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Suicide... A death wish por broken black dreams

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SUICIDE – A DEATH WISH –
CHAPTER 12: I LOVE YOU, YOU ARE IMPORTANT


Abrió los ojos de repente a pesar de que había estado durmiendo. Extrañamente el sopor del que recién despierta no lo inundó. ¿Dónde estaba? Miró a su alrededor y no reconoció absolutamente nada, no era la casa de Elle, tampoco la suya. Más bien parecía una habitación de hotel.

-Hasta que despertaste.- estaba fastidiado.

-¿Mikami?- miró hacia un costado y lo vio parado, apoyado contra la pared, con cara de impaciente.

-No, el conejo de Pascua, Light...- dijo a modo de chiste aunque su voz sonó como un reproche.

Se separó de la pared y fue caminando hasta él. Lo tomó por la barbilla dejándolo a medio sentarse y lo obligó a besarlo. Pero el castaño se negó, no permitió que profundizara. Sin rechistar se alejó.

-Quiero presentarte a alguien.- masculló dándole la espalda para ir, seguramente, a buscar a ese alguien.

Una punzada en el pecho lo hizo desear no conocer a esa persona. Sin saber porqué se quedó tumbado en la cama, descansando si se podía decir eso en aquel momento.

La puerta se abrió pero Mikami sólo se asomó, medio cuerpo escapaba de la vista de Light. El mayor lo observó con desdén, como si fuese algo inútil en ese preciso instante. Pero sin esperar otra cosa su rostro fue cambiando, una sonrisa sádica fue apareciendo al tiempo que la punzada regresaba al pecho del castaño.

Finalmente se dignó a volver al lado de la cama, pero esta vez con ese alguien.

Light sintió como el corazón se le paraba y daba un vuelco. Por primera vez desde que conocía a Mikami deseaba golpearlo con todas sus fuerzas... Unas lagrimas de lastima y tristeza rodaron por su mejilla. No podía creerlo, sentía que si seguía viendo aquella imagen vomitaría.

Miró a Mikami con cara asesina y éste empezó a reírse, risa sádica, macabra... Prefería morirse antes que creerse aquello.

-¿Ne...? ¿Near?- se le partía el alma al pronunciar su nombre.

Estaba en el piso, sentado como era su usual, mirándolo. Llevaba las ropas blancas todas rasgadas, manchas de sangre en varios lugares. En su cuello un collar como el que se usa para los perros, del cual salían dos cuerdas. Una fue a parar a sus muñecas, maniatándolo, la otra terminaba en las manos de Mikami.

-¡¿CÒMO PUDISTE?! ¡¡ESTÀS ENFERMO!!- le gritó parándose.

-No más enfermo que vos.- dio por toda respuesta.

El mayor simplemente le dio un empujón y lo tiró en la cama. Tironeó de la cuerda en sus manos haciendo que Near se levantara. Sin el mínimo pudor y ante la vista horrorizada y enfadada de Light comenzó a besar desesperadamente al pequeño, rasgando más su ropa si era posible.

-NOOOOOOOO...-


-Light-kun, tranquilo, soy yo.-

Abrió los ojos de repente. Esta vez sí reconoció donde estaba, Elle a su lado lo miraba preocupado.

-Otra pesadilla.- le explicó.

Lo miró con resignación, sintiendo un poco de pena porque noche tras noches tuviese pesadillas. A saber cuanto tiempo había estado teniéndolas.

Escapó de la mirada clavada en él que Ryuuzaki le daba para detenerse en la mesa de luz, más precisamente en el reloj. Era temprano, considerando que por fin era fin de semana.

Las siete y cuarenta y cinco rezaba.

-Disculpa, ¿te desperté?-

-No, ya estaba despierto hace rato.-

-Espero no haber despertado a los chicos.-  comentó condescendiente, sabiendo que ya no podría volverse a dormir.

Una sonrisa traviesa surcó el rostro del pelinegro, lo último que quería era que Light se durmiese de nuevo. Sin esperar que el otro interpretara aquella mirada sagaz y hasta necesitada, Elle se fue acercando, trepando hasta el rostro del castaño. Estaba encima suyo, pero sin tocarlo; se detuvo a escasos milímetros de los labios del menor.

