Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Diarios indiscretos por LadyHenry

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Reeditado

Notas del capitulo: Espero que esta vez los párrafos queden con más separación, si notan algo mal en el formato avisen.




     En la esquina sentado, mientras aguardaba a que aquella lluvia despiadada e imprevista parase, notaba como el frío se iba filtrando en su piel llegando hasta sus huesos, maldecía la hora en la que se le había ocurrido salir a buscar el libro, debía haber esperado a que llegara su hermana pero le habían llamado de la librería para comunicarle que por fin había llegado, después de meses de espera por fin lo tendría en sus manos, le emocionaba  pensar que sólo le separaban un par de kilómetros de su anhelado libro.

Ahora ya lo tenía en sus manos, bueno estaba cuidadosamente envuelto en la bolsa y dentro de su mochila, no pensaba dejar que se mojara ni mucho menos, había llamado a su hermana para que lo recogiera cuando saliese, pero se retrasaría una hora por una de sus interminables reuniones. De pronto la tienda del local comercial en el que estaba  cerraba sus puertas, tuvo que incorporase y cambiar de esquina para no estorbar, se sentó en uno de los pequeños bancos que había, quedando frente a un gran espejo, entonces fue consciente de su aspecto: su pelo castaño y lacio lucía alborotado, la lluvia lo había mojado bastante, sus inmensos ojos azules estaban enrojecidos ,sus labios en cambio estaban pálidos y notaba una tirantez incómoda, pensó que de nuevo tendría que ponerse protector labial o le sangrarían, tenía una piel muy sensible y blanca,  los cambios bruscos de temperatura le afectaban mucho, se lamentaba de no haber llevado más abrigo que aquel descolorido suéter . Se consoló pensando que si hubiera esperado no podría comenzar a leer es misma noche, pero entonces una voz grave y penetrante lo sacó de su ensimismamiento.



-Vaya, vaya... ¿Cómo se te ocurre salir así con el tiempo que hace? ¿Sabes que podrías resfriarte Teo?



-O algo peor, podría encontrarme con algún perturbado, Wlad-respondió encarando a su interlocutor.

-Noto cierta hostilidad en tu tono-replicó éste sonriendo.



-Debes estar imaginando cosas...



-Y ¿qué asunto tan importante te ha obligado a salir del monasterio?-siguió Wlad interrogando ignorando la actitud del menor.



-Me pidieron que hiciera un exorcismo a un pintor expresionista-respondió con marcada ironía.

-Vamos Teo no limites mi obra a un solo estilo- le reprendió Wlad sin un ápice de enojo.

-Ohh perdone su ilustrísima, se me olvidaba que era usted todo un artista sin restricciones...

- Eso está mejor, ahora por qué no te llevo de vuelta al convento para que te cambies esa ropa y no pilles una pulmonía.



-Ahórrate las molestias, Ana vendrá en media hora.



-Eso es mucho tiempo, además creo que me debes una sesión de exorcismo.



- Mejor dejo que te condenes.



-Más te vale levantarte y seguirme si no quieres que te trate como el mocoso que eres-afirmó en un tono cortante que no admitía discusión.



- ¿Y eso que quiere decir?-preguntó Teo enojado.



  Wlad se aproximó a Teo e iba a levantarlo cuando el joven se puso en pie de un salto mirándolo de manera fulminante, a Wlad le resultaba sumamente divertido que un mocoso de diecisiete años que medía 1.75 se atreviera a tratarlo como si pudiera darle una paliza, después de todo  él era  mucho más alto y casi le doblaba la edad, motivos que le parecían sobrados para recibir un trato más respetuoso. Ambos se dirigieron al coche y marcharon hacia la casa de Teo.



-Vas a mojarme la tapicería-dijo Wlad rompiendo el incómodo silencio que se había formado.


-Ya te dije que mi hermana me recogería, pero tú tuviste que traerme como fuera, pues ahora te jodes.



- Esa lengua jovencito.



-¿Te refieres a ésta? -preguntó mientras se la enseñaba como si fuera un niño.

