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El Fetiche de Rukawa por SINIESTRA_YAMASAKY

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Notas del fanfic:

Para los que les gusto "El primer porno de Hanamichi" les traigo este fic que es la version de Rukawa, aunque creo que lo pueden leer sin nesesidad de leer el otro

Notas del capitulo: este fic esta interesante y espero que este divertido y les guste

El fetiche de Rukawa.

 

 

Rukawa nunca había tenido otra preocupación que el basketball y su meta de siempre ser el mejor, y por supuesto que el que la mayoría de los adolescentes de su edad estaban mas que preocupados por sus hormonas no le afectaba a él en lo absoluto, por mucho tiempo pensó que todo aquello solo eran estupideces de gente débil, que no tenia nada que ver con él, sin embargo, al llegar a la preparatoria Shohoku algo había cambiado no fue un cambio rápido, y no se dio cuenta de que algo había cambiado, todo parecía normal en su vida hasta que se dio cuenta de algo, las peleas que tenia con Hanamichi quizás no fueran del todo inocentes, y no por que Hanamichi fuera el centro de sus deseos, eso era ridículo, sino que “algo” de ese muchacho le estaba llamando la atención, cayo en cuenta de ello cuando después de cada una de sus peleas tenia esta intensa necesidad de . . . Tocarse, tocarse aquella parte que nunca se había tocado, pero por Dios que lo necesitaba, y lo peor de todo es que las peleas con el Do’aho no habían disminuido en absoluto, lo que había hecho que sus necesidades en vez de disminuir aumentaran pero eso no era lo peor, eso era normal ya que la mayoría de adolescentes de su edad lo hacían regularmente, masturbarse era algo normal pero a Kaede Rukawa, al super Rockie de la escuela Shohoku cada que cerraba los ojos al estarse tocando, lo único que podía ver era cabello rojo.

 

Rukawa pensaba en todo aquello mientras andaba en su bicicleta sorprendentemente despierto, no podía ser que él dueño de sus deseos fuera el Do’aho ¿verdad? El que viera rojo cada que se masturbaba no quería decir que estuviera interesado en el pelirrojo escandaloso de shohoku ¿verdad? No, el que viera pelo rojo era . . . Solo un fetiche, si, eso debía de ser, era un fetiche que tenia por el pelo rojo, era exótico, interesante y por eso le parecía excitante, y había formas de demostrarlo, ya era tiempo, después de todo parecía mayor a la edad que tenia así es que no podía ser muy difícil, obtendría una credencial en la tienda de videos que estaba a solo unas cuadras de su casa y rentaría una película pornográfica, el pretender que era mayor de edad no iba a ser difícil y así podría estar seguro, se dirigió a aquel lugar, lleno el formulario y viendo la cortina púrpura decidió entrar, la verdad es que había una gran variedad de videos allí, unos normales como “tetas fuera de control” una película “para los obsesos con esas orbes del cielo” decía en su descripción, “vaginas Aspiradas” bueno eso no necesitaba descripción pensó Kaede mientras un tanto asqueado miraba la fotografía que engalanaba la portada de dicha película, en otra sección llegando a lo raro estaba “anillos del placer” Rukawa abrió mucho los ojos al ver la fotografía, “pepinos y otros placeres” Wow, si que se hace de todo pensó el chico levantando las cejas bastante altas mientras veía el titulo de la sección que estaba haciendo “Juguetes sexuales y otros placeres”, al chico le salio una gota detrás de la cabeza, ahora donde buscaría el porno que necesitaba, de pronto lo vio, bueno parecía que no era solo él quien tenia algún tipo de fetiche con los pelirrojos un estante estaba dedicado a eso precisamente y una serie especialmente le llamo la atención “pelirrojos ardientes 1” había hasta la 4 pero decidió empezar como debía de ser, por la primera, así es que decidiéndose la agarro, fue al mostrador y naturalmente la entrego al tipo que atendía quien le lanzo una mirada pero acepto el dinero y le puso la película en una bolsa negra sin decir palabra, Rukawa camino hasta su casa, no sabia que sentir al respecto, debía de sentirse . . .

-hey zorro, ¿Qué estas haciendo?-

Rukawa levanto una ceja como toda respuesta aunque su corazón estaba latiendo como loco, mientras veía al pelirrojo que se le acercaba corriendo, no trato de ocultar el paquete que traía en las manos, ese torpe tenia que aparecer en los momentos mas inoportunos

-acabo de perder a mi Gundam, huíamos de un vendedor de Tallarines a quien le debemos varias comidas-

Comento caminando al lado del chico de cabellos obscuros

-Do’aho-

Murmuro Rukawa, Hanamichi decidió no responder a ello

-y bien ¿Qué hacías?¿Qué traes allí?-

Le pregunto señalando la bolsa negra

-parece una película, ¿Qué clase de peli…-

No pudo terminar de decir aquello cuando alguien detrás de ellos gritos

-¡TU!!-

-oh no! Me atraparon!-

Dijo el muchacho mientras se lanzaba corriendo por la calle, el vendedor de tallarines corría con todo y su carrito detrás de él detrás del pelirrojo a toda velocidad mientras este gritaba

