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Kimi o Aishateru por Thai Maqui

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Notas del capitulo:

Gracias a sus gentiles amenazas de aliento y sus reviews, aquí tienen la continuación. Advierto como el Uchiha es el mejor en todo, también lo es en ser  el Uke. Trate de esforzarme en el lemon, júzguenlo ustedes mismos.

 

- Bueno, vamos a comenzar ttebayo - hablo el rubio mientras se ponía un guante de látex blanco en la mano derecha - primero voy a colocarle un gel para que no sienta molestias, y luego voy a hacer el examen ¿De acuerdo? - a lo que Sasuke asintió con la cabeza. Casi al instante sintió una sustancia fría y untuosa deslizándose por su trasero y luego el dedo mayor del médico presionando su virginal entrada. No pudo evitar estremecerse e instintivamente apretó sus nalgas.

- Relájate teme - murmuró sonriente el ojiazul, el azabache dejó escapar un suspiro y empezó a dejarse llevar por el momento. El doctor ya no encontró resistencia avanzando lenta pero firmemente penetró en el culo de su paciente. Con los ojos entrecerrados, la respiración agitada y un leve carmín en sus mejillas, el Uchiha sentía los avidez dedos de Naruto horadando sus entrañas.

En silencio el menor trataba de soportar estoicamente la deliciosa exploración, cuando de repente una oleada de placer lo inundó haciendo que de su garganta escapase un tenue suspiro. Un cálido cosquilleo agitó su bajo vientre y notó como su miembro empezaba a atiesarse. Avergonzado, abrió los ojos, y su mirada se cruzó con la del kitsune que lo contemplaba risueño.

- No hay problema dattebayo - dijo el proctólogo como si le hubiera leído el pensamiento - Es una reacción normal, el masaje es estimulante y evidentemente eres muy sensible al tacto teme - explicó con sonrisa zorruna.

- ¡usuratonkachi¡ - profesó inquieto el azabache, el cual usaba toda su fuerza de voluntad para acallar los jadeos que colmaban su garganta - ¿Ya vamos a terminar? - preguntó ansioso pues le faltaba poco para que producto de la excitación empezara a gemir sonoramente el nombre de su amado.

- Sí, dattebayo - respondió con gesto circunspecto el ojiazul - relájate  - pero Sasuke encontraba eso imposible, porque la dureza de su miembro aumentaba segundo a segundo y apenas unos instantes después estaba erguido en toda su plenitud. Su mente ya no se esforzaba en recordar que estaba en medio de un examen médico y en lugar de eso le presentaba calientes escenas de todas las pervertidas fantasías que había tenido con su kitsune,  si seguía así terminaría por correrse y justo cuando empezaba a sentir que su palpitante falo estaba por llegar al orgasmo, el médico retiró aquel intruso de su interior.

El Uchiha suspiró aliviado aunque también frustrado por el placer interrumpido. Ladeó la cabeza y con aire distraído se puso a mirar a su adorado rubio mientras se quitaba el guante de látex. El médico estaba concentrado en su tarea y Sasuke aprovechó para recorrer fugazmente con la mirada ese ejemplar tan deseable que hasta hacía unos instantes había imaginado follándolo. Abrió grandemente los ojos al descubrir la inconfundible y apreciable prominencia en el pantalón de su sexy doctor.

Naruto se dirigió a su escritorio, apoyándose en la parte central de este mientras comenzó a explicarle los resultados del examen y aunque su paciente se esforzaba por escucharlo, su atención estaba puesta en su abultaba entrepierna. Se moría por apretarla, sentirla endurecerse más y más con sus caricias, esos pensamientos habían puesto otra vez su miembro erguido. El desfile de escenas tórridas volvió a ocupar su mente y sin detenerse a pensar en lo que hacía se abalanzó hacia el rubio.

