-“Lo siento Jacky, pero esto es por nosotras”- volvió a cerrar el cajón guardando las fotos y el cuaderno que había usado, tomó un abrigo y salió por la ventana.–“me pregunto si será hoy… solo quiero consolarte Jacky, solo quiero hacerte feliz”
CAP2 Actriz
Llegó a la casa de negro portón, pensó en tocar el timbre, pero Jacky ya estaba esperándola con la puerta entreabierta y los ojos llorosos.
Apenas estuvo dentro, Jacky se colgó de su cuello y se refugió en ella sollozando y mojándola con gruesas lágrimas. Estaba indefensa, agobiada, triste, se sentía traicionada, humillada, expuesta, usada… y eso era justo lo que Adriana había deseado.
Entraron en la casa y Adriana le pidió que subiera hasta su cuarto y que la esperara.
Jacky se sentía morir, se sentía tan indefensa que necesitaba quien la protegiera, por eso la había llamado. Sólo en ella confiaba, sólo ella la escucharía, sólo ella sabría que hacer. Jamás la había dejado desde que la conoció, nunca le decía que no tenía tiempo o que había algo más importante, siempre estaba para ella y esta vez no fue la excepción. Esa chica que siempre la defendía era la única de las 2 personas en quien había confiado que siempre le respondía, y era la única que hablaba de forma que pudiera entender las cosas. Adriana.
-toma- le dijo una la chica que acababa de entrar a la habitación con una taza de té recién hecho –dime qué te pasa, dime por qué lloras. Seguro que tiene solución- ojalá ella no supiera de lo que se trataba, la culpa la estaba consumiendo por dentro, también la satisfacción, pero solo por dentro…
-Dámaso… él…él… tomó fotos de nosotros cuando… yo creí que él…- las palabras se le congelaron en la garganta… le dolía decirlo, le dolía recordarlo, pero más le dolía que su amiga tuviera que enterarse de esa experiencia de esta manera. Las lágrimas que habían parado recomenzaron su caída…
-Dámaso… ¿el chico con el que sales?... ¿de qué fotos hablas?, ¿dijiste que toda tu escuela las tenía?... que ¿qué clase de…?- “y el premio a la mejor actriz es para…”
-estuve con él. Sé que me lo advertiste pero, yo… creí que… yo pensé que confiaba en la persona correcta…- con la mirada baja, con temblores ocasionales, con miedo de decepcionar a su única amiga trataba de no perder el control y aventarse por la ventana…
-¡¡¡hijo de…!!! No es posible. Pero… ¿tu papá se entero?- “… la ganadora es…”
-si… acababa de salir a buscarlo cuando te llamé…-silencio. “Un abrazo… por favor Adriana, abrázame, protégeme… dime qué debo hacer y abrázame”
-¡¡veme a los ojos y dime que harás lo que te diga de ahora en adelante!!- la tomó por los hombros y la sacudió -¡DILO!
-¡LO HARÉ!… todo lo que digas lo haré- realmente se merecía esto… era una estúpida y merecía el desprecio de Adriana.
Jacky había dicho las palabras más celestiales que jamás hubiera escuchado, había dicho que haría lo que ella dijese. Ahora sólo debía terminar esto –primero…- fue tan fuerte la bofetada que le dio sin previo aviso a Jacky que hasta ella misma se lastimó. El labio de la agredida se abrió por el impacto y un hilo de sangre se dibujó en su rostro, sin embargo no hizo nada por detenerlo o por amainar el dolor. –Ahora escucha bien: no vuelvas a verlo, no vuelvas a caer en su juego, ¿entiendes Jacqueline?, no escuches sus disculpas, no vuelvas a acercarte a él, y más importante; no lo defiendas.- “¡el premio a la mejor actriz… mejor farsante y peor persona viviente es para mi!”
-…- “lo siento Adriana… pero por favor, no me dejes…” gruesas lágrimas salían de sus ojos, pero merecido lo tenía, eso y más
-Jacqueline, no vuelvas a desobedecerme, ya te dije que nadie es confiable. Contéstame: ¿sabes qué va a hacer tu padre con él, qué va a hacer la escuela?
-Papá quiere que lo suspendan, que lo corran. Quería denunciarlo, pero le dije que no lo hiciera. La escuela dijo que nos suspenderían a ambos porque varios dijeron que éramos novios hasta hace poco…- “Por favor… Adriana, no me dejes sola…”
-Di que él te usó, di que te enteraste de que todo fue una apuesta. Aunque él esté presente di que fuiste engañada, si te preguntan quién dijo lo de la apuesta da el nombre de Kiyoshi* y di que es un amigo tuyo.
-¿Kiyoshi?-Sí, tu director entenderá el mensaje- de solo recordar a ese desgraciado… sabía que era posible llegar a un “acuerdo” con ese pervertido que siempre la miraba cuando iba a esperar a Jacky a la escuela, además de ser su vecino…- y no hables más de la cuenta. Si alguien más pregunta por quién es Kiyoshi no contestes nada más y solo di esto si hablas con tu director. Te garantizo que así no te sacarán de la escuela y todo se calmará
-¡Pero… yo ya no quiero estar allí… y ahora menos!
-Pero tú no tienes nada de que esconderte, no voy a dejar que todos hablen mal de ti, y si huyes será como si fueras culpable. Te prometo que nadie dudará de tu palabra. Aunque… tienes razón, aunque no te corran, deberías cambiarte a mi escuela, pero solo después de que todo se aclare, ¿entiendes?
-Sí…
-Ven…- y la abrazó, y limpió sus lágrimas y su sangre. La estrechó contra sí misma de manera que su piel tocara la de ella lo más posible. Esto sorprendió tanto a Jacky que volvió a llorar pero ahora de alegría al ver que su amiga no la despreciaba.
-quédate conmigo… hoy no quiero estar sola. No quiero pensar en todos burlándose de mi… viéndome de esa forma…de papá gritándome y él…- ya no podía más, ya ni llorar le servía
-¿yo?, pero qué puedo hacer para que olvides todo…si pudiera borraría la memoria de todos, pero no puedo hacer eso…
-cuando tu me abrazas siento como si nada pudiera dañarme, como si nada más importara…
-¿y entonces por qué Dámaso si me tienes a mi?-porque tu no estabas conmigo en la escuela…-esa debía ser la razón, porque ¿cómo podría enamorarse de alguien que fue capaz de traicionarla y usarla de esa manera?
-si me lo hubieras pedido…- seguramente su actuación era de calidad…
-pero eso no es justo…
-¿aun cuando yo quiera estar contigo?- la hizo sonrojar.
-por favor… quédate conmigo
-está bien- “para siempre…” Ambas se metieron en la cama, apagaron las luces y durmieron abrazadas. Jacky se aferró a Adriana deseando que nunca se separara de ella, Adriana se aferró a Jacky jurando que jamás la dejaría ir…Siendo sábado, no había que preocuparse por los deberes, y Adriana aún tenía el domingo para arreglar el asunto con el director del colegio de su amiga. Todo lo haría por ella, porque el precio ya no importaba.