Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El sirviente por blackrain

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Si lo se...

Hace milenios que no actualizaba...

En fin dije que cada semana actualizaria un fic y hoy fue día de este, disculpen la tardanza, pero fue culpa que tenia que escribir el lemon (Odio que no me salgan)

A los que ya habian leido el capitulo anterior les recomiendo que lo vuelvan a leer, lo que sucede es que sin querer un parrafo se borro y lo acabo de notar hace poco, apenas ahora tuve tiempo de corregirlo...

Los personajes de Naruto son de Kishimoto, el hombre causante de mi gastritis...

Sai le hizo varios chupetones en el cuello al pelirrojo, pensando que luego buscaría excusas para esas marcas que tan bien se verían en la blanca piel de Gaara, empezó a desabrochar la camisa de Gaara, colocando su mano fría en el abdomen, deslizándolo con lentitud hasta dejarla en su cintura, agarrándolo con fuerza se dio la vuelta dejando a Gaara sobre él.

-De esta manera es mas fácil desvestirte-le dijo sonriendo mientras se deshacía del saco y de la camisa del ojiverde.

Gaara se inclino sobre Sai, empezando a besar el cuello de Sai con timidez y lentitud muestra clara de su falta de experiencia, sin embargo, la dulzura con la que lo hacia volvía loco al pelinegro.

-Aun eres un niño-Sai se alejo con rapidez de él, tomándolo por los hombros- aun no sabes que es lo que quieres.

Sai se levanto de la cama dejando a Gaara sobre esta, saliendo con rapidez de la habitación del pelirrojo, sin atreverse a mirar hacia atrás, sabiendo que si lo hacia no podría dejarlo.

 

-Algún día me comprenderás-dijo Sai bajando por las escaleras- y sabrás que lo hice por tu bien.

 

Gaara trato de decirle algo a Sai, o de menos hacer algo para detenerlo, pero se encontraba muy aturdido y mareado para seguirlo por lo que solo se pudo quedar acostado en la cama.

-Pero ya se lo que quiero-se dijo se dijo mientras algunas lagrimas escapaban de sus bellos ojos- lo sé desde hace tiempo.

 

Sai se encontraba sentado en la sala revisando los papeles que había firmado en la reunión, sin embargo, su atención no se encontraba en estos, sino en cierto menor pelirrojo que se encontraba encaprichado con él.

-Es solo un capricho-se dijo con tristeza-pronto se le pasara.

Aun así de su mente no se apartaba la dulce sonrisa acompañada de de ese adorable sonrojo que le dedico en el metro, o esa mirada suplicante llena de tristeza que le dedico en la habitación. Desde que llego a esa casa el más pequeño de los Sabaku había llamado su atención, ese adorable niño de piel blanca, ojos claros y cabello como el fuego, era para el lo mas hermoso que había visto, sin embargo al servir una familia siempre existía un regla de oro “No profundices lazos con ellos”, la amistad era permitida pero con muchos “peros” de por medio, pero el amor era algo que no se podría aceptar nunca, esa fue la mayor razón para mantenerse alejado del pelirrojo, pero este se empezó a meter en muchos problemas por lo que Sai tuvo que poner mayor atención en él.

Sai oyó las campanadas del enorme reloj de la sala las cuales anunciaban la una de la mañana, tal vez lo mejor era ir a dormir para poder aclarar su mente.

Al dirigirse a su habitación se asomo a la de Gaara al verla con las luces aun encendidas, mirando que el chico se encontraba aun acostado en su cama dándole la espalda a la puerta, noto que sus hombros temblaban ligeramente muestra clara que se encontraba llorando, Sai se sintió como la peor escoria, pero eso era mejor para ambos.