-NOS VEREMOS EN LA PRACTICA ZORRO-

-DETENTE IDIOTA PAGARAS TODOS LOS TALLARINES QUE TU Y TUS DELINCUENTES AMIGOS ME DEBEN!!!-

Gritaba el tipo a todo correr

-PRIMERO TENDRA QUE ATRAPARME-

Grito mientras aquel pelo rojo le volaba al viento, Rukawa se quedo viendo hasta aquella nube de polvo que dejaron ambos al desaparecer por aquella solitaria calle en medio de la noche, ese torpe siempre tenia que estar metido en problemas, lo bueno es que no había descubierto el tipo de película que tenia, aunque se preguntaba si aunque se hubiera enterado habría sabido de que se trataba, claro que no, era un torpe, trato de calmarse mientras caminaba a su casa, finalmente podría ver aquella película, cuando entro en su casa acomodo todo lo necesario cerca suyo, un paquete de kleenex lo coloco en una mesita que estaba al lado de su sillón favorito, agarro la película y coloco el disco en su dvd luego se sentó en su sillón y empezó a disfrutar del entretenimiento prestado por aquella película, la verdad es que no tenia ninguna historia en particular a seguir, era un simple recuento de varias pelirrojas y pelirrojos teniendo relaciones, piel y mas piel expuesta, gemidos que sonaban falsos y unos escenarios que daban mucho que desear pero claro para un sano chico de 17 años eso no tenia importancia en lo absoluto, lo único que importaba era que estaba empezando a entrar en ambiente, cerro levemente los ojos mientras se desabrochaba el pantalón y bajaba los calzoncillos acariciando levemente su hombría mientras piel morena y cabello rojo cruzo su mirada y su miembro reacciono al instante

-mmmm rojo-

Murmuro el chico, empezó a ver piernas fuertes y las facciones del rostro empezaban a aclararse en su cabeza, justo antes de descubrir la identidad de la persona que estaba pasando delante de sus ojos cerrados los abrió de golpe completamente rojo, su miembro estaba completamente erecto, su corazón saltaba y sus gemidos iban aumentando, las imágenes de aquella película pasaban rápidamente, los actores estaban a punto de llegar al orgasmo mientras Kaede se acariciaba cada vez mas rápidamente con movimientos de arriba para abajo, los movimientos aumentaban su velocidad, y sus ojos sin poderlo controlar se cerraban para disfrutar de la presencia de una cabellera roja demasiado familiar para el, el rostro de esta persona iba apareciendo poco a poco mientras se daba la vuelta como en cámara lenta, y justo cuando iba a explotar de placer lo vio claramente lo que hizo que aquel liquido blanquecino contenido se esparciera por su mano mientras gemía de excitación

-ooooohhhh!!!-

Abrió los ojos después de que las ondas de placer fueran haciéndose cada vez menores, no, no lo había visto, pensaba mientras se limpiaba con los pañuelos desechables, no lo había visto, simplemente era un fetiche, el pelo rojo era su fetiche, además ese estupido Do’aho había tenido que pasar delante suyo justo antes de ver la película, era lógico que lo relacionara inmediatamente pero eso no quería decir nada, o sentía nada por el, solo había sido un error que nunca mas pasaría, fue a su baño y se dio una ducha, después de colocarse los boxers e irse a acostar trato de convencerse a si mismo de que el pelirrojo de Shohoku no le afectaba en lo absoluto, pero al día siguiente después de haber tenido sueños húmedos con Hanamichi Sakuragi como protagonista no estaba tan seguro de ello.

 

Al día siguiente llego durmiéndose mientras andaba en bicicleta a la escuela, lo único que lo detuvo fue el atropellar a Hanamichi

-argh! Demonios! Kitsune ¿Por qué no te fijas por donde vas? Si vas a andar en tu bicicleta no deberías hacerlo dormido, ah si, lo olvidaba, tu cosa favorita es dormir ¿verdad? Muajajajaja-

Dijo el chico riéndose, Kaede en cuanto lo había visto se había sonrojado, no entendía ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué se tenia que sonrojar al ver al Do’aho? Aunque tenia una perfectamente razonable razón para estar un poco avergonzado, y es que ver a la persona en la cual pensaste cuando te estabas masturbando no era una cosa sencilla, a pesar de todo logro murmurar

-Do’aho-

Y se alejo de allí para encadenar su bicicleta, tendría que repetirse de nuevo que ese estupido no le interesaba no importaba cuanto pudiera alterar a alguien que trataba de permanecer siempre tan inexpresivo, después de todo tenia que mantener su imagen, no por que tuviera ese fetiche con los pelirrojos tendría que ponerse así.

 

Un día paso, Rukawa estaba tratando por todos los medios de controlarse, había regresado la película y se había prometido no pensar en ello mas, tratar de controlarse y para ello necesitaría toda su fuerza de voluntad para poder olvidar aquello, tendría que hacer un plan para olvidarse de su fetiche, primero que nada se pondría a leer algún libro, y que mejor que un libro de vampiros, allí no habría nada que le recordara su fetiche verdad, además si soñaba seguramente soñaría con los vampiros así es que así no había problemas, comenzó a leer y todo iba completamente normal, datos históricos, escenas dramáticas, desarrollo de personajes, problemas filosóficos pero entonces llego a la parte mas interesante de todo libro de vampiros, la mordedura del cuello y la succión de sangre, sangre, caliente color rojo, rojo, cabello rojo, cabello rojo brillante bajo el sol, cabello alborotado rojo perteneciente a un chico, un chico de piel morena que una fiera expresión en la mirada, un chico con pelo rojo que hacia que . . . Kaede abrió los ojos sorprendido, los había cerrado y su mano había bajado sin darse cuenta hasta aquel miembro que empezaba a clamar por atención, se detuvo justo a tiempo, no, no debía hacer aquello, frustrado se durmió, sus pesadillas se colmaron de vampiros y cabellos rojos que no podía alcanzar.

