Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El sirviente por blackrain

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El final del fic!!!

Me costó como no tienen idea (es culpa de la escuela xD)

Bueno este capitulo es más cuidado que lo anteriore, trate de utilizar acentos de manera correcta (tengo clases de eso, no soy perfecta pero me esfuerzo)

Los reviews los contestare mañana ya que ya es hora de que me vaya a dormir

Espero que disfruten el capitulo y les guste el final...

Mil gracias a las personas que leyeron el sirviente y espero que haya sido de su agrado...

Naruto y todo sus persnajes es de don kishi...Y yo no puedo hacer nada u_u...

5 años después…

5 años después…

 

-Mira-Sabaku no Temari se encontraba en el recibidor cuando Gaara se dirigía a la escuela, el pelirrojo desvío la vista de su hermana al saber que era lo que le mostraría-Es el nuevo cuadro de Sai-kun.

-Te emocionas por una tontería- las orbes claras miraron la puerta sin interés, en su frente aparecieron algunas arrugas que fueron ocultas por los mechones rojos, su hermana no logro notar, del todo, el coraje de su hermano menor.

-Y tú sigues sin querer mirarlas, Sai-kun se volvió muy famoso hace 3 años, se que no se llevaban bien, pero ¿Por qué no soportas saber de él? ¿No podrías al menos fingir que te alegra?

-Porque mostrar un sentimiento que no siento-la delgada silueta del pelirrojo se mostró a contraluz cuando éste salio por la puerta, Sabaku no Gaara había dejado de ser un chiquillo de 15 años, había crecido bastante, pero aún conservaba su delgada figura, su cabello rojo lo llevaba un poco largo, tanto que algunos mechones a veces cubrían los claros ojos, el pelirrojo era considerado uno de los mas exitosos, jóvenes y apuestos empresarios, sin embargo, la primera impresión que daba, siempre era de un atractivo actor de cine, el joven Sabaku, para su desgracia, debido a su naturaleza un poco reservada había pasado a ser la degustación femenina en toda la ciudad, sus 20 años sólo habían logrado volverlo aún más atractivo para todos, un apuesto joven normalmente perseguido por paparazzi que se empeñaban en ser los primeros en conseguir la exclusiva de alguna relación del pelirrojo, sin éxito alguno hasta el momento.

Gaara conducía su motocicleta, entrando rápido en el campus de su universidad, el pelirrojo llamo de inmediato la atención cuando ingreso a los pasillos de las facultades, Gaara vestía con un pantalón de mezclilla, un poco ajustado, traía una camisa de manga larga los primeros botones estaban desabrochados y mantenían oculta la blanca piel gracias a una corbata negra a medio anudar, el pelirrojo paso una mano entre su cabello, dejando al descubierto con ese gesto dos pequeños aretes(piercing) plateados en su oreja izquierda, no le agradaba toda la atención que recibía en la escuela, no soportaba la atención de nadie desde hacía varios años.

“Algún día espero ser digno de ti”

-Maldito…-Gaara apuró el paso furioso, ¿Por qué tenía que recordarlo?

-Hey guapo, ¿a donde con tanta prisa?-alguien había a tomado a Gaara por un brazo, deteniendo su rápido avance.

-Naruto-sensei-los ojos verdes de Gaara se clavaron en los azules contrarios-te regañaran por decirle cosas como esas a tus alumnos.

El atractivo rubio de unos 25 años sonrió, vestía con ropa casual, un pantalón de mezclilla y un suéter naranja, del cuello de éste estaban colgado unos lentes para leer, su piel era bronceada, mientras que su cabello era rubio y completamente desordenado, en cada mejilla había tres curiosas marcas, sin duda ese joven podía pasar por un estudiante si se lo propusiera, aun así era un popular maestro de su facultad.

-No tiene nada de malo perder mi trabajo si consigo al alumno celebridad de la universidad.

-Cállate-Gaara se apuró a dirigirse a la cafetería, a esa hora se encontraba vacía por lo que nadie los molestaría.

 

-¿Por qué estás tan preocupado hoy, Gaara-kun?-Naruto se encontraba mirando a Gaara intensamente-¿es acaso por el nuevo profesor que ingreso hoy?, ¿acaso te acosó?

-Naruto, estás loco-Gaara no pudo evitar sonreír, el profesor era su gran amigo, por no decir el único que tenia-No lo he conocido aún, acababa de llegar a la escuela cuando me encontraste.

-Vaya-Naruto sonó un poco decepcionado, llevando su café a sus labios.

-¿Vaya?-Gaara enarcó una ceja, resignado a esperar a que el profesor terminara de beber.

-Eso dije-fue el único comentario de Naruto.

-¿Pero a que te refieres?

-Bueno pensé que él seria la clase de hombre que te volteará el mundo.

-¿Me volteará el mundo?-Gaara sonrío un poco forzado.

-Si, la persona de la que te enamoraras locamente.

-Sin duda estás mal-Gaara se puso de pie-tú eres la única persona de quien me podría enamorar.