El pelinegro ya tenía un par de horas acostado en su cama sin poder dormir, la luz de su lámpara estaba al mínimo, era muy poco lo que podía iluminar, pero aun así logro notar que su puerta se abrió ligeramente dando paso al pelirrojo que entro a la habitación, cerrando la puerta con cuidado tras de él, se quedo parado en silencio en lo que sus ojos se acostumbraban a la poca luz de la habitación, mientras Sai que ya estaba acostumbrado a esa ligera luz, aprovecho para revisar a Gaara, el pelirrojo vestía con un boxer negro y una playera que le venia grande, lo que le daba un aire una mas infantil, su rostro tenia muestras de que había llorado, sin embargo, no eran tan recientes.

-Sai-hablo bajito y al no obtener una respuesta volvió a repetir-¿Sai?

-¿Qué sucede?- le pregunto Sai sin poder resistirse- acércate aun sigo despierto.

-Es que no puedo dormir- le dijo tímidamente ya estando cerca de él-puedo quedarme aquí contigo.

-Oye Gaara-le empezó a decir Sai sentándose en la orilla de su cama-si haces esto por…

-No-Gaara interrumpió hablándole con tristeza y con las lágrimas que amenazaban con volver a escapar-Si tu no deseas corresponderme no hay nada que yo pueda hacer, en cuanto a mi actitud… no tiene caso que me siga comportando igual si no tengo tu atención.

Sin duda eso era más de lo que Sai podía soportar, se levanto de la cama abrazando al pelirrojo con fuerza quien correspondió su abrazo.

-No es que no quiera-le dijo su voz demostraba lo mucho que le dolía-es lo mejor para los dos.

-No- las lagrimas volvieron a traicionar al pelirrojo al escapar de sus ojos claros- es que no se como demostrarte que te amo y que esto no es un tonto enamoramiento.

-Ya no sufras-murmuro Sai.

-Sai-Gaara se alejo lo suficiente de él para poder mirarlo al rostro-quiero ser completamente tuyo.

Sai se alejo de Gaara, el menor se veía muy decidido.

-No digas eso-le dijo seriamente-no es algo que se hace con cualquier persona.

-Pero yo te amo-le dijo con mucha seguridad-Tú                                                                                  no eres cualquier persona y de esa manera te lo voy a demostrar.

-No-Sai estaba igual de decidido-No lo voy a hacer, no quiero que tengas un horrible recuerdo de tu niñez.

-Pero-de los ojos de Gaara escapaban lagrimas y muy molesto le dijo-¡¡Tu no entiendes!! ¡¡Yo ya no soy un niño!!

-Tu eres el que no entiende-le dijo Sai sentándose en su cama-aun ahora me estas mostrando lo infantil que eres.

Gaara se quedo totalmente en silencio sin poder moverse, sabia que era verdad lo que decía, pero él sabía que lo amaba, ¿como demostrárselo?, de sus ojos verdes seguían escapando lágrimas…

-¿Cómo puedes ser tan frío?-le pregunto en un murmullo a Sai mientras sus lagrimas poco a poco dejaban de escapar-¿Cómo puedes negar algo que tu también sientes.

La manera en que Gaara le hablaba le rompía el corazón, en especial por que no existía ninguna respuesta para esas preguntas, ni siquiera podía mirar a Gaara al rostro, solo se encontraba en la orilla de la cama mirando al suelo.

-Porque no quiero que sufras-dijo después de estar algunos minutos en silencio-a mi lado tu no serias feliz, ¿Por qué no lo entiendes?

-¿Cómo sabes que yo sufriría?, por favor, déjame demostrarte lo mucho que te amo- Gaara se paro frente a Sai pero este no lo volteo a ver-por favor-murmuro colocando sus manos en las mejillas de Sai.

El sirviente lo volteo a ver, las mejillas de Gaara seguían húmedas y de sus ojos seguían escapando una que otra lagrima, acercó con cuidado su mano a sus mejillas, limpiando las lagrimas con dulzura, los ojos del pelirrojo estaban rojos a causa del llanto, mientras que sus mejillas estaban rojas a causa de que había estado limpiando su rostro.