 

Al tercer día de astenimiento Rukawa estaba que explotaba, se sentía frustrado y lo único que podía hacer era practicar sus tiros libres, lo cual a pesar de lo mucho que le gustaba en aquel momento no le estaba ayudando nada para quitarle la frustración que sentía, se había pasado las ultimas noches teniendo pesadillas y sin poder hacer su cosa favorita después del basketball, dormir y eso también lo estaba afectando, no podía aguantar mas, así es que cuando llego la practica y de repente se tubo que poner a jugar un partido de practica se mostró de lo mas competitivo, y por alguna razón su mirada se concentraba en Hanamichi, tenia tantas ganas de tirarlo al suelo, sin embargo, no lo hizo, se concentro en ganarle, y lo hizo, su equipo gano el partido

-bravo Rukawa estas en muy buena forma-

Comento Kogure sonriendo mientras se ponía a recoger las cosas, Rukawa no se sentía contento en lo absoluto, todavía se sentía frustrado y lanzaba miradas de reojo a Hanamichi quien estaba riendo ante algo que dijo Mitsui

-muajajajaja si, es cierto, creo que a Rukawa le pusieron las baterías del conejito por que sigue y sigue y sigue muajajajaja ese zorro es un…-

No pudo terminar de decir lo que iba a decir por que un balón le llego directamente a golpearle justo detrás de la cabeza lo que lo hizo saltar de furia, todos miraron a Rukawa sorprendidos mientras la furia del pelirrojo crecía al ver a su agresor, se le acerco peligrosamente y lo agarro de la camiseta mientras acercaba sus rostros y lo mirada amenazante

-¿Por qué hiciste eso zorro?-

Pregunto cuando pudo decir algo por sobre sus dientes apretados

-no me gusta que hablen de mi a mis espaldas-

Murmuro inexpresivo

-aarrrggghhh!!!-

Gruño el pelirrojo soltándolo con fuerza y lanzándose sobre él, pronto ambos estaban en el piso mientras los puños y las patadas volaban de un lado a otro, los golpes se escuchaban resonar por todo el gimnasio mientras los demás que estaban pasmados no sabían que hacer para separarlos, finalmente Akagi logro separarlos, en realidad es el único que se atrevió si quiera a intentarlo, y los castigo con limpiar el gimnasio toda la semana

-pero hoy lárguense y traten de bajar esos humos, como deportistas deberían de ser mas concientes de sus actos-

Dijo mandándolos a cada uno por su lado, Kaede mientras caminaba en dirección de su casa sonrió levemente y suspiro tranquilo, eso había estado muy bien, y ahora no veía la razón por la cual tenia que apartarse de algo que le gustaba, después de todo era un joven normal de 17 años así es que estaba se lo mas tranquilo cuando fue a rentar la película “pelirrojos ardientes 2” fue a su casa y relajándose delante del televisor con todo preparado comenzó a ver aquella película, por Kami que esto estaba mucho mas ardiente que la uno, los diálogos seguían siendo estupidos pero el sexo se veía mas real, además el ver a pelirrojos por todos lados era muy excitante, se preparo, se bajo el cierre de sus pantalones y se bajo la ropa interior, comenzó a frotar su miembro con movimientos firmes, trato de concentrarse en los pelirrojos que estaban pasando por la pantalla y lo logro a medias pero tenia una intensa necesidad de cerrar los ojos y no sabia que pasaría en cuanto lo hiciera, de todas maneras la música sensual que se oía lo estaba haciendo sentirse un tanto hipnotizado y cerro los ojos, a la simple vista de aquel pelo rojo se puso al mil, pero ahora no solo recordaba pelo rojo, sino que sentía en cada parte de su cuerpo rastros de los lugares en los que cierto y muy conocido pelirrojo lo había tocado en su ultima pelea, el simplemente recordar los sonidos de los gemidos al recibir un golpe y del calor y fuerza de aquellos músculos que se entrelazaron con los suyos en una de esas luchas lo hizo sentirse completamente excitado y aquel olor que aun seguía impregnado en su piel lo hizo sentirse al mil, el movimiento de su mano aumento mientras la figura de cabellos rojos en su memoria comenzaba a darse la vuelta, aunque era mas que obvio quien era aquel chico moreno, justo al verlo de frente, aquellos cabellos rojos y aquellos ojos color chocolate fue cuando finalmente exploto en s mano en un gemido gutural

-aaaarrrgghh!!-

Entro en un estado laxo de completa armonía y una sonrisa satisfecha se extendía en sus labios cuando abrió los ojos de golpe, ¿otra vez? Si, lo había hecho otra vez, masturbarse al pensar en él y de explotar al ver su cara, no, eso era demasiado, su fetiche se estaba haciendo demasiado intenso y era peor el que ahora estuviera agarrando a ese pelirrojo como si fuera la persona que de verdad lo hacia sentir tan excitado, no, eso no era una opción, solo era su fetiche, los cabellos rojos del Doa’ho era lo único que le atraía, no tenia nada que ver con él como persona sino con el fetiche que tenia por los pelirrojos, tendría que tratar de satisfacer ese fetiche pronto por que si no era así no sabia que podría pasar.

