TITULO: TOP SECRET SACREFICE por rukia_ichigo

Tendido sobre la mullida y blanca cama, con sus rubios cabellos más revueltos de lo normal, con unas ojeras impropias marcadas bajo sus parpados inferiores. Desnudo cubierto por una delgada sabana le cubría. Abrió los ojos azules llenos de lágrimas contenidas, mordiéndose los labios para no dejar escapar un suave sollozo de ellos mientras llevaba sus manos a los ojos y limpiaba las lágrimas que no dejaban de brotar.

-Es increíble cuantos sentimientos puedes llegar a tener dentro de tú corazón. Llevas 3 meses a mi lado Naruto-kun deberías haberte acostumbrado ya a tú verdadero dueño y amo. Deja de llorar, es molestó verte hacerlo siempre que tenemos sexo. Por si no recuerdas lo que dije y aunque lo repetí ya miles de veces creo… El Kyuubi que llevas dentro sigue siendo mi mascota, y yo quiero a mi hermosa mascota saludable y a mí lado. Como siempre estuviste, como siempre debió ser.  -le dijo tomándole de la barbilla apartando las manos de los ojos vidriosos y enrojecidos por las lágrimas.   

-Es terrible que un par de lindos ojos como el cielo se nublen de esa manera. Pero te guste o no, jamás permitiré que nadie te tenga. Ya te lo he dicho, no quieres ver a toda Konoha destruida ¿Verdad?   -siseó enojado posesionándose sobre el cuerpo del rubio, abriéndose campo con sus piernas entre las piernas de Naruto que abrió los ojos asustado y jadeo fuertemente al sentir como el otro llevaba su mano a su entrepierna.

-¡AH! Espera un momento… Ya lo hicimos…  -gimió sollozando un poco, los ojos negros tan profundos como la oscuridad se fijaron en los color cielo; Naruto cerró con fuerza los ojos. Deseaba imaginarse que esa persona encima de él se trataba de Sasuke, así había sido desde que llegó a convertirse en el amante del Líder de Akatsuki.

-Ya te dije que no me basta, eres tan delicioso y estrecho que no me cansaré nunca de hacerlo contigo. Naruto-kun…   -dejó sus palabras sobre los labios del rubio, el cual solo deseaba una cosa ver a Sasuke y no a él líder de Akatsuki sobre él tocándolo, besándolo, poseyéndolo.  

Los labios ansioso tomaron los rosados de Naruto, con su experta lengua obligó que el rubio Kitsune le diera campo y saboreó la dulce cavidad. Sus manos recorriendo las curvas del cuerpo desnudo mientras iba despojándolo de la sabana dejándola tirada sobre el piso de la habitación. Al separarse de los suculentos labios un hilillo de saliva unía la boca de ambos, Naruto como siempre se mostraba renuente a esto y tratando de apartar al moreno de su encima colocaba las manos sobre el pecho ajeno para apartarlo un poco. La boca hambrienta pasó a su cuello marcando más la ya piel amoratada del cuerpo tostadito del rubio, los ágiles dedos del moreno ahora pellizcando los rosados pezones y la otra mano se encargaba de abrirse espacio entre sus nalgas.

-¡AHH! Ahh… Ahh… Ahh duele…   -anoche había sido poseído por el otro, y volver a tener que satisfacer sus ansias era demasiado doloroso. Los otros labios sonrieron, cada vez que el kitsune se ponía así de caprichoso no había manera de hacerlo cambiar de opinión, pero él también era mucho más caprichoso que el pequeño rubio. Entonces se pegó más al cuerpo de Naruto hasta amoldarse bien haciendo sentir la dureza de su erección en la cadera del menor.

-Es una pena que te duela, pero dime Naruto-kun ¿Qué hago yo para que se me bajen las ganas de poseerte? ¿Dime?  -susurró en el oído del rubio mientras lamía y mordisqueaba un poco el lóbulo.

Ante la pregunta Naruto se estremeció, sabía lo que tenía que hacer pero no estaba todavía acostumbrado a ese tipo de cosas. El moreno se fue quitando de encima mientras se recostaba sobre la cama llevando sus brazos tras la nuca para apoyarse sobre ellos, mirando con esos oscuros lujuriosos ojos los azules del Kitsune.

