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Suicide... A death wish por broken black dreams

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SUICIDE – A DEATH WISH –
CHAPTER 11: DON’T LEAVE ME, I DON’T WANT TO BE ALONE – 2ND PART


-¿Near? ¿Qué pasa?-

Levantó la vista, lo único que ahora quería era calmarse pero con él acá no iba a poder hacerlo hasta que le contara todo con lujo de detalles.

-¿Near?- volvió a llamar.

Sólo lo miraba atónito, como si no se creyera que estuviera ahí, y es que claro, ¿Cuándo había llegado?

-¿No vas a contestarme?-

/*/*/*/*/*/

-¿Quién es tu acosador?-

Agachó la vista y hundió el rostro en el pecho de Elle.

-¿Me estás diciendo, entonces, que no valió la pena?-

No había palabras, no había frase que sonara coherente, no había manera de arreglar todo aquello. Había cometido un terrible error, pero ¿Cuál? ¿Cuál había sido el peor error de todos?

-Perdón.- fue lo único que su paralizado instinto pudo articular.

-A mí tampoco me gusta todo esto, quiero que valga la pena.- dijo abrazándolo contra sí y depositando un beso tierno en la frente del menor –Te amo, te amo demasiado como para seguir soportando el verte así. Light-kun, gritabas desconsoladamente durante tu pesadilla en la que seguramente estaba él, estás mal y no podes seguir así.-

Su atrofiada mente simplemente pensó en un “yo también te amo”. Pero si también lo amaba, entonces ¿todo aquello qué era? ¿Cómo carajo no se había dado cuenta de que hacía sufrir a la persona que más amaba?

No. Ya no, no por favor, por piedad a su cabeza adolorida y a su corazón partido en miles de pedazos.

Las respuestas son tan difíciles como las preguntas si las preguntas son hechas por la persona correcta.

-Tenes razón.- vencido y casi a punto de auto-odiarse más si era posible comenzó a ordenar la historia, las palabras que diría –El tipo está en la escuela, día tras día, receso tras receso, mirada tras mirada...- la voz parecía quebrársele, daba la impresión de que en cualquier momento dejaría de ser audible para convertirse en un susurro aun más silencioso –Yo... permití todo esto, es mi culpa, es mi maldita culpa... estoy enterrado en mi propia miseria Ryuuzaki, y te juro por dios que no sé como salir...-

... Es este el mundo gris al que te he invitado,
¿me amas realmente como para aceptarme con mi tristeza?
Te amo, pero no sé escapar,
no puedo escapar por más que te tenga conmigo.
¿Me vas esperar en la luz al final de este desastre? ...

Dolía oírlo hablar así, decir eso, pero era lo que Elle necesitaba, que se desahogara, que por una vez le dijera la verdad.

-¿Y sabes qué es lo peor de todo?- continuó acurrucándose más contra el otro cuerpo –Que ni siquiera recuerdo cómo empezó todo, no lo sé.-

 -¿En qué sentido lo decís?- preguntó mortificado el pelinegro, había tanta tristeza empapada en aquellas frases, tanto dolor contenido y tanta incomprensión. Sentía que si lo apretaba nuevamente en el abrazo lo rompería como a un muñeco de la porcelana más delicada.

... No preguntes nada, no digas nada.
Sólo abrázame como si el mundo fuese a acabarse al minuto siguiente,
porque así es.
Sólo dame la eterna sonrisa que me deja ver que todo va a estar bien,
porque sé que no lo va a estar. ...

-Eso, que realmente no lo sé...- un débil suspiro escapó de su boca –Un par de años atrás comencé a ir a un psiquiatra, pero en vez de seguir sus indicaciones con los medicamentos yo...- un silencio completó la frase –Creo que estuve inconciente como dos o tres días por esa sobredosis, cuando desperté ya no recordaba nada... Ahora tampoco, sólo vagas imágenes, ninguna feliz debo agregar...-

... Mi pasado no es de agrado, no hubo felicidad en él,
pero te tengo para cambiar mi futuro,
te tengo para amarte hasta que nada más importe. ...

... Te tengo para acabar con la soledad,
¿vas a esperar a que destruya mi mundo de dolor?
¿Vas a amarme aun cuando no sepa como dominar mi angustia?
Te llevo clavado en el alma
muriéndome a cada intento de no hacerte sufrir,
¿Cómo puedo dejar de hacernos sufrir? ...

