No se cuando amanece, aquí adentro no aparece el sol. Solo se que el nuevo día ha llegado cuando los presos comienzan a gritar, a burlarse incluso comienzan peleas estúpidas o cuando Kabuto toca ligeramente mi puerta.
- Sasuke – kun levántese por favor – y continúa su recorrido de cada mañana. En fin le hago caso, mi única motivación: mi venganza, jaja es extraño antes era “la venganza”, ahora se ha vuelto parte de mi, solo quiero hacerle pagar por dejarme vivir en esta maldita soledad durante tanto tiempo, por quitarme a mi padre, mi ejemplo a seguir, que, junto con el, la persona que mas admiraba, a mi madre, la persona que siempre me dio ánimos, que con su mirada lograba entenderme y darme consuelo. Se fueron. Y luego como si se tratara de una bendición llegó el, dándome una segunda oportunidad para vivir. Pero ya basta de pensamientos ridículos esas cosas quedaron atrás. Tomo un cerillo de la mesa y diestramente, entre la oscuridad logro encenderlo y prender la única vela que tengo. Me baño, realmente esta es la parte que me despierta por completo y logra que deje mis pensamientos sentimentales, el agua es fría pero ya estoy acostumbrado, me visto y salgo a “desayunar”.
Camino por los largos pasillos de la guarida, las paredes de piedra alumbradas únicamente pro antorchas, logro llegar a otra habitación mucho más grande que la mía.
En el fondo hay una mesa, donde se encuentran las dos personas con las que estoy obligado a convivir diariamente. Tomo asiento en la silla frente de el, me sonríe y me saluda.
- buenos días Sasuke – kun – lo miro y le hago una extraña mueca, no, no me agrada, desde que llegue ha tratado seducirme y yo solo he amado a un hombre y el es… ¡nada! Basta, tengo que concentrarme o la comida fría que contiene “vitaminas” - hecha por Kabuto - me sabrá peor, tomo una cucharada y la junto a mis labios, si esto definitivamente es peor que el…
- come ramen Sasuke
- dije que no
- pero porque no vamos, come, come
- uzuratonkachi ya déjame
Por su culpa no logre concentrarme y el maldito sabor de esa comida ahora quema mi lengua.
- parece que no le agrada mucho mi comida Sasuke – kun – simplemente lo ignoro, aunque a veces es el único con el que se puede tener una conservación decente.
- Sasuke – kun hoy te levantaste de mal humor, venga déjalo Kabuto – maldito Orochimaru, maldito Kabuto, maldita cueva, malditos recuerdos, maldito Na… no el no.
- termine – y como si se tratara de huir, me levanto rápidamente de mi silla y salgo a paso acelerado hasta el campo de entrenamientos, donde por fin puedo presenciar la fuerte luz del sol, me recuerda a su pelo. No pude controlar este recuerdo y sonrío. Peligro. Un veloz kunai se acerca a mi rostro, sin cambiar de gesto logro atraparlo con mis dedos.
- buen movimiento
- prometiste que hoy me enseñarías una nueva técnica, no como atrapar kunais
- eres impaciente Sasuke - kun – odio como pronuncia mi nombre, saca su lengua la cual mueve ondulatoriamente igual que una serpiente, me da asco.
El día pasa rápidamente, mientras su nueva gran técnica, es como mejorar mi sharingan.
- atácame – ordena, al fin la parte que mas deseo de los entrenamientos, desquitar todas las miradas pervertidas que me dedica.
Activo mi sharingan, sonríe pensando que adivinó me siguiente movimiento. Pero… ¡oh sorpresa!
- KATON GOUKAKYU NO JUTSU
Jamás olvidare como su cara de confianza se llena de terror al ver la gran bola de fuego, logró esquivarla, pero no del todo, las costuras finales de su vestimenta fueron alcanzadas por mis llamas. Sonrió prepotente y me mira con odio, se cuanto me desea así que no me hará nada.
- hemos terminado por hoy
- ¿Qué? ¿Ya te urge violar a Kabuto? – me mira, no pronuncia palabra, solo su larga lengua se escapa de sus labios y se retira. Me quedo parado, observando como el sol comienza a despedirse.
Debo admitir que solo por el me gusta observar la puesta del sol por el…
- nee Sasuke
- que quieres dobe
- tengo que enseñarte algo
- después dentro de poco oscurecerá y yo…
- por eso mismo teme ven - Me tomo de la mano y corrimos hasta llegar al rio, aunque ahí hay un bosque, los árboles no cubrían el cielo.
- vamos siéntate
- bien ¿y que quieres que vea?
- ¿no es obvio? El sol es naranja.
- pero cada tarde se pone naranja dobe, cada día
- si pero dura poco no crees? Parece que lo bueno dura poco, supongo que es para aprender a apreciarlo, cuando nos demos cuenta de lo especial que es se quedara con nosotros – se recostó sobre el pasto verde ¿desde cuando el dobe es tan sabio? Bueno al menos tiene razón.
El sol ya ha desaparecido junto a su recuerdo, sonrió de nuevo, ese día nos quedamos ahí hasta que la última estrella del cielo apareció, como ahora. Despierto de mi sueño lleno de estrellas para encontrarme con el campo cubierto por la oscuridad, debo regresar a mi habitación. Entro por al puerta oscura y la luz de las antorchas se va haciendo presente con cada paso.
Me detengo en una de las puertas, que asco ahí adentro Orochimaru y Kabuto estarán… puaj, aumento mi velocidad y llego corriendo a mi cuarto. De nuevo prendo una de las velas – la cual ya esta a punto de derretirse por completo – y me recuesto en mi cama, entrelazo mis dedos detrás de mi cabeza.
- ¡Sasuke!- ¡Sasuke!- ¡Sasuke!- Naruto – murmuro, después de estar evitando su recuerdo todo el día, por fin pronuncie su nombre. ¿Qué estará haciendo ahora? Ojala no este buscándome, el tiene un sueño y yo no soy nadie para evitar que lo cumpla. Miro al techo y de nuevo su fantasma aparece, siempre con esa estúpida sonrisa, que me obligaba a sonreír también.
- Sasuke ven
- no perderé ante ti Sasuke
- te demostrare lo fuerte que soy
- uzuratonkachi – finalmente el último recuerdo llega. Las ultimas palabras que escuché de el, mientras la vela se consume lentamente llegando a su fin
- Sasuke no… no te vayas, por favor… no me dejesLa luz se extingue y me quedo solo… sumido en la oscuridad… mientras espero que el sueño logre vencer mis ojos.