Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Claridad. por NinaFrost

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este oneshot lo escribi hace un tiempo (una inspiradora madrugada) y lo adapte para poder compartirlo en este espacio, espero les guste.

Notas del capitulo: Disclaimer: Harry Potter, ni ninguno de sus personajes me pertenecen, solo los he tomado prestados para divertirme un rato con ellos, mas no garantizo regresarlos enteros, cuerdos o vivos :P

¿Cómo llegué a este punto? Aun me lo pregunto. Sin embargo, heme aquí, encogido en un sillón observándote, dentro esta situación que en este momento me parece irónicamente irreal, observándote dormir boca abajo, con tu brazo colgando por el borde de la cama rozando casi la alfombra con tus dedos. A pesar de estar casi en penumbras, puedo apreciar la curvatura de tu espalda y tu ahora revuelto pelo, el cual siempre has llevado engominado hasta la última punta.

 

 

Ahora que lo pienso, he perdido la cuenta de todas las veces que juntos nos imaginábamos al amor de nuestras vidas y la vida, como impredecible que es, ha decidido revelarme que por años lo tuve en mis narices.

 

 

Me giro a ver el reloj, que ya marca las tres menos diez, estiro la mi mano temblorosa hacia tu mesita de lectura para tomar la copa que había dejado hacia unas horas y beber el último sorbo de esta.

 

 

Te remueves en la cama, dejándome ver tu rostro en las penumbras, que aunque se esconde entre las sombras, yo lo conozco a detalle, desde la imperceptible cicatriz que te hiciste cuando niño en la barbilla cuando caíste de tu primera escoba, hasta ese atrevido mechón de canas tempranas que heredaste de tu madre y que tiñes con pavor cada vez que se asoma un milímetro de raíz y no puedo evitar sonreír ante ese gesto tan tuyo que haces con tu boca cuando estás demasiado cómodo.

 

 

Aun recuerdo el día que te conocí, quince años atrás en aquella tienda de túnicas, con ese look estirado que tan bien sentaba a tu aun infantil y redondo rostro y que aun sigue sentándote de maravilla y ahora tantos años después te conozco tanto como tu mismo, desde tu gusto por la ropa de marca, hasta tu secreta adicción por las historietas muggles que a tu edad resulta vergonzosa, pasando por tu miedo a la soledad y la manera compulsiva en la que giras tu varita en el bolsillo de tu túnica cuando estas nervioso.

 

 

Hasta el día de hoy, nunca entendí como o porqué, después de la guerra, nuestra amistad se volvió tan sólida y maravillosa, tan rica, tan llena de dichas y desgracias, tampoco lo cuestione jamás. Es gracioso como nunca pude apreciar que ante mis ojos, siempre tuve al amor de mi vida, que todas las veces que te dije te amo, te las dije con tanto corazón y que quizás mi preocupación por la cantidad de personas con las que te has acostado han sido simples celos solamente.

 

 

Me pongo de pie y tomo del costado de la cama la media botella de vino que has dejado sobre la alfombra antes de subir a la cama y besar mi cuello y me sirvo un poco mas con la intención de regresar a ese estado de ebriedad que nos llevó a terminar así. Amándonos hasta tal punto que la venda de mis ojos cayera y en este momento no se si quiero ver.

 

 

Esta noche podría culpar a todo, al alcohol por incitarme a actuar por instinto cuando me abrazaste y permití que posaras tus labios sobre los míos, a las hormonas que me incitaron a enredar mis piernas a tus caderas sentí cuando tu cuerpo desnudo sobre el mío, incluso a Dios que decidió mandar un rayo de luz a mi oscura conciencia, permitiéndome ver con claridad al hombre que por años tuve enfrente. Pero lo que mas miedo me da es admitir que la culpa es mía, por no permitirme ver hasta ahora.

 

 

Me pongo de pie, me seco las mejillas, sorprendido de no haberme dado cuenta en qué momento comencé a llorar y me apresuro a recoger la ropa regada por la habitación poniéndomela descuidadamente. Me sobresalto mientras abrocho mis pantalones, pues mi teléfono móvil, que tanto odias, ha comenzado a sonar y te echo un vistazo a la cama, para verificar que sigues dormido acompañado de un suspiro cansado cuando veo quien me llama en estos momentos y decido responder con tristeza y resignación.

 

 

- Hola Herm... si ya voy a casa... ¿Draco? Si, se siente mejor, solo estaba algo deprimido, nada que unos tragos y una buena charla no se arregle... no, acaba de dormirse, solo apagaré las luces y voy para allá... ¿los niños están bien?.... excelente, te veo en unos minutos... si... yo también te amo, Ciao.

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).