-Perdóname, Gaara-Murmuro en voz baja Sai, tomándolo del mentón  lo atrajo hacia él, besando con dulzura sus labios, era solo una caricia simple, un delicioso roce entre ambos.

No tardo mucho antes de que ambos necesitaran más, el pelinegro soltó el mentón del  el pelirrojo, tomo las caderas del chico de ojos claros, atrayéndolo a él, Gaara se sentó en las piernas de Sai, abriendo sus labios sintió como de inmediato la lengua de Sai invadió su cavidad, ambos se besaron con desesperación, degustando el anhelado sabor de la boca contraria, Sai empezó a recorrer la espalda de Gaara, pasando sus blancas manos bajo la playera del chico, sintiendo la tersa piel, muestra clara de la edad del pequeño amo, aun ni siquiera había desarrollado el cuerpo de un hombre adulto, la calida piel de la estrecha espalda fue recorrida completamente.

-Suéltame-Sai logro ver la angustia en el rostro de su adoración, el cual se había alejado terminado con el beso, temiendo a un nuevo rechazo por su parte-Me estorba tu camisa-agrego para tranquilizarlo.

Los hermosos ojos verdes transmitieron tranquilidad al tiempo se alejaba del pelinegro quien se apuro a quitar con desesperación la holgada prenda superior de pelirrojo, el cual al tratar de volver a buscar los labios de su sirviente fue rechazado ya que el pelinegro comenzó a mordisquear el delgado cuello, ganando unos ligeros gemiditos por parte de Gaara quien ladeo su cuello para darle mas espacio a esa boca de calido aliento, que dejaba en algunos momentos su marca por el cuello, los dientes del pelinegro no tardaron en dar paso a la húmeda lengua que se empeñaba en probar su cuello y que pronto empezó viajar poco a poco hacia su pecho, mientras las ágiles manos del pelinegro seguían subiendo y bajando por su espalda, siendo conciente de que cada momento las mano bajaban un poco mas, empezando a recorrer su trasero con deseo.

Sai sintió como todos los vellos de su cuerpo se erizaron al sentir como el miembro ya despierto de Gaara rozaba con su abdomen, lo suaves gemidos del chico aumentaron de volumen, cuando una de sus manos se coló bajo su boxer empezando a acariciar su bien formado trasero con deseo, acerco su lengua a una de sus tetillas empezando a humedecerla con su saliva, la cual no tardo a responder a sus caricias, al sentirla erecta se concentro en morderla con un poco de fuerza pero sin llegar a lastimarle.

Gaara empezó a recorrer el torso del pelinegro por encima de su camisa, los bien formados pectorales de Sai le daban la muestra clara que no era solo simple trabajo de papeles los que llevaba en la mansión Sabaku, muchas veces le había visto haciendo otras labores que no eran su obligación, como hacerla de jardinero o ayudar a las sirvientas a arreglar la casa, Gaara coloco sus manos en los hombros de Sai, apoyando todo su peso en estos logro que el pelinegro cayera acostado en la cama, al hacerse un poco hacia adelante el menor de los Sabaku se sentó sobre el miembro ya despierto de Sai, con lo que logro que un sonido ahogado escapara de los labios del pelinegro, sonriendo divertido ante la reacción, el pelirrojo se movió presionando la hombría del mayor, él mismo se estremeció a al sentir el contacto del duro miembro con su trasero, aun por encima de las prendas con que ambos seguían vestidos, Sai sonrío al notar el estremecimiento de su niño, el cual hizo un adorable gesto de molestia al darse cuenta de que la sonrisa de Sai era de burla hacia él, llevo sus manos a la camisa de Sai, pero lejos de empezar a desabrochar los botones, jalo ambos extremos con fuerza ambos extremos de la camisa, logrando que los botones terminaran siendo un pasado de esta.

