, ¡Que inocente! – no fue mi intención lastimarte, claro que hay momentos en los que te comportas como un niño… - descubres mi rostro, me ves frente a frente – pero esa forma de ser tuya es lo que me gusta de ti – me sonríes. 

No puedo contenerme y comienzo a abrazarte con todas mis fuerzas, en verdad sabes conmoverme Iruka amor, tratas de safarte de mí, froto tu mejilla con la mía como tratando de unirlas mientras te digo “TE AMO”, “TE AMO”, me detengo un momento, una idea me viene a la cabeza, ya sé adonde quiero ir ahora, me levanto y con una mano hago lo mismo contigo, te ves claramente extrañado, no sabes lo que quiero hacer, como siempre te ves encantador cuando intentas descifrar mi comportamiento, como si tuviera ruedas en vez de piernas comienzo a correr contigo de la mano, eres tan frágil que pareces que fueras de papel porque corro y te mueves flexiblemente, “¿Adonde vamos?” no dejas de repetirme, me da flojera responderte por lo que hago como si no te escucho y continuo la maratón, pasado unos minutos llegamos, freno en seco por lo que dejo una pequeña marca en la vía, mis zapatos por poco se incendian por la fricción que realicé en el camino, soy exagerado y lo sé, volteo para ver si continuas conmigo o te solté en el trayecto, sigues tomado de mi mano, ¡Que lindo! estas tan cansado que estas sudando y has comenzado a jadear, esta imagen tuya me hace imaginarme cosas por lo que me sonrojo un poco, ¡Que malo soy! 

- ¿Qué?… pero… si estamos de vuelta en la casa – sigues agotado, te cuesta mantenerte en pie por lo que apoyas tus manos en tus rodillas.  

- Si lo sé Iru chan – salgo de mi película porno mental – lo que pasa es que ya no quiero seguir afuera, quiero pasar el resto del día en la casa.                  

- ¿Y por qué no me lo dijiste empezando? – te ves tan tierno, estas enfadado, cansado, sudado y jadeante – nos hubiéramos ido caminando y no me hubiera tenido que tragar todos esos insectos en el camino.  

- Bueno eso ya no importa – me rasco la cabeza como acostumbro, no, no tengo piojos, es un habito que tengo cuando no sé que explicaciones dar. 

Entramos a “casita”, me acerco a la radio y pongo un CD de tango, ¡Me encanta el tango!, te tomo de la mano, quiero bailar contigo aunque tenga dos pies izquierdos, aún sabiendo que te pisaré una y otra vez accedes a mi petición, eso es lo que quiero hacer y tú quieres complacerme, comenzamos a bailar y me siento en las nubes, tal vez sea porque paso por encima de tus pies por lo que me elevo un poco, te alejo y te acerco a mí, te recuesto en mis brazos bajándote un poco y te vuelvo a levantar; tras andar un rato y que bailando, me canso y dejamos de hacerlo, subimos al segundo piso y miramos abrazados por la gran ventana la puesta de sol, te apartas de mí un momento, me tienes una sorpresa, me quedo esperándote y continuo viendo por la ventana, apareces de nuevo con un pastel en las manos y una sonrisa en el rostro, lo hiciste para mí, estoy tan feliz de que tengas este tipo de detalles conmigo, te lo agradezco y te doy un beso casto en los labios, estoy tan emocionado que quiero abrazarte como si fueras un oso de peluche y se me olvida que tienes el pastel en las manos, pero por suerte logras escaparte de mi cogida y de bañarte en crema, te diriges a la mesa y yo te sigo como hormiga al dulce, te preguntas por qué ninguno de mis amigos y camaradas planearon hacerme algo, yo te digo que no importa, lo que tú no sabes es que los últimos días estuve desviando el tema y distrayendo a los que sabían y a los que no… simplemente no los conté, no quería a todo ese batallón aquí, sólo te quería a ti a mi lado en este día tan especial, me hierve la sangre de tan sólo pensar en eso, por eso me hice el “loco” con cualquiera que me preguntaba, tal vez si les diga algo… pero será mañana porque hoy estoy contigo y quiero que siga así, pero por si a las moscas… mientras enciendes las velas desconecto el teléfono y apago los celulares, no quiero que nos molesten; me miras con tu hermosa sonrisa “Apaga las velas”, tomo aire y soplo con suavidad hasta apagar la última, lo siguiente que siento es mi cara estrellarse contra el pastel, me has empujado y tengo una máscara de crema en el rostro, te vengaste por todo lo que te hice hoy, te ríes de mí, pero te ves tan lindo que no sabes que acabas de iniciar una “guerra de pastel”, tomo un gran trozo y lo choco contra tu cara mientras estas distraído, te cayó en el cabello, ahora yo soy el que se divierte contigo, simultáneamente comenzamos a llenarnos de crema por todos lados, no evito lamer la que hay en mis labios, ¡Si que sabes hacer postres!, y la que esta en tu mejilla, ¡Si ya de por si sabes rico con dulce en tu cara mejor!, no dejamos de reírnos, con los muchachos aquí no hubiéramos podido hacer nada de esto, agradezco por haber tenido la maléfica idea de no decirle a nadie; mientras te abrazo lames un poco de crema que hay en mi barbilla, se siente tan bien que te pido que continúes ¡Y lo haces!, llegas a mis labios y comienzas a besarme, fue corto pero delicioso, con tus manos pegajosas apartas mi rostro.    

