Lunes, después de clases, o si se pueden llamar clases, ya que solo tuvimos 2.00hs de cursar y nos avisaron que podíamos retirarnos a nuestras casas, y prontamente, nos fuimos todo el curso junto a tomar algo, a un lugar muy concurrido de mi localidad, y estaba lleno de gente adentro, así que nos decidimos por sentarnos afuera, total el clima estaba bastante agradable. La charla se torno de lo más amena. Mientras nuestras compañeras charlaban de sus vestidos, ya que faltaba un mes para que termináramos la secundaria, y nosotros solo criticábamos a los profesores, o sacábamos trapitos al sol como siempre. Llevábamos casi dos horas en ese lugar, y estábamos por pedir algo para comer, cuando llego la persona que no hubiera querido ver nunca en mi vida.
Si llego Marquitos, mi perdición, por cuatro años de maldita secundaria, ese ser angelical, que de bueno no tenia nada, y que con sus jueguitos macabros, hacia que mi piso se moviera al punto de dejarme en un hospital, cada vez que se cruzaba en mi camino, para luego levantarme, y sobreponerme, a su presencia, a su cobardía innata, a su todo inexplicable, para que, si tenia que concurrir al colegio y volver a verle. Allí sentado en ese banco costumbre de sus amigos, para los cuales nunca fui una persona de lo más grata. Y tú con tu silencio apoyabas sus burlas.
Perfección para que, para que querer ser hermoso, para que te fijaras en mi, si ni siquiera lo ibas a hacer, si nunca me tuviste en cuenta, que esperaba, que de un día para otro cambiaras, de parecer, solo por que yo te gustaba, vamos, no pude ser mas ingenuo, si cualquiera en mi lugar se hubiera dado cuenta que algo entre los dos no tenia ni el mas remoto futuro, depender de que de que me quisieras, si tus aparentes negativas a saludarme, o fijar tu mirada en mi ser, eran elocuentes. Mas que evidentes no podían ser, no se porque me cree falsas esperanzas, para que me imagine, que podías llegar a decir un te quiero, para que quise cambiar, para que tanto dolor, por alguien que no me merecía, por alguien a quien el amor le bolo siempre por los altos, ya que nunca en tus cabales, hubieras pensado en decir un te quiero ni aunque tus labios supieran pronunciarlos, de ninguna manera lo hubieras echo, porque bastante se ,que de amor a ti no te gusta hablar, tanto como de mi.
Que hubieras hecho, si te dijera que yo dependo de ti, si seguramente te hubieras reído en mis narices, o más acaso, si te hubiera dicho, que te amaba, me hubieras dado un bofetón, nunca un abrazo, por que de ti nunca me espere un gesto de amor, a cambio de uno de brutalidad. Reconozco que eres mi felicidad, eres todo lo que necesito, pero la vida me enseño, que no te preciso a mi lado, para enseñarme que no requiero ser perfecto para que tu me mires, o para creerme que alguna vez me vas a tener en cuenta para caminar junto a tu lado, ya que nunca lo voy a estar.
Y un hospital, junto con todo un equipo terapéutico, me reafirmaron mi idea de que no necesito complacer a nadie para poder sentirme bien, no preciso fijar tu mirada en mí para que mi mundo por hoy tenga luz de sol. Y un año de estar lejos de ti por la maldita ironía del destino de por alcanzar la felicidad a tu lado, me alcanzo una camilla de hospital nuevamente, no me basto, para poder olvidarte, pero si para confirmar mi idea, de que nunca fuiste capaz de poder en un solo segundo de tu vida, darte cuenta que lo que sentía por ti me estaba matando, al punto de llegar en definitiva ha aceptar que era mejor dejarse llevar, dejarse morir, si no te tenia. Ya que mas había, si no tu, que mas me podía hacer feliz, si no eras tu. Esa idea bolo de mi cabeza, así como todo lo que me trajo a este, lugar, y luego de un año, he logrado levantarme, y poder despegar a pasos errantes, nuevamente, para encontrarme con obstáculos en el camino, pero nunca tan imposibles como tu, para que, para que, hice todo el esfuerzo de olvidarme de ti, si ni siquiera parecen valer. Otra vez el destino me la esta jugando en contra, ¿para que tuvo que traerte, a este lugar?, ¿por que tienes que empezar, a saludar a mis amigos?, para dejarme en el ultimo de la fila, como siempre, ¿por que me miras de esa forma?, y mis manos empiezan a temblar al son de mis piernas, mis labios se llenan de temibles escalofríos, al verte acercar por esa fila interminable, mi cuerpo se hiela de terror, de rabia de ira, por que no fuiste capaz de alejarte para siempre. No entiendo por que mis piernas tiemblan tanto, por que mi desesperación se refleja de apoco en mis húmedos ojos, y una gota de dolor resbala por mi mejilla, sin poder contener tantas emociones juntas, me paro, antes que tu boca sea capas de darle un beso a mi mejilla, y me encamino al baño, para luego sentir tus ojos fijados en mi, y al parecer no entender nada de nada, y mis amigas que de verdad no entendían lo que sucedía. Pero tú de alguna forma te imaginabas, que no podía resistir tu sola presencia.