-Eres un caprichoso-dijo Sai, ante la sonrisa que adorno los labios del pelirrojo por su propia acción.

-Te mostrare que tan caprichoso puedo ser-inclinándose, Gaara empezó a  morder con fuerza el blanco torso del pelinegro, a comparación del mayor, el rebelde pelirrojo no se preocupo demasiado en si podría causarle daño a Sai, al tiempo de que Sai sentía que el chico clavaba con fuerza sus dientes en su piel, sentía el suave rose de las hebras rojas que formaban parte de la abundante cabellera del pelirrojo, quien lo mordió con tanta fuerza que algunas heridas sangraban un poco, mientras casi todas estaban tomando un llamativo tono morado.

Sai sostuvo a Gaara por la cintura dándose la vuelta lo dejo bajo él, la actitud tímida del pelirrojo había desaparecido totalmente, dando paso a ese chico rebelde que tan bien conocía y que logro que su libido aumentara considerablemente.

-¿Con que quieres jugar así?-dijo con una sonrisa seductora en sus labios.

Tomándolo con una mano lo movió al centro de la cama, tarea fácil debido a la ligereza del ojiverde, con su mano jalo con fuerza el boxer del chico deshaciéndose con facilidad de él, Sai se movió, quedando a la altura del miembro erecto del pelirrojo, el cual soltó un gemido extasiado al sentir los labios del sirviente rosar con suavidad su intimidad, el pelinegro solo abrió un poco la boca para soplar con suavidad ocasionando que Gaara se moviera molesto, empezaba a molestarle la lentitud con que Sai se dirigía, al notar esto, el pálido pelinegro empezó a acariciar con lentitud las piernas del pelirrojo, mientras no se atrevía a mirar a Gaara para evitar que notaba que reía, Gaara gimió con un poco de desesperación, Sai pasaba con suavidad sus manos por la parte interior de sus piernas, teniendo el cuidado de solo rozar un poco sus testículos.

-¿Qué…juegas?-el pelirrojo sonó molesto, ocasionando que la armónica risa escapara de los labios de Sai.

-¿Acaso no lo disfruta, Gaara-sama?-había dicho eso con un tono sensual en su voz, mientras que con un movimiento rápido tomo el miembro del pelirrojo en su mano, presionándolo con suavidad.

-¡Ahh!-de los rojizos labios de Gaara escapo un gemido sorprendido, no había esperado eso, clavo con fuerza sus uñas en la cama.

Sai empezó un movimiento lento de su muñeca, sabia que al ser virgen Gaara no soportaría mucho, los gemidos de su joven amo no pararon, noto que poco a poco estos se volvían mas fuertes y que el pelirrojo arqueaba un poco la espalda por lo que lo soltó, obteniendo un resoplido molesto a causa de la interrupción.

-No tan rápido, Gaara-sama-el tono ronco con que mencionaba su nombre demostraba lo excitado que se encontraba.

-Sigue-pidió el menor sin importarle lo desesperado que sonara, la piel del pelirrojo estaba perlada por el sudor, gotas que tomaban un atractivo brillo ya que atrapaban la tenue luz de la lámpara que se encontraba aun encendida.

Sai se enderezo para tener una vista completa del desnudo ojiverde.

-Eres hermoso, Gaara-sama-menciono con sinceridad; las mejillas sonrojadas compitieron con el desordenado cabello rojo que destacaba por las sabanas blancas de la cama de Sai, las orbes del menor buscaron las gemas oscuras de Sai, quería ver la sinceridad en sus ojos, aun así no logro verlas debido a que su mirada se clavo en la triste sonrisa de Sai, en ese momento sintió un escalofrío recorrer su columna, temió lo que su cuerpo le gritaba, nunca mas volvería a ver a Sai.

