Cápitulo1: Encounter
El gran Kazekage había sido citado por Tsunade-sama para una reunión en Konoha con el resto de Kages. Al parecer tenían que tratar un tema de suma importancia. Así que Gaara, el actual Kazekage de la Arena, junto con sus hermanos y otros ninjas como guardaespaldas del pelirrojo, partieron rumbo a Konoha. Al llegar fueron bien recibidos por la Hokage quien los estaba esperando en la entrada de la aldea.
-Bienvenido, Kazekage –Dijo la rubia de grandes pechos. El pelirrojo tan solo permaneció en silencio. -Bueno pasen por favor, el resto de Kages no tardaran en llegar, según tengo entendido –Agregó Tsunade.
-Gracias –Fue lo único que se escuchó de parte de Temari. Los tres hermanos se adentraron en la aldea junto con la Hokage.
-Bueno, por ahí está el hotel donde se hospedarán mientras estén en la aldea, ya que deberán quedarse aquí algunos días, porque el problema que tenemos nos llevará algo de tiempo... –Dijo Tsunade mientras señalaba un edificio elegante que se encontraba a poca distancia de donde se hallaban.
-Temari, Kankuro –Dijo el pelirrojo provocando que sus hermanos se sobresaltaran un poco... –Ustedes vayan al hotel, yo los alcanzo luego de la reunión... –Dijo secamente Gaara. Ambos no pronunciaron palabra, sólo asintieron y se dirigieron al hotel mientras la rubia y el pelirrojo se alejaban.
Cerca de ahí se encontraba Shino caminando por la calle. Pensando y fantaseando con cierta persona especial que le robaba el aliento. De pronto vio a lo lejos dos siluetas. Una de ellas era inconfundible para él. Era la sombra de su amado. Sería una ilusión? No, en verdad era Kankuro. Pero que estaba haciendo ahí? Bueno en ese momento eso era lo que menos le importaba, sólo le interesaba Kankuro. Shino permaneció tan tranquilo como siempre, mas en su interior estaba totalmente nervioso.
-Hola, Shino... – Dijo la rubia acercándose al chico de gafas junto con su hermano.
-Hola, cómo estás Shino?... –Mencionó Kankuro dándole una suave palmada en la espalda al pelicafé.
-Hola... -Fue lo único que respondió el dueño de los insectos.
En ese momento Kankuro recordó ese sentimiento que le había estado molestando últimamente. Ese sentimiento que lo hacía sentir extraño cuando estaba junto a Shino. Por un momento Kankuro pensó que estaba enamorado de este chico, pero no estaba seguro. Lo único que sabía era que aquel chico de gafas oscuras producía una sensación rara en él.... y al recordar todo esto, Kankuro se ruborizó levemente por lo cual desvió la mirada a un punto incierto para que no notaran su sonrojo. Pero fue muy tarde, Shino lo vio y le pareció tan hermoso. Esa cara maquillada y que ahora tenía ese leve rubor le pareció tan linda, todo Kankuro le parecía lindo.
-A dónde se dirigían?... – Preguntó el pelicafé rompiendo el incómodo silencio que se había producido.
-Pues a aquel hotel que está por allá... –Respondió la rubia señalando el edificio que la Hokage había indicado anteriormente.
- Bueno... si quieren puedo acompañarlos... – dijo Shino, como modo de excusa sólo para poder pasar más tiempo a lado de Kankuro.
- Por supuesto... – dijo el titiritero con entusiasmo... – Ven con nosotros...Shino se puso muy contento al escuchar la respuesta de Kankuro, claro que no manifestó su alegría físicamente, pero en el fondo en serio estaba feliz. No creía que Kankuro realmente quisiera que él los acompañara. Así se dirigieron al hotel. Al llegar vieron un precioso lugar muy espacioso con adornos muy lujosos. Era obvio que ese era un hotel de cinco estrellas. Pidieron las dos habitaciones que estaban exclusivamente reservadas para el Kazekage y sus acompañantes. Una recamara la compartirían Kankuro y Temari y la otra sería únicamente para Gaara, el Kazekage. Así los tres entraron al elevador. Uno hombre vestido elegantemente se encontraba parado allí.
-A qué piso se dirigen???... – Preguntó cordialmente el hombre.
-Al quinto... -Respondió Temari. Cuando las puertas se abrieron los tres salieron, se dirigieron a su habitación y se instalaron... - Kankuro, Shino, lo siento pero tengo que dejarlos. Es que he quedado en verme con Shikamaru para almorzar... –Dijo la rubia excusándose por su salida.
- Así que.... con Shikamaru no??... – Bufó el moreno.
-Vamos Kankuro no empieces... tan solo voy a comer con Shikamru... –se explicó la chica.. –Pero ahora que lo pienso Shikamaru dijo que quería decirme algo, tal vez Kankuro tenga razón...... No, eso es imposible...
-Eso me huele a cita... – Dijo Kankuro.
-Aasshh... eres imposible Kankuro!!!!!!... – Dijo Temari, saliendo de la habitación azotando la puerta. Apenas se fue Temari, Kankuro estalló en risas.
-Cough, cough... – Shino tosió un poco para que Kankuro cayera en cuenta de que él se encontraba a sus espaldas. El moreno al oír a Shino toser moderó un poco su risa hasta que la recamara quedó en completo silencio. De pronto un gran gruñido salió del estómago de Kankuro, lo cual delataba que tan hambriento estaba. A Shino tan solo le resbaló una gota por la cabeza.