-Yo voy a… Yo voy… Voy a… No puedo decirlo…    -le dijo con los ojos llenos de lágrimas nuevamente, entonces sintió como una mano le sujetaba del cuello y nuevamente estaba de espaldas en la cama un Sharingan amenazador de color rojo fijo en sus ojos cielo.

-Entonces voy a poseerte ahora mismo, aunque te quejes y te duela. A menos que claro digas lo que quiero escuchar de tus carnosos labios. Naruto-kun…   -le dijo sonriendo malignamente, mientras ejercía presión en su agarre sobre la garganta y con su otra mano sujetaba las manos del rubio kitsune. Naruto jadeo pesadamente ante la punzada en su cadera, sabía que de no hacerlo acabaría sido violado por el moreno; entreabrió presto a decir los labios el otro al darse cuenta dejó de presionar la garganta del rubio para dejar que hablara, expectante.

-Voy a chuparla… Hasta que te corras en mí boca…   -le dijo en voz baja, una sonrisa realmente insinuante llena de deseo y lujuria se asomó por los labios del de ojos sharingan liberando las manos del rubio mientras lo tomaba por la nuca tirando un poco de sus cabellos.

-No escuche nada de lo que dijiste Naruto-kun, dilo un en voz alta y clara para que pueda entenderte.   -al decir esto jalo un poco más fuerte los cabellos rubios de la nuca mientras con su brazo rodeaba la estrecha cintura de este.

-¡Ha! Yo voy… ¡Yo voy a chuparla hasta que te corras en mí boca! -jadeo pesadamente Naruto antes de decirlo tan alto como podía, entonces fue lanzado contra la cabecera de la cama; se puso a toser un poco antes de fijar los ojos azules en las acciones del otro.

-Y yo estaré esperando ansioso porque lo hagas, Naruto-kun. Pero antes di lo que te enseñe… Dilo para mí.   -fue bajando de la cama para ponerse de pie al final de la cama, se notaba su dura erección peleando por salir de sus pantalones ajustados. Naruto se quedó un momento recuperando todo el valor perdido, trago saliva antes de ir gateando sobre la cama mansa y obedientemente con las mejillas sonrojadas y el par de hermosos ojos azules vidriosos con lágrimas mal contenidas, se veía realmente encantador pues el brillo de los ojos sharingan dejaba ver la gran lujuria mucho más latente que antes.

-Ahí voy… Amo…  -si algo había aprendido en ese tiempo a su lado era a ser obediente porque tuvo una mala experiencia por no serlo y ya en su cuerpo sufrió de una herida profunda justo en su espalda delgada casi ni se notaba pero ahí estaba lo que se ganó por no haber obedecido, por no haber satisfecho los Oscuros Deseos de aquel hombre frente a él; se fue aproximando hasta quedar justo con la cara delante de la entrepierna, con ayuda de su lengua rosada bajaba el pantalón, ayudándose con sus dientes mordiendo la piel del vientre del moreno. Fue bajando y dejando al descubierto el prominente miembro erecto que ahora se podía ver, un par de lagrimitas brotaron por los azulinos ojos sacando la punta de su lengua para rozar la cabeza del pene cuyas palpitantes venas se mostraban.

-Ahh… Hmm… Buena mascota… Naruto-kun, ahora demuéstrale a tú amo lo bien que lo haces. -el moreno llevó su mano a la nuca del rubio empujando para que lo tomará por completo, casi asfixiándose al sentirla entrar hasta su garganta cerró con fuerza los ojos, la mano le balanceaba de adelante a atrás haciendo que casi toda la extensión del miembro del otro fuera saboreado por el kitsune.

Naruto llevó una mano para acariciar los testículos del moreno, tomando con la otra la parte que no alcanzaba con toda su boca succionando como nunca antes había hecho, o tal vez si hizo… Una vez, una vez con la persona que realmente amaba. Aquel recuerdo dolía mucho más, dejó pequeñas mordidas alrededor de lo largo del pene para luego morder un poco más fuerte la cabeza de este y seguir lamiendo, y succionando hasta que el moreno hecho la cabeza hacía atrás por el éxtasis que sentía, entonces ahora con ambas manos empujando la cabeza de Naruto para apresurar su pronta corrida.