 

-Demonios-

Dijo el chico de ojos azules en un susurro, había pasado una semana y no era capaz de olvidarse de las imágenes que habían pasado delante de sus ojos cuando había llegado al orgasmo, el hecho de verlo diariamente lo tenia frustrado, pero no mostraba nada en el exterior, esta lucha interna lo perseguía, ¿Por qué demonios tenia que imaginarse precisamente a aquel idiota cuando estaba a punto de llegar al orgasmo?, lo peor era que ahora cada que lo veía tenia una enorme erección que solo podía pasársele si se concentraba fuertemente en lo único que siempre lograba interesarlo, el basketball, pero con un demonio, aquello no estaba logrando ayudarlo, tendría que rentar otra de esas películas, este fetiche se estaba convirtiendo en una obsesión para él y eso lo hacia sentirse algo desesperado, estaba caminando por las calles de Kanagawa envuelto en aquellos pensamientos cuando como por arte de magia aquel chico se apareció justo delante de él, estaba sentado junto con los chicos de su Gundam en una de las mesas con bancas que había en el parque de la ciudad, el sol hacia que su rojo cabello brillara y la brisa que llegaba hacia que se meciera al viento, pareciendo fuego en una ráfaga salvaje, su morena piel brillaba y entonces sonrió y lanzo una de sus sonoras carcajadas, estaba de lo mas divertido y todo en el parecía vibrar de energía y alegría, justo en ese momento Rukawa sintió que algo tibio lo llenaba por completo de arriba abajo y antes de darse cuenta estaba sonriendo mientras lo observaba, aquel chico de verdad tenia algo especial dentro suyo, era tan alegre y a todo lo que hacia le ponía una energía y un esfuerzo sobrehumanos, de verdad, a pesar de que le llamaba estupido ese chico era digno de admirarse por el simple hecho de seguir allí contra viento y marea haciendo lo que le parecía lo correcto, él era alguien a quien muy fácilmente se podría am… detuvo sus pensamientos en aquel momento mientras abría los ojos sorprendido, no, no iba a pensar lo que iba a pensar, solo se había confundido por un segundo, claro que no am… no, no valía la pena siquiera mencionarlo por el simple hecho de que no era real, lo único real era que tenia que rentar esa porno y satisfacer sus muy saludables necesidades de aquel fetiche que tenia por los cabellos rojos, y el video “pelirrojos ardientes 3” iba a lograrlo, fue a la tienda de videos donde el encargado ya lo vio del todo normal, había ido lo suficientemente seguido como para que el dependiente que atendía a esas horas lo conociera a él y a su gusto por aquel tipo de películas y su especificación, aunque en realidad ni se preocupaba por lo que ese o cualquiera pudiera pensar debido a su fetiche, tenia todo su derecho de gustarle aquellos videos y lo iba a disfrutar como siempre, finalmente estando de nuevo ante su televisor sentado enfrente de la televisión se relajo, tratando de apartar a un muy conocido pelirrojo de sus pensamientos mientras se preparaba para pasárselo bien, el porno estaba en su marcha mientras Rukawa trataba de calmarse y no pensar en ”ese” pelirrojo pero, por mas que quería no podía alejarlo de su pensamiento, su sonrisa, su piel morena, su cuerpo tan bien formado, sus ojos color chocolate y por supuesto aquel brillante cabello rojo, pero algo mas en él le producía esta excitación tan incontrolable, esa inocencia suya, esa forma de ser tan feliz, esa forma de hacerlo todo con todas sus energías, la forma en que jugaba el basketball y hacia esas clavadas que lo hacían volar en el aire demostrando toda su potencia, su fuerza y aquel cabello suyo volaba, estaba envuelto en pensamientos de Hanamichi, todo en Rukawa parecía reaccionar en ese momento, su corazón estaba palpitando rápidamente y su mente parecía estar flotando de tanto Hanamichi, estaba lleno de aquel calido sentimiento que lo invadía cada que pensaba en él y su mano estaba bajando y subiendo rápidamente sobre su miembro erecto, Hanamichi, su sonrisa, su pelo rojo, Hanamichi, Hanamichi, Hanamichi, Hanamichi

-demonios te amo idiota!-

Dijo justo en el momento en que exploto, sintió que su cara se ponía completamente roja mientras jadeaba fuertemente tratando de recuperar el aliento y de controlar los latidos de su corazón que parecía desbocarse dentro de su pecho ¿Qué había dicho? ¿amaba a Hanamichi? Por mas que quería negarlo no podía, de verdad aquello no era solo un fetiche, estaba enamorado de “ese” pelirrojo, debía ser aun mas idiota que él por no haberse dado cuenta, pero nada importa si de todas maneras no había manera de que el Do’aho estuviera enamorado de él, así es que era simplemente el dar vueltas en lo mismo, eso no iba a suceder, y aun sentía esa necesidad de él y esa era una necesidad que nunca podría resarcir.

 

Los días pasaron y ahora mas que nunca Rukawa estaba conciente de Hanamichi y todo lo que le afectaba, pero aun así trataba por todos los medio de que no le importara, y trato por todos los medios de no volver a rentar otra de esas películas, hasta que llego ese fatídico viernes en que lo tubo que escuchar decir, primero que nunca había visto una película porno, y segundo pero no menos importante que jamás se había masturbado, Dios! Por que tenia que haber escuchado aquella conversación, el simple hecho de pensar en Hanamichi descubriendo su sexualidad lo hacia . . . Y no podría aguantar otra noche sin tener aquella película que lo hiciera recordar al pelirrojo y pudiera deshacerse de todas sus frustraciones, además el que el pelirrojo hubiera dicho que no le importaba la idiota hermana del capitán debía de ser algo muy positivo.