-Gaa-chan, no tientes a mi corazoncito-Naruto sonrío divertido, cada vez que tocaban ese tema Gaara salía con lo mismo.

El sonido de unos pasos se dejo oír por la cafetería, Gaara volteó hacia la puerta pero ya se había marchado quien pudiera haber estado ahí.

-Me voy, tal vez aún alcance a tomar alguna clase-Gaara se puso de pie dejando a Naruto solo en la cafetería.

¿Cómo explicarle al rubio que la persona de la que se enamoraría locamente lo había dejado hacia 5 años?

“Esperare con ansias el día en que pueda volverte a ver.”

-Maldito…si tú fuiste quien me dejó- Cada vez más furioso por estar recordando, Gaara camino más rápido.

 

-Entonces, ¿te parece si te digo Sai-sensei?

-Sasuke eso suena terrible-Un hombre pelinegro de 25 años, de piel blanca y oscuros ojos negros se encontraba parado en el taller de artes de una prestigiosa universidad, frente a él se encontraba un joven de cabello desordenado color negro azulado de un poco más de 20 años, vestía muy formal con un traje azul marino, se encontraba sonriendo a uno de los pintores más famosos de Paris el cual acababa de raptar hacia algunos días del mismo Louvre.

-¿En verdad te parece?, a mi me gusta como suena.

-Sasuke, ¿me alejaste del hermoso museo parisino para esto?

-Sai, si mal no recuerdo tú era el primero en querer salir de ahí, parece que la fama no te agrada tanto. ¿Qué es lo que quieres de Japón?, lo tenias todo en Paris ¿no?- Sasuke estaba muy serio.

-Sasuke- Sai clavo su mirada en el blanco lienzo, el pelinegro vestía con un pantalón negro desgarrado, se veía muy viejo y estaba manchado de pintura, traía una camisa sin manga, color blanca, con una de sus manos jugueteaba con un pincel-¿desde hace cuanto nos conocemos?

-No sé, creo que dentro de poco hará 5 años, me dijiste que eras sirviente en una casa ¿verdad?

-Si, es una de las razones por las que volví a Japón, en esa casa hay una hermosa joya que quiero sólo para mí.

-¿A pesar de que ya me tengas a mí?-mencionó Sasuke mirando a Sai empezar a pintar.

Sai lo miro con una sonrisa, sus ojos se clavaron en Sasuke con intensidad.

-Tú eres un hermoso “”nix”, pero yo estoy más interesado en un “Rubí”

-Estás enfermo- Sonriendo Sasuke salió del taller de artes, lo mejor era dejar trabajar al genio en paz.

 

Gaara iba pasando por el taller de artes cuando la puerta se abrió.

-Nos vemos luego-Sasuke Uchiha, el hijo menor de los herederos fundadores de la universidad salía por ésta.

-Adiós, amor-alguien dentro del taller de artes se despidió del peliazul, quien al ver a Gaara sonrío apenado ante las palabras de la persona que estaba dentro.

“Su voz, es idéntica a la de Sai” el pelirrojo palideció, sin embargo eso era imposible, “tengo todo el día pensado en él, es por eso que imagino su voz” 

Gaara sacudió su cabeza y le sonrió con amabilidad al Uchiha, al notar que lo miraba extrañado.

-Buenas Uchiha-san –hizo una ligera reverencia al pelinegro.

-Buenas –Sasuke correspondió al saludo, conocía al pelirrojo, había oído hablar bastante de él –no hagas caso a lo que dice, no habla en serio –el chico Uchiha se disculpó, quería aclarar todo para que Sai no se metiera en problemas al ser un profesor.

-No se preocupe –se encogió ligeramente de hombros- no algo en lo que acostumbre entrometerme.

-No es que sea algo malo –se excusó- es sólo que siendo un profesor se metería en problemas.

-¿Es el nuevo?

-Si, ¿lo conoces?, hoy dio dos clases –Sasuke lo miró interrogante, incluso tal vez con un poco de emoción.

“Hay algo entre ellos, aunque Sasuke-san se niegue a aceptarlo” no podía evitarlo, envidiaba la felicidad de los demás, le dolía saberlos felices, cuando él era tan infeliz.

“¿Lo soy?” Nunca se había detenido a pensarlo con calma, desde que Sai lo había de dejado, al principio pensó que cumpliría su promesa, él no quería nada mejor, sólo lo quería a él; pero Sai se había marchado, no había tenido la oportunidad de decírselo, y lo único que le había quedado era esperarlo y lo hubiera hecho todo el tiempo, sin embargo, Sai se había vuelto famoso, había ganado millones con sus pinturas (lo sé, exagero…déjenme soñar) no le costó nada de tiempo, en un año, dos a lo mucho, logró todo, él fue el mas feliz, creyó que volvería a verlo, pero eso nunca pasó, Sai no volvió a  su lado, pasó el tiempo y el pelinegro ni siquiera se comunicó con él.

-¿Sucede algo?-el chico de ojos negros lo miró intensamente.

-No… no he tenido clase con él -forzó una sonrisa, pero le fue un poco complicado.