Solo el espejo de ese sanitario me marcaba la cara de destruido, me marcaba que todo lo que había construido en un año, me lo estaba desbastado tu mirada, en un segundo, acaso tanto te amaba, acaso me mentí tanto para llegar a creer, que podría olvidarte. Olvidarme de tu perfume, de tus cabellos y de esa sonrisa, delirante, tanto como de ese humor irónico. Pero por que le estoy pidiendo nuevamente a la vida que me lleve, si tu no me afectabas de ninguna forma, porque la lagrima de dolor, se convertía en mar de desesperación, de un momento a otro, por que mi cara no quería ver su reflejo en ese vitral, y solo la escondí entre el lavamanos, y mis brazos, para desconsoladamente romper en llanto, y caer al suelo y desparramar, sobre una pared golpes de dolor, golpes de ira, preguntándose si con sufrimiento tu recuerdo se iba a desaparecer, y caer rendido, en un rincón, del mismo que nunca tendría que haber salido. Y tuve que repetir tu nombre entre penumbras, y creer que tu mano me sacaba de ese paseo de sombras, que terminaba recostado entre tus brazos, que parecía que me querías, que me estabas consolando, era de no creer, que tu habías entrado a el sanitario, y me habías acurrucado entre tus brazos, envolviendo con tu cariño, mi llanto de niño infantil. La luz se va y tú te vas, no puedo estar ni un día más sin ti, pero al parecer, tú te lo imaginabas y no querías aceptarlo. Luego me pare y tu me seguiste hasta el lavamanos, hasta que nos quedamos, uno enfrente del otro, como tratando solo con nuestros ojos de entender el perverso destino que en algún momento junto nuestras existencias, para que tu me tuvieras que abrazar nuevamente, diciendo con total franqueza, y con esa dureza de roca que te caracteriza: “Christián, tu mereces algo mejor que yo”, acaso nunca entendiste nada, acaso no te basto con lo de hace unos minutos, yo merecer algo mejor, mejor que tu existencia. Con mi brazo te separe de mi cuerpo, y me prometí nunca mas dejarme llevar por mis sentimientos, ahora si enfrente de ti , iba ser fuerte, y ni tu me iba a quebrar nuevamente, ya que no me ibas a volver a ver endeble, y con mi puño limpie los vestigios de dolor que mis ojos escurrían,
-“christiancito, por favor no lo tomes a mal, pero yo se que mi presencia no te hace bien”
_”y acaso, nunca entendiste que podías de alguna forma tratar, de que mi dolor fuera menor, a tu lado”
-“pero es que tengo miedo, de que por mi culpa tu termines, en un sanatorio, ya tuviste bastante con tu sufrimiento, para quebrantarte por mi culpa”
-“marquitos, acaso nunca te diste cuenta, que mi dolor, que mi internación, que haber repetido un año de colegio, se debían solo a una persona, solo a, a …”
-“Christián por favor no me lo digas”
-“si Marcos, solo por tu culpa, por el amor que ciegamente te profese, por todo lo que te ame, y me tire a tus pies, es porque estoy en este estado, y por el mismo, que un año i medio atrás casi sucumbo en un cuarto de cuatro por cuatro, por el cual tu nunca fuiste capaz, de aparecerte, aunque sea a mirarme, desde lejos”
-“perdóname chris por favor, se que te ice mucho daño, y necesito que me perdones, ya que nunca me di cuenta de de que te hacia daño”
-“perdonarte, para que y por que, tu no tenias ni tienes ninguna obligación conmigo, si yo termine en ese y en este estado, es solo porque yo lo decidí, o porque solo yo resolví enamorarme de la persona equivocada”
-“no, no es así, y nunca lo fue, no trates de mentirte ni de mentirme, ya que bien sabemos que nadie se enamora de otra persona, si la otra no le da pie para que lo haga, y yo te di bastantes razones para hacerlo. O acaso crees que me hubiera quedado perdido en tu mirada para que tu te dieras cuenta, si no lo hubiera deseado”
-“y que quieres decir con todo eso, que te estas culpando. Vamos marquitos, cualquiera hubiera disparado de mi lado al saber que mi amor se convertía poco a poco en puro dolor”
-“si cualquiera lo hubiera echo, pero no la persona que te amaba, no justamente yo, que aunque no lo sepas iría de tu mano al mismo infierno si así fuera necesario”
-“ de mi mano, a donde irías?, si ni siquiera fuiste capaz de preguntarme nunca como me sentía, si acaso lo hubieras presentido, me hubieras visitado, o ni siquiera eso, me hubieras mandado un puto mensaje. Y ahora te estas jactando de que me hubieras seguido a donde fuera, por favor”