Al llegar la noche Rukawa fue a la tienda de videos acostumbrada, se dirigió directamente a la sección detrás de la cortina color púrpura, sin siquiera pensarlo fue a la sección en la que se encontraba la tan ansiada secuela “pelirrojos ardientes 4” y tomándola se dirigió a la salida, pero cuando estaba a punto de salir del lugar alguien choco contra si, al principio no se dio cuenta de quien era, pero oyó cuando le decían

-lo siento yo no veía …-

Entonces lo vio, era el pelirrojo, su pelirrojo

-ZORRO!-

Grito el mencionado asombrado, Rukawa lo miro directo a los ojos tratando por todos los medio de no mostrar lo nervioso que se encontraba, tenia años de practicarlo así es que no debía de ser tan difícil, ¿Por qué lo tenia que haber encontrado en ese lugar y con esa película precisamente en sus manos? Además ¿Qué hacia el Do’aho en aquel lugar? Su corazón latía ansiosamente dentro de su pecho

-cállate torpe-

Logró murmurar antes de que el pelirrojo mirándolo socarronamente le preguntara

-¿Qué haces aquí?-

-¿Qué haces tu?-

Le pregunto a su vez tratando de distraerlo para no contestar su pregunta, el pelirrojo se sonrojo lo que lo hizo ver tan adorable que Rukawa sentía que todo en el estaba pulsando

-bueno yo solo . . .-

Comenzó diciendo Hanamichi y se empezó a rascar detrás de la cabeza y entonces dijo algo que hizo que a Rukawa le saltara el corazón dentro de su pecho

-uh, parece que ya escogiste una zorrito, vamos, réntala para verla-

-vamos me suena a manada-

Logro articular Rukawa sorprendiéndose a si mismo de lo clara y neutral que sonaba su voz a pesar de todo lo nervioso que se sentía, salio del cuarto dispuesto a alejarse del Do’aho en cuanto tuviera una oportunidad, aun traía la película, si la hubiera dejado seguramente aquel grandísimo idiota la habría agarrado y hubiera descubierto su secreto, ¿Por qué demonios tenia que ir a esa tienda de videos?, se dirigió a la caja registradora mientras Hanamichi lo seguía de cerca, y a pesar de que ya había rentado varias películas el que estuviera rentando aquella en particular y tuviera un pelirrojo siguiéndolo debió de parecer algo extraño al de la tienda de videos, quien le lanzo una extraña mirada mientras Kaede suplicaba mentalmente que no hiciera ningún comentario al respecto mientras su corazón latía rápidamente, el tipo de la tienda de videos puso la película en una bolsa negra y se la entrego sin decir palabra lo que Rukawa agradeció y finalmente salieron de la tienda, el chico de negros cabellos tenia la esperanza de que el pelirrojo hubiera desistido, aunque conociéndolo la palabra rendirse no estaba en su vocabulario pero siempre se podía tener la esperanza

-¿Cuál rentaste?-

Le pregunto el pelirrojo haciendo que el chico de azules ojos detuviera el curso de sus pensamientos y se le pusieran las mejillas levemente rosas sin poderlo ocultar

-no es de tu incumbencia Do’aho-

Le dijo a la defensiva mientras seguía caminando rápidamente

-vamos zorro, ¿no me vas a decir? Quiero verla-

Rukawa decidió ignorarlo a ver si captaba la indirecta pero el pelirrojo nunca había sido un chico que captara ese tipo de sutilezas así es que a pesar de que avanzaba rápidamente nunca lo perdió de vista y finalmente llegaron a su casa donde todo se veía a obscuras

-¿Dónde están tus papas Rukawa?-

Le pregunto

-vivo solo-

Fue lo único que respondió empezando a abrir la puerta, ¿ese pelirrojo no entrarais a su casa sin ser invitado o si?, tardo un poco en abrir ya que le temblaba levemente la mano de lo nervioso que se encontraba, sin embargo cuando finalmente logro abrir y entro se dio cuenta de que el pelirrojo ya estaba dentro de su casa y se había acomodado en su sofá, aquel en el cual se había sentado él tanto tiempo pensando en él y masturbándose al simplemente recordarlo

-tu casa esta limpia a pesar que vives solo-

Le oyó comentar como si estuviera muy lejos, como si todo aquello fuera una visión

-bueno pues pon la película-

De pronto Rukawa se dio cuenta de que el pelirrojo de verdad estaba allí, en su casa, en su sillón, aquel chico del que hacia poco había admitido amaba, y estaba allí queriendo que le mostrara una película porno, y no cualquier película porno sino la que él mismo había rentado para pensar en Hanamichi, si eso no era para poner los nervios de punta no sabia que podría ser, ninguna vez se había sentido así tan movido por dentro sin saber si quiera que pensar o que sentir por el montón de emociones que estaba experimentando

-hey muévete-

Le dijo el chico y finalmente Rukawa reacciono

-nadie te invito a entrar-

Le dijo tratando de mantener la compostura

-ya lo se pero no puedo ver el video desde afuera-

Le respondió con simpleza el pelirrojo

-vete-

Murmuro el chico de lacios cabellos negros con una voz que trato que sonara amenazadora

-no hasta que no halla visto el video-

De verdad que era testarudo! Pensó para si mismo Rukawa mientras cerraba la puerta a sus espaldas con un golpe seco y fue a su sala, si tendría que sacar al pelirrojo a la fuerza lo haría, eso no era ningún problema, además le daba la oportunidad de tocarlo, sin embargo cuando llego al sillón, el pelirrojo con un rápido movimiento se abalanzo sobre la bolsa negra que tenia en la mano, como tenia la bolsa tan bien agarrada, la fuerza con que se la jalo lo impulso a quedar encima del pelirrojo quien se movió logrando que sus cabezas no chocaran una contra la otra, sin embargo las demás partes de su cuerpo quedaban en contacto directo

