-Vamos gallina
-Noo déjenme en paz
En la entrada del instituto San Andrés se podía ver una pequeña riña, Daniel un joven de apenas 15 años era victima de unos abusones
-No me agrado para nada que fueras de soplón con la directora -decía muy molesto el líder de la banda mientras de su bolsa sacaba una navaja - ahora tu correrás lo que destinaba aquel chico que salvaste
Sus otros dos subordinados lo sujetan bruscamente de los brazos recargándolo con fuerza en la pared mientras el otro lo amenazaba con la navaja, a pesar de esto Daniel no demostró miedo y miraba fijamente al vándalo con aquella mirada valerosa que poseía
- ¿Qué sucede? ¿Es que acaso no tienes miedo?
-lo que pasa que el chico es nuevo en este colegio y aun no sabe quienes somos y de lo que somos capases así que ¿Por qué no le dejaremos una pequeña muestra?
Pasando levemente el filo por la piel blanca de su rostro comienza a cortarlo provocando un fuerte dolor en el chico, de repente una fuerte mano lo detiene retirándolo del rostro del chico que ya sangraba, apretándole la mano con fuerza hace que suelte la navaja mientras se queja del dolor
- ¿eh? -todos a la par voltean a ver quien se había atrevido a detener al chico, su sorpresa fue ver a un apuesto joven de aproximada mente 22 años portaba un traje negro, su cabello largo y oscuro era sujetado en una coleta
- ¿Qué demonios crees que estas haciendo mocoso? Con una expresión fría sostenía el brazo del chico con fuerza, los otros chicos lo miraban con miedo al ver su mirada fría pero la mirada que le dirigía Daniel era de sorpresa y atracción
-ahh maldito suéltame
El tipo acercándose al oído del muchacho le susurra unas palabras imposibles de percibir para los demás para después soltarlo del brazo pero arrojándolo con fuerza al suelo este al ver que no puede superar su fuerza se levanta y corre lejos sus otros amigos al verse solos sueltan al chico dejándolo caer al suelo y corren detrás de su jefe
- ¿te encuentras bien?
Daniel que poseía la mirada al suelo la levanta para toparse con aquel apuesto joven que en esos instantes le ofrecía un pañuelo para que se limpiara la sangre que corría de su rostro
- e-si -asintiendo con la cabeza toma el pañuelo, posándolo sobre su herida fija la mirada en los ojos amatista de aquel chico de una manera muy curiosa e inocente, al darse cuenta el chico de aquella mirada que le dirigía con aquellos ojos cafés se estremeció y desvió la mirada hacia otro lado
- debes tener cuidado... los debiluchos como tu no deben de meterse con ese tipo de gente sino su existencia no dura
Sin decir más le da la espalda y sigue su camino dejándolo en el suelo
- puedes quedarte con el pañuelo
Daniel solo lo observa alejarse, no podía evitar sentir enfado por haberlo llamado debilucho
- Idiota
Susurrando esto se levanta del suelo quitando de su rostro aquel pañuelo que le había dado y lo observa por un momento para después acercarlo mas a el respirando el aroma de este, el perfume que poseía no era demasiado fuerte, mas bien fresco y poco dulce, al imaginarse a el, el aroma se tornaba sensual.
- me pregunto... ¿Quién será ese chico? -De forma pensativa vuelve a colocarse el pañuelo en el rostro -ahora que lo pienso... ni siquiera le di las gracias
Al día siguiente en el instituto...
La clase era larga y aburrida, no solo para Daniel si no para todos los de su salón, sin embargo eso le era de mucha ayuda a el ya que todo el día no pudo evitar tenerlo en mente dejando escapar de vez en cuando una pequeña sonrisa o suspiro mientras jugaba con su lapicero entre los dedos
- "¿Cómo se llamara?" -frecuente mente se lo preguntaba mentalmente
La campana suena como señal de que el descanso matutino ah comenzado, guardando sus cosas en el locket sale un momento afuera para tomar aire pues ya estaba cansado de pensar en el sentía que era algo inútil ya que... lo mas probable era que jamás lo volviera a ver
- Mm ya basta Daniel ya no pierdas el tiempo en pensamientos inútiles -diciendo esto zangolotea su cabeza tratando de acomodar sus pensamientos para después tomar aire -ohh bien... ya no me importa además esos tipos ya no han venido a molestarme ya no tengo nada de que preocuparme
Inútilmente trata de darse ánimos el mismo ya que terminando de decir esto ve pasar del otro lado de la reja de la escuela a aquel sujeto que caminaba en dirección opuesta ala que se dirigía el día pasado, el corazón de Daniel latía fuertemente sintiendo cada latido de su corazón al par de cada paso que daba el hasta que fue cubierto por el muro del colegio
-Por dios es el...-tratando de desatontarse mira sigilosamente hacia todos los lados viendo que nadie estuviera cerca - ¡vamos es ahora o nunca! Puede que esta sea mi última oportunidad -fijándose bien que nadie lo vea trepa el muro y lo salta, rápida y discretamente comienza a seguirlo deteniéndose de vez en cuado en uno que otro muro para esconderse pero sin quitarle la mirada de encima
Después de una hora de caminata Daniel ya se encontraba demasiado cansado, el tipo caminaba demasiado rápido para el
-maldita sea cuando va a parar, ya nos encontramos en el centro de la ciudad ¿Qué no hubiera sido mas rápido y menos cansado haber tomado el tren ligero? Waaaaaa estoy muy cansado -dejando caer entre lloridos sus brazos de repente aquel sujeto se detiene enfrente de un enorme edificio donde en la entrada era vigilado por un portero
- Buenos días joven Rhys -le saluda el portero abriéndole la puerta de cristal