Que felicidad saber que hoy era mi ultimo día de secundaria, o eso creía, pero a pesar de todo la fiesta de egresados fue mas de lo que yo esperaba, y todo lo que me había imaginado para la misma se cumplió casi al pie de la letra, ya que me la jugué un todo por el todo y decidí dejarme llevar por mis sentimientos, logrando que la mayoría de los chicos de los cuales me había enamorado durante los seis años de ir a una escuela de hombres, me prestaran atención. Empecé por mirar fijamente a los ojos al abanderado que era una de las cositas mas hermosas que he visto, con su metro ochenta sus ojos grises, ese pelito siempre revuelto por culpa de sus rulitos, y un traje que le combinaba perfecto con sus ojos, y el me devolvía la mirada con mas intensidad todavía, algo que yo creía que no iba a pasar nunca de los jamases, ya que por mas que mis ojitos celestes lo hubieran mirado fijo durante todo un día el nunca me prestaba atención y al fin decidí resignarme pero nunca me imagine lo que hoy iba a pasar. Empecé a bailar con la prima de una de mis mejores amigas, y solamente nos reíamos y nos divertimos mucho, hasta que nuevamente apareció el abanderado de mi corazón, y cada vez que podía me miraba fijo y entre las luces y la oscuridad nadie se daba cuenta, solo mi pareja de baile, que me empezó a mirar un tanto extrañada, ya que nadie sabe de mis inclinaciones sexuales, así que trate de esquivar sus miradas, pero la verdad que me costaba horrores no devolverle un gesto de gratitud a ese angelito celestial, y al rato, me doy vuelta y siento golpear mi espalda con la de otra persona, y al girarme para ver quien había sido el desubicado, me quede pegado a un rostro solo por tres centímetros de separación, el rostro de ese angelito que me traía perdido, y susurrándome me dijo que se llamaba Gabriel, y a lo que le respondí, “me llamo Gasper”, y mi pareja me tomo la mano y me acerco asía ella, para seguir bailando, pero no podía despegar su susurro de mi mente, al saber que estaba a un giro de mi, y no podía partirle la boca de un beso, por no desubicarme delante de todos, y empezó a sonar el vals, y que hubiera dado por bailarlo pegadito a el, pero mi amiga, fue mas rápida y me pego a su cuerpo, y no le iba a decir que no, así que solo me deje llevar, lo mismo que Gabriel quien me miraba sobre el hombro de su pareja, y con sus labios me repetía: “te amo”, y el eco era despedido hacia el por mis labios. Gracias a dios que el vals termino y con la excusa de ir a buscar algo para tomar, me fui a la terraza del segundo piso donde no había nadie, y afirmándome sobre la baranda que daba a un parque hermoso, deje volar mi imaginación, perdiéndome en la luna y las copas de los árboles que muy al fondo se perdían en la noche oscura,
-“Que daría porque pudiera amar sin cuestionamientitos, poder emprender la aventura de mi vida, la aventura de saber lo que se siente amar sin culpa, y solo dejarme volar, y caer en los brazos de mi ser amado”. En eso que mi mente se encontraba divagando, sentí unos brazos que me envolvían toda la cintura, provocándome un calor precioso, y una barbilla que se apoyaba sobre mi hombro izquierdo, y un perfume conocido, si muy conocido, se apoderaba de mis sentidos, ese que minutos antes había podido disfrutar, y ya no me importo nada ya que sabia que la persona que estaba detrás mió, era ese ser que movía todo mi mundo con su mirada, y solo me lance sobre sus brazos con un giro de 180 grados, logrando percibir todo la exquisitez del aroma que su cuello despedía, y separándome de el, logre divisar ese rostro hermoso, y definitivamente no me había equivocado, nuestras mirada quedaron perdidas durante un instante, mis ojos celestes se perdían en su neblina de cielo eterno, y no podía creer que todo se estuviera dando tal como lo esperara, y una lagrima resbalo por mi rostro para mezclándose con tu labio que secaba la misma, y bajaba por mi mejilla, hasta llegar a mis labios y apoderarnos uno de otro, como dos desenfrenados, besando esa suavidad y ese calor que nunca había probado antes, se sentía tan espectacular saborear la dulzura que los mismos me ofrecían, y esa lengua que por poco se perdía dentro de mi boca, y su mano que había empezado a jugar entre mis cabellos, mientras que las mías habían entrado por debajo de su saco, y ya estaban escabulléndose por debajo de tu camisa sintiendo esa delicada y tersa piel, esa cinturita hermosa de la que eres dueño, ese pecho y esas abdominales, que se sentían tan bien al tacto, y producían que de a momentos te despegaras de mi dando hondos suspiros, de excitación, que ya era bastante notoria, y no podía mas, así que te empuje contra una columna, y desenfrenadamente empezamos el juego de la pasión bajando por tu cuello, y llegando a tu pecho, para saborear eso que siempre había deseado, y no pudiste con tus impulsos y levantándome de los hombros, me apoyaste sobre la columna que era testigo anteriormente de tu espalada, y de un brinco te subiste sobre mi cintura, cruzando tus pies por mi espalda, y no pude contenerme y de un tirón deje tu saco tirado, y tu camisa abierta, mostrando todo ese pecho digno de un dios griego, lo mismo que hiciste tu con mi camisa, solo que la mandaste a bolar por los aires, y continuamos besándonos desenfrenadamente, hasta que un portazo, y una tos fingida, logro despertarnos del sueño en el que habíamos caído, y al fijar nuestras miradas en el bullicio que se sentía a nuestras espaldas. Por dios no lo podía creer, estábamos en la situación mas embarazosa posible, y mis mejillas lo representaban, al ver a todo mi curso detrás mió, que me miraban totalmente impactados, con una cara de asombro terrible, y yo no sabia donde meter tanta vergüenza, ya que como un estupido me había olvidado de la foto que nos íbamos a sacar todos juntos, y estaba haciendo mi video condicionado con el hombre de mis sueños jaja, y la verdad que no pude contener tanta vergüenza y sus miradas fijas en mi, y agache mi cabeza apoyándola sobre el angelito que tenia sobre mi cintura, no sabia si reírme, llorar o salir corriendo de ese lugar, y mucho menos agacharme a ponerme la camisa ya que estaba a un metro de donde me encontraba, y la cara no me daba para tanto. Y para colmo el desubicado de Gabriel se empezó a reír descaradamente, y no alcanzaba a creer que hiciera eso justo en este momento, y de pronto uno de mis compañeros salto con su ironía de siempre.