-dámela-

Dijo Sakuragi con un puchero como un niño chiquito que hizo que Rukawa pasara dificultosamente saliva

-no-

Le contesto el zorro mientras jalaba la bolsa con la película, no, no dejaría que el pelirrojo viera el titulo de la película que había rentado, era demasiado comprometedor, lucharía hasta el final para que no se enterara, Hanamichi también jalo la bolsa y por el forcejeo estaban frotándose uno con el otro lo que estaba haciendo que Rukawa se pusiera al mil

-suéltala-

Le dijo Kaede quien no pudo ocultar la ronquera de su voz muestra del deseo que le tenia

-suéltala tu-

Contesto Sakuragi con voz ronca que Rukawa noto, en cierto momento del forcejeo de aquella bolsa la película salio volando de la bolsa la cual se había roto y voló algunos metros, Rukawa y Hanamichi se miraron directamente a los ojos, estaban uno encima del otro y sus rostros muy cerca, sus alientos se acariciaban las mejillas y en un movimiento leve que hicieron los hizo caer a ambos fuertemente del sillón, Hanamichi comenzó a gatear en dirección a la película pero Rukawa se apresuro para agarrarlo de las piernas, el pelirrojo continuo moviéndose tratando de agarrar la dichosa película pero Rukawa lo tenia firmemente agarrado y no se podía soltar, tenia sus manos en sus muslos y sacando una fuerza de quien sabe donde lo jalo y logro voltearlo para sentarse encima de él, impidiendo que se moviera, podía sentir el miembro de Hanamichi en su trasero y lo hacia sentirse extrañamente reconfortado mientras estiraba sus brazos y agarraba los del chico debajo suyo acercando sus cuerpos para que este no se pudiera mover, el pelirrojo forcejeo por unos minutos mientras la excitación de Rukawa iba en aumento finalmente se rindió

-zorro-

Dijo el pelirrojo en un murmullo ronco que Rukawa sintió por todas partes como una sensual caricia, sus rostros estaban cada vez mas cerca, y cuando el chico de lacios cabellos negros vio en los ojos color chocolate de Hanamichi algo que parecía hacerlos derretir hasta quedar a punto de miel lo hizo sentirse todo caliente por dentro, como si algo en él hubiera explotado y se diera cuenta de que en aquellos momentos el do’aho estaba pensando exactamente lo mismo que él, lo cual lo hizo sonreír levemente y acerco sus labios a los de Hanamichi quien los recibió compartiendo su beso con una pasión avasalladora, la necesidad de aquel beso era impresionante, hacia mucho que Rukawa había estado esperando aquello aunque no hubiera querido admitirlo, el sentirlo así, el tocarlo y estar tan cerca lo hizo querer profundizar aquel beso, empezó a explorar el interior de la boca de Hanamichi, estaba tan concentrado en hacer esto que no se dio cuenta de que había soltado a Hanamichi de las manos y ahora estaba acariciando su cabello, mientras las manos del pelirrojo las sentía tocándolo por todas partes, cada movimiento de aquellas manos lo hacia estremecer, las manos de Rukawa no perdieron el tiempo en encontrar el cinturón del pelirrojo soltándolo con una rapidez que no creyó posible mientras se dedicaba a descubrir en su interior aquel miembro erecto que se sentía tan suave al tacto, acariciándolo suavemente, Hanamichi se fue levantando del piso hasta quedar sentado con Rukawa sentado sobre sus piernas, los pantalones de Sakuragi ya estaban hasta sus rodillas y sin saber como también el pecho de Rukawa estaba al descubierto, la mano de Hanamichi comenzó a acariciar su pene por encima del pantalón haciéndolo gemir

-mmm Hanamichi-

Con eso el do’aho comenzó a desatarle el cinturón y el pantalón y con aquellos fuertes brazos lo levanto para ponerlo de espaldas sobre la alfombra de la sala, le quito la camisa y sus besos lo hacían perder la razón, pero quería tocarlo por completo, le quito la camisa al pelirrojo mientras sentía aquellos labios recorrerlo por completo, los gemidos de Hanamichi lo hacían sentirse aun mas excitado si eso era posible, sus pantalones desaparecieron al igual que sus camisas, Rukawa aprovecho esto y quedo de nuevo encima del pelirrojo, sus pieles desnudas se rozaban y sus besos y caricias demostraban algo que de ninguna otra manera hubieran podido expresar, Rukawa ya estaba excitado al máximo y de uno de los estantes de su cómoda saco un botecito cuyo contenido unto sobre su miembro y sus dedos

-Kaede-

Oyó la voz del pelirrojo murmurar llena de ansias, por Dios que aquello eliminaba todas las imágenes de las películas porno que había visto

-espera-

Contesto el chico mientras comenzaba a prepararlo, sus largos dedos tocaron la suave y rosa cavidad tan intima del cuerpo del pelirrojo quien dio un respingo, por lo menos Rukawa había comprobado que este pelirrojo era un pelirrojo natural

-mas vale que lo hagas bien-

Le dijo aquel chico lo que hizo que Rukawa se sintiera muy entusiasmado y trato de esmerarse en lo que estaba haciendo primero introdujo un dedo mientras esperaba que Sakuragi se acostumbrara lo beso el pene erecto, su suavidad se sentía tan bien además de que los gemidos que oía salir de la garganta del pelirrojo lo hacia sentirse tan bien, así introdujo el siguiente dedo, tratando de dilatarlo para que todo fuera mas sencillo para su pelirrojo, después de unos momentos estuvo listo

