Harry se sintió como un idiota por haber permitido que sentimientos pasados vinieran a confundirle en lo que era el nuevo propósito de su vida, dar adiós definitivo al pasado era lo que deseaba hacer, inclusive antes de escuchar las palabras que le dirigiera Dumbledore sobre la necesidad de olvidar el pasado y perdonar para comenzar otra vez. Estaba furioso consigo mismo por haber dejado entrever algo de sus sentimientos en esa primera mirada que había cruzado con Draco, definitivamente el no estaba dispuesto a dar segundas oportunidades a nadie; por otra parte no podía saber que sentimientos tenía el joven rubio, nada podía asegurar que aún sintiera algo por él, el hecho de no haberse casado con su novia no significaba nada, si lo hubiese amado jamás se habría dejado persuadir por esa serpiente venenosa que era Snape.
Mientras más pensaba en esto más aumentaba su enojo consigo mismo, sólo hacia un rato Snape y Draco habían dejado el despacho de Dumbledore luego de hablar largamente de los preparativos que se hacían para su despedida al final del curso, para lo que faltaban sólo unos días. Harry había querido retirarse para que el director hablase libremente con sus profesores, pero el mago no se lo había permitido, diciéndole que aún tenía un asunto que tratar con él; por lo que Harry no tuvo más remedio que quedarse todo el tiempo que duró la conversación, procuró mantenerse indiferente ante la presencia de Draco, pero le había costado mucho esfuerzo, temblaba sólo de oír la voz del joven rubio al que tanto había amado y al que a pesar de su orgullo herido aún amaba con toda su alma. Pero no estaba dispuesto a dejárselo saber, por ese motivo mostró total indiferencia durante todo el tiempo que ambos profesores permanecieron en el despacho, se prometió en ese momento que jamás volvería a cometer la debilidad de mostrar algo de los sentimientos que aún tenía por el rubio, Draco había sido ambicioso y débil y eso jamás podría perdonárselo.
Después de quedar solos en el despacho otra vez, Dumbledore dedicó toda su atención a Harry, rogándole que disculpara la interrupción de sus profesores, ellos estaban muy entusiasmados con la idea de la fiesta de despedida y él no quería ser descortés. Harry sólo de oír estas palabras sintió que su ira se esfumaba al instante, no podía estar enojado cuando Dumbledore le hablaba de esa forma tan cariñosa. Por eso decidió olvidar los sentimientos que le habían dejado ese sorpresivo encuentro y una vez más dedicó toda su atención al viejo mago, diciéndose a si mismo que sólo por él había regresado y sólo por él había aceptado visitar Hogwarts.
Dumbledore siguiendo con su idea de hacer algo para que Harry recuperara su felicidad perdida, había pensado en ofrecerle un puesto de profesor en Hogwarts, para que de esta manera estuviera cerca de Draco, en un principio había temido hacerle la oferta al joven de inmediato, pero luego de percibir la actitud de ambos jóvenes en ese primer encuentro y esa mirada que a pesar de sus años no había pasado inadvertida para él, estaba convencido que aún seguían amándose, sabía que no sería nada fácil volver a unirlo porque estaba de por medio el orgullo de Harry y seguramente por la otra la culpa que debía sentir Draco, inspirado por esta idea no dio más rodeos y le ofreció a Harry el puesto de profesor de DCAO, que hasta ese momento era ejercido por Draco. Harry quedó totalmente sorprendido ante la sorpresiva oferta de Dumbledore, jamás hubiese imaginado que el viejo mago le ofrecería trabajar en Hogwarts y mucho menos como profesor de DCAO, ese puesto era de Draco que era Auror; él no había continuado con ningún estudio posterior a su salida de Hogwarts, y así se lo recordó a Dumbledore luego de oír su oferta, el mago sonrió benévolamente como lo hacia en el pasado, le recordó que él había destruido al mago tenebroso más poderoso que había existido por lo que era el más calificado para ejercer ese cargo, el director le explicó que ya había hablado con Draco del asunto, el joven a pesar de ser Auror, su pasión seguían siendo las Pociones y había aceptado ese puesto para el inicio del próximo curso, Harry se confundió más al oír esto, porque sabía que Snape ejercía aún el puesto de profesor de Pociones como hacia desde casi veinte años, pensó Harry si Dumbledore pretendía despedir a Snape.