... Decime que me vas a esperar en la luz al final de este desastre. ...

Tenía la cabeza en su pecho, ocultándose, sin embargo supo que sus ojos estaban vidriosos.

-Cuando volví al instituto me acosaba con tanta naturalidad que me hace pensar que ya lo hacía desde antes... Fue horrible... Es horrible...-

Se le destrozaba el alma con semejante dolor expresado. No podía siquiera reparar un poco su corazón, no había nada que estuviera a su alcance para darle la felicidad, tampoco podía borrarle aquel trauma, aquellas palabras y aquellos roces. El fantasma de la soledad le brindaba el aspecto de moribundo que sentía que estaba llevando el último tiempo.

-Es horrible...- repitió –Porque no pude oponérmele desde el principio, porque dejé que hiciera y deshiciera conmigo como le diese la gana... Porque no sé cómo pararlo... No sé cómo parar esto, esta locura, esta angustia, este sentimiento de insatisfacción y preocupación continua... Esta horrible soledad que me obligo e impongo en cómoda penitencia.-

... ¿Me vas a esperar en la luz al final de este desastre? ...

Los castaños orbes se llenaron de lágrimas esperando por salir, por desparramarse y dar paso al consuelo que su novio le daría.

... No quiero llorar, no quiero que sientas más lastima de la que ya sentís.
Quiero que me ames, ayudándome a superar este mundo gris,
¿es demasiado pedir?
No tengo derecho a retenerte con mi tristeza,
pero me muero de sólo pensar que no vas a estar ahí. ...

... Prométeme que me vas a esperar en la luz al final de este desastre...

-Y es que no lo sabes Ryuuzaki, no sabes lo horrible que es esta soledad, estar sentado en medio de una multitud y ver que nadie está con vos, ser parte de una familia que te ignora desde que eras pequeño... No sabes lo horrible que se siente saber que la persona que tanto te ama está ahí y aun así te sentís solo a pesar de saber que lo estás lastimando, que te estás lastimando...-

... Voy a amarte a través de este mundo gris,
voy a amarte hasta que esta tristeza me mate
o hasta que vos me rescates. ...

Las lágrimas cayeron, ya no podía esconder nada. Nada en absoluto.

Elle puso sus manos en la cara de Light, una a cada lado y le levantó el rostro mientras con sus pulgares secaba las lágrimas. Lo obligó a verlo y en vez de reprocharle por lo que había oído le plantó el beso más dulce, comprensivo y amoroso que le haya dado jamás.

... Créeme, estoy deseando
que me esperes en la luz al final de este desastre que es mi vida. ...

El beso fue largo y sentido, se transmitieron cada sensación mediante ese contacto tan afectivo e intimo como lo era aquel beso cargado de emociones.

Se separaron cuando el aire se tornó algo necesario en sus pulmones. Se miraron dulcemente tratando de que el tiempo se detuviera por completo en ese instante para permitirles seguir amándose en el silencio de un beso recién terminado.

-Perdóname...- volvió a pronunciar Light ya que su llanto había cesado.

El mayor lo abrazó de nueva cuenta, no porque no supiera qué decirle sino porque realmente no había palabra que pudiese salir de su garganta, no había nada que pudiera proferir sin empezar a llorar él también. Entonces prefirió que el calor de sus cuerpos juntos fuese a decir lo que sus labios no podían emitir.

... Voy a amarte a través de este mundo gris,
voy a amarte hasta que esta tristeza me mate
o hasta que vos me rescates.. ..

... Estoy dispuesto a atravesar a ese mundo gris
e ir a tu rescate,
arrancando esa tristeza. ...

... ¿Vas a esperarme en la luz al final de este desastre?...

... No voy a esperarte
porque voy a ir en tu rescate. ...

/*/*/*/*/*/

-Nada, no hacía nada... En todo caso ¿Qué haces vos acá?- contestó Near a su interlocutor al tiempo que se incorporaba al haber recuperado el aliento por bajar las escaleras de esa forma.

-Nada, vine a visitarlos, ¿No puedo venir a ver a MI Mello?- dijo en tono de superioridad.

Si las miradas mataran, este muchacho ya estaría muerto. Así de asesina era la manera en que lo miraba el peliblanco.

-Y hablando de Mello,- movió la cabeza buscando por el pasillo al mencionado –¿Dónde está?-

-En casa.- profirió a secas, sin disimular su enojo.

