Eyes
Por: Lee Lawliet Takarai
Capítulo 1:
"¿Quién dice que el amor entra por los ojos? Yo no estoy de acuerdo con esa filosofía, creo que es una vil mentira para aumentar el ego humano".
Un joven de aproximadamente 24 años se encontraba sentado frente a un gran piano que era verdaderamente una reliquia, había pertenecido al rey Luis XIV y ahora gracias a una subasta estaba en manos de su familia.
Sus manos estaban en la teclas pero éstas no hacían ningún movimiento. Era coo si estuviera esperando el momento adecuado para interpretar una melancólica melodía.
"Cuando tenía 19 años, tuve un fatal accidente en mi motocicleta que me costó la vista, desde ese trágico día me quede ciego. Muchas personas creen aún, después de las investigaciones que fue una imprudencia mía ya que me gustan los deportes extremos y la velocidad. Pero no fue así, aprecio mi vida más de lo que se imaginan".
Afuera el clima era ideal para interpretar una melodía romántica o alguna balada que fuera inspirada desde lo más profundo de su corazón.
El viento molestaba a los árboles que se encontraban fuera de su pequeño palacio haciendo que de éstos brotaran unos extraños sonidos que le daban un aire un poco tétrico.
"Con los avances de la ciencia y tecnología existe una posibilidad de que yo vuelva a ver la luz del sol, el brillo emanante de la luna, la naturaleza en todo su esplendor, pero dicha posibilidad es también muy remota.
Yo no quería hacerla pues mi temor a que todo fracasara era aún más fuerte que mi deseo de volver a ver, pero ahora que te tengo a mi lado mi manera de sentir y de pensar ha cambiado. Deseo volver a ver, porque quiero verte a ti, solo a ti".
El joven comienza a tocar una deliciosa melodía que es escuchada por otro joven que lo ha acompañado todas las tardes por más de tres años. Siempre se sient en uno de los sillones que se encuentran en la habitación y disfruta de las canciones que interpreta su amigo.
"Al año de quedarme ciego, decidí tomar clases de piano. Al principio fue algo difícil, pues los profesores que contrataba para que vinieran a palacio se marchaban a la semana por que según ellos era demasiado complicado enseñarle a alguien ciego".
No había nadie en el palacio a excepción de ellos dos, y los guardias que estaban fuera de palacio; el príncipe ciego había dado orden que en cuanto llegara su joven maestro todos tenían que abandonar el palacio.
Los dos compartían un enorme gusto por ese bello instrumento, ambos entregaban su alma en cada melodía que interpretaban, la mayoría autoría de ellos mismos. Ese era el modo en que dejaban salir sus verdaderos sentimientos.
"Cuando estaba a punto de votar por la ventana la idea loca de tocar el piano, apareciste tú, dispuesto a aceptar el reto a enseñarme, diciendo que no te irías de aquí hasta no verme tocar como un gran experto. Desde ese momento me encantó tu determinación a todo, además la voz con la que lo dijiste me sedujo y acepté tajantemente".
El chico seguía tocando las notas de aquella canción que había compuesto especialmente para su joven maestro. Quería ponerle letra pero después de meditarlo durante varias noches acostado en su cama optó por dejarla así, en sí la canción expresaba más que las mismas palabras.
"Desde aquél hermoso día en mi vida, me has estado haciendo compañía, no te has ido por que, según tú, aún tengo mucho que dar.
Todas las tardes apereces por esa puerta que es la de la sala de piano con tu maravillosa presencia que inmediatamente envuelve todo el lugar, esa presencia que desde hace mucho me encanta y me envuelve en una seguridad que ni yo mismo puedo describir.
Lástima que tan solo es una hora todos los días, eso ya no me basta... ahora deseo que estés a mi lado todos los días a todas horas, desde el principio hasta el final, como dicen muchos, por toda la eternidad".
El joven que se dedicaba a tan solo escuchar se levantó y caminó lentamente hacia la ventana para mirar hacia el horizonte en donde se podía ver a lo lejos un bosque.
- Es hora de que me vaya, su majestad - dijo sin apartar la vista de la ventana
- Te he dicho muchas veces que tan solo me llames Gackt -
- Pero eres el príncipe de este reino, sería una insolencia que lo haga - dijo el joven traviesamente.
- Hyde, no digas tonterías por favor -
- Sabes que hay una sola manera para que te llame así -
- De acuerdo, si así lo quieres - dijo el príncipe Gackt - Entonces como príncipe de este reino te ordeno que me llames solo Gackt
- Como digas -
Hyde tan solo lo miró con ternura y caminó hasta su lado; Gackt se dió la vuelta y su cabeza quedó a la altura del estómago de su maestro.
- No quiero te vayas Hyde, mañana es la operación - dijo Gackt
- Todo va a salir bien -
- Quiero que estés conmigo, por favor - pidió Gackt abrazando a Hyde
- Ya te lo había prometido -
- Entonces, esta noche no te vayas -
"Hyde se quedó conmigo como me lo había prometido, no me abandonó, durmió en la habitación contínua a la mía pues no me vi con el valor para pedirle que se quedara en mi cama, junto a mí. pero se que estuvo ahí en mis pensamientos.
El amanecer llegó y la operación no se hizo esperar; Hyde siempre tomó mi mano y con eso yo sentía que todo podía salir bien"
- Es hora de quitar las vendas, su alteza - dijo el doctor entrando a la habitación del joven príncipe
- De acuerdo - respondió éste algo nervioso
"Siento como lentamente el doctor de palacio, retira con sumo cuidado las vendas que cubren mis ojos.
Una vez que termina, le pido a Hyde que tome mi mano ya que si todo sale bien lo primero que quiero ver es su rostro, especialmente sus ojos y labios".
- ¿Estás listo, Gackt? - pregunta Hyde
- Si, pero no sueltes mi mano por favor -
"Con lentitud abro mis oos y al principio la luz me molesta y solo veo nubes blancas, después de unos momentos logro apreciar el rostro de la persona de la cual vivo enamorado desde aquél día que llegó a mi vida para darle un giro radical de 360°.
Hyde me mira de manera extraña esperando que diga algo, por lo que veo está esperando a que le de buenas noticias".
- Hyde, sabes muy bien que me enamoré de ti con el corazón, no por los ojos y aún cuanto no te pueda ver siempre voy a quererte -
- Gackt...- dijo Hyde un poco desconsolado
- Me has enamorado con tu voz, que es tan dulce como las notas el piano, con tu presencia que me llena por completo y que me hace sentir muy bien, libre y protegido. -
- ... - Hyde bajó la mirada pues estaba triste por Gackt lo quería y todo había salido mal. Al menos eso pensaba.
- Y ahora que te veo, tan solo puedo confirmar que realmente pareces un ángel y quiero que estés conmigo siempre, por que te amo -
"Ese día fue el día en el que Hyde me besó por primera vez, para corresponder mi amor. Y desde ese día hasta ahora él ha estado a mi lado como me lo ha prometido. Gracias a él he salido adelante y sé que no estoy solo nunca.
En mi reino todos lo han aceptado, cosa que para ser sinceros no me esperaba, quizás no podamos tener herederos para el reino, pero tengo su amor que es lo único que me importa, por en realidad yo amo a Hyde.
Ahora espero que entiendas que el verdadero amor no entra por los ojos, sino por el corazón"
OWARI
Terminada el sábado 08 de Diciembre de 2007 a las 23:23 hrs Escuchando "Vivid Colors" de L'Arc~en~ciel