El mago le explicó al joven que Snape asumiría otro cargo dentro de la escuela, ya había sido aceptado por el Ministerio y el nombramiento se haría muy pronto, Harry se sintió confundido ante estas palabras, no veía que otro cargo podía ejercer Snape dentro de Hogwarts, siempre había sido el profesor de Pociones, por eso se quedó atónito cuando Dumbledore le dijo que Snape en la actualidad ejercía el cargo de Sub director y qué cuando él se retirara pasaría a ser el Director de la escuela, Harry no podía creerlo, eso era demasiado para él, si aceptaba la oferta de Dumbledore eso significaba que Snape sería su jefe, definitivamente la idea no le gustaba nada, Snape era la persona que él siempre había odiado en su época de estudiante y más desde que había sido su influencia la que lo había separado de Draco.
Dumbledore ya sabía que la idea no gustaría a Harry, estar bajo la dirección de Severus no sería fácil para el joven, sobre todo sabiéndolo en gran parte el responsable de su separación de Draco, pero el viejo mago se caracterizaba por su inteligencia y astucia a toda prueba, él ya contaba con que la idea no agradase a Harry, inclusive estaba preparado para oír una negativa por parte de éste, pero como ya se había propuesto hacer lo necesario para que Harry aceptara el puesto y se quedase en Hogwarts como profesor, Dumbledore de la forma más sutil saco a relucir el tema de que ya había hablado con Severus del asunto de nombrarlo como profesor de DCAO si él aceptaba y que al saberlo Snape no había estado de acuerdo, puesto que como él no tenía ningún estudio posterior a Hogwarts, no lo creía lo suficientemente calificado para el cargo, aunque sabía de sobra que Harry era el más apto del mundo mágico para ese cargo por haber sido quien finalmente había destruido a su antiguo amo.
Harry sintió mucha molestia al oír esto, Snape siempre lo había menospreciado en su época de estudiante y lo seguía haciendo ahora, en el primer momento pensó rechazar de plano la oferta de Dumbledore, aunque apreciaba muchísimo al mago que siempre había sido su apoyo, la sola idea de estar bajo las órdenes de Snape le provocaba escozor, por otra parte estaba Draco, tener que verlo todos los días sería algo muy difícil de sobrellevar y eso no ayudaría en absoluto a los nuevos propósitos que se había planteado para iniciar una nueva vida. Lo más sensato que le aconsejaba su mente y su corazón era rechazar la oferta de Dumbledore, estaba seguro que el mago comprendería su negativa. Pero Harry no contaba con la terquedad de Dumbledore que no estaba dispuesto a dejarlo marchar con una negativa de su parte, el mago lo había planeado todo cuidadosamente, sabía que el orgullo de Harry era algo para tener muy en cuenta, este sería el principal escollo para que aceptara su ofrecimiento, pero el conocía muy bien Harry, sabía que presionarlo no era la forma correcta, mas bien debía sutilmente persuadirlo con argumentos que hicieran mella en el joven; por lo que le dijo que él comprendía perfectamente una negativa de su parte, entendía que no quisiera exponerse a una situación embarazosa estando cerca de Draco, después de aquella historia pasada y en cuanto a Snape le dijo que también comprendía sus reticencias a estar bajo la jefatura de su antiguo profesor de Pociones, debido a la antipatía que siempre habían sentido el uno por el otro, y como de pasada le dijo que Snape estaría feliz de saber de su negativa a aceptar el puesto, porque como él también conocía a Snape desde hacia muchos años, estaba seguro que su actual subdirector y profesor de Pociones lo que más temía era que él estuviera cerca de Draco y que ciertas situaciones del pasado pudieran volver a repetirse.
No fue necesario que Dumbledore dijera nada más, Harry se enfureció al oír al director aún en ejercicio, no podía creer que después de cinco años Snape aún pensara que tenía algún derecho a opinar y manipular la vida de los demás y especialmente la de Draco, él no tenía ningún interés en el protegido de Snape de eso estaba seguro, como se había dicho antes para él el pasado estaba muerto y enterrado para siempre, por lo tanto, no tenía nada que temer. Decidió aceptar el puesto que Dumbledore le ofrecía, el no huiría como había hecho cinco años atrás, él no había fallado; no había sido él quien había roto promesas y estaba decidido a demostrar a Snape que su opinión no le importaba y a Draco le demostraría con hechos que ya no significaba nada para él.
Harry dejó Hogwarts una hora después habiéndose comprometido con Dumbledore a ejercer el puesto de profesor de DCAO, para el inicio del próximo curso y jurándole además que asistiría de forma irrestricta a la fiesta de despedida que se celebraría en unos días, sabía que con eso causaría un gran disgusto a Snape y le complacía enormemente, esperaría con ansias la celebración en la que Dumbledore anunciaría que nada menos y nada más que el mismísimo Harry Potter sería el nuevo profesor de DCAO de Hogwarts.
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