Estaba ahí, tentador y exquisito. Lo miraba, esperando el beso tan deseado, y es que con esos movimientos casi felinos tenía ganas de hacer algo más que besarlo.

-Los chicos ya se fueron, estamos solos Light-kun.- dijo lentamente, rozando a cada palabra sus labios con los del mencionado.

Una ultima mirada y Elle le lamió atrevidamente el labio inferior a Light para luego hundirse en su cuello. Mordió suavemente justo donde el cuello se une con el hombro, después le dio una lamida para soplar aquella zona haciendo que su “presa” se estremeciera de gusto.

Siguió un caminito de besos y pequeños mordiscos hasta la nuez, allí se entretuvo lamiendo y succionándola también. Era increíble como lo excitaban esos gemiditos entrecortados que salían de la garganta de su novio, no había cosa más deliciosa que oír su nombre en aquella voz llena de amor y deseo.

Finalmente se apartó del cuello del castaño y le dio un ultimo beso, dulce, largo, profundo...

-Se fueron de paseo, creo que a un parque o algo así.- finalizó sentándose a horcajadas sobre Light.

Éste se incorporó y lo abrazó.

-Gracias Ryuuzaki, por todo, por escucharme, por perdonarme no haberte dicho nada hasta ahora... Gracias, no te das una idea de lo que te debo...- le habló bajito, bien al lado del oído, con el tono más tierno y sumiso que pudiese utilizar.

-De nada...- fue lo único que pudo responder antes de sentir la húmeda lengua del menor sobre su lóbulo, que luego fue mordisqueado y tironeado de la manera más excitante que existía.

Se separaron un poco, Light con su sonrisa de triunfo y Elle con una mirada que pedía más por instinto.

-Cof cof...- tosió sospechosamente el pelinegro, y se levantó –¿Por qué no te pegas una ducha mientras yo preparo el desayuno? ¿Sí?-

El adolescente sólo afirmó con la cabeza y vio salir a su novio de la habitación para comenzar a buscar la ropa que se pondría.

/*/*/*/*/*/

-¿Por qué teníamos que salir tan temprano?- lloriqueaba bostezando Matt.

-Porque Light y Ryuu-chan tienen cosas de que hablar. Además no es nuestra culpa que seas un vago dormilón.- lo miró serio Near.

Por toda respuesta el pelirrojo le sacó la lengua.

-Ya, dejen de pelear...- dijo Mello hastiado mientras pagabas las entradas.

El parque de diversiones, Matt no entendía como a esas horas estaba abierto, ¡por Dios si no había nadie dentro!

-¿Podemos al menos desayunar algo, hasta que llegue la gente que maneja los juegos?- y otra vez quejándose.

Mello por su parte estaba demasiado intrigado. Sabía perfectamente que Near estaba celoso de Matt, por eso era que no se llevaban bien en el orfanato. Pero estaba raro, y hablaba con un semblante demasiado serio cuando se trataba de Light y Elle.

Se estaban encaminando a la zona donde vendían comidas, pero el rubio detuvo por completo al peliblanco. Lo sujetó del brazo tironeando de él, haciendo que por lo inesperado aterrizase en el pecho de Mello. Se apartó sonrojado, mirándolo porque no entendía esa conducta.

-¿Qué pasa?- preguntó.

-¿Qué sabes sobre Light y Ryuuzaki que yo no sepa?- lo encaró.

Unos segundos de silencio se sostuvieron mientras la cara de Near pasaba de sorpresa total ante la pregunta a escepticismo por no desear contárselo.

-Nada.- mintió desviando la mirada y tomando con su mano que no era sujetada un mechón de pelo. Lo giraba de forma frenética, enredándolo en su dedo. Imposible que no se diera cuenta que le estaba ocultando algo.

-Podrás mentirle a quien quieras, pero no a mí, ¿Qué sabes?- volvió a encarar.

-¡Ah! ¡¡¡Pero me dejaron hablando solo!!!- llegó corriendo Matt para interrumpirlos –¡¡¡Y yo que iba hablando como loro, me doy vuelta y veo que no está ninguno de los dos!!! ¡Eso no se hace!-

-Tsk, vamos.- fue todo lo que dijo Mello.