-“Chris, entre llantos y plegarias le pedía a dios que me pudieras decir que me amabas, para que no te dejara solo en todo lo que te tocaba vivir, pero tu poco a poco te alejaste mas y mas, y cuando quise caer en la realidad, no nos vimos nunca mas. Solo te pido que me perdones, por no haber sido lo suficientemente hombre para traerte a mi lado”
Acaso el que lloraba ahora eras tu, acaso estabas sufriendo por mi, y por que me tengo que acercar a ti para consolarte, después que me acabas de decir que no quieres saber mas nada con migo, que yo merezco algo mejor, por que carajo me prometí ser fuerte si estoy llorando nuevamente, “marquitos no tengo nada que perdonarte, ya que nunca te lo dije, y tu no tenias que corresponderme en mis sentimientos si no querías, no era tu obligación. Solo te pido que a partir de hoy día camines en sentido contrario al mió, porque no quiero volver a verte, ni verte en ese estado a ti”
El silencio, de un adiós, y sin reprochar nada, se hacia absoluto y eterno, pero nuestros murmullos, de llanto y dolor eran eternos, ya que por fin me estaba desasiendo de lo que tanto daño me hacia, le estaba diciendo adiós al amor de mi vida, y no lo podía consentir, en ningún rincón de mi mente. Era casi imposible que mis lagrimas quisieran separarse de tus ojos que rompían en llanto, y mis piernas querían acercarse a ti, y arrollarte, entre mis brazos, solo con el cariño de mi corazón, protegerte, proteger lo que en tu corazoncito, estaba despertando, y querías entender. Pero decidí ser fuerte aunque mis lagrimas no lo representaran, y solo te di un bezo en la mejilla para luego acercarme, a, tu oído, “marquitos, nunca necesite a nadie mas que a ti ya que para mi no hay nadie, ni quien me pueda hacer mas feliz, que tu”. Apoye luego, mi cabeza sobre la tulla, y salí, de ese baño, dejándote con todo tu dolor, todo ese que no entendías, pero no te dejaba reaccionar, y era lo mejor, porque no quería una respuesta de la cual te fueras a arrepentir.
Me acerque a mis compañeros, tome mi maletín, y mi suéter, y con todo el dolor del mundo reflejado en mis ojos, que aun no dejaban de repetir dolor en cada lagrima, les dije adiós a todos, tratando de reprimir en mi voz, lo que por ende se hubieran dado cuenta, aunque sin poder ver sus rostros, note que con cara de preocupación, todos observaban, y trataron inquisitivamente, de preguntar si me encontraba bien, y mi respuesta se las dio mi cabeza, moviéndose de arriba para abajo, por que de mis labios no salio palabra alguna. Luego tome mi camino, y dolorosamente, emprendí mi recorrido ceñido de dolorosos cuestionarios de que hubiera pasado si me hubiera quedado un ratito mas, un segundo mas, preguntas me iban a acompañar durante todo lo que me quedara de vida.
Acaso, tanto había sufrido Christián por poder entender que yo no lo amaba, por esperar que yo me decidiera a amarlo, como pudo haberme amado tanto, y yo no darme cuenta, que toda su enfermedad, su todo, eran solo culpa de mi, de la persona, que nunca se animo, a decirle, un te quiero, que cada vez que podía, lo denigraba tratando de creer que de esa manera, yo podía ser mas fuerte, si mas fuerte para poder soportar lo que dentro de mi se estaba convirtiendo en algo insondable, algo que quería explotar, ni siquiera podía mirar su dulce mirada, porque solo me devolvían lagrimas, que no podía entender, porque parecía que lloraba todo el día, no se si no quería entender, o no quería creer que el me necesitaba, tanto como en este momento yo a el, porque, nunca pude decirle, un, Christián estas bien, porque deje pasar tanto tiempo, porque no me decidí antes, si seguramente, nadie me puede hacer tan bien, nadie me va a querer, y el necesita que yo este a su lado, y no hay nada que se interponga a ello, pero a pesar de todo, aun no soy capaz de decirle, Chris, te amo, algo mas fuerte que yo me detiene. Miedo a hacerle daño, si ya suficiente tuvo, con todo lo que vivió, con no poder estar junto a la persona que amaba, tengo que tratar de pensar un poco mas en el, en no dejarlo que sufra, aunque se que necesita esas palabras, si esas dos palabras fundamentales, que nos harían felices, a los dos.
