Llovía, no paraba de caer la lluvia en la ciudad domino, en uno de los tantos edificios se observaba a un castaño trabajar en su laptop, ya marcaban las 7:30 PM, fue hasta en ese momento que el castaño dejo de teclear su laptop, recogió sus cosas para salir de la oficina.
-Sofía me voy temprano hoy, si tengo compromisos posponlos para mañana.--como ordene señor kaiba. Que pase buenas noches.-*hace una reverencia*
El castaño sube aun deportivo negro para marcharse por fin a la mansión, ese día había pasado por varias cosas tediosas, en la escuela tubo que soportar unas conferencias de la ecología, no conforme con eso su cachorro no había asistido a clases, el día se le hizo largo y fastidioso, no poder verlo, no poder oír su voz, “sus molestos aullidos”.
Así era, al gran seto kaiba le llamaba la atención cada vez más el molestoso de wheeler, no pudo evitarlo, sus cabellos rubios, esa enorme sonrisa que lo caracterizaba, todo era perfecto en el, era como un dios, al menos eso pensaba para si el CEO.
‘no puedo creer que alguien como el me este cautivando’
-maldito perro sarnoso- Se detuvo en un semáforo, volteando a ver por su ventana, fue increíble lo que pudo divisar, era joey, si era el, pero el estaba… golpeado? El castaño al verlo así, no lo podía creer, que hacia joey en la calle a las 8 de la noche bajo la lluvia y aun así… golpeado?Paro su auto en una esquina, bajo del coche y se acerco hasta el. -perro, que haces ahí?-kaiba… eso a ti no te importa, así que déjame en paz, si?, ya tengo suficiente como para que me vengas a molestar y a burlarte de mi, hoy no es un buen día, ya? Seto se acerco para tocarlo del hombro, a lo que el rubio se quejo, estaba bastante lastimado -vamos, te llevare a mi casa a curar esas heridas--porque? Que quieres?-vamos- le ordenó con esa mirada fríaEl rubio se cohibió por esa mirada y guardo silencio, el castaño lo jaló por un brazo y lo subió al auto.
La trayectoria a la mansión del castaño fue silenciosa, joey permanecía mirando hacia su piernas, mientras el castaño conducía, mirándolo de reojo en ocasiones, al fin cuando llegaron joey bajo con cuidado, no quería admitirlo pero el dolor era insoportable, esta vez si que lo habían golpeado exageradamente.
Ambos entraron, el rubio solo seguía al castaño, el cual lo guió hasta una de las tantas habitaciones de la mansión.
-recuéstate en la cama, iré por vendas-
El rubio solo obedeció, minutos después llego el CEO con una cajita de medicinas.Empezó con las más visibles, las de la cara, el rubio solo gemía despacio por el dolor, le ardían.
-quien te dañó?-El rubio no respondía-no lo volveré a repetir, perro-El rubio seguía guardando silencio, hasta que finas lágrimas empezaron a caer.El castaño se detuvo unos momentos para observar detenidamente al rubio, se acerco mas a el, lo jalo del brazo atrayéndolo a su cuerpo.
El rubio lloraba en su pecho, lo único que hizo seto fue abrazarlo mas fuerte.
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