Me lancé encima de él y comencé a tocarlo desesperadamente acariciando su entrepierna, recorrí con mi lengua sus labios incitándole a que los abriera y  nos unimos en un beso apasionado enzarzándonos en una lucha sin cuartel,  tras la cuál nos confesamos lo mucho que nos deseábamos, lo mucho que habíamos estado esperando ese momento en que por fin nos decidiéramos a ser algo más que amigos.

- Dobe no te imaginas el suplicio que he vivido de tenerte tan cerca y no poder tocarte, no poder besarte  - declaré lamiendo lujuriosamente su cuello, mientras desbotonaba su camisa, colando mis avidez manos para sentir su piel canela - ¡No sabes las ganas que te tengo mi sexy kitsune¡.

- ¡No más que yo teme, dattebayo! - afirmó dejándose hacer - No me había atrevido a decirte nada pues tú como que no me hacías mucho caso - por kami sama si que es un despistado usuratonkachi - pero después de esto ¡ya no puedo resistirme!

Proseguí con mis caricias dirigiéndome a la entrepierna del dobe, me arrodillé y arranqué de un tirón las prendas que contenían su notoria erección que saltó como impulsado por un resorte. Luego delineé toda su respetable longitud con mis dedos los cuales sustituí por mis labios, propinándole en la punta acelerados y placenteros lengüetazos, repartí besos a lo largo del tronco mientras que alternadamente con mi boca la friccionaba con los dientes.

La manera suave y ruda a la vez, que acariciaba su sensible piel lo enloqueció. En aquel momento me metí ese caliente pedazo de carne, para iniciar un frenético vaivén, degustando fervientemente cada milímetro - ¡Dios, qué rico chupas! ¡Sí! ¡Sí! ¡más rápido por favor! - gemía de placer aumentando mi excitación, aceleré el ritmo sintiendo su miembro palpitar y con un ronco sonido gutural llegó el inminente clímax, recibí gustoso ese delicioso néctar saboreándolo golosamente.

Inmediatamente Naruto me extendió su mano para ayudar a levantarme mientras que con la otra deslizó mi bata - ¡Ah! - jadeé al sentir sus fogosos labios succionar vorazmente mi tetilla derecha entretanto pellizcaba la otra.

- Mmm ¿sabes qué teme? - ¡Ah! - gemí , incapaz de articular palabra ante la maestría con que su lengua recorría el lóbulo de mi oreja.

- Ya no tengo ninguna duda sobre la clase de "tratamiento" que necesitas - Mi fogoso kitsune me apretó contra su cuerpo, restregándome descaradamente su miembro entre las nalgas - Y yo voy a dártelo con mucho gusto ttebayo -empezamos a tocarnos desesperadamente y en nuestra inmensa calentura nos despojábamos de nuestras molestas prendas quedando esparcidas por toda la habitación.

- Quiero follarte - susurró con voz extremadamente sensual, introduciendo un par de dedos en mi orificio - ¡Quiero ensartarte y hacerte gemir teme como nunca lo sentirás con nadie que no sea yo¡.

- Pues entonces no hables más que no aguanto las ganas de sentirte dentro - exigí colocando mis manos sobre la mesa, flexionando mis piernas y ofreciéndole mi estrecha entrada.

Repartiéndome pequeños besos conforme se iba acercando, llegó hasta mi agujerito y lo atravesó de un lengüetazo, haciéndome temblar levántate las caderas para facilitarte su tarea. Estaba tan caliente mi hermoso ángel me estaba comiendo el culo de una manera tan deliciosa, que yo mismo le pedí que continuara.

Estuvo alrededor de cinco minutos con su beso negro y mientras yo jadeaba por las atenciones de su lengua él abrió el cajón del escritorio para sacar una lubricante en spray.

- ¡¿Qué es eso?! - le pregunté curioso, imaginando de lo que se trataba.

- Es un lubricante triple, quiero que en tu primera vez solo lo goces dattebayo - me contestó confirmando mis sospechas, luego de aplicarlo empecé a sentir como me dilataba más y mi éxtasis aumentó -  ¡métemela ya dobe¡ ¡ párteme en dos¡ - grité totalmente nublado por el placer.

