La noche no podía acabar mejor. El concierto había salido todo bien y él se lo había pasado mejor que nunca .Las fans habían gritado como enloquecidas y cantado todas las canciones. Y al cantar su canción especial, esa que solo canta con su hermano, había sido el momento más feliz de toda la noche.
Le miraba con cada estrofa que cantaba y su hermano le devolvía la mirada con cada nota que tocaba en su guitarra. Habían tocado tantas veces esa canción que podía hacerlo con los ojos cerrados, o sin apartar sus ojos de él.
Entonces, si todo había ido tan bien ¿por qué se encontraba tan mal? Estaba mareado, tenia el estomago revuelto y con nauseas. No había comido nada a causa de los nervios por el concierto y solo había bebido una botella de agua en el escenario.
Seguro que era por eso, como no había dejado de bailar y saltar el agua le había sentado mal.
Levanta la cara y se mira en el espejo del baño. Tiene mala cara y piensa en lavársela con agua fría para ver si se siente mejor. Así lo hace y cuando se vuelve a mirar se ve más pálido ahora ya sin el maquillaje. Se ha espabilado un poco y piensa en volver con los demás. Lleva mucho tiempo allí y se preguntarán que le pasa.
Con un suspiro de resignación sale del baño y se dirige a la sala de espera del backstage, donde su hermano Y Georg están en plena partida de pin pon, y Gustav lee una revista en el sofá. Se deja caer a su lado y echa la cabeza hacia atrás cerrando los ojos.
-¿Te encuentras bien?-le pregunta Gustav dejando la revista a un lado.
Le mira y asiente con la cabeza sin decir nada. Gustav se ha dado cuenta enseguida d que estoy mal, pero su hermano n puede dejar de jugar para ver si necesito algo o si está.
Eso hace que se sienta peor todavía.
-¿Hasta cuando tenemos que esperar para irnos? Llevamos más de media hora aquí encerrados-gruñe abriendo los ojos.
-En cuanto las fans abandonen la sala nos podremos ir. Además nos estarán esperando afuera para las fotos y autógrafos-dice Gustav estudiando su cara-Se te ve un poco pálido, si te encuentras mal se lo digo a David y nos vamos ahora.
-No, no es nada. Además, no hay que defraudar a las fans.
Bill vuelve a cerrar los ojos. La cabeza empieza a dolerle y el ruido que meten su hermano y Georg no ayuda mucho
-¡Gane!-dice Tom tirando la pala contra la mesa.
Esto hace que Bill abra los ojos de golpe y se escape un gemido.
-¿Te encuentras bien?-le pregunta por fin su hermano acercándose con curiosidad.
-Me duele un poco la cabeza, solo es eso.
Le pone la mano en la frente. Su tacto es tan suave que parece aliviarme un poco.
-No parece que tengas fiebre-dice pero sin retirar la mano.
Bill levanta la mirada y sus ojos se encuentran con los de él.
-Ya dije yo que estaba muy pálido-dice Gustav, haciendo que Tom retire su mano como si hubiera tocado algo caliente y se hubiera quemado la mano-Le diré a David que en 10 minutos vamos saliendo.
Se levanta y Tom se sienta a su lado pero sin decir nada. Se miran a los ojos.
"Estoy bien, no es nada"-le dice con la mirada.
Pero ve que no le cree, nunca le puede engañar.
Al poco rato vuelve Gustav con David.
-Bill, si no te encuentras bien nos vamos ahora. No hace falta que os quedéis mucho rato a firmar autógrafos, ellas lo entenderán. Si ves que no aguantas te vas al autobús.
Todos se ponen en marcha para salir. Bill se levanta del sofá, pero nota que la cabeza se le va y se tiene que volver a sentar.
-¡Bill!
Tom se asusta y se vuelve a sentar cogiéndolo por los hombros.
-No es nada, es que me he levantado muy deprisa y me he mareado un poco-dice frotándose la frente.
-Di la verdad, si te encuentras mal es una bobada que no digas nada-le riñe su hermano.
Bill se queda en silencio mirando al suelo. Georg y Gustav notan que no quiere decir nada con ellos delante y se marchan llevándose a David con ellos mientras le dicen que Tom se las arreglara mejor con Bill sin espectadores, que si es algo grave se lo dirá a él primero.
Cuando se quedan solos Tom le coge la cara a su hermano y le obliga a mirarle.
-Ya estamos solos, ahora vas a decirme que te pasa de verdad porque se que hay mas de lo que cuentas .Lo presiento-le dice apartando un mechón de su pelo.
-Es que… ¡me da mucha vergüenza!-dice apartando la cara y tapándosela con las manos-Siempre estoy enfermo o me pasa algo. No quería preocuparos, preocuparte a ti.
-Sea lo que sea, por muy tonto que te parezca quiero que me lo cuentes. Y no te comas la cabeza con eso de que siempre te tiene que pasar algo .Siempre has sido débil de salud, ya lo sabes. Además, eres el cantante y siempre te expones a cogerte algo con un soplo de aire que corra, enseguida se resiente tu garganta y con ella tu voz .Por eso debes decirnos a mi y a los demás que no te encuentras bien, aunque sea un ligero dolor de cabeza. ¿De acuerdo? Y ahora dime que más te pasa.
Bill se destapa la cara un poco mas animado y le cuenta su problema
-¿Pero como que no has comido nada en todo el día?-no puede evitar gritar Tom- Perdona. Se que no te debo reñir con lo que te ha costado decírmelo. No me extraña que te encuentres mal. Lo que vamos a hacer es ir al autobús, te acuestas y ya veras como mañana estas mejor. Puede que incluso comiendo te sientas un poco mejor.
Le ayuda a levantarse y con un brazo rodeándole la cintura salen al encuentro de los demás. Bill se recuesta en él. Su tacto le reconforta y le da las fuerzas necesarias para seguir andando.
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