Choi Siwon era el tipo de persona que solía ser muy cariñosa con todo aquel que solía ser cercano a él. Así que no era extraño verlo abrazando a alguien o acariciándolo o simplemente jugando. Era su forma de ser. Era todo un caballero, a veces se molestaba con ciertas actitudes, podía llegar a ser un playboy si lo deseaba, pero siempre manteniéndose en un margen de caballerosidad. Pocos hombres eran como él, podría decirse que él era único en su especie. Respetaba a sus mayores, a aquellos que tenían más experiencia en lo que hacía, no hablaba mal del resto y defendía sus ideales con prudencia, sin levantar la voz. Respetaba la opinión del resto, y sabía cuando estaba mal en lo que estaba haciendo. Admitía sus errores, algo bastante bueno. En fin, Choi Siwon era el tipo de hombre que muchas mujeres desearían tener como esposo. Dedicado, respetuoso, cariñoso y servicial. Pero Choi Siwon no mostraba interés por las chicas, si bien era respetuoso con ellas, nunca se mostró interesado por una en especial. Aquello solía llamar la atención de los demás, pensando en que quizás ya tenía una novia y quería ocultarlo de los medios. Los demás respetaban aquella decisión, pero… ¿No debería al menos presentársela a sus compañeros de trabajos, quienes, casualmente, también eran sus amigos? A veces aquella actitud molestaba al resto. No obstante, Choi Siwon no parecía notar las indirectas, las preguntas sobre quien sería su mujer ideal o las miradas de los demás. ¿Cómo notarlo? Choi Siwon no ocultaba nada, nada que pudiera lastimar a los demás. O al menos eso quería creer. Deseaba creer que el día en que dijera su realidad los demás no lo mirarían distinto, no pensarían distinto, no se alejarían. Y por eso, en silencio, Choi Siwon no daba indicios de que alguien le atraía o andaba con alguien más. Prefería mantener toda su vida amorosa en secreto, aun si no tenía ninguna, aun si la persona a la cual amaba jamás en la vida iba a fijarse en alguien como él.
-¡Siwonshi! –volteó su rostro para ver el rostro sonriente de DongHae. – ¿Me acompañarías al cine? Invite a los demás en el dormitorio, pero todos tienen algo que hacer… -miró el suelo, pensativo.
Siwon sonrió, pensando en cuan adorable podía ser su Hyung/Dongsaeng. Porque DongHae era ambos, porque Siwon era un tanto especial cuando se trataba de su cumpleaños. Soltó una risa.
-Seguro. –el rostro de DongHae se iluminó al escuchar esa respuesta.
Tomando la mano del mayor, porque DongHae prefería ver a Siwon como mayor y no menor, porque de ese modo se sentía más seguro a su lado, en sus brazos o con su mano en la suya. Y Siwon lo sabía perfectamente, sabía que DongHae jamás lo vería como su Dongsaeng, que siempre lo vería como su Hyung y le hablaría de tal manera y lo molestaría pensando siempre que él es mayor. Entrelazó sus dedos con el más bajo, caminando entre la multitud de Seoul. El cine se divisó a lo lejos, la cartelera llamando la atención de algunos transeúntes. Escuchaba como DongHae hablaba y hablaba, porque a él le gustaba hablar mientras que a Siwon le gustaba escuchar su voz, aun así no estaba escuchando lo que el menor le decía. Fueron a la fila para pagar la entrada, sus manos siempre juntas. De vez en cuando alguna persona solía mirar sus manos, alejándose un poco pensando en que eran más que simples amigos. Sus rostros siempre ocultos tras unos lentes, bufanda y gorro. Al llegar a caja, DongHae pidió las entradas. La chica sonreía mientras le entregaba las entradas y decía el precio. Como siempre, fue Siwon quien pagó a pesar de las protestas de DongHae.
-No sé porque siempre haces eso. –se quejó el más bajo. Siwon sólo soltó una risa, abrazando al menor por los hombros. –Y no sé porqué siempre me usas de soporte. –rió el moreno. Siwon lo empujó amistosamente.
-Idiota. –rió. DongHae tomó su mano que colgaba por su hombro, jugando con sus dedos.
