Cap. 1 Hacia una nueva vida
Todo comenzó hace cuatro años, tal vez un poco mas donde se celebraba la boda de uno de los empresarios mas ricos de todo Japón, justo en la mansión Deblin a las afueras de la Cd. Domino, si el empresario Duke Deblin por fin se casaba con su novio desde hace unos meses, un joven visiblemente atractivo a los ojos de cualquiera, de tez blanca, cabello rubio y ojos melados y claro su siempre bella y cálida sonrisa el nombre del joven era Joey Wheeler, que por el momento era el mas envidiado de los hombres y mujeres por desposar a el empresario de cabellos ébano y ojos color esmeralda, aunque no todo seria miel sobre hojuelas.
Meses después decidieron adoptar un pequeño niño, que a pesar de ser adoptado tenia gran parecido con sus ahora padres, de cabello rubio y ojos esmeraldas .
En la actualidad en la mansión Deblin se podían escuchar los gritos rabiosos del empresario, toda la servidumbre los observaba desde una distancia segura ya que ninguno quería perder el empleo.
- Duke: ¡¡¡¡ya te dije que no me creo tus escusas!!!!
- Joey: pero Duke amor ya te dije que..
- Duke: ¡¡¡ya basta!!!-le grito dándole una bofetada
- Joey: Duke…-decía mientras las lagrimas salían de sus ojos
- Duke: no te hagas la victima en esto, te desapareciste toda la tarde, seguro con tu amante ese chaparro con ojos gigantes
- Joey: Duke ya te he dicho que Yugi es solo mi amigo, fui a su casa por que…
- Duke: no voy a escuchar tus escusas, te quedaras en la mansión, donde yo pueda cuidarte-dijo volteando con intensión de irse
- Joey: pero…-no pudo decir otra cosa ya que Duke se había volteado y abofeteado de nuevo para volver a tomar su camino
Joey se quedo en el pasillo donde una de las señoras de las servidumbre se acerco a el, notando que lloraba de nuevo.
- se encuentra bien señor Joey-
- Joey: si no te preocupes
- quiere que le lleve de comer a su habitación-
- Joey: no gracias- le contesto con su característica sonrisa como si nada hubiese pasado- estoy bien creo que me iré a dormir
- que pasa buena noche señor-
El rubio solo asintió alegre a aquella señora que desde que empezaron a pelear Duke y el, fue la única que trataba de ayudarle.
Camino hacia su habitación con paso lento y la cabeza gacha, cuando llego cerro la puerta detrás de el y se derrumbo en el piso en un llanto silencioso, de nuevo lo había echo, Duke lo había golpeado nuevamente y no entendía el por que se había vuelto así, pero ya no lo soportaba mas, ya no podía con ese sufrimiento, camino por su habitación hasta que llego a una cuna de madera, vio dentro de ella y noto que su pequeño hijo de apenas tres meses se encontraba dormido, lo cargo entre sus brazos diciéndole.
- Joey: no te preocupes, tu y yo nos las arreglaremos, no puedo permitir que un día sufras lo mismo que yo- no dejare que nos encuentre mi pequeño-
Dejo al bebe un momento en su cama, sabia que Duke se había ido a la oficina de su empresa y llegaría hasta tarde, con velocidad saco sus maletas del armario y puso lo necesario para el y su bebe, habiendo terminado esto tomo a su bebe en brazos y se dirigió a la salida de la mansión Deblin, donde una persona la esperaba.
- creo que es la mejor decisión que pudo tomar señor Joey-
- Joey: gracias por todo Mati (la señora de la servidumbre), los extrañare
- y nosotros a ustedes pero les deseo lo mejor-
- Joey: estaremos bien, adiós
Sin mas salió de la mansión hacia lo que seria su nueva vida y la de su pequeño, camino por largo rato hasta que noto que había llegado al parque central de Domino City donde se sentó en una banca, para descansar un poco, hasta que se sintió con fuerzas de caminar de nuevo, eras ya las once de la noche así que camino mas aprisa para buscar un lugar en donde pasar la noche hasta que llego a un pequeño motel, supuso que pro ahora no tenia muchas opciones asi que pago una noche en aquel lugar y se dispuso a dormir.