-“Gasper, te podrías haber esperado a que terminara la fiesta, ¿no?”
-“Cierto Gasper, la verdad que si empiezas a comerte a todos desde ya no le vas a dejar nada a tus amigas, y tal ves tampoco a mi novia”
Y no pude mas y empecé a reír descontroladamente, al son de todos los que se encontraban presentes, y me aparte de mi amigo, buscando mi camisa del suelo y colocándomela, junto con la corbata que se encontraba sobre mi cabeza, y terminando de arreglar a mi amado, bajamos hacia la planta baja, dejándolo junto a sus amigos de pasada, y nuestro curso salio al jardín delantero, para sacarnos la foto todos juntos, y me coloque en el medio de todos, y Martincito, quien se iba a estudiar medicina dentro de muy pronto, me abrazo por la espalda, y mientras todos no acomodábamos, acerco su labio a mi oído:
-“Gasper, si hubiera sabido antes de tus gustos, te aseguro que todas esas noches en que salíamos y nos poníamos bien borrachos, te hubiera llevado a mi cama sin pensarlo dos beses”
No lograba creer lo que de sus labios salía, ya que era la ultima persona en el mundo que yo me podía imaginar que fuera …., pero al parecer estaba bien errado, y me le quede mirando a los ojos totalmente colgado, lo mismo que el, y tomándome de la cintura me empezó a atraer peligrosamente hacia su boca, y en eso sentimos al fotógrafo decir: “están listos”, y a continuación el flash que salio dirigido hacia nosotros, en esa posición tan incomoda que nos encontrábamos, la foto salio, o sea que quedamos muy obvios para toda la eternidad. Luego de eso volvimos a la fiesta y todos juntos empezamos a bailar en el centro de la pista, y con Martincito empezamos a cruzar miraditas bastantes perversas, y como no enamorarse de ese rubio hermoso, que se acerco a mi durante el baile y el descontrol de la bebida, que ya se estaba haciendo presente, y sin ningún descaro me tomo de la cintura obligándome a bailar muy pegadito a el, y mi cara de asombro se la podrán imaginar, al ver a mis amigas haciéndome señas, de que me iban a matar como me fuera a comer a Martín, ya que ellas habían estado enamoradas de el durante toda la secundaria y nunca les había dado un poquito de atención, u el seguía con su jueguito de agarrar mi corbata entre sus dientes, entonces decidí despegarlo de mi tiernamente, por supuesto, y todos seguimos molestándonos mientras dejábamos pasar la botella de alcohol uno a otro, y aunque debía reconocer que no podía mantenerme parado, igual me fui a la barra a buscar mas bebida, y al ir caminando hacia donde estaba la distribución de felicidad veo que venia caminando, el capitán de el equipo de voleibol, Juan Pablo, junto a su hermano, cual de los dos era mas hermoso, pero como sabia que no tenia oportunidad con ninguno de los dos, ya que tengo que reconocer que la noche era espectacular, pero no todo lo que me había imaginado se me podía dar justo hoy, seguí caminando, y me apoye sobre la barra para no caerme, y me pare derecho, para que no se notara la borrachera que tenia encima, y le pedí a uno de los mozos que atendía y menos mal que era conocido, que me diera un trago, y mirándome a los ojos, me dijo que esta noche seguramente yo no iba a terminar bien, y le pregunte porque, y solo me dijo que aparte de todo lo que había tomado, habían dos chicos que no me habían despegado la mirada en toda la noche, esos mismos que se acercaban por detrás, y al imaginarme quienes podían ser le recibí el trago, y le dije gracias, dándome vuelta y saliendo de allí, ya que si era Juan Pablo al que se refería no quería nada con el, ya que habíamos tenido una historia hace mucho tiempo,
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