-¿Quieres conocerlo?-fue una pregunta tímida, y en voz baja.

-Lo siento, tengo un poco de prisa, debo de ir a clases, con su permiso Uchiha-san, un placer saludarlo-dando largos pasos se apuró a retirarse.

-Sasuke-Sai salió del estudio, sus ojos se clavaron en la espalda del pelirrojo que ya se encontraba bástate retirado- Gaara-sama -murmuró en voz baja al reconocer la delgada figura del pelirrojo.

-¿Qué sucede?-los ojos oscuros del menor se dirigieron a su amigo.

-No es nada –Sai no retiró sus ojos de Gaara-, no es nada.

 

Habían pasado algunos días desde que Sai había vuelto a Japón, Sasuke había cumplido su palabra, ningún medio sabía a donde se había marchado, algunos decían que se había retirado a alguna isla, otros que había marchado a America, y los mas aventurados  decían que había ido a recorrer toda Asia, pero estos últimos eran pocos y no especificaban en que parte de Asia se encontraba.

-Esto es divertido –sonrió Sai mirando una revista, hacia bastante que no se sentía tan relajado, cambió la hoja de la revista, encontrando un articulo que hablaba de la familia Sabaku, la revista era solo otra tonta revista de chismes, aburrido la lanzó a un lado, todo el tiempo sólo hablaban de los romances de la familia, todos inventados y sin ningún fundamento, el favorito de todas las revistas era Gaara, el pelirrojo salía todo el tiempo, también sacaban muchísimas fotos de él, si él guardara cada foto que veía de Gaara, sería considerado un acosador y tendría un pase directo a un juzgado.

-¿Listo para irnos?-Sasuke salió de su habitación, aun traía el cabello húmedo debido a que acababa de salir de la ducha.

-Estoy listo desde hace una hora-Sai se levando del sofá en donde se encontraba acostado, sacudió un poco su pantalón de pantalón de mezclilla para quitarle las arrugas que se le hicieron por estar acostado, se acomodó la playera mientras que pasó una mano por su cabello desordenándolo un poco.

-Es tu culpa –Sasuke se acerco a él-, no me dejaste dormir hasta muy tarde.

-¿Acaso es mi culpa?, yo no te obligo a nada –Sai sonrió divertido.

-Vámonos –Sasuke se apuró a salir por la puerta, para ser seguido por un sonriente pintor.

 

Gaara caminaba por el pasillo acompañado de Naruto, acababa de salir de clases y ahora se dirigía a la cafetería, los pasillos estaban vacíos ya que todos estaban en clase, Naruto iba parloteando como de costumbre, mientras que el pelirrojo sólo lo escuchaba, sonriendo ante las ocurrencias de su amigo.

-¿Y por qué no vienes a cenar con nosotros esta semana? –le pregunto Naruto- O si quieres podemos salir tú y yo solos en una cita

-Claro –Gaara sonrió ante la idea de su profesor- eso me encantaría.

-Te podrías haber bañado conmigo si hubieras despertado temprano.

-Estás loco –dos personas se acercaban caminado por el pasillo, estaban por encontrarse con ellos, por lo que el rubio y el pelirrojo los voltearon a ver.

-Sai-sensei, Sasuke-san-saludó Naruto cuando reconoció a los dos pelinegros que venían por el pasillo

-No es posible-Gaara se había aferrado al brazo de su amigo, Naruto lo miró preocupado, asustándose más al notar la palidez del menor

-Gaara-sama-Sasuke notó como Sai clavó sus ojos en el pelirrojo, su rostro se había marcado con tristeza ante la reacción del chico de ojos verdes que lo miraba aterrado.

-No es posible –el chico de cabello rojo soltó a Naruto, dando unos pasos hacia atrás no apartaba su vista del rostro de Sai, el pelinegro vio los claros ojos humedecerse, mas cuando la cristalina lagrima corrió por la mejilla, el chico se dio la vuelta alejándose corriendo los más rápido que pudo por el pasillo.

-¡Gaara! –Naruto miró a ambos pelinegros interrogante, para después apurarse a seguir a su alumno.

 

-No es posible-el menor de los hermanos Sabaku caminaba por el jardín, caminando de un lado para otro, llevaba sus manos a la cabeza desesperado, de sus ojos claros seguían escapando lagrimas- no puede ser, no puede ser cierto.

-¿Estás bien?-pregunto el rubio cuando llegó a su lado.

-No era Sai, ¿verdad?-lo miró suplicante-, por favor Naruto, dime que él no era Sai.

-Su nombre es Sai- él de los ojos azules se acercó a Gaara, quien se había detenido para prestarle atención al profesor Uzumaki- pero creí que no le conocías.

-Lo conozco, le conocía…en su pasado-los cristalinos ojos se clavaron en el pasto-él…él es la persona que me volteó el mundo, él es la persona que más he amado y que me rompió el corazón… yo…-los claros ojos se dirigieron a los azules-no tenía idea que él estaba aquí.