Soltó el brazo de Near de un tirón y pasó por entre los dos sin ver a ninguno.

-Uy, si que lo hiciste enojar...- murmuró acercándose al peliblanco para ver si le había quedado alguna marca en el brazo. –Tuviste suerte que vine, pero un consejo: sea lo que sea que pasó, contaselo, va a ser lo mejor, se va a enojar más porque se lo ocultaste que por lo que hiciste en un principio.- y se fue detrás del rubio, llamándolo, pidiendo que no lo deje atrás.

Como si realmente pudiera decirle, no era tanto por el beso sino porque temía que ese tipo y Light tuviesen algo y que sólo estuvieran jugando con el corazón de Ryuu-chan. Pero también cabía la posibilidad de que Mikami fuera el malo, eso explicaría el temor de Ryuu por dejarlo solo a Light.

Se estaba volviendo loco, no podía contárselo, y menos porque no tenía idea de qué significaba todo aquello que había pasado.

-¡Te vas a quedar sin comer si te quedas ahí parado como tonto!- le gritó desde el puesto de comidas rápidas Matt.

Meditándose aun las palabras del pelirrojo fue caminando lentamente hasta ellos. De todas formas, ya se le había quitado el hambre.

/*/*/*/*/*/

Entró a la cocina, el olor a tostadas y a café recién hecho rondaba en el ambiente. Se sentó despreocupado viendo como Elle terminaba de servir el café y poner las tostadas en un plato. Llevó todo a la mesa y se sentó justo enfrente de Light.

Una taza a cada lado, comiendo tostadas en silencio. Era como si ninguno se atreviese a hablar.

-¿Ya estás mejor? Digo, de la fiebre.-

-Sí, ya me siento bien. Los medicamentos me salvaron.- y una sonrisita.

Y de nuevo el silencio, Light suspiró, esa calma lo estaba matando. Terminó de un sorbo lo que le quedaba en la taza y la recogió junto con el plato que estaba vacío ya que Elle había agarrado la última tostada; y se dedicó a lavarlas.

Elle lo miraba en silencio, verlo ahí lavando las cosas le recordaba lo que había pasado en la cocina hacía poco. Y hoy estaba vestido igual de irresistible: unos jeans azul oscuro, con las rodillas rotas, una musculosa negra ajustada y una camisa celeste cielo abierta.

-Ryuuzaki...- el llamado lo apartó de sus pensamientos.

-¿Qué?- dijo levantándose y llevando la taza también hasta la pileta para lavarla o dejar que Light la lavara.

-¿Todavía seguís enojado por lo que te dije?- preguntó agachando la vista al ver que ya tenía al pelinegro al lado –¿Por eso de que quería que me hicieras el amor?-

Ahora fue Elle el que suspiró. Dejó la taza en el fregadero y antes de que el castaño la tomara para lavarla, le tomó ambas manos entre las suyas. Light levantó la vista, estaba algo sonrojado. Y con un empujón un poco brusco lo arrinconó contra la pared.

-Ryuuzaki...- abrió los ojos por la sorpresa.

Pero antes de poder preguntar por algo estaba siendo besado. Cerró los ojos para concentrarse en el contacto, cuando Elle coló una pierna entre las de él rozando su miembro haciendo que gimiese, el mayor aprovechó para colar su lengua dentro de la boca del otro.

Una danza exquisita y embriagante que los fue dejando sin aliento se desarrolló. Cada uno trataba de explorar la otra cavidad, mientras que las manos seguían quietas, Elle sujetaba a Light.

-Ryuuzaki...- repitió con el mismo asombro una vez que ya no tenía la lengua del otro en su boca.

-¿Seguís con la misma idea?- indagó mientras soltaba las manos para acariciar con el dorso de la suya su rostro.

-Sigo queriendo que seas el primero, pero no por él. Sino por mí, porque te amo, porque sos importante, sos lo más importante que tengo.- le contestó cerrando los ojos y balanceando el rostro en busca de una caricia más sentida.

No estaría viendo pero juraba que podía sentir como la sonrisa se iba dibujando en el rostro de Elle.

-¿Y qué pensas hacer con él?-

-No lo sé... Hay algo que no logré decirte ayer...- la mano se quedó quieta y abrió los ojos, si hubo una sonrisa ya no había rastros de ella.- Mikami-sensei... él...-

-¿Así que así se llama? ¿Mikami?- interrumpió.