Pero si el ahora me rechaza a mi, si no quiere saber nada, nunca mas conmigo, si se da cuenta que lo único que tiene de mi son dolores de cabeza, y decide alejarse de todo, y de mi también. Tengo que ser fuerte y decírselo, ya que no hay nadie mas importante para mi que el, nadie, y nunca lo va ha haber.
Pise el acelerador de mi cuerpo, dejando atrás la puerta del sanitario, y corriendo a donde se encontraban todos sus compañeros, de curso, y por mas que mire no lo vi y mi cara de desesperación, me vendía, a donde se podía haber ido, adonde, en ese estado. Hasta que recibí una respuesta, que no esperaba, de uno de sus amigas “si buscas a Christián, se fue, por hay”. Porque me miraban todos, porque acaso, estaba llorando de desesperación, porque acaso, se habrán dado cuenta de algo. Pero que más da, si lo único que me importa en este momento es mi Christiancito.
No tome la moto, porque se me iba a hacer difícil de andar, si el iba por la vereda y empecé a correr, antes de doblar la esquina, hasta divisar su figura, a lo lejos, que iba con su maletín, azul, y su suéter celeste, abrazándose a si mismo, con sus brazos, como protegiéndose, o esperando a alguien que nunca iba a llegar. Pero yo me voy a encargar de demostrar lo contrario, que no tiene que esperar a nadie porque yo ya estaba llegando, y nunca mas iba a estar solo, que no me importaba nadie mas en todo este reverendo mundo que el fuera feliz, y si podía a mi lado.
Llegue, a su encuentro, y con mi mano izquierda apoyada sobre su hombro, le pedí entre agitado y cansado, que por favor parara, me mirara, y solo me dejara perderme en su mirada, por todo lo que restaba de nuestras vidas.
******************************************************************Solo tú mirada solo tú ser postrado frente a mí, cansado, de correr en busca de algo que pronto tus labios iban a rebuscar en mi corazón. Mi mano pronta, se apodero de tu mejilla, mientras tu con tu aire entrecortado, me mirabas, y decías, “nunca te me vuelvas a escapar”, y con una mueca de risa, caímos en una carcajada, los dos juntos, mientras que todo el mundo a nuestro alrededor no entendía porque dos chicos tenían que acariciarse de esa manera, no había razón alguna, pero creer que en este momento todo eso me podía importar, era hablar de pequeñeces. Que alguien me iba a hacer perder este momento que he esperado toda una vida de razonamiento, por favor era toda una locura, ya que tu te ibas acercando presurosamente a mis labios, y yo no te negaba el acercamiento, es mas lo proseguía, atrayendo tu cabeza a mi cuerpo, y en particular a mis labios que aguardaban el momento. Insondable, de no creerse, labio con labio, sentimiento, con sentimiento, amistad que se convertía en verdadero amor, tu labio inferior tocando el mió, para luego fundirse completamente en algo maravilloso, mejor que cualquier maravilla de mundo. Por fin pudiste, por fin pude contemplar lo que el verdadero amor me regalaba, y de la mano de quien nunca espere, o mas bien soñé, tu lengua parecía jugar entre mis dientes, para luego enredar a la mía en un juego de placer, lujuria, mezclados con deseos inconclusos, hasta llegar al momento de caer en la realidad, tu labio, tu lengua, tu todo, y un fuerte mordisqueo, en mi labio, me izo darme cuenta de los ojos inquisidores a nuestro alrededor, y de mis amigos en la otra esquina, mirando el panorama, con cara de no saber nada, pero expectantes, es mas creo que ellos estaban mas contentos de que por fin pasara algo, que yo absorto porque en realidad estuviera pasando.
Era de no creer, que por fin hubieras tenido la valentía de hacerle saber al mundo que yo te importaba, a pesar de todos los prejuicios que nos esperasen, y que de una u otra manera tendríamos que afrontar. Tu que siempre dijiste a todos los homosexuales, hay que mandarlos a una isla, y otras tantas cosas que no podría escribir, ya que ofenderían y harían deprimir de sobremanera a cualquiera, cosas que yo creí que nunca te iba a perdonar, y que te iba a hacer pagar, pero no párese que de mi boca salieran regaños, para ti en este momento, tal vez quizás o porque soy muy débil, y siempre me dejo llevar por mis sentimientos.
-“Christián, estas bien?”
-“si, no te preocupes”
-“¿en que te quedaste pensando?”
-“en… , nada que valga la pena recordar”
-“espero que no sea sobre mi?¿”
Y mi respuesta fue una simple mueca de chiste, y mi mano apoyada sobre tu mejilla.