Shun dejo de leer para mirar la ventana. Hacía mucho tiempo que Ikki le había dicho que volvería pero de eso hacía un mes.
Shun recordaba que Ikki le había dicho que siempre lo amaría, pero él sabía que solo como a un hermano. Andrómeda se sentía morir cada vez que Ikki se iba.
Pensando en eso lo encontró Ikki. Llorando y abrazado a su almohada.
Sollozando y diciendo-... Por que no me quieres Ikki?... por que te vas?... No ves que me muero... Por que no me amas?...-
Ikki se sentó en la cama de Shun y le dijo- Porqué crees que no te amo Shun?-
Shun se dio vuelta confundido y abrió sus ojitos empañados tan grandes como los tenía.
Quería decirle que lo amaba, pero sabía que era algo imposible puesto que si le decía eso Ikki le preguntaría el por que y Shun no podía arriesgarse a que él supiera que lo amaba con toda su alma.
No podía dejar que supiera que se moría si él, que su alma se escapaba de su cuerpo cada vez que Ikki le decía “Te quiero, Hermano”
Oh, Dios... El dolor era tan grande que ya no podía soportarlo.
Le estaba punzando el alma y la destruía cada vez más.
Ikki lo miró e instantáneamente supo que algo le pasaba.
Ikki:- Una pregunta, Shun... Cómo te sientes? Qué te pasa?
Shun:- Se me escapó el alma del cuerpo... (Frase sacada de otro fic, no recuerdo cual)
Ikki se sintió morir con esa respuesta. Sabía que él había causado esa tristeza y no podía soportar ver como los ojitos que tanto amaba se iban transformando cada vez más en pozos negros. Sin vida, sin sentimiento, sin nada.
Demasiado lo amaba como para verlo sufrir de ese modo. Cada lágrima de Shun era un puñal que se clavaba en su pecho y le impedía respirar.
Ikki:- Por favor, Shun, no llores...
Shun:- Lo siento Ikki, no quise ponerte incomodó- Dijo con la mirada baja como si su hermano fuera la mayor autoridad y él solo algo insignificante.
Ikki:- No me ponés incomodo, sólo que no me gusta verte llorar. Y no bajes la mirada. Tus ojos son muy hermosos y no quiero dejar de verlos ni por un segundo
Shun se sintió mejor al escuchar tales palabras de la boca del ser que amaba, pero el saber que el cariño que se tenían era diferente sólo lo hizo llorar más.
Ikki notó esto y pensó que era por que su presencia le molestaba a su hermanito.
Simplemente lo abrazó diciendo:
Ikki:- Perdón, Shun. Disculpame. Entiendo que quieras estar alejado de mí. Prometo irme, pero, por favor, ya no llores que se me rompe el alma.
Ikki se había alejado de Shun por que se dio cuenta de que estaba enamorado de él.
Pero no quería hacer sentir mal a su hermanito, por eso se iba cada vez con más frecuencia.
Por eso también volvía cada vez. Por que necesitaba verlo, saber que estaba bien.
Shun:- NO! No te vallas. No quiero volver a estar sólo... Por favor, no me abandones...- Dijo volviendo a sollozar ante la idea de que Ikki se fuera.
Ikki:- No puedo quedarme, sólo te haría mal.
Shun:- No me importa, te necesito. No te vallas- Respondió ya llorando desconsoladamente.
Ikki:- Shun, yo tengo que decirte la verdad. Ya no puedo aguantar más con esto adentro. Me muero cuando te dejo y se que cuando te diga esta vas a querer que me valla de tu vida para siempre, pero, por favor, escucha todo lo que tengo que decir.
Shun:- Nunca podría pedirte que te vallas. Sos lo único que tengo en el mundo. Me hundiría en un agujero negro si te fueras, puesto que mi alma se iría con vos.
Ikki:- Shun... nunca sentí esto por alguien antes, pero es como si lo único que sintiera fueran mariposas en mi estómago.
Shun:- Qué querés decir con eso?
Ikki:- Te amo, Shun.