-prepárate-

Le susurro lanzándole una candente mirada, observo como el pelirrojo asentía y lo levanto de las caderas para poner su pene en aquella dulce entrada, lo empezó a introducir despacio mientras con una de sus manos acariciaba el pene de Hanamichi el cual goteaba levemente, finalmente logro introducirlo por completo, aquella sensación de estar dentro suyo era demasiado poderosa como para que cualquier otra cosa pareciera nada en comparación a lo que sentía en aquellos momentos, espero hasta que Hanamichi con su respiración le indico que se había acostumbrado, entonces lo levanto de nuevo por las caderas y lo introdujo de nuevo, para la próxima embestida Hanamichi ayudo a mover sus caderas, poco a poco sus movimientos se hicieron mas rápidos y Rukawa al mismo tiempo estimulaba al pelirrojo moviendo rápidamente su mano de arriba a bajo en el pene del pelirrojo, sus movimientos eran cada vez mas y mas rápido hasta que finalmente alcanzaron el orgasmo en el que al mismo tiempo ambos gritaron

-te amo Kaede-

-te amo Hanamichi!-

Enviando aquel bello sentimiento al universo pronto estaban uno sobre el otro recuperando el aliento y así quedaron dormidos.

 

A la mañana siguiente Rukawa sentía haber estado en un muy lindo sueño, incluso entre sueños había creído sentir los labios de su pelirrojo sobre los suyos, de pronto una sonora carcajada lo despertó de sus ensoñaciones, miro desconcertado sus alrededores hasta toparse con un muy desnudo Hanamichi que estaba delante suyo, sorprendido abrió mucho los ojos y cuando vio el DVD que tenia en las manos no pudo evitar sonrojarse, y mas aun después del comentario que le hizo

-con que “pelirrojos ardientes 4” eh? ¿por eso no querías que lo viera, quiere decir que ya viste el 1, 2 y 3?-

Le pregunto sonriendo, Rukawa lo jalo del brazo

-Ya te tengo aquí ¿no? Ya no tengo que verlo, puedo hacerlo-

Le dijo con una picara sonrisa mientras lo acercaba aun mas a él y besaba en la boca disfrutando de tener la libertad de estar así, tan cerca de él y poder acariciar aquellos cabellos rojos tan impresionantes, lo recostó en la alfombra mientras el pelirrojo lo miraba directamente a los ojos con aquellos ojos color chocolate tan bellos, sus cabellos brillaban con el sol que entraba por la ventana, Kaede sentía estar flotando en uno de sus mas íntimos sueños húmedos, tener al pelirrojo allí desnudo y a su merced

-Hanamichi-

Susurro mientras el pelirrojo sonreía

-te me quedas viendo mucho-

Comento el muchacho

-muajajaja es que estas obsesionado con los pelirrojos ¿verdad?-

Se carcajeo, Rukawa acaricio su rostro con una mano y lo volteo para que lo viera directamente a los ojos

-no con cualquier pelirrojo, solo contigo-

La risa murió en los labios del moreno chico quien se sonrojo completamente mientras Rukawa lo besaba de nuevo en los labios, cuando se separaron el pelirrojo no pudo evitar decir en un susurro

-te amo-

Lo dijo como si fuera parte del aire que respiraba lo que hizo sonreír a Rukawa lo que hizo que el pelirrojo se lo quedara viendo sorprendido de aquel gesto y sonrojado le respondía la sonrisa, lo que hizo gruñir al chico de cabellos negros y besarlo apasionadamente en la boca, mordiendo y succionando cada parte de aquellos carnosos labios que se le ofrecían libremente y le regresaban el beso con una rendición tan completa que tenia a Rukawa totalmente excitado y se dispuso a hacerle todas aquellas cosas que siempre había querido hacerle acariciarlo y besarlo y saborearlo por todas partes, disfrutar de las caricias que le proporcionaba el pelirrojo mientras le susurraba cosas dulces al oído, hasta hacerlo suyo, hasta hacerse uno solo, hasta unir sus cuerpos, hasta ya no poder mas y explotar en sensaciones y sentimientos que rayaban en lo glorioso, perdiéndose en el infinito y siendo parte de un solo mundo.

 

Finalmente era la hora de la practica de ese día sábado, algunos miembros del equipo y del gundam aun seguían con los dolores que habían obtenido de los cabezazos que les dio Hanamichi el día anterior como consecuencia de haberlo llamado muy inocente

-no debimos de haber dicho eso-

Se quejaba Okus mientras se sobaba

-ya nada podemos hacer-

Agrego Noma

-no debemos mencionar lo que paso-

Dijo a su vez Takemiya

-pero ¿Quién iba a decir que no se había masturbado?-

Murmuro Mitsui aun sin creerlo

-y sin ver una película porno, ¡por kami!-

Añadió Riota

-debimos de ser mas considerados con él-

Comento Kogure

-si, cuando aparezca no hay que decirle nada de ayer y solo ser amables con el-

Aconsejo Yohei asintiendo con la cabeza, entonces a la puerta del gimnasio apareció el mencionado pelirrojo, y de alguna manera algo se veía diferente en el, como si hubiera madurado un poco, pero eso no era todo, lo mas impresionante es que estaba justo al lado de Rukawa, ambos chicos se veían muy juntos y si los mirabas bien podías ver la mano de Hanamichi entrelazada con la de Rukawa mientras los rostros de ambos chicos mostraban cierto sonrojo

