-Di mi nombre.-
-K..Kirito.-
La respiración de ambos iba en aumento, gemidos entrecortados se escuchan.
-Gime para mi, gime fuerte mi nombre.-
-Kirito, ¡Kirito!..-
La voz entrecortadas de ambos, el clímax muy cerca, ambos cuerpos subiendo y bajando a una misma velocidad, el sudor corriendo lentamente por ambas pieles, el calor de los dos aumentando.
-Ya.. no puedo más, Kirito.- suplicas, una voz deliciosa, carita hermosa
-Sigue gimiendo, suplica, gime.-
-Ah, ah, Kirito, por favor, Kirito, Kirito, por favor.-
Obediencia.
Ambos llegan al clímax con un grito unísono, con cuidado sales de su cálido interior, lo abrazas fuertemente, besando su cuerpo, lamiendo sus labios.
-¿Me amas?.-
-Kirito.-
Sigues besando, acariciando nuevamente, ambos están agotados por el orgasmo acabado, pero su cuerpo es perfecto, la inocencia de sus ojos es casi creíble, su cara es lo más erótico que hayas visto.
-¿Me amas, Kyo?.-
Repites la pregunta, mordiendo su piel, una mezcla de sudor y aun así, sabe dulce.
-Si.-
Responde entrecortadamente, y suaves gemidos vuelven a salir de sus labios, aquellos que vuelves a atrapar en un beso agresivo, mordiendo su labio inferior, mezclando la sangre y la pasión en un solo momento.
Liberas su boca, mirándolo ahí rendido a tus pies, suplicante, sumiso, te sientes bien.
-¿Te gusta?.-
Bajas tu mano hasta sus muslos, sonríes.
-Si, me gusta.-
-¿En serio?.-
Sigues acariciando, más rápido, con la punta de tus dedos.
-Si, me gusta, me gusta, Kirito.-
-Gime mi nombre, suplícame, dime que tanto te gusta.-
-Ah Kirito, me gusta mucho, ah, ah, Kirito, no te detengas, por favor, me gusta mucho.-
Sonríes complacido.
-¿Quieres que siga?.-
-Si, sigue, sigue.-
Esta desesperado, pero eres conciente de que su cuerpo no resistirá un segundo encuentro en este momento, te detienes, y lo escuchas gimotear, protestando.
-Shhhh, silencio.-
Quitas el cabello de su frente, y depositas un beso suave en ella.
-No.. sigue, por favor, Kirito.-
-No, ya es suficiente.-
Él continua haciendo pucheros y toma tu mano, incitándote a que continúes lo que hacías.
-Ah, Ah.-
Gime para ti, nuevamente. Suplicante.
-No, ahora nos detendremos.-
Alejas tu mano de él, y te alejas.
-¡No te vayas, Kirito!.-
Lloriquea, te enterneces y regresas a él, besándolo tiernamente, con amor.
-¿Me amas, de verdad?.-
-Si, te amo, te amo.-
Sonríes y vuelves a acariciar su cara, le miras con dulzura y amor.
-También te amo.-
Susurras en su oído, y depositas un beso casto y dulce, lames la piel también.
-Kirito.-
Gime nuevamente, feliz.
-Duerme conmigo, Kirito.-
Te mira con ojos suplicantes, te extiende su mano como un niño.
-No puedo.-
Te comienzas a cambiar, alisas tu cabello y caminas a la puerta, lo miras antes de salir, el esta en la cama, sin verte.
Cierras la puerta, ambos saben que es mejor así, que lo que hacen esta mal, que es incorrecto y deben dejarlo. Pero ninguno desea dejarlo, ambos son felices aunque sea de esta manera.
~ Kyo P.O.V ~
Nuevamente se ha ido y me quedo aquí, como un niño sollozante y solo. Se que no estoy solo, pero cuando él no esta no importa quien me acompañe es como si no hubiese nadie a mi lado.
Aun así, se que es de esta forma como debe ser. Yo no le pertenezco, y él tampoco me pertenece. Y así es como debe ser.
El teléfono suena, no tengo deseos de saber de nadie que no sea él, y Kirito jamás llama a casa, solo al móvil.
-Kyo contesta, se que estas ahí.-
No, no estoy aquí.
-Sino contestas iré a buscarte a tu casa, ¡contesta el teléfono!.-
Esta bien, no quiero que vengas a mi departamento.
-Perdona Die, estaba dormido.-
No necesito fingir, realmente estoy cansado y deseoso de dormir.
-Ah, perdona amor, como aun son las 10:00 creí que estarías con energías.-
Estaba con energías... pero me las he agotado, inventar una buena mentira para Die, luego ir a dormir.
-Lo sé, es sólo que ya sabes como me gusta dormir.-
-Si perdona, creo que te llamare luego.-
Esta triste, mierda.
-¿Salimos a comer mañana?.-
-¡Esta bien! Descansa amor.-
Ambos colgamos.
Salir con Die, estar con Die, amar a Die... eso es algo que ya no puedo hacer.
¿Qué me ata a Die?... la culpabilidad
¿Qué me ata a Kirito?... mi caprichoso corazón.
Me daré un baño, pero las caricias que Kirito dejo en mi cuerpo no van a caerse, así como tampoco logro deshacerme de la culpa por estar con Die.
Mi móvil suena, esa canción es la que uso para él, rápidamente cojo el móvil.
-Estoy cansado, quiero dormir, todo me agobia.-
Lo escucho reírse desde el otro lado, se esta burlando de mi.
-Todo, todo agobia a Kyo-san.-
-¿Qué pasa, Kirito-chan?.-
-Nada, solo quiero que seas fuerte Kyo-san.-
-¿Por qué lo dices?.-
-¿Podrías vivir sin mí, Kyo-san?.-
-No.-
-¿Podrías vivir sin Die, Kyo-san?.-
-Tampoco.-
-Entonces, se fuerte para nosotros dos, Kyo-san, por cierto dulces sueños.-
Escucho la llamada cortarse, y sonrío.
Ser fuerte, seguir la farsa... si alguien sale ganando en todo esto, sigo siendo yo. Quizás Die no tenga mi corazón ni mi amor, pero tampoco me deja entregarlos...
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