-Te amo-le dijo anhelando que creyera en sus palabras, Sai acorto la distancia que los separaba posando un dulce beso en los deliciosos labios de su perdición…

Gaara volvió a gemir con fuerza al sentir que la húmeda lengua de Sai recorría sus testículos, dejo escapar un pequeño grito al sentir la intromisión de un dedo en su estrecha entrada, al empezar a mover el dedo, Sai llevo completo a su boca el miembro del pelirrojo quien sintió unas calidas gotas escapar de sus ojos, Sai recorrió con su lengua todo el contorno de su miembro, al meter el segundo dedo y lograr sentir la molestia que eso le ocasionaba al pelirrojo empezó a succionar ocasionándole más placer para ayudarlo a ignorar la molestia que le estaba ocasionando.

-Ahh… más-oyó gemir a Gaara quien empezaba a disfrutar ambas acciones y sintió en su boca el calido elixir que escapaba muestra clara de que estaba por venirse.

Gaara sentía su cuerpo arder, su vista se encontraba nublada por el placer, la húmeda boca de Sai lo sacaba de quicio, en especial acompañado por el movimiento de dedos, que lo dilataban, el moreno metía y sacaba sus dedos de su interior, moviéndolos de momento en circularmente, la sensación paso de ser una molestia a empezar a disfrutarlo, al sentirlo meter el tercer dedo gimió con fuerza corriéndose en la boca de Sai. El pelinegro se alejo de el, sin decir nada saco sus dedos de su interior, tomándolo por las caderas lo volteo haciéndolo quedar a gatas, tomándolo por detrás separo un poco sus nalgas acercando sus labios a la dilatada entrada abrió la boca, dejando con ayuda de su lengua el propio semen del pelirrojo para ayudarse a dilatarlo mejor, al hacer esto, logro ganar otra gemidos del pelirrojo, el cual con el rostro encendido (cosa que Sai no logro notar) menciono:

-E-eso es asqueroso-realmente lo decía más por pena que por cualquier otra cosa, ya que la excitación ocasionaba que la decencia y lo correcto pasaran a segundo plano.

-¿Te parece, Gaara-sama?-Sai se había alejado de él, volviendo a acostarlo en la cama quedando boca arriba para poder observa el rostro del chico, había algo que inquietaba a Gaara en la manera en que Sai lo llamaba, a pesar de que cada vez que decía su nombre lo hacia con una sonrisa y un tono seductor.

El pelinegro rodeo con una mano la cintura del chico, mientras que con la otra lo tomaba de una de sus piernas, levantándolo dejándolo solo apoyado en su espalda, acercó su miembro al trasero del pelirrojo, rozando con su miembro erecto, y que ya tenía bastante molestándolo, la ya preparada entrada del chico Sabaku.

-¿Quieres seguir?-pregunto mirándolo a los ojos.

-Quiero ser completamente tuyo-rectifico la frase que ya le había dicho antes.

De nuevo en los labios de Sai se formó esa triste sonrisa que momentos antes había preocupado a Gaara, antes de que Gaara tuviera la oportunidad de decir algo Sai lo invadió con una sola embestida, ganando un grito por parte del menor.

-¿Estas bien?-El rostro de Sai se humedeció con el sudor debido a la deliciosa estreches del pequeño, hizo acopio de su autocontrol para no moverse hasta que las facciones de Gaara se relajaran.

-Si-gue-pidió deseoso de sentir más.

Sai empezó a entrar y salir del menor, el cual, a pesar de que algunas lágrimas empezaban a escapar de sus ojos, se negó a parar.

-¡MÁS…AHH AHH!-Gimió excitado cuando las embestidas de Sai empezaban a tomar mayor fuerza.

La habitación pronto se lleno con los gemidos de ambos, y alguno gritos por parte del pelirrojo, quien no pudo evitarlo cuando cambiaron de posición quedando él arriba, siendo ayudado por Sai quien clavaba sus dedos en sus caderas mientras que lo ayudaba a subir y bajar siguiendo el ritmo que el de los ojos verdes marcaba, cada vez mas intenso y mas placentero, Gaara apoyo sus manos en el pecho de Sai, clavando sus uñas en la blanca piel, la cual estaba adornada por los llamativos cardenales que él había ocasionado.