Entonces que sintió como su entrada era invadida por un par de dedos y una lengua que ahora lubricaba en su entrada haciendo que su cuerpo se estremeciera por completo mientras continuaba a duras penas con lo que estaba haciendo hasta que el líquido viscoso y blanco salía del pene del moreno haciéndole tragar un poco Naruto al apartarse se manchó la cara con el semen.

En ese momento justo cuando Naruto iba a apartarse fue tomado por sorpresa para ser levantado de la cintura pegándolo de espaldas contra la pared, el cuerpo del otro se abrió campo entre sus piernas abriéndolas con las manos y entonces sintió como era penetrado lanzando un fuerte y desgarrador gritó.

-¡HAA! ¡NO…DUELE! ¡DETENTE POR FAVOR, NO!  ¡NOOO…! ¡Ahh! ¡Ahh! ¡Ahh! -entre gritos y sollozos no logró salvarse de las embestidas profundas que le daba el moreno, sus manos tratando de separarse del otro cuerpo en vano; recibiendo a cambio como respuesta una mordida que hirió su hombro marcando la piel tersa con esos dientes dejando un poco de sangre brotar de está. El cuerpo temblaba y se estremecía de dolor los ojos llenos de lágrimas una vez más bajaban recorriendo sus mejillas.

Las embestidas eran salvajes, en una incansable cabalgata la boca ajena degustaba la piel descubierta del cuello tostado de Naruto, mientras continuaba con tanta fuerza que la entrada poco lubricada ardía dolorosamente.

Hasta que después de unos minutos que parecían una eternidad sintió como era llenado del semen del otro, siendo arremetido una vez más contra la dureza de la pared recibiendo a cambio de tanto dolor simplemente un beso vació, un beso que era poco para todo lo que sintió en aquel preciso instante. Salió del interior de Naruto, cuya entrada se puso a sangrar apenas fue vaciada con tal rudeza que desgarró algunos esfínteres del rosado ano de pobre rubio.

-Buena mascota… Necesitas bañarte, mandaré a que te atiendan y te traigan el desayuno. Te mereces algo delicioso mi kitsune.   - se apartó del cuerpo  tembloroso de Naruto que se sujetaba a la pared, acomodo sus ropas y luego de eso; se dio cuenta de que el rubiecito no podría llegar a la tina pues sus piernas temblaban notablemente y la sangre y semen salían de su trasero. Suspirando con cierto fastidio lo levantó en brazos hasta la tina del baño que se encontraba llena de agua lo dejó dentro de está y se fue sin mirar atrás.

Naruto se abrazó a si mismo sollozando amargamente, le dolía no solo su entrada si no  todo el cuerpo. La heridita en su hombro, las marcas de su cuello. Lo odiaba todo en él, hubiera deseado haber sido asesinado como los demás Jinchuurikis.

-Sasuke, Iruka-sensei, Ero-sennin, Kakashi-sensei, Yamato-sensei, Sai y Sakura-chan… Gaara, Neji, Hinata, Shikamaru, Chouji, Cejotas, Ino, Tenten y Shino… Yo, fui un descuidado…  -siguió llorando,  el dolor mitigaba poco a poco. Pero solo el dolor físico, luego de unos minutos de estar en el agua fría se puso de pie apoyándose en la pared saliendo de la tina hasta salir del baño hacía la cama, cuando estuvo a punto de caerse fue sujetado por un par de fuertes brazos a su alrededor, la calidez de ese abrazo escondió su rostro en el pecho que se ofrecía a mitigar el dolor tan grande que sentía en aquel momento y el ya peculiar aroma conocido.

-Naruto-kun.   -rodeó su cuerpo con una toalla, lo levantó en brazos y lo colocó sobre la cama mientras con otra toalla secaba su cabello. Naruto dejó que las otras manos se ocuparan de su cuerpo mojado cerró los ojos, estaba cansado y deseaba dormir un poco.

-Gracias… Itachi. -dijo el rubio dejando a su mente volar, volar tan lejos como deseará al tiempo que anhelaba entrañablemente, a antes de que sucediera todo este terrible desastre.