Sin poder evitarlo Naruto abrazó al pelirrojo, quien llorando correspondió el abrazo de su amigo. Así los vio Sai a la distancia cuando logró encontrar al pelirrojo, sin nada que hacer, se dio la vuelta volviendo al edificio.

-¿Estás bien?-Sasuke se acerco a él al ver su semblante desanimado.

-He perdido-sus ojos estaban tristes, miró a Sasuke y fingió una sonrisa- ¿Me acompañas al taller? 

 -Claro –por más deseos que tuviera de saber el peliazul caminó al lado de su amigo en completo silencio.

 

Habían pasado tres días, Sasuke estaba fuera del taller, Sai había estado los tres días en el taller, gracias a él se había podido quedar en la escuela sin queja de nadie, por otro lado no permitía entrar a nadie, el propio Sasuke había ido a llevarle de comer todos los días pero Sai no quería verlo, lo único que podía hacer era dejarla frente a su puerta, lo hacia tres veces al día y sólo Sai tomaba la comida una vez y el primer día se había negado a comer.

-Sai, ¿tienes hambre?-Itachi, su hermano, creía que Sai era sólo un capricho de Sasuke, y que el pelinegro no diera clases sólo empeoraba el carácter de su hermano.

La única respuesta fue el silencio, lo único que se oía que el pelinegro caminaba de un lado a otro por el taller, era lo único que hacia, caminar, y por momentos de silencio suponía que pintaba ya que algunas veces había oído que pincel o algo se le caía.

 

-¿Por qué no hablas con él?-Naruto se encontraba con Gaara caminando por el jardín Por más que quisiera hacerlo, el pelirrojo no lograba engañarlo, Gaara siempre miraba cuando oía a alguien hablar de Sai, o cuando alguien se acercaba sabia que anhelaba fuera Sai, lo conocía, siempre había pensado que había algo que hacía ver desolado al chico Sabaku, ahora eso había desaparecido, sabía que le dolía y, sin embargo, algo había cambiado en él, sus ojos se veían alegres, desde que supo que Sai estaba ahí se veía…feliz.

-No tengo nada que decirle-Gaara tomaba un jugo (con él que por poco se ahoga), cuando Naruto mencionó a Sai, no se atrevió a mirarlo.

-Pregúntale por qué te dejó-La repuesta del rubio fue directa.

-No quiero saberlo.

-Sabías que Sai-sensei no ha salido de su estudio desde que se encontraron, Sasuke-san está muy preocupado por él, dice que no come ni duerme.

-Y como si a mi me interesara, que se pudra en su estudio-eso ultimo lo había dicho casi en murmullo y no pudo evitar verse preocupado.

-¿Seguro?

Gaara bebió su jugo para evitar contestar.

Naruto soltó un suspiro, si Gaara se negaba a hablar con el pelinegro, lo haría él.

 

-¿Sai?, ¿sigues vivo?-Sasuke trataba de sonar animado pero no le era fácil, estaba muy preocupado, apoyo su frente contra la puerta, hacia cerca de una hora que no oía absolutamente nada- Sabes que puedo mandar que quiten la puerta, ¿verdad?

-¿Lo harías?-la voz había sido un murmullo, aun así ocasionó que Sasuke sonriera aliviado.

-Claro

El peliazul se sentó, pegando su espalda en la puerta, no lo sabia, pero tras la puerta Sai se encontraba en la misma posición, el pelinegro de piel más blanca miraba por la ventana, afuera veía las hojas caer de los árboles, el viento movía con suavidad las ramas, cerró sus ojos, recordando, el día que se marcho de la casa de Garaa también era otoño, aspiró con suavidad, esa vez aún tenía el aroma del pelirrojo en su piel, había sido suyo, había probado sus labios, su piel, su esencia.

-Era todo mío-abrió sus ojos con lentitud- y yo era completamente de él. Era todo mío-una cristalina gota escapó de sus ojos- y ahora lo perdí.

-¿Sai?-oyó a Sasuke preguntar con suavidad, lo oía preocupado.

“…l no tiene la culpa” no tenia derecho a preocuparlo de esa manera, Sasuke no hacia nada más que cuidar de él, en sus labios se formó una triste sonrisa.

-Dime, encanto.

-¿Estas bien?-El menor sonó más animado.

-Si, ¿y tú?

-Pues… si, eso parece-contesto después de un leve titubeo.

-Tu hermano-no era una pregunta, solo afirmaba algo que sabía.

-Ya lo conoces.

-Lo lamento, ya he terminado, mañana continúo con clases.

-¿Pintabas?-Sasuke no notó que tras la pared, cerca de él, se escondió el atractivo chico pelirrojo.

-Sabes que es lo que siempre hago, siempre me regañas por obsesionarme 

-Ya lo haz dicho…te obsesionas, ¿recuerdas ese mes que estuviste encerrado en tú estudio?

Gaara logró escuchar  la suave risa de Sai a pesar de la puerta.

-Eso ya fue hace tres años, de no ser por ti habría muerto esa vez.