-No más bien me refiero a tu vocabulario-respondió Wlad sonriendo malévolamente.

- Es muy amplio lo sé-sonrió Teo satisfecho.



-Ya llegamos, qué trayecto tan corto-anunció Wlad intentando retomar la conversación.

- Mejor...



La madre de Teo esperaba parada en la puerta mientras saludaba, Wlad se bajó del coche y fue a su encuentro.



-¿Qué tal está?-preguntó Wlad cortésmente.



-Bien, pero no te quedes ahí, pasa-le respondió la madre de Teo señalando el interior de la casa.



En el salón había visita, las dos tías de Teo y tres de sus primas miraban con atención, Teo las saludó a todas y subió a cambiarse mientras Wlad era víctima de un exhaustivo escrutinio. La mayor de las primas tenía quince años y no le quitaba ojo de encima, comenzó a reparar en sus ojos grises y algo rasgados, su pelo negro azabache, su sonrisa que resultaba turbadora, "qué alto es... "pensaba la chica "que movimientos tan rápidos y sutiles hace", pues Wlad había tomado su taza de té sin que apenas se notara.

Teo bajó de nuevo mirándolo con fastidio, se preguntaba por qué motivo se lo fue a encontrar precisamente esa tarde, Wlad divisó entonces el libro que Teo llevaba en la mano y antes de que éste se diera cuenta se lo arrebató, en ese momento si las miradas matasen Wlad habría dejado de existir, así de simple, pero la ira contenida de Teo sólo causó una provocadora sonrisa en él.



- ¿Podrías devolverme mi libro Wlad?



- Sí- respondió mientras  seguía hojeando el libro...



-Wlad-llamó Teo en tono tajante.



-¿Sí?

-No acabas de decirme que ibas a darme el libro.



-No, dije que podría devolvértelo-replicó divertido, disfrutando del enfado del menor.

Teo se acercó a Wlad, sentándose al lado y mirándolo tan mal como pudo, entonces se elevó un poco para susurrarle al oído:



- Maldito oportunista devuélveme el libro YA.



- ¿Y si no lo hago qué?



Teo sonrío y tomó aire, sabía que perder la calma no iba a ayudar en nada, así que decidió tranquilizarse.



-Si no tendré que comportarme de forma poco adecuada.



- Mmm eso suena interesante adelante, estoy ansioso por ver esa falta de modales.

-Como gustes Wlad...

Teo sonrío y de forma pausada puso sus piernas sobre el regazo Wlad , poco a poco fue rodándose hasta estar medio sentado encima suyo, Wlad miraba curioso la escena sin percatarse de que las señoras allí presentes podían verlos de un momento a otro. Teo agarró su camisa y le dio un buen tirón haciendo que perdiera el equilibrio quedando a su altura y justo al borde del sofá, para no caerse tuvo que frenar con sus pies y agarrar fuertemente a Teo, que aprovechando que había quedado casi fuera del sofá y estaba ocupando sus manos en agarrarlo ,se lo puso aún más difícil al moverse para propinarle varias nalgadas mientras pronunciaba en tono reprobador, como una madre a su hijo: "malo, malo... ¡Eso no se hace!"



Ante esta situación un tanto extraña Wlad no pudo más que reírse, por lo que Teo acabó con él en el suelo, pero había conseguido quitarle su libro de las manos, así que enseguida se puso en pie y empezó  a correr por la casa mientras le hacía el gesto de la victoria a un risueño Wlad. Las tías que sólo vieron cuando Teo  echó a correr, se miraron unas a otras comentando lo infantil que se ponía su sobrino a veces.


 El repentino ataque de risa de Wlad fue interrumpido por dos factores: una llamada de teléfono de su representante y la llegada de Ana a la casa, atendió el teléfono resignadamente.

-¿Qué ocurre Yuki?


-Eso mismo me preguntaba yo en estos momentos, ¿por qué estoy hablando contigo por el móvil cuando debería tenerte en frente?-reprochó su enfadada representante.