- Voy a bañarme – te apartas de mí pero te detengo antes de que te vayas.    

- ¿Conmigo? – anoche estuve viendo evangelion en el DVD, comienzo a verte como borreguito, quiero bañarme contigo y ver el agua correr por todo tu cuerpo, un poco de sangre sale de mi nariz al imaginarnos jugando al “caballito de mar”.  

- ¿Quieres bañarte? – me ves maliciosamente. - ¡¡SI!! – estoy emocionado, hace tanto que no lo hacemos en el baño.                        

- Entonces… ¡¡ESPERA TU TURNO!! – sales corriendo a velocidad luz y te encierras en el baño.  

- ¿? – trato de asimilar lo que acaba de pasar y de tranquilizar a mi amigo en la entrepierna ¡Si que hemos sufrido hoy! 

Tras salir del baño me dirijo a la habitación mientras seco con la toalla el cabello que hace unos momentos estaba todo pegajoso por la crema del pastel, ahora estoy limpio y tú también, aunque no sé porque nos tomamos la molestia de eso, tú sabes que tendremos sexo como todas las noches, pero con una diferencia… ¡TU estas dispuesto a hacer todo lo que YO te ordene!, me pongo totalmente rojo mientras me río como desquiciado, me dices que me calle porque esa risa mía es desesperante y no te deja dormir, ¿Dormir?, tan rápido como una bala me acerco a la cama en donde estas cubierto hasta la cabeza ¿Es que acaso piensas dejarme a mí y a mi “amiguito” así?, estoy que lloro y me lanzo a suplicarte, a implorarte, pero no lo hago porque me percato de que al parecer te has quedado dormido, suspiro lastimeramente y me arrastro hasta mi lado de la cama donde me siento, miro a la almohada y encuentro el libro que me obsequiaste, lo tomo entre mis manos y me dispongo a leerlo, secretamente levantas un poco las sabanas y me observas absorto en la lectura, no te obligué a nada y eso fue suficiente para ti, te acercas y me abrazas por la espalda recostando tu barbilla en mi hombro.   

- Creo que estas listo para recibir mi otro regalo – me susurras al oído.  

- ¿Otro regalo? – Estoy que babeo, empiezo a entender la indirecta pero me hago el desentendido - ¿Y donde esta?         

- Aquí abajo – tienes una mirada sensual que me prende los motores.   

Nos metemos bajo las sabanas dispuestos a amarnos hasta que se acabe el día, aún faltan unas horas por lo que puedo disfrutar al máximo de cada suculento momento, me prometiste que lo haríamos como yo quisiera hasta las doce por lo tanto… sin que te dieras cuenta atrasé los relojes… lo siento el cumpleaños sólo es una vez al año.     

 

FIN            

Notas finales: espero que les haya gustado mis amores, gracias por sus comentarios, bye

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).