-wo! Wo! Wo! No, no puede ser cierto lo que estoy viendo-

Dijo Takamiya dando pasos hacia atrás mientras se limpiaba los ojos con una mano

-¿Hanamichi y el zorro?-

Pregunto en voz alta Noma

-no puede ser!!!-

Agrego Okus

-hola chicos-

Saludo Hanamichi sonriéndoles mientras entraba en el gimnasio jalando la mano de Rukawa quien sin decir nada lo siguió

-¡¿Qué paso?!-

Fue lo único que dijo Mitsui cuando al fin pudo hablar

-mas bien ¿como paso?-

Pregunto Riota

-je je je, es una historia interesante de verdad-

Empezó contando Hanamichi

-Resulta que ayer fui a rentar una película porno y . . .-

-¡¿QUE?!!!-

Gritaron todos al unísono, Rukawa se sentía avergonzado y nervioso a la vez pero aun así se veía tan serio que nadie tenia idea de que pasaba por su mente

-¿Cuál rentaste?-

Pregunto Okus, a todos les salio una gota detrás de la cabeza, Hanamichi frunció levemente el ceño

-eso no es lo importante, como les decía me tope con Rukawa en el cuarto donde tienen las películas porno y . . .-

Después de haber dicho eso todos en shock gritaron

-¡¿Qué?!!!-

-¿RUKAWA EN UN SALON DE PELIS PORNO?-

-NO TE CREO-

A Hanamichi le comenzaba a latir de coraje la vena en la frente

-CON UN DEMONIO ¿ME VAN A DEJAR HABLAR?-

A lo que todos se quedaron en silencio y el pelirrojo pudo continuar

-es que ¿por que tenias que contar esa parte de la historia Do’aho?-

-¡¿a quien le llamas torpe zorro?!-

-a ti, sabias como iban a reaccionar y aun así . . .-

-Mira zorro yo solo quería que supieran sobre nosotros y pues entonces. . . .-

Kogure carraspeo un poco llamando la atención de Hanamichi quien volteo a verlo y recordó que les estaba contando la historia así es que continuo

-Ah si! Bueno pues simplemente fuimos a casa de Rukawa y . . .-

Hanamichi se puso mas rojo que su pelo

-¿y que? ¿Qué paso?-

Preguntaron los del Gundam emocionados e intrigados

-bueno, lo importante es decir que nosotros somos pareja ahora-

-¡¡¿QUEEEE?!!!!-

Fue el grito general

-¿que creían que pasaba si estamos tomados de la mano?-

Pregunto Rukawa levantando una ceja

-pues probablemente que Hanamichi perdió una apuesta-

Comento Noma

-es cierto! Yo también pensé eso-

Dijo Okus

-si, debieron de haber apostado en un uno a uno y Hana perdió-

Añadio Takamira

-ja ja ja ja ja ja eso suena lógico-

Se carcajeo Mitsui

-si, ja ja ja ja eso suena como a algo que Hanamichi haría-

Acotó Riota, el pelirrojo estaba completamente rojo y en su frente latía la vena fuertemente

-DEJENSE DE ESO!!!! EL ZORRO Y YO ESTAMOS SALIENDO!!!-

-¡¡¡¡¿QUEEEEE?!!!!!!-

Gritaron los presentes, el pelirrojo los miro seriamente a los ojos

-Sip, lo que oyeron-

Murmuro y parecía como si humo le saliera de las orejas, Rukawa estaba algo sonrojado pero hizo un leve asentimiento con la cabeza

-solo quería que lo supieran-

Comento mientras todos trataban de contener la sorpresa lo cual no lograron exitosamente ya que al instante estallidos de gritos, desmayos, abrazos, expresiones de desconcierto rodearon a Hanamchi y Rukawa quienes simplemente trataron de recibir todo tranquilamente, por lo menos el zorro lo logró ya que el pelirrojo no sabia si sonrojarse, reírse nerviosamente, preocuparse por los desmayados o tratar de permanecer serio, lo cual hacia sonreír al chico de lacios cabellos, finalmente las cosas lograron volver a la normalidad para poder tener una practica mas o menos razonable cuando terminaron se despidieron

-adiós chicos-

-woooo Hana ya no ira solo a casa-

Grito Okus con una sonrisita

-creo que ya no ira solo a ningún lado muajajajaja-

-disfruta tus momentos de romance-

Le gritaron los demás

-todavía no me lo puedo creer-

Murmuraba Mitsui incrédulo mientras Kogure le daba palmaditas en la espalda

-ya chicos!-

Dijo el pelirrojo sonrojado y agarrando a Rukawa de la mano lo alejo de allí sonriendo

-bueno, eso salio bien-

Comento cuando ya estaban lejos

-eso creo-

Susurro Rukawa, ambos chicos se miraron

-bueno y ahora . . .-

Empezó diciendo el pelirrojo

-vamos a mi casa-

Concluyo por él el numero 11 de Shohoku

-¿a tu casa?-

Repitió sonrojado Hanamichi

-sip, ya viste un video, ahora te falta hacer uno-

-¡¿NANI?!!! ¿RUKAWA HENTAI!!!!!-

 

 

FIN

 

Notas finales:

NDA. Espero que les haya gustado este fic, ya hace tiempo que lo estaba planeando pero he estado demasiado ocupada como para poder terminarlo a mi gusto, díganme si les gusto ok?


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