Itachi se mostraba servicial, frunciendo el ceño al ver las nuevas marcas sobre la piel tersa del menor. Odiaba tanto a su abuelo por tratar de tan mala manera al kitsune que sus deseos de poder sobrepasar sus propios límites estaban anhelantes y sin duda alguna lo haría por el bien de aquella pequeña e inocente criatura de gran belleza.

-Soy el único de todos que sube a atender lo que te haga ese maldito y sucio viejo. Naruto-kun, deja que mitigué un poco tú dolor.   -le dijo quitándose las ropas para calentar con su cuerpo el cuerpo frío de Naruto el cuál se estremeció de pies a cabeza al sentir la calidez del pálido cuerpo de Itachi.

-Itachi…   -musito sintiendo como los fuertes brazos le rodeaban, como los labios de Itachi tocaban su mejilla con suavidad en un tímido beso sin dejar de abrazarlo. Naruto jadeó suavemente la mano del moreno ahora bajaba acariciando la vieja cicatriz de su espalda. Recordando ahora más cosas que debió haber cumplido pero no pudo por haber desconfiado del Uchiha que ahora abrazaba.

-Puede que ames a mi hermano menor, pero ahora me tienes a mí a tú lado… Si tan solo en aquel momento me hubieras escuchado. Si no hubieras dudado de mí, estarías libre en este momento. Naruto-kun…    -le dijo abrazándolo posesivamente, Naruto refunfuño por lo bajo tratando de apartar al moreno de su lado pero con las pocas fuerzas que tenía en ese momento nada podía hacer más que responder.

-Trataste de atraparme una vez, casi matas a Kakashi-sensei ¿Acaso crees que hubiera tenido la confianza de creer en ti?    -preguntó ciertamente indignado el rubiecito abriendo los ojos para fijarlos en los sharingan de Itachi se notaba que eran más poderosos.

-Tsk… Tal vez Naruto-kun. Empezare las curaciones de tú cuerpo.     -al sentir que la temperatura del kitsune estaba normal se separó vistiéndose de nuevo, para tomar la bandeja con un plato de ramen Naruto antes hubiera dado un brinco de felicidad y estuviera engullendo el ramen pero en ese preciso instante estaba tan adolorido por lo que le hicieron que no sentía ganas de nada. Itachi al verlo así solo optó por sacar un pequeño botecito para curar las heridas del rubio, untando un poco entre sus manos para pasarlo por el cuerpo desnudo de este.

Naruto mordió sus labios para no dejar escapar un gemido, las manos de Itachi eran hábiles cuanto a masajes se trataba. Luego de unos minutos ya había terminado dejó el desayuno en la mesita de noche cuando estaba a punto de irse el rubio le tomó del manga de sus ropas.

-G-gracias… Itachi… Quédate conmigo un poco más, no quiero estar solo.    -le dijo poniendo una adorable carita de zorrito que de inmediato conmovió al moreno que se sentó en la cama.

“Sasuke… ¿Te estoy engañando? ¿Tú alguna vez lo hiciste con Orochimaru o Kabuto? Lo siento, pero necesitó… Necesitó un poco de cariño, no solo sexo… Perdóname Sasuke pero voy a volver a engañarte con Itachi… Porque él, él es dulce y cariñoso cuando lo hace…” -lo necesitaba, besos cálidos llenos de pasión y cariño. Manos cálidas que despidieran no solo calor de ellas sino ese deseo y pasión mimosa que necesitaba sentir en ese momento.

-Naruto-kun ¿Quieres…    -deseaba acariciar el cuerpo del rubio  deseaba demostrar ese afecto que no podía sentir con nadie. Fue entonces que los carnosos labios del rubio se posaron en los suyos, y su cuello fue rodeado por un par de brazos.

Itachi se sentía en el cielo, Naruto negando sus sentimientos por Sasuke mientras continuaba con el beso. Las manos del Uchiha lo tomaron en un estrecho abrazó acariciándolo con tanta dulzura que nadie jamás se hubiera pensado que el frío asesino de Konoha pudiera demostrar con tanta naturalidad.