-¡¿Eh?! Entonces vamos para casa, que quiero ver a MI Mello...- y otra vez ese tono que desquiciaba a Near.

Sin decir otra cosa el albino se encaminó al salón.

-La puerta de salida está por allá.- comentó sarcástico.

-Ya sé, voy a buscar mis cosas así te llevo a casa a ver a MI Mello.-

Mientras Near se alejaba se quedó viéndolo, siguió su trayecto hasta que se perdió tras una puerta.

-Así que ya es oficial lo suyo...- agachó la mirada –Sí que no perdiste el tiempo Mello querido...- musitó a la nada, hablando prácticamente consigo mismo.

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-Ahh, que cielo tan celeste... Me había olvidado lo que era sentarse a ver como la brisa empuja las nubes...-

Un leve suspiro salió de su boca perdiéndose en el cansancio mental. Si es que estar pendiente de cierto castaño adolescente siempre presente en sus sueños húmedos puede causar cansancio de esa clase.

Todavía estaba sentado en la terraza, un poco más aburrido sin la presencia del menor al que había besado en la biblioteca. Por Dios que adoraba la expresión de confusión en su cara. Light nunca la utilizaba, sólo dejaba ver su cara de indiferencia y, en casos extremos, de terror.

Mentalmente se reprochaba el haber sido tan bocón, pero lo hecho, hecho estaba. Al menos se había reservado que sabía que era novio de ese idiota que el de níveos cabellos tenía por tutor responsable.

Aunque en realidad daba igual. Podía ser que el castaño olvidara fechas, pero Mikami Teru jamás lo hacía, y menos si esa fecha debía de cumplir con algo tan grato como sería despojar de su virginidad a dicho quinceañero.

-¿Sabes una cosa River-kun? Si Light no se hubiese aparecido antes, tal vez me hubiera ensañado con vos...- dijo al viento que soplaba.

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Abrió la puerta y “cortésmente”, si es que cabía eso cuando él estaba, dejó pasar al invitado.

-¡Que linda casita se echó Ryuuzaki!- comentó despreocupadamente.

Near tiró su mochila sin siquiera esperar algo más y empezó a llamar a Mello. No quería que se encontrara con ese, pero quería saber como estaba Light. Con los sucesos, llámese que un sensei lo besó y le contó cosas que supuestamente son de la vida privada del castaño, llámese encontrarse al metiche ese viniéndose con el cuentito de que Mello es suyo, se había olvidado de la condición bastante preocupante de Light.

La figura veloz y obediente al llamado, acudió. Quedó impactado al ver quien acompañaba a su novio.

-¡¡Matt!!- gritó feliz, lanzándose a abrazarlo.

Abrazo que por supuesto fue correspondido por el pelirrojo en cuestión. Near no miró muy contento la escena, pero bueno, eran amigos de la infancia ¿Qué esperaba? ¿un apretón de manos y que Matt se fuese contento como perro con dos colas? Ni que fuera tan ingenuo.

-¿Cómo has estado? Je, seguís con las mismas fachas.- comentó Mello viendo la usual remera rayada y los googles, cosa que siempre llevaba.

-No es que vos hayas cambiado mucho.- recibió la respuesta como reproche, puesto que él también andaba vestido de negro, con ropa ajustada como solía hacerlo.

-Perdona que interrumpa, pero ¿y Light? ¿Cómo está?- cuestionó con frialdad cuando el abraza se deshizo.

-Mmm... mejor en lo que respecta a salud física, de lo demás no estoy tan seguro.-

-¿Qué queres decir con eso?-

-¿Quién es Light?- acotó Matt.

-El novio de Ryuuzaki. Y quiero decir que tuvo una pelea con Ryuuzaki y desde hace un rato están los dos encerrados en la habitación.-

-¿Otra pelea?- estaba extrañado, el pelinegro nunca fue de pelearse.

-Eso me pareció.-

-Entonces que les parece si no molestan a los tortolitos y les cuento las novedades del Wammy’s, ¿eh?- contó el pelirrojo sentándose en el sillón de la sala, haciéndole señas a Mello de que se sentara al lado.

Esté lo hizo y como Near no pensaba dejarlos solos ni a sol ni a sombra se sentó en el suelo armando su típico rompecabezas. Ambos escucharon las novedades, que más que novedades eran “chusmerios”, pero interesantes hay que agregar.

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-¿Matt?- otra voz en la sala los hizo sobresaltar.

Era Elle que había dejado descansando a Light. Miró al pelirrojo de arriba abajo, sin creerse que estuviera ahí.