-Estaba en Francia sólo por ti y tú te la pasaste encerrado en tu estudio sin verme-Sasuke sonrió alegre, lo que hizo que el corazón de Gaara se estremeciera, todo ese tiempo que Sai había estado en Francia había estado con Sasuke-san, esa era la razón por la que no había vuelto, apoyándose en la pared sintió unas calidas gotas correr por las mejillas.

-Yo no tengo por que estar escuchando esto-limpio sus lágrimas, molesto, apurándose a retirarse de ahí.

 

-¡Gaara-sama!-El pelirrojo sintió que sus pies amenazaban con dejar de sostenerlo cuando oyó la voz del su antiguo sirviente pelinegro, habían pasado varias semanas en las que le había sacado la vuelta a Sai perfectamente, temía que si lo veía el pelinegro le diría algo que no quería escuchar.

Sai se encontraba parado bajo la sombra de un árbol, estaban cerca de la mansión, después de dudar Gaara se decidió a mirarlo, el pelinegro vestía con un sombrero negro que ocultaba sus mechones oscuros, traía una camisa negra de manga larga, usaba un chaleco morado oscuro y traía una pantalón de mezclilla, mientras que calzaba unos tenis negros, pasó saliva, Sai le parecía incluso más atractivo que cuando se fue.

-Gaara-sama-Sai dio unos pasos hacia el pelirrojo, sus oscuros ojos negros analizaban de arriba abajo al pelirrojo, este usaba una gabardina de piel negra, vestía con un traje casual, usaba lentes oscuros los cuales cubrían los claros ojos del pelirrojo y le daban un aire de actor de cine, en los labios del pelinegro se marco una sonrisa triste.

-¿Qué haces aquí?-el Sabaku ni siquiera se molesto en ocultar su molestia de verlo.

-Temari-sama me invitó a comer, ¿no se lo dijo?

-De habérmelo dicho me hubiera ido con Naruto-Sai se vio triste ante las palabras del pelirrojo lo cual no pudo evitar notar el chico de ojos claros.

-Lo lamento mucho, Gaara-sama-el de los ojos negros hizo una reverencia para disculparse, con lo que ocasionó que Gaara se diera la media vuelta rápido rumbo a la mansión.

-No hagas eso-menciono alejándose-tú ya no trabajas para nosotros, sensei.

Sai hizo un gesto, el dolor por la frialdad con que Gaara lo llamó “sensei” fue fácilmente notable en su mirada.

Dio unos pasos en sentido contrario a la mansión, si tanto lo molesta no tenia porque estar con el pelirrojo.

-No te atrevas a dejar plantada a mi hermana-mencionó enojado Gaara cuando notó las intenciones del chico de ojos negros.

-¿Podría disculparme por ella?-le  pidió sin atreverse a mirarlo-Yo vendré a visitarla cuando usted se encuentre en clases.

-No seas ridículo-Gaara estaba realmente furioso-Si no quieres aguantarme no necesitas retirarte, yo me quedare en mi habitación hasta que te largues.

-Es a ti a quien le molesta mi presencia, Gaara-sama, yo siempre he anhelado verte de nuevo…

-¡¡FUE ESA LA RAZ”N POR LA QUE TARDASTE EN VOLVER!!-Sai miró al piso, mordió su labio inferior, soltando un suspiro miró a Gaara directo a los ojos.

-No sabía como volver, a pesar de que lo que más anhelaba era volver a verte…Gaara-sama, por más que trataba no podía superarte, no importaba que hiciera ni lo mucho que me esforzara, tú, sin necesidad de un solo esfuerzo, superaste cada logro que yo obtenía-a pesar de que Gaara deseaba gritarle que se callara no pudo hacerlo, escuchó en silencio la explicación que Sai le hacía- Volví sin ser digno de ti, volví sin atreverme a buscarte, porque a pesar de todo lo que te prometí que sería cuando volviera, he vuelto con las manos vacías a comparación de lo que tu haz obtenido…

-¡¡¿Cómo te atreves?!!-a pesar de que Gaara se había prometido no volver a llorar desde que fue al estudio de Sai en la universidad de sus ojos escapaban lagrimas al tiempo que su voz había vuelto a subir de volumen- ¿Cómo te atreves a decir eso? Eres un maldito, ¿Cómo puedes atreverte a decir eso cuando fuiste tú quien me dejó? ¿Tienes idea cuanto te amaba? ¿Tienes idea, al menos, de cuanto me dolió?

Sai vio las lagrimas correr por las mejillas de Gaara, no podía ver lo claros ojos debido a los lentes.

-Me amabas… ¿Ahora ya no, Gaara-sama?

Gaara quedo congelado ante sus palabras, ante esa mirada llena de angustia de Sai.

“Te amo” lo sabía y no le era posible negarlo…pero a pesar de todo…

-Te espere… Nunca volviste, Sai…- pero a pesar de todo…-Yo ya no te amo…- pero a pesar de todo no estaba dispuesto a ser lastimado, prefería negar ese amor que sabía que nunca desaparecería, antes de que Sai le dijera que amaba a alguien más.