 

-¿Hay algún problema?


-Sí, verás, es que represento a un pintor que está a punto de hacer una exposición y en lugar de estar en el museo supervisando NO SÉ DÓNDE DEMONIOS ESTÁ...


-Está bien, ya voy, pero antes tómate una tila o algo, pareces muy estresada...


-Bueno es que tengo varios motivos para estarlo entre ellos que sigo hablando por teléfono contigo, ¡mueve tu maldito trasero hasta aquí ahora mismo!


-Eso hago, descuida voy caminando hacia el coche-se disculpó Wlad restándole importancia al ataque de responsabilidad de Yuki.

 


Mientras tanto Ana lo observaba con una mirada de desconfianza y reproche, encontrarlo de repente en su casa había sido una sorpresa que no podría calificar de agradable. Era sobre protectora con su hermanito, eso no podía negarlo, así que ver de nuevo a Wlad le suponía un quebradero de cabeza.



-¿Desde  cuándo se camina sentado?-interrogó Ana con tono sarcástico.
-Vaya día más agradable, yo también me alegro de verte Ana-replicó Wlad haciendo frente a su tercera riña de la tarde.

 

-¿Trajiste a Teo?


-Por supuesto, no iba a dejar que se enfermara por esperarte-reprochó sonriente.
-Gracias, no sé cómo se le ocurrió salir con este tiempo-dijo Ana ignorando el reclamo.


-Yo lo estaba averiguando, pero utilizó un sucio truco para quitarme el objeto de su atención.


-Me pregunto de quién habrá aprendido esos modales...-contraatacó devolviéndole la jugada.


-Bueno entonces si es mi culpa tendré que subsanar mi error y reeducarlo-afirmó Wlad riendo con ganas.


-Para eso  primero deberías aprender modales tú ¿no crees?-siguió pichándolo descaradamente.


-Pero si soy de lo más caballeroso-afirmó Wlad poniendo su expresión más inocente.
-Ten cuidado, siempre que empiezan un jueguecito acaban metiéndose en líos-advirtió Ana adivinado las intenciones de Wlad.


-Pero es muy divertido-se defendió el pintor.


-Teo ya no es un crío, los líos podrían ser algo más serios esta vez-expuso Ana a modo de advertencia.


-Pues la verdad no he tenido oportunidad de ponerme al día con él, desde que me fui se ha vuelto muy distante, por eso tengo que recurrir a cosas como esta para retomar el contacto-respondió Wlad con expresión seria.


-Sabes que lo pasó muy mal cuando te marchaste, y después de cinco años no pretenderás que todo sea como antes, además ya no es un niño al que sacas al parque un rato para ligarte a alguna desustanciada.


-¡Ohh dios! Ese no era mi objetivo, simplemente era como un hermano pequeño, lo pasaba bien cuidándole, ser su niñera fue divertido.


-No te preocupes ahora ya se puede cuidar solito-objetó Ana.
-No me gustó nada como quedaron las cosas cuando me marché, preferiría que entendiera que no fue un abandono, que simplemente pudiera considerarme un amigo con el que contar.


-Dale tiempo, y no lo metas en líos.


-Si lo dejo me seguirá ignorando, llegué hace dos meses y ni me había saludado, y si tan bien sabe cuidarse no se meterá en líos-protestó Wlad en tono neutral.


-Como quieras, pero si le vuelves a hacer daño te vas a arrepentir-amenazó tajante dejando bien clara su postura.


-Eso es lo último que haría, y por cierto ¿me estás amenazando?


-No, te estoy diciendo que como Teo lo pase mal por tu culpa vas a acabar muy mal, más que una amenaza, que es algo parecido a una promesa... es una rotunda afirmación.
-Entiendo-aceptó sin quejarse- una pregunta ¿aún sigue escribiendo?


-Supongo que sí.


-Muy bien, mensaje captado, debo irme al museo, encantado de volver a verte Ana-dijo acercándose para depositar un leve beso en su mejilla.


-Hasta pronto pues-se despidió Ana mientras lo veía cruzar la puerta.