-¡Ryuuzaki! Tanto tiempo, ¿no?- y le sonrió.

-Sí, ¿Qué te trae por acá? ¿Pasó algo en Wammy’s?-

-Sí, pasó, resulta que Linda está embaraz...- un golpe en medio de la cabeza lo calló.

-Habla de algo importante idiota...- habló Mello.

-¿Es que me vas a decir que esperar un hijo no es importante?- antes de continuar vio que el rubio estaba por darle otro saque, así que cambió la historia –Estemmm, no, no pasa nada IMPORTANTE...- ironizó de todas formas.

-¿Y Light?- preguntó Near.

-Está durmiendo. ¿Puedo pedirles algo chicos?-

-Claro.-

-Sí.-

-¿Qué cosa?- dijo por ultimo Mello.

-¿Puedo pedirles que mañana pasen el día afuera? Perdonen pero me gustaría hablar con Light y...- antes de poder terminar las miraditas acusadoras se hicieron presentes.

-Yo conozco esas charlas Ryuu, no te preocupes...- le sonrió y hasta le guiñó el ojo Matt.

-¡Hey! ¡Que no es por eso!- trató de quejarse.

-No te preocupes, ¿te parece que salgamos temprano?- masculló Near con el rostro serio.

-Sí, se los agradecería mucho.-

Había algo raro, el rostro serio de Near, la urgencia de estar a solas con Light que tenía Elle. A Mello no le agradaba mucho aquel clima tenso, pero gracias a las “novedades nada importantes” sobre el Wammy’s que Matt les empezó a contar se disipó un poco esa tensión.

/*/*/*/*/*/

-¿Puedo pasar? Ryuu-chan dijo que ya estabas mejor...- le habló desde el otro lado de la puerta.

Antes de decir algo más la puerta se abrió.

-¡Light, no hacía falta, la pude haber abierto yo!- le reprochó.

-Ni que me estuviera muriendo Near.- y una sonrisa fue a los labios del castaño.

Por el contrario, el peliblanco no sonreía. Light lo notó. Parecía preocupado, entre confundido y triste... hasta decepcionado si se quiere.

-¿Pasa algo?-

-Hoy... hablé con Mikami-sensei...-

La cara del quinceañero casi se desfiguró con la sola mención del nombre. Un escalofrió le recorrió la espalda de abajo a arriba, erizándole los pelillos de la nuca. Tal vez no fuese lo que dijo, sino la manera en que lo dijo, la cara que llevaba Near tampoco ayudaba. ¿Le habría hecho algo?

Miles de respuestas a esa pregunta se le pasaron por la cabeza, las piernas le flaquearon de pensar lo peor y terminó sentado a fuerza de gravedad en la cama. Lo miraba consternado, como si lo que sea que hubiese pasado fuese culpa propia, como si tuviese que cargar con la culpa de alguien como Mikami.

Near se alarmó, esa cara que ponía Light no era precisamente muy acogedora. Cuando cayó sentado a la cama se apresuró a acercarse, pensando en que se habría mareado o algo.

Aunque, ¿Cómo no marearse con el sólo hecho de pensar en Mikami-sensei haciéndole algo a Near?

-¿Que...? ¿Qué te dijo?- preguntó finalmente temiendo que la respuesta fuese la que no quería oír.

El albino lo meditó un instante, no valía la pena decirle lo del beso, se lo guardaría.

-Me dijo que eran íntimos... Sabe que... que tu padre te echó y que estás acá...- enredó un mechón en su dedo y comenzó a girarlo.

Light ya sabía que el morocho estaba al tanto, ¿pero que se lo dijese a Near? ¿Qué ganaba él con eso? Bueno, ¿Cuándo obraba Mikami con algo de sentido común?

-Yo...- no tenía ninguna excusa, ninguna mentira.

-No necesito explicaciones, supongo que con que aclares las cosas con Ryuu-chan a mí me basta.- y sin apartar el dedo de su cabello le sonrío –Sólo creí que deberías saberlo... descansa tranquilo ¿sí? Buenas noches.- y se retiró.

Le dedicó una mirada, una ultima mirada antes de cerrar la puerta.

¿Descansar?, se preguntó mentalmente Light... ya no recordaba el significado de esa palabra...

... ¿Vas a esperarme en la luz al final de este desastre? ...

... No voy a esperarte
porque voy a ir a tu rescate. ...


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