-Imaginaba que merecía esto…-¿Por qué si ya no lo quería parecía tan herido el pelinegro?-Realmente lamento haberte hecho sufrir de esa manera Sabaku-san.

El “Gaara-sama” que había utilizado para referirse a él, había desaparecido, ese ultimo rastro del sirviente que había conocido alguna vez en su pasado se había marchado para siempre; Sai inclinó su cabeza a modo de saludo, caminando con paso seguro pasó al lado de Gaara dirigiéndose a la mansión.

-Se ha acabado-murmuro Gaara aterrado, cuando notó que Sai había entrado a la puerta de la enorme mansión.

La seguridad con que el pintor se había alejado del pelirrojo desapareció justo cuando se notó fuera de su vista, se apoyo en lo primero que encontró mientras que cristalinas lágrimas humedecían sus ojos.

-Sabía que este chico seria mi perdición-se dijo tratando de evitar el llanto que apretaba su pecho lastimándolo intensamente.

 

-¿Estás bien?-fue la voz de Sasuke que lo sacó de sus cavilaciones.

-Sabes-los oscuros ojos de Sai se clavaron en él- me gustaría tanto poder enamórame de ti.

Sasuke se sonrojo al notar que las palabras de su amigo eran sinceras.

-Pero no puedes, ¿no es verdad?, tú estás interesado en un “Rubí”, mientras que yo soy un simple “”nix”

Sai  sonrió, Sasuke recordaba perfectamente sus palabras.

-Un “Rubí” que siempre estuvo fuera de mi alcance-la tristeza se marcó en los atractivos rasgos del chico de piel blanca.

-Nada está fuera del alcance de un artista-el menor de los hermano Uchiha colocó su mano en el hombro de Sai- Si no puede ser tuyo, píntalo, si no entiende lo que dices, demuéstraselo por imágenes, si no cree en tus palabras, si no entiende tu dolor, repíteselo una y otra vez hasta que lo sepa… Absolutamente nada esta fuera de las manos del pintor japonés que ganó fama en Francia… Aunque sea algo que no deseas todo está a tu alcance.

-Sasuke…estás loco-Sai abrazó a su amigo, agradecido por sus palabras.

 

-Sai-sensei, ¿podemos hablar?-Sai levanto la vista, se encontraba revisando unos exámenes en su oficina, sus oscuras orbes se encontraron con el profesor rubio de ojos azules “El enamorado de Gaara” pensó con tristeza.

-¿Es necesario, Uzumaki-sensei?-el pelinegro levantó uno de los exámenes que revisaba para mostrárselo a Naruto

-Es muy importante…Es sobre Gaara-kun-Soltando un suspiro Sai hizo un gesto para ofrecerle a Naruto una silla que se encontraba frente a él.

-Si lo que quieres es que me aleje de Sabaku-san, no te preocupes, no tengo motivo para intervenir entre ustedes, el ya me ha dicho que no siente nada por mí.

-¿A que te refieres? Gaara-kun y yo no salimos-El rubio se vio bastante confundido ante las palabras de Sai.

-¿No salen?-No entendía entonces el por qué de esa platica, Gaara no se lo había dicho, pero él lo supuso debido a que siempre estaban juntos…además de que el pelirrojo le había dicho que no lo amaba.

-No… ¿Quién te dijo eso Sai-kun?-el tono de Naruto había cambiado por uno más familiar.

-Nadie… perdona, es sólo que siempre andan juntos… yo creí, como Gaara dijo que ya no me quería pensé que tal vez ustedes dos…

-Así que eso hizo-Naruto se vio preocupado, parecía que muchas de sus dudas se aclaraban, mientras que por el contrario, las de Sai aumentaban cada vez más.

-Perdona Naruto-sensei, ¿podrías explicarme?

-Sai-kun, la razón por la que quería hablar contigo era para pedirte que hablaras con Gaara-kun, él nunca lo aceptara, pero esta destrozado.

-¿Por qué?, fue él quien me dijo que no me amaba-Sai agacho la vista dolido.

-Y le creíste, Sai-kun; me habían contado que eras un genio…

-Yo no tengo razones para dudar de su palabra-Sai enarcó la ceja algo ofendido.

-Entonces permíteme darte algunas, Gaara-kun esta herido porque no volvías a pesar de tu fama, porque cuando volviste no lo buscaste y porque piensa que lo cambiaste por alguien más…

-Eso es ridículo, tal vez tengas razón en la segunda, pero en la primera y la última no tiene razón de ser, en especial en la última, sólo conozco a Sasuke en Japón a…

Sai se interrumpió de repente, las mismas razones para pensar que Gaara y Naruto salían, eran las mismas que existían para creer que Sasuke y él eran pareja, el pelinegro se levantó de un salto.

-Naruto-kun, ¿sabes donde esta Gaara?-le preguntó con urgencia.

-Es hora de clases-dijo Naruto sonriendo- debe estar vagando en los jardines como siempre.

-¡Muchas gracias!-Sai corrió rumbo a donde encontraría al pelirrojo.