Sai llevo una de sus manos al miembro de Gaara cuando noto que de nuevo se encontraba excitado, ayudado por los propios movimientos del pelirrojo empezó a masturbarlo con intensidad, las penetraciones eran cada vez mas profundas conforme se acercaban al final, el pelinegro lo sintió venirse justo al tiempo que el terminaba en su interior, volviendo el orgasmo algo sumamente placentero para ambos.

Gaara se dejo caer rendido sobre Sai, quien lo abrazo con cariño al salir de su interior.

-Te amo-le dijo Gaara, sintiendo como Sai lo abrazaba con más fuerza-¿me crees?-le pregunto un poco asustado.

-Yo también te amo-dijo Sai en voz baja besado los rojos cabellos de Gaara quien lo abrazo al oír sus palabras.

-Soy tan feliz-dijo acurrucándose en el pecho del pelinegro.

-Duerme-pidió Sai, mientras sentía unas lagrimas escapar de sus ojos-descansa aquí conmigo…

 

Cuando Gaara volvió a abrir los ojos se encontraba durmiendo solo en su cama, a su lado en la cama se encontraba un sobre, en el, con la elegante caligrafía que tan bien conocía de Sai, se encontraba escrito su nombre.

 

 Sabaku no Gaara

Con curiosidad Gaara lo tomó entre sus manos, se puso de pie, sintiendo su parte trasera adolorida, sus mejillas se tornaron rojas al recordar lo que había pasado la noche anterior, mientras que su corazón latió acelerado al recordar que Sai había admitido que lo amaba la noche anterior, se apuro a ir a la habitación de Sai, al llegar a está se sorprendió a encontrar todo vacío, se apuro a destapar el sobre pensando que así tendría alguna explicación, pero antes de que lograra leer alguna línea, su hermano Kankuro entro a la habitación.

-Te estaba buscando.

Sin dejar decir nada más a su hermano le pregunto:

-¿Dónde esta Sai?

-Creí que tú podrías decírmelo, Sai renuncio, me dejo esta carta de renuncia y ya no están sus cosas.

-¿Qué?-La carta de Sai se deslizo de sus manos yendo a parar al suelo…

 

···Carta···

 

Mi amado Gaara:

 

Te preguntaras que sentido tiene que te escriba una carta, amor, supongo que ya te abras enterado de mi partida a este punto, en este momento me encuentro escribiendo esta carta que ahora se encuentra en tus manos, justo al tiempo que te veo dormir tranquilamente en mi cama, deseo tanto estar contigo, mantenerte siempre a mi lado y no dejarte ir, pero amor, yo se que eso no es más que un tonto sueño, tu mereces algo mejor que un simple sirviente, tu eres el orgulloso hijo menor de la poderosa familia Sabaku, tú, mi amor, estás destinado a grandes cosas en este mundo, tú mereces algo mejor que yo, mi amor, me iré, algún día espero ser digno de ti, aun así amor, si tú decides no esperarme yo lo comprenderé, tú eres libre, tú y yo no tenemos ninguna relación, aun así mi amor, el amor que me ata a ti nunca va a desaparece, toda mi vida estarás en mi corazón  y esta noche nunca desaparecerá de mi mente, te amo y siempre te voy a amar, y es por esa misma razón por la que te dejo, te deseo lo mejor para toda la vida y esperare con ansias el día en que pueda volverte a ver.

 

Por siempre tuyo:

Sai

 

Notas finales:

Espero que el capitulo haya sido de su agrado, me esforzare para escribir el ultimo capitulo, si me dejan reviews con su opinión se lo agradeceré… Muchos kissus!! "

"Hay felicidad para aquellos que aceptan su destino...

Gloria para los que luchan contra el"

Princess tutu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).