- Ya verás como vas a pedirme más - enseguida, lento pero con firmeza, fue avanzando en mi interior, clavándome cada centímetro de su inflamado y palpitante sexo hasta por fin tenerlo todo dentro, empezó inmediatamente con las salvajes embestidas ensartándome hasta el fondo, su miembro arremetía sin piedad contra mi culo.

Sin algo más en mente que saberme suyo, y sentir su sexo alojado entre mis cálidas paredes fue como tocar el cielo. Con brutalidad desmedida, continuaba con su mete y saca que me tenía jadeando de placer.

- ¡Oh, Dios! ¡Cuánto tiempo espere por esto dobe! - expresé cerrando contrayendo mis músculos sobre su hinchada herramienta de una manera deliciosa -. ¡Sí, así! ¡Métemela toda, por favor! ¡Métemela toda!

- ¿Te gusta? - inquirió al tiempo que le mordía la oreja - ¿Te gusta sentirme dentro?

- ¡Sí, me gusta! - respondí mientras me levantaba un poco para poder besarnos - ¡Ah! ¡Sí! ¡Me encanta! me fascina cómo te mueves ¡Cómo me lo haces!, pero quiero verte, quiero mirarte y besarte. Ante mi petición no se hizo del rogar, ya que el también deseaba admirar mi expresión cada vez que recibiera una de sus estocadas.

Y en ese momento a pesar de estar gozando el tenerlo dentro, le pedí me la sacara y se acostara boca arriba para después yo sentármele encima y dirigir la cabalgata. Él aceptó gustoso y se colocó en la posición que le indiqué, deteniendo su miembro por la base para hacerme más sencillo el yo mismo ensartarme.

Sin perder el tiempo, me paré sobre la camilla con mis piernas a sus costados y fui bajando lentamente al tiempo que con las manos abría mis nalgas. Su falo fue entrando poco a poco hasta que me la tragué entera. Entonces eché la espalda para atrás y me dispuse a saltar sobre aquella exquisita herramienta que tan deliciosamente me llenaba, mirando en su rostro un rictus de placer.

- ¡Ah! - jadeó al sentirme dentro -. ¡No pares, por favor! ¡Dámela toda! ¡Dámela toda! - exigió meneando las caderas.

- ¡Sí! ¡Así! - exclamaba confirmándome su gozo - ¡Muévete, Sasu, muévete! ¡más duro!  - repetía entre suspiros, y yo para complacerlo exactamente eso hice.

Al principio mis movimientos fueron suaves, pero fueron acelerando hasta llegar a dejarla toda fuera para de inmediato volver a introducírmela entera, empezando a cabalgarlo salvajemente mientras él movía frenéticamente las caderas, me dejé caer cada vez con más fuerza y el volumen de sus gemidos y la saña de sus uñas en mis glúteos fueron aumentando para  profundizar el contacto.

- ¡Ah, me voy a correr! - anunció Naru al tiempo que comenzaba a masturbarme furiosamente para acompañar el gozo que le daba mi cabalgata.

- ¡Ah! ¡Ah! ¡AHHHHHH! - gemí sonoramente producto del orgasmo mientras me derramaba sobre su pecho, estómago y la cara, mismo que recogí con mis dedos para después tragar y compartir con mi amante en un húmedo beso.

- ¡Ay, que rico me la aprietas! - exclamó ante la forma tan deliciosa en mi entrada apretujaba su virilidad en cada espasmo - ¡Yo también me corro! - grito al sentir que no podía contenerme más  -  ¡Sí! ¡Sí! - deliró y sentí el espeso y caliente líquido inundar mi interior.

Con mi respiración agitada, me acurruque sobre su pecho, mientras el me reconfortaba en un cálido abrazo  - te amo mi neko - confesó  haciendo acelerar mi corazón y colmándome de felicidad.

