EL PAYASITO.
El pequeño be cabellos verdes limón, largos y alborotados venia comodamente sentado entre sus adinerados padres en una preciosa limusina blanca. Tenia lo que cualquier niño de su edad pudiese desear, Incluso, en esos instantes venía jugando con el último gameboy de moda, nada y nadie le importaba más que esos y seguir consiguiendo la mejor puntuación del juego. Despues de todo creía que tenía todo lo qeu deseaba en la vida y así sería hasta su futuro, pues nada importaba más que el dinero y ser rico... Cabe decir que era tan parecido en caracter a la Snob de su madre, puesto que despreciaban y criticaban al pobre, aunqeu su madre con más índole y él con ignorancia, puesto que nunca sabes con que te toparas... pero por lo mientras cada vez que alguien humilde se acercara a su coche ao a ellos personalmente, entre su madre y él fruncián la nariz del asco.
Iban por una de las calles principales y donde trabajaban en la calle muchas familias pobres, ya fuera vendiendo, queriendo limpiar los vidríos o pidiendo algo de dinero.
-No hagan eso -dijo el padre del niño rico cuando vio que su esposa y su hijo corrieron de mala gana a una mujer que se les acercó a vender algo.
-Son gente que no valen la pena -dijo su esposa.
-Te aseguro, que tarde o temprano habrá alguien que si no es a tí, a Shion le conmovera el corazón.
-Ja -dijo su hijo irónicamente con algo de incredulidad. Cuando de pronto, alguien de nuevo toco en una ventanilla y el padre la abrió.
-Sr, no le pido que a mi me dé una moneda, pero si se la pido para mi hermanito que se muere de hambre -Shion (Que así se llamaba el niño rico) giró la cabeza y estuvo a punto de decirle que se fueran, que si su hermanito o ella tenían hambre que era su propia culpa y no de ellos, pero algo lo detubo... Se fijó en aquel chiquillo que la muchacha cargaba. Éste estaba vestido de payasito con un traje de color azul y ya estaba algo sucio, quizas por que el pequeño estubo jugando. Su carita aún estaba un poco maquillada, porque al llorar por el hambre se le había cortado la pintura, rebelando así un poco el tono de su piel. Sus cabellos eran conbrizos y sus ojitos verdes, los cuales combiunaban perfecto con el tono morenito de su piel.
Era cierto lo que le había dicho su padre. Shion, por fin estaba conmivido por aquel payasito que no tendría más de 3 años de edad, osease que dos menos que él . Abrio la caja de Kentuchy que tenía a un lado y saco de ella una patita, muslo, un bisquet, una ensalada, uno de lso pures un tenedor, una servilleta donde envolvio el pollo y unos sobrecitos de mermelada y al calientitos se los entregó a la chica.
-Toma, para que coma tu hermanito -ante eso, el pequeño payasito sonrió, una sonrisa que le gustó a Shion porque iluminaron los ojos verdes de aquel chiquillo.
Ahora los años han corrido 15 para ser exactos desde que Shion vio a aquel payasito y ahora tiene 19 los cuales para él no pasaron en vano, puesto que desde que lo conoció se dedico a buscarlo, primeramente fue curiosidad pues no podía creer que un niño tan bonito fuera consevido por una familia pobre y se entero qeu se llamaba Dohko. Luego fue amistad y al correr de los años y sin saber porque no podía dejar de verlo y tampoco se quejaba d ello si no que le encantana, al fin comprendió qeu era amor lo que finalmente sentiría por él.
Por que... No te llevarías a tu "Simplemente amigo" a la cama y le dirías a cada ratoq eu lo amas mientras recorres su cuerpo desnudo como él hacia en esos momentos.
Por su parte aquel pequeño payasito que conoció, se había convertido a sus 17 años en un precioso moreno y lo miraba con pureza, una mirada que enloquecía a Shion y que hacían que lo viera con ternura.
-Lo siento -dijo el moreno de repente, quien en esos momentos tenía la cabez recargada en el pecho de color mármol de Shion.
-¿Por qué? -preguntó Shion.
-Por mi culpa has perdido todo -respondió a media voz -. Si tu madre no me hunbiera descubierto aquella vez .
Shion se sentó en la cama desvencijada en la que ahora estabamos ahora y observo los sucios cristales y paredes descarapeladas de lo aque ahora era su humilde vivienda.
-Al contrario -le dijo -. Mi madre hizo bien en desheradarme aquel día que me descubrió besándote yq eu tú estabas a mi lado. Por que lejos de que fuera un castigo, yo lo tomé como un regalo, Puesto que desde cuando te conocí aquella vez primeramente incoscientemente todo lo que ambicionaba eras tú hasta que ese deseo me despertó en la inconsciencia ya cuando habíamos crecido y cuando por fin logrè conquistarte ya no esee nada màs, puestoq eu ya te tenía y aún te tengo conmigo.... Aparte de la falta de dinero nome quejó, puesto con loq eu tú ganas con entretener a la gente, yo en el mercado en el puesto y en cargar y sobre todo con la pequeña ayuda que nos da mi padre, tenemos lo suficiente para vivir.
Dohko lo observó con sus preciosas gemas verdes.
-Así que no hay de que preocuparse, puesto que mientras tú estés a mi lado nada me falta y ambos seremos felices ¿De acuerdo? -Dohko asintío y Shion dirigió su mano hacia el apagador del unico foco que tenía el cuarto donde vivian y lo apretó.
La luz se consumió y sumió el cuarto en la oscuridad de la noche y sólo se escuchó a Shion decir:
-Buenas noches mi hermoso y pequeño payasito.
FIN