Alegre Naruto salió de la oficina del pintor, encontrando en la entrada de ésta a Sasuke.

-Gracias, Naruto-sensei, perdona por pedirte ese favor.

- No te preocupes, Sasuke-san, después de todo Gaara-kun es mi mejor amigo, lo hubiera hecho de todos modos.

-Aún así te lo agradezco mucho.

-Cuando quieras-el rubio revolvió los mechones oscuros del pelinegro quien sonrío mientras un ligero sonrojo adornaba sus mejillas.

 

El chico de ojos claros se encontraba durmiendo bajo la sombra de un árbol, cuando el pintor pelinegro lo encontró, vestía con una camiseta negra de manga larga color negra y un pantalón de mezclilla que le quedaba un poco flojo lo que permitía ver un poco de los boxer ya que la camisa estaba un poco levantada dejando al descubierto algo de la blanca piel del abdomen, el rojo cabello estaba completamente desordenado, alguno mechones que caían sobre la frente cubrían un poco de los ojos, estaba completamente tranquilo, el rostro de Sai se marco con tristeza, ese rostro tranquilo era lo último que había visto de Gaara cuando lo llevó a dormir a su habitación antes de dejarlo. Se agachó quedando frente a él.

-Gaara-el pelirrojo abrió sus ojos con suavidad al oír que lo llamaban, parpadeó un par de veces para tratar de enfocar a la figura que se encontraba agachada a su lado.

-¡Sai!-no pudo evitar levantar la voz al reconocer al pintor pelinegro, se levantó de un salto listo para darse a la fuga, pero Sai actuó con rapidez sujetándolo de una muñeca.

-Quiero que hablemos-le pidió poniéndose en pie.

-Yo no tengo nada que hablar contigo-le dijo un poco alarmado tratándose de soltar.

-Pero yo sí-contesto tranquilamente el profesor- Gaara, tengo mucho que decirte.

El chico pelirrojo dejó de oponer resistencia al oír su nombre escapar de los labios de Sai, eran pocas las veces que lo había oído dirigirse a él sin formulismo (se refiere al –sama o al –san que utilizó cuando lo llamó por su apellido)

-¿Y que te hace creer que quiero oírlo?-el chico Sabaku volvió a esa actitud prepotente que tan bien manejaba, ese tono orgulloso del que era digno ejecutor-Sensei, perdiste mi atención cuando me dejaste hace 5 años, al igual que mi amor.

-Un amor del que estabas tan orgullo se pregonar que no era un simple capricho- había sido un golpe bajo, el pintor había utilizado sus propias palabras para herirlo.

-¡¿Cómo te atreves?! Siendo tú el primero en abandonarme, fuiste tú el primero en olvidarte de mí- sus mejillas se tiñeron rojas ante el reclamo que Sai le había hecho.

-Te abandone por que no te merecía, incluso ahora sigo pensando que no soy digno de ti.

-Alguna vez te pedí algo, te dije que no te quería por ser como eras, que no me bastaba lo que eras, deja de buscar excusas Sai, simplemente dime que me olvidaste, y que al igual que yo sales con alguien más.

-¿Sales con alguien más?- el pelinegro enarcó una ceja interesado-¿Y quien es?

-Na…-dijo lo primero que le vino a la mente-Naruto-sensei.

-Mientes.

-¿Q…QU…?-su voz tembló, sus ojos verdes lo miraron sorprendido, a que se debía tanta seguridad al negar sus palabras.

-¿Sabes por qué me decidí a buscarte a pesar de que me dijiste que no me amabas?

El pelirrojo sólo guardó silencio ante la pregunta, sintiendo que una gota de sudor corría por su sien.

-Naruto-sensei…

“Naruto…”

-Yo no tenía motivos para dudar de ti, Gaara, tus palabras para mi eran ley divina…

-Suéltame, Sai-el pelirrojo se esforzó para tratar de soltarse-no tiene sentido esta platica.

-¿Por qué?

-Tú ya no me amas-las lagrimas corrieron por las mejillas, por fin sus ojos se atrevieron a mirarlo-¿Quieres que te diga la verdad?... Te amo, el hecho de que me hubieras dejado fue tan doloroso, yo no deje de amarte y estos 5 años fueron una tortura para mí culpa de ese sentimiento…Aun así te esperé, pasó un año, pasaron 2 y seguía creyendo en ti a pesar de que habías ganado bastante fama, esperé otro año, y tú llegaste al punto cumbre de tu éxito, no volviste Sai, no encontré ni una sola carta dirigida a mi, ni una sola llamada, Sai ¿una nota era mucho?, yo hubiera sido feliz con solo saber que pensabas en mí, ahora que volviste, incluso después de 5 años creí, guarde la esperanza de que al menos tuvieras un pensamiento hacia mí; pero me equivoque, ahora conozco la razón por la que no volviste, por la que no me buscaste, porq…

-Gaara, yo no salgo con Sasuke…

-¿Qué?