-Sí, Mikami Teru, profesor de derecho y abogado...-

Miraba un punto vacío, entre el rostro de Elle y el techo. Parecía que hasta nombrarlo lo afectaba, malos recuerdos era lo único que conseguía nombrándolo.

-¿Y qué fue lo que no me contaste?- lo animó a continuar.

-Sabe que vivo acá, que mi padre me echó, que tengo novio. Sabe de vos, de Mello y de... de Near...- le costaba hablar pero ya estaba decidido, se lo contaría todo –Y me dijo que para su cumpleaños me iba a violar... dijo que si no le guardaba mi primera vez él... les iba a hacer algo, me amenazó con lastimarte, y no solo a vos, sino a los chicos también...-

-¿Su cumpleaños?-

-Sí, debe ser entre estos días...- finalizó y lo abrazó.

Las piernas le temblaban un poco y no estaba seguro de poder seguir en pie, daba gracias que Elle lo estuviese sosteniendo con tanta fuerza, que casi lo asfixiase en aquel abrazo. Era lo que necesitaba, aunque no pudiese respirar quería que lo siguiera abrazando, que lo abrazara, que le hiciera saber que seguía ahí, que le dijese en aquel abrazo lo importante que era él también en la vida de Ryuuzaki.

No sabía si sujetarlo con tanto ímpetu no le estuviese doliendo, pero si disminuía la fuerza ya no iba a poder agarrarlo. Ahora entendía porqué no le había dicho nada, tenía miedo de que pudiese pasarle algo a él o a los chicos. Que patético, se había jurada proteger a aquel hermoso castaño y sólo había conseguido que el otro lo protegiese a él.

-Te amo Light, vos también sos muy importante para mí.-

/*/*/*/*/*/

Acababan de bajar de la montaña rusa, y el único que se divertía era Matt. Mello miraba receloso a Near, y Near le huía a esa mirada recelosa.

-Mello, Mello, llévame al túnel de los enamorados ¿¿¿sí???- y lo agarró del brazo como si fuesen novios y lo llevó a las... bueno, no a las rastras porque eso hubiera querido decir que el rubio se negaba a ir, más bien se dejaba llevar, no le prestaba ni una pizca de atención al pelirrojo.

-¡¡¡Ah, no, esta es la gota que rebalsó la copa!!!- estalló el albino –¡¿No sé si Mello te lo habrá dicho pero él y yo somos novios, así que sácate ese complejo de que te quiere como algo más que amigo, sí?!-

-¿Novios? Hasta donde yo sabía los novios no se ocultaban cosas.- hundió el dedo en la llaga Mello.

Y se encaminó con Matt hacia el condenado túnel ese. En cuanto a Near, se quedó viendo como el otro se iba así sin más, como su novio se iba con su amigo... Unas lágrimas empezaron a salir de sus ojos, veía la imagen borrosa de los dos caminando tan pegados que le daban más ganas de seguir llorando... Y todo por guardarse como secreto lo que le había dicho ese profesorsucho de cuarta que no le llagaba a los talones a la persona que amaba.

-¿No te parece que te pasaste un poco?- murmuró.

-¿Él me miente y oculta cosas y yo soy el malo?- retrucó como si realmente no le importara.

-Ay, ¿pero es que todo funciona así entre ustedes?- se volteó a verlo –Míralo, está llorando por vos Mello y no te hagas el que no te importa.-

El rubio se dio vuelta, y efectivamente lo vio llorando. Se le partió el alma de verlo así. Deshizo el agarre con el que llevaba a Matt y desanduvo el camino hasta llegar de nuevo con Near.

-¿Aun así no vas a contarme lo que sabes?-

-Per... perdóname... no es que... que quiera ocultarte cosas...- sollozaba en un intento de hablar.

-¿Me lo vas a contar?- repitió alcanzándole su pañuelo.

-Sí...-

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-¿Estás seguro que esto es lo que queres?-

-Sì, no lo hago porque vos lo dijiste sino porque tenes razón.- una sonrisa trató de calmar al otro.