-Tú pagaste las entradas, yo pago la comida. –dijo el menor tras unos segundos. Siwon sólo negó con la cabeza, pensando en lo pesado que podía llegar a ser DongHae.
-De acuerdo. –respondió, dándole en el gusto al moreno.
Tras pagar las palomitas de maíz y las bebidas, ambos caminaron hacia la sala correspondiente. Había poca gente, después de todo era día de semana y de noche. La película era una que estaba por salir de cartelera, la típica película de suspenso con un toque de amor. DongHae solía disfrutar esas películas, al igual que Sungmin, a pesar de que muchas veces podían demostrar lo contrario con su apariencia. Se sentaron casi en la última fila, en una sala con sólo unas diez personas. Completamente vacía, aun así, poco les importaba si estaba llena o no.
Acomodaron las bebidas, las palomitas quedando en manos de DongHae, quien no paraba de comer. Siwon sólo apreciaba su perfil, no estaba interesado en ver la propaganda que siempre aparecía al comienzo de la película. Tampoco tenía un interés por los próximos estrenos, luego se enteraría por parte de DongHae o SungMin. Ocultando una sonrisa tras su bufanda, Choi Siwon volvió a abrazar al moreno por los hombros, acercándolo a su cuerpo sin notarlo. Era algo natural en él, algo que hacía sin tener consciencia de ello. Y a DongHae no le molestaba, no le molestaba estar entre sus brazos o ser el centro en el mundo de Siwon, porque DongHae era feliz sabiendo que Siwon le quería. Apoyo su cabeza en el hombro de Siwon, aun comiendo las palomitas de maíz mientras disfrutaba del inicio de la película. Siwon no prestaba atención, estaba más preocupado de oler aquella fragancia en el cabello de DongHae o sentir la calidez de su cuerpo junto al suyo.
Por un rato, sólo por unos segundos, minutos u horas… sólo por esa noche, Choi Siwon quería pretender que aquello era algo más que una salida al cine con un amigo. Sólo por un momento, Choi Siwon quería pensar que aquel en sus brazos no era su amigo DongHae, sino que su “novio” DongHae. Porque Choi Siwon no tenía novia ni tampoco la ocultaba, y aquello que trataba de ocultar era su condición sexual. Quería evitar la vergüenza, el desprecio y las palabras. Choi Siwon sabía perfectamente que no le bastaba con abrazos, caricias y juegos… también necesitaba de besos y caricias más allá de la ropa. Pero le bastaba con ello, con tener a DongHae entre sus brazos, pretendiendo ser su amigo a pesar que en el fondo de su corazón Siwon lo amaba y sufría en silencio.
-Siwonshi…
Abrió sus ojos, encontrándose con el rostro de DongHae sólo a unos centímetros de su rostro. Sus labios, sus labios tan cercanos y a la vez tan lejos. Y se decía a sí mismo que no mirara, que no cayera en tentación de besarlos, porque aquello lo llevaría a su perdición.
-Si tenías sueño, podrías haberme dicho… -murmuró, una leve sonrisa en su rostro.
Y él tan sólo sonrió, cerrando sus ojos nuevamente. Sintiendo un leve rose con sus labios. Una calidez que tan sólo la sintió por un breve segundo.
-Eres un buen amigo.
Aquellas palabras habían dolido más que mil dagas en su corazón. Una sonrisa amarga en sus labios, un brazo que estrechaba con más fuerza los hombros del menor. DongHae tomó su mano con suavidad, jugando con sus dedos mientras volvía a fijar su mirada en la pantalla. Tan sólo habían pasado veinte minutos desde el comienzo de la película. Aun quedaba mucho por delante, una hora y treinta minutos quizás… Y por esa hora y treinta minutos, Choi Siwon podía perfectamente imaginar… imaginar que era una cita, y no una salida de amigos. Imaginar que DongHae era su novio y no sólo un amigo. Imaginar que ese abrazo no era amistoso, sino amoroso. Y que aquel breve beso no había sido un simple gesto de amistad, sino que había algo más.
Algo que jamás podría pasar, algo que a pesar de todo Siwon no había podido imaginar.