-Sasuke, fuera de ti y tus hermanos, es la única persona que conozco en Japón, se que tú no me pediste nada, pero yo temía tanto la felicidad que no merecía, tanta dicha que encontré a tu lado me fui a Francia, pero cuando quise volver me fue imposible-sus mejillas se tiñeron de rojo ligeramente- me vi atrapado por la fama que no me dejaba volver junto a ti, mil veces te dije “lee los contratos” yo caí victima de no atender mis propios consejos, me encontré atrapado por un mal contrato que hice, hasta que Sasuke me ayudo a librarme, tienes razón Gaara, nunca tuve tanto valor para pedirte disculpas por dejarte, me asuste tanto de que no me lo perdonaras…

-Pero…-Sai colocó un dedo sobre los labios del pelirrojo, para evitar que hablara.

-Fuiste lo primero que busque cuando llegue, fui a tu casa, pero Temari-sama me dijo que acababas de salir a la escuela, me dirigí hacia aquí y te busque pero no habías llegado a la escuela-Gaara recordó que se había tenido que detener en la librería para comprar un libro-, tengo mis compromisos con Itachi-san, el hermano de Sasuke, por lo que estuve obligado a dar clases, de ahí me dirigí a la cafetería, donde te encontré por primera vez, sentí que mi corazón se detuvo al verte, era increíble haberte encontrado, sin embargo, no me atreví a acercarme al oír lo que hablabas con Naruto-sensei-Gaara recordó haber notado que la puerta se abrió ese día, tú eres la única persona de quien me podría enamorar.-Después te vi cuando te alejaste del estudio, ese mismo día, cuando corriste, la primer vez que me vistes, cuando fui a buscarte te encontré abrazado por Naruto…entonces no tuve duda que te había perdido. Gaara crees que no he pensado ni una vez en ti…Sígueme…

 

El pelirrojo se había dejado guiar con suavidad por Sai a su estudio, seguía pasmado por las palabras del pintor, de sus ojos seguían escapando una que otra lagrima que se negaban a detenerse, Sai se acercó a un librero que se encontraba lleno de block’s (cuadernos) de dibujo, tomó uno colocándolo en las  manos de Gaara.

-Ábrelo-le pidió con suavidad, dio unos pasos alejándose se él-puedes ver cualquiera.

Gaara abrió el cuaderno, al principio analizó la primera imagen, sonrojándose dio la vuelta a la pagina con rapidez, cambiando a la siguiente, terminándolo de hojear, tomo otro cuaderno revisándolo rápido lo dejo caer en el piso, haciendo lo mismo con el siguiente, y así siguiendo con cada uno, la mayoría de los cuadernos de dibujo ya estaban en el suelo, Gaara no podía dejar de llorar, todas las imágenes eran un chico pelirrojo de piel blanco y ojos verdes… en todas las imágenes se encontraba él, todas tenían fecha, algunas incluso 5 años atrás, había varias imágenes fichadas un día después de la partida de Sai; volteó con el pelinegro quien estaba parado al lado de una caballete el cual tenia una imagen cubierta con una manta blanca, la jaló con suavidad descubriendo la imagen, su propia imagen 5 años mas joven, vestía con un traje negro y corbata roja, se encontraba durmiendo, conocía el lugar donde estaba, el metro en el que Sai lo había subido esa vez saliendo de la reunión de negocios.

-Sai- sus ojos estaban inundados por las lágrimas.

-Gaara, yo te amo, eres lo único que vale la pena en mi vida, si yo…

Gaara se abrazó al cuello de Sai besando sus labios con desesperación, tratando de demostrarle lo mucho que lo amaba. Sai correspondió su beso, probando el sabor de esa boca que tanto había anhelado, busco de inmediato la lengua del pelirrojo en cuanto éste abrió su  boca, el pelirrojo siguió el delicioso juego, sintiendo como Sai pasaba sus manos por su cintura estrechando el abrazo.

-Te…amo- logró articular el pintor cuando se alejó un poco de sus labios-¿me crees?

Gaara asintió, sonriendo al reconocer esa pregunta.

-Yo…también…

-Con todo mi corazón.

-Te amo…

 

 

 

···Fine···

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno esta historia se acabo...Espero que les haya gustado...

Les mando muchos besos a quienes me aguantaron y espero que haya sido de su agrado el final...

Los comentarios se agradecen y se toman en cuenta por montones (sus reviews son mi paga por escribir ^^U)

Agradecimientos especiales a:

ggbmiharu

hina_chan

sabaku no yose

enma-chaan

Uzumaki_Midori

Flor oriental

sabakuno_rose

Eruka

EllyZeller

paola_yagami

Angel del Diablo

yackshina

ini

kasumi^^

DarkWolf

_VaLLeWiDa_

Shingryu

kissparadise

A hina_chan, flor oriental y a angel del diablo que me dejaron mas de un review...Txiooooo!! que monadas de encantos...

Ya las demas personas que no menciono por no saber sus nombres tambien mul gracias!!

¡¡Blackrain les envia mil besos!!

"Todo en este mundo son coincidencias, el destino no existe"


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).