-Si queres esto puede esperar, pensatelo un poco más...-

-Si me detengo a pensarlo me va a agarrar miedo y en verdad confío en que esto es lo correcto.-

-Bien.- lo tomó de la mano y se acercó al escritorio. –Disculpe, ¿Dónde podemos hacer una denuncia?- preguntó amablemente al policía detrás del escritorio.

-Por allá.- gruñó –¿Ve aquella puer...?-

-Deja que yo me encargo de ellos Aizawa-san.- habló una voz atrás de ellos.

Elle se dio la vuelta para ver al propietario de aquella voz pero se encontró con la expresión de Light, tenía los ojos tan abiertos que parecía que éstos se le iban a salir; temblaba bastante, lo notaba en su mano.

-Pasen por mi oficina.- indicó con falsa amabilidad al tiempo que una sonrisa retorcida se le formaba.

Por inercia los pies de Light comenzaron a moverse, el acostumbrarse a obedecer con ciertos tonos no se le había olvidado por más que lo deseara.

Elle siguió camino tras los dos, sin comprender del todo. Aunque una idea bastante concreta le hacía preguntarse si aquel hombre podría ser....

/*/*/*/*/*/

Estaban sentados en un banco, viendo la multitud pasar tranquilamente. Matt se había decidido por ir a la casa del terror.

Near ya estaba más tranquilo, respiraba pausado a pesar de que de vez en cuando algunos espasmos lo recorrían por el reciente llanto.

-Entonces, ¿Qué sabes?-

-Prométeme que no te vas a enojar.- pidió dulcemente.

-Mmmm...- hizo que lo pensaba, pasó un brazo por sus hombros y lo acercó a él –Depende de lo que escuche así que habla.-

-Ayer, que no fuiste al colegio y Light tuvo fiebre... Mikami-sensei, el sensei de Light vino a preguntarme porqué había faltado y le dije que era por la fiebre y, y él... él... él...-

-Si arrancas estamos mejor, ¿¿él qué??- se estaba impacientando.

-Élmebesó.- dijo todo junto y rápido.

-¿Eh?-

-Él me besó.- repitió más despacio.

Los ojos se le abrieron como plato, parecía que iba a explotar.

-¡¿QUE HIZO QUÈ?!- hizo una pausa y se concentró, reflexionando –¿Y eso que tiene que ver con Light y Ryuuzaki?-

-Es que después me lo encontré de nuevo, y me dijo que Light y él eran íntimos, sabe que el padre lo echó y que está viviendo con nosotros.-

-¿Y cómo es que sabe eso?-

-No sé, se lo conté a Light, pero a Ryuu-chan nada... ¿aunque no te da la impresión de que hay algo que él sabe que nosotros no sobre Light?-

-Sí, de eso si me di cuenta, ¿pensas que tiene que ver con ese tipo?- indagó algo serio.

-Puede que sí... Esteeee... ¿y estás enojado? Mira que me prometiste que no te ibas a enojar.- le dijo con su irresistible carita de perro apaleado.

-Yo no te prometí nada... Y ese tipo te besó, tendría que enojarme...-

-¡¡Pero yo no quise!!-

-¿Te gustó?- estaba serio, incluso más que antes.

-¿Eh? ¡NO! Ese tipo me incomoda y tiene una risa horrible... y yo solamente te quiero a vos, y solamente me gustan tus besos...-contestó acercándose más.

-Entonces voy a tener que borrarte por la fuerza el rastro de sus labios sobre los tuyos.- y le dedicó una mirada de lujuria que hizo que Near se sonrojara.

Antes de que pudiera objetar algo, Mello ya lo esta recostando en la banca acomodándose entre sus piernas y besándolo apasionadamente.

/*/*/*/*/*/

Estaban sentados en la oficina, mirándose entre los tres.

-¿Así que este es tu novio, Light?- rompió el silencio.

-Sí.- contestó serio pero desganado.

-Elle Lawliet, un gusto.- y le extendió la mano.

-Yagami Soichiro.- pero no la estrecho, la vio con desprecio hasta que el otro decidió bajarla.

-¿Usted es...?-

-Es mi padre.- acotó Light.