En las escaleras Teo intentaba oír la conversación de su hermana y Wlad, pero sólo escuchaba algún fragmento, se preguntaba a qué venía tanto interés por parte de Wlad, se había marchado hace mucho tiempo dejando de verle y hablarle, y ahora de pronto había vuelto como si nada hubiera pasado, la situación era muy extraña y eso no le gustaba, a Wlad le encantaba jugar con la gente, pero ya Teo estaba preparado para todo , si quería jugar perfecto, porque esta vez sería él quien ganara, por fin tendría su revancha, no imaginaba nada más dulce que ver cómo Wlad comprobaba en su propia piel lo que sentía cuando jugaban contigo...

 

 

Diario de Teo

Después de tanto tiempo el pintor reaparece y como no podía ser de otra forma lo hace sorprendentemente, de la nada surgió esa voz profunda que da escalofríos, cuando me giré y lo vi debí poner cara de oligofrénico, seguro que le resultó muy divertida mi expresión de "OH-dios-mío-estás- aquí ", claro que la suya tampoco era de lo más refinada ,el repaso que me pegó de "vaya-vaya-como-has crecido"  no fue precisamente sutil, claro a que a él la sutileza se la sopla... de hecho nunca tuve muy claro qué demonios era lo que le importaba o valoraba a parte de la pintura... además me trataba muchas veces como a un mocoso descerebrado... y vale que con mis doce  no era alguien experimentado o jodidamente culto pero tampoco había que ponerme una correa para sacarme a pasear.

 El caso es que se acerca de manera desafiante ,perturbando mi paz interior ( qué profundo me pongo a veces ) y encima se pone paternalista, para variar... y después de intentar intimidarme molestándome cual pueril criatura, provocando que me rebaje a su altura... me deja a mitad de carrera y eso es de muy mala educación, si haces que alguien eche a correr por tu culpa lo menos que puedes hacer es acabar la persecución, pero él siempre lo deja todo cuando le viene en gana, sin dar explicaciones... claro que después regresa exigiendo que yo le dé alguna.

Me pregunto ¿qué quieres  que te explique?, hago estas preguntas porque soy una persona razonable y procuro buscar motivos lógicos para todo, pero  definitivamente Wlad y yo no tenemos el mismo concepto de lo que es razonable ( y de otras muchas cosas) y según su mente perturbada después de cinco años sin vernos yo debería haberme postrado a sus pies clamando al cielo por semejante bendición... no te jode, para colmo después se pone a hablar con mi hermana en plan dramático, mira que le gusta ponerse teatrero... "que si no me habla, me obligó a provocarle". Sí claro, no es que tú seas un sádico que le gusta molestarme, es que un pobre adolescente te manipula para que hagas chorradas, ¡lo que hay que oír!

Pero no importa, ya es hora de madurar, cuando uno se hace mayor debe aprender a controlar sus emociones, así que la mejor opción es ignorar sus excentricidades, así no tendrá por donde atacar...

Eso sería lo más correcto, pero seré sincero a mí la corrección no me divierte, de ahí que me hiciera amigo de semejante espécimen, además estaría desaprovechando aptitudes de mi adorable personalidad (qué buena autoestima tengo).

 Hasta ahora me he debatido entre la apatía, la educación y la irreverencia, parece que no me apaño manejando esta combinación, así que intentaré ir poco a poco, cuando estoy con Wlad la irreverencia no queda aprovechada del todo, siempre me freno, y esta automutilación de mi libertad de expresión de seguro me impide crecer como individuo, así que me haré el firme propósito de darle rienda suelta y no volver a contenerme. Sé que esto suena peligroso, pero hay que arriesgarse, además si ese capullo se cree que me va a volver a vacilar va listo, esta vez no pienso cortar el juego, por mi  se puede ir todo a tomar por culo, no voy a frenar, es más, empezaré yo a provocar a ver si le gusta, tengo unas ganas increíbles de ver qué hace Mr. pinturitas cuando los roles cambien...

   

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).