- yo también te amo mi kitsune - contesté mientras besaba sus labios y jugaba con sus mechones rubios, su miembro aun dentro mío empezó a endurecerse y reiniciamos nuevamente nuestra ardiente sesión pasional, ambos estábamos sedientos de más, gracias a la lujuria contenida durante todos esos años.

*******

- Ototo baka creo que Naru chan no hizo bien su trabajo aun tienes problemas - sentenció el mayor mirándolo sospechosamente - estas peor que antes - articuló el mayor al ver a su hermano tratando de sentarse.

En realidad su malestar había desaparecido "instantáneamente" pero esta vez la molestia había sido causada por el tamaño superlativo del miembro de su koi, habían follado sin descanso durante toda la tarde y parte de la noche en su consultorio. La experiencia había sido fabulosa, sus fantasías ni siquiera se acercaban a lo vivido, pero además de las exquisitas horas de placer, le quedó como recuerdo un inolvidable ardor en el culo.

- Claro que no, es solo el efecto secundario de la medicina - aseveró el azabache con una sonrisa de felicidad en los labios - y créeme es muy efectiva - agregó con brillo en sus ojos.

- Supongo - acotó Itachi mientras atendía su celular - Moshi moshi - saludaba el pelilargo - ahora si, esta bien donde nos vemos - habló mientras asentía con la cabeza - adiós - terminó la llamada apagando el teléfono y saliendo de la oficina de su hermano.

En el restaurante Ichiraku un joven rubio esperaba a su acompañante después de comer sus acostumbrados 10 tazones de ramen matutinos - Hola Ita chan - saludó un efusivo Naruto.

 - Y como te fue ayer - pronunció Itachi mientras tomaba asiento - el teme estuvo increíble dattebayó - emitió extasiado relamiéndose los labios - follamos como animales en celo por horas - sentenció jugando con los cubos de hielo de su bebida.

- El plan resultó perfecto - afirmó indiferente - y dime ese "brebaje" que me diste que era - inquirió Itachi simulando las comillas con sus dedos - lograste un "fingido"  dolor en su trasero que lo llevo a tus garras, claro que ahora este es muy real. 

- Es secreto - susurró el rubio - pero cuéntame como hiciste para dárselo ttebayo - preguntó un anhelante ojiazul.

- Fue fácil Shizune (ama de llaves) e Ino (secretaria) encantadas de ayudar lo ponían en su comida - comentó el pelilargo mientras ordenaba unos dangos - ya todos estábamos cansados que por el orgullo de mi ototo baka y tu terquedad no se declararan - habló suspirando cansinamente - ustedes se aman desde años hasta mis padres estaban desesperados - finiquitó el mayor llevando el dulce a la boca.

- Lo se ttebayo - aseveró el Uzumaki - pero ya paso, al fin seremos cuñados, además me debías una por lo de Gaara - refunfuñó entretanto daba un sorbo a su bebida.

- Quien diría que saber acerca de los diversos tipos de arena que existen lo haría tan "complaciente" - profirió ilusionado el azabache - sabía de su obsesión pero no que lo volvería tan sumiso - declaró terminando su último dango - antes de eso teníamos grandes problemas en quien sería el seme, por cierto - habló con un gesto aprobatorio - si que le diste duro a mi ototo camina tan gracioso, ni siquiera se puede sentar ni mantenerse de pie - dijo emitiendo una carcajada.

- Eso será hasta que se acostumbre - enunció el rubio - pues sesiones salvajes como las de ayer se repetirán a diario dattebayo - concluyó satisfecho ante lo dicho - entonces brindemos por ello ¡Salud¡ - dijeron al unísono mientras chocaban sus vasos sonriendo cómplices.   

 

Owari「り」

 

Notas finales:

TM: dōmo arigatō gozaimasu「どうもありがとうございます」espero que el lemon haya sido de su agrado, dejen sus comentarios para hacérmelo saber ja ne.


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