-Te equivocas, es imposible que este marica que tengo delante sea mi hijo.- cizañeó venenoso –Y sabe que si no te rompo la cabeza es porque tu madre me lo rogó.-

-Quiero hablar con usted Sr. Yagami, quiero levantar una denuncia por intento de violación, alguien trató de violar a Light-kun.-

-¿Y te pensas que me importa? Es lo que se merece por deshonrar el apellido Yagami, es lo que le pasa a los putos como él y vos, pendejo.-

-Que seamos homosexuales no le da el derecho a nadie a hacernos daño, hay algo que se llama igualdad ante la ley.- contraatacó Elle decidido mientras Light veía para un lado y otro como los insultos elegantes viajaban- ¿Además no le preocupa que ese loco pueda lastimar a su hijo? ¿Tan desamorado se puede ser?-

-Decime, ¿Qué edad tenes loca?-

-Loca y con orgullo. 24.-

-Ya me parecía, cuando los vi juntos y vi que eras mayor me cerraron las cuentas.- decía tratando de contener la risa.

-¿De qué habla?-

-Padre, por favor, basta, no hace falta todo esto ya nos vamos si eso es lo que queres.- estaba algo asustado, su padre sabía manipular a las personas, Elle era inteligente pero su padre tenía la voz de la experiencia de su lado en estas situaciones.

-Déjalo que hable, ¿a qué se refiere con eso Sr. Yagami?-

-Light no ve en vos un novio, ve el padre que quiere tener, uno que le dedica toda su atención, que esté pendiente de él todo el tiempo, que le diga cosas lindas y que lo lleve a algún lugar... aun si eso quiere decir que vos te lo tengas que coger todos los días o él te tenga que hacer trabajitos para mantener la relación paternal-amorosa que siente que tienen...-

-¡Padre!-

-¿Y piensa que está mal que un hijo quiera que su padre le preste atención? ¿Entonces, si es así, es suya la culpa de que su hijo sea un marica, como usted dice, no?-

Soichiro se levantó de su silla de repente, golpeando el escritorio con sus manos. Estaba enojado, si había algo que odiaba era que dieran vuelta sus palabras en contra suyo.

-Vámonos Light-kun.- dijo levantándose y dirigiéndose al nombrado. Luego miró al otro hombre -Es obvio que estos putos son demasiado civilizados como para hablar con usted, cuando pueda aceptar a su hijo tal como es será bienvenido en mi casa Sr. Yagami.-

Sin decir palabra ni esperar contestación se marchó, lo cual enfadó aun mucho más al Yagami. Light se acercó a la puerta y la abrió, dándole la espalda a su padre.

-Mándale saludos a mamá y a Sayu, padre.- masculló y se retiró.

Light siguió en silencio a Elle por la jefatura hasta la calle. Caminaba presuroso, como si no quisiera que el otro lo alcanzara. Medio camino lo hicieron de este modo, el mayor iba a unos cuantos metros delante.

-Ryuuzaki...- lo llamó.

El aludido sólo detuvo su paso, cosa que el otro imitó.

-Lo que te dijo mi padre es mentira... lo dijo porque está enojado conmigo, porque me odia... Lo lamento, lamento que te haya dicho esas cosas horribles...-

-Basta.- habló apenas audible.

-¿Qué?- indagó inocentemente.

-Basta, no digas más Light-kun.- remarcó con la voz seria.

Seguía de espaldas, el menor se le había acercado, estaba a unos pasos suyos pero no se animaba a ir hasta donde estaba. Tenía miedo de que realmente le hubiera creído toda aquella farsa a su padre.

-Ryuuzaki... pero es mentira... ¿Cómo podes creerle?- bajó la mirada.

-Yo no le creo...-

-¿Entonces...?-

Cuando levantó la vista lo tenía adelante. El pelinegro lo tomó de la mano y reanudó camino.

-Estoy enojado Light-kun, y no quiero desquitarme con vos, ¿sí? Es eso, tengo ganas de golpear a tu padre hasta que se desmaye por como te trató.- apretó mas fuerte la mano.

Una sonrisa de alivio apareció en la boca del castaño. Elle nunca dudó, simplemente no quería lastimar a la persona equivocada. Light se detuvo y dio un beso en la mejilla.

Y con un simple besito le robó una sonrisa y le quitó